Dios desea comunicarse con nosotros aún más de lo que nosotros queremos hacerlo con Él; y puesto que conoce el nivel espiritual de cada uno, nos habla como corresponde.
La oración es un diálogo, no un monólogo. Para orar eficazmente debemos hablar y escuchar a Dios. Debido a que Dios nos ha llamado a una relación de amor, hemos de comprender la importancia de lo que implica este tipo de vínculo.
Ya sea oír la Palabra de Dios para una mejor comprensión de la Escritura, o a fin de recibir su dirección divina para nuestra vida, saber hacerlo es de suma importancia. Y para escuchar la voz de Dios debemos tener la actitud correcta: "El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios, o si yo hablo por mi propia cuenta" (Juan 7: 17). En este versículo, Jesús nos revela la importancia de una actitud dispuesta con relación a la voluntad de Dios.
Por lo tanto, si no estamos dispuestos a hacer su voluntad, no podremos oír claramente la voz del Señor. De manera que, nuestro deseo de escuchar a Dios debe expresarse mediante una actitud dispuesta a ello. ¿Por qué habría Él de hablar a alguien que no quisiese obedecer?
Otro principio importante en cuanto a escuchar a Dios es tener "oídos para oír", o sea, oídos que sepan oír. En el Evangelio de Lucas, Jesús dice a sus discípulos: "Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras; porque acontecerá que el Hijo del Hombre será entregado en manos de hombres" (Lucas 9:44).
Sin embargo, ellos no comprendieron lo que Jesús decía aunque le oyeron físicamente: "Mas ellos no entendían estas palabras, pues les estaban veladas para que no las entendiesen; y temían preguntarle sobre estas palabras" (Lucas 9:45).
¿Por qué no comprendieron los discípulos lo que se les dijo claramente? No tenían oídos para oír. Mientras Jesús hiciera milagros y manifestase el poder del reino venidero, ellos estaban dispuestos a comprender por lo menos las implicaciones temporales, de lo que Él enseñaba; sin embargo, cuando les anunció que podían perder a su Mesías y Señor, no quisieron escucharle, no le entendían.