miércoles, 12 de febrero de 2014

"La realidad" que no es tu realidad

Nuestra realidad es que tenemos un Dios que preparó de antemano nuestro sustento, para alcanzar aquello que Él diseñó para nosotros.

Hay una realidad verdaderamente frustrante. Hoy es más fuerte el poder de la necesidad que el poder de la Fe.

No es que no haya Fe, sino que realmente la necesidad maneja los alineamientos de cómo o de qué manera entendemos hacer las cosas. Si bien Dios nos envió a ministrar y a ayudar a los necesitados, lo preocupante y frustrante es que aquellos que han sido ayudados y ministrados, no terminen de ser libres del poder de la necesidad.

La realidad actual indica que este problema de visión espiritual detiene a la iglesia porque la distrae, y por supuesto distrae a las personas llevando sus ojos a la necesidad y no al Propósito predestinado por Dios.
Hay una carencia del conocimiento revelado de nuestra posición como iglesia, que nos ha llevado a practicar la mendicidad y no al diseño que debemos ejercer.
Dice el Salmo 105:37 (PDT) "Sacó a su pueblo cargado de oro y plata, y no hubo entre ellos ningún enfermo y debilitado".

Para nosotros, "desierto" es sinónimo de lucha y necesidad. Sin embargo, para las escrituras "desierto" es sinónimo de prosperidad, sanidad y Poder (ejemplo de poder: Jesús en el desierto).
Existe la realidad de lo que nosotros denominamos desierto, como ese espacio de confrontación, lucha y aflicción, sólo diseñado para potenciar y redescubrir nuestra Fe. Es por eso que uno puede estar de ayuno cuarenta días, como Jesús, y jamás morir, porque Dios no nos llamó a morir en un desierto. ¿Por qué? Porque el desierto, la lucha, no es el lugar del cumplimiento de nuestro propósito, sino cómo desarrollarlo. Si lo estás desarrollando jamás morirás ahí, porque ello te impulsará a lo verdadero, a conquistar las naciones de la tierra.
Es frustrante ver cómo el espíritu, la mentalidad, la actitud, o como queramos denominarlo, de mendicidad, ha atrapado la mentalidad de los Hijos con propósito, para llevarles a habitar en una necesidad permanente.

La lámpara del cuerpo

La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Mateo 6:22.23

La forma en que Dios diseñó la anatomía del globo ocular arroja luz. Para que lo entendamos mejor, la retina tiene millones de bastoncitos y conos. Gracias a ellos podemos ver los colores. Cuando baja la intensidad de la luz, los conos, que están en la retina, no reaccionan y se nos nubla la vista; entonces los bastones se adaptan paulatinamente a la condición de la oscuridad, y lo logran en un lapso de unos cuantos minutos. Esto es una de las maravillas de la Creación…; nuestros ojos son uno de nuestros cinco sentidos físicos pero también espirituales, ya que con ellos vemos para bien o para mal, es decir, para bendición de nuestras almas o para perdición de éstas.

Hemos oído decir que los ojos son las ventanas del alma, que reflejan lo que verdaderamente hay dentro de nuestro ser, y con ellos muchas veces decimos cosas que aún no han salido de nuestros labios; por ejemplo, cuando estamos enojados, alegres o tristes, no necesitamos hablar, ellos lo dicen todo…
Jesús dijo en Mateo 5:29  Por tanto, si tu ojo derecho te es ocasión de caer, sácalo, y échalo de ti; pues mejor te es que se pierda uno de tus miembros, y no que todo tu cuerpo sea echado al infierno… ¿qué es lo que puede estar ocasionándole a tu corazón que se contamine?

Cuando Jesús nos dio esta enseñanza, estaba dándonos una metáfora. Una enseñanza que representa la teoría que debemos tener los llamados hijos de Dios, porque si esto fuese una práctica real que debiéramos llevar a cabo, todos tendríamos que quedarnos ciegos, cojos o mancos. Además, mientras estemos en este mundo el pecado nos asediará, y además creeríamos que los que carecen de la vista, no pecan,…lo cual es falso, ya que el pecado se concibe en el corazón del ser humano, no solamente a través de nuestros sentidos físicos; por lo tanto, la enseñanza va más allá…
Él quiso enseñarnos que si somos conscientes de que una amistad, un programa de televisión, un lugar a donde vamos, lo que leemos, oímos o vemos nos está contaminando, deberíamos tener el valor de sacarlo de nuestro entorno; la solución no es arrancarnos los ojos, sino lo que está contaminando todo nuestro ser.

Entiendo tu frustración - Ánimo en mensaje


Y parece que no llegarás, que no lo lograrás, que esa meta no alcanzarás,
te sientes infeliz, lleno de dudas, de excusas, de reproches y demás.
Quieres gritar y reclamarle a alguien lo que te pasa, lo que acontece en tu vida.
Ves cómo algunas personas de tu entorno lo pasan realmente bien, 
mientras que tú estás muriendo de incertidumbre.
Y quieres llorar pero te contienes, quieres quejarte y preguntarte ¿por qué a mí?
Y es cuando lanzas grandes suspiros de incertidumbre y desesperación.
Crees que la vida es injusta, que el sistema está mal
y que defenderte en la vida ya es una dura realidad.
Yo me siento como tú, yo me siento como tú y si en algo te puedo apoyar 
es diciéndote y diciéndome lo siguiente:
No escogiste el camino equivocado, aunque parezca que lo hiciste, 
todo tiene un objetivo, un plan.
No eres una tonta/tonto, no estás por debajo del promedio de nada,
no tienes menos talento que nadie y no vales menos que nadie, porque
un examen no define tu genialidad, y tampoco una puntuación 
el estado de ánimo en esta realidad.
No tengas miedo a nada, ni a nadie, y no mires con desprecio 
a aquellos que logran todo en esta vida, 
porque esas personas también en algún momento estuvieron como tú y como yo.
Y tampoco envidies a los malhechores de toda clase y de todo nivel, ellos no son felices; aunque puedan cubrir las necesidades principales y superfluas de su familia, 
no son felices porque lo que han ganado fue a costa de una lágrima, 
y eso no es felicidad.
No tengas miedo; aunque te lo hayan dicho muchas veces, no lo tengas.
No te afanes en demasía aunque la necesidad toque la puerta de tu hogar, 
y tus pequeños te pidan nuevas oportunidades.
No sientas que todo se acabó, cuando en realidad todo empieza a tener sentido.
No digas que no, no digas que estás en el límite, no pares de soñar.
A diario yo sueño con “imposibles”, y sí que me esfuerzo por hacerlos posibles,
pero todo pasa por algo, me lo repito día a día, quizás deba esforzarme más..., quizás deba estudiar más..., o simplemente deba dejar de conformarme 
con esa oportunidad que posiblemente no cubría todo mi talento.
Sé lo que se siente al buscar trabajo y no encontrarlo, o presenciar qué dura es la vida, ahora lo sé y sí me duele, me da rabia ver cómo es el sistema.
Pero si en algo puedo ayudarte, es diciéndote TE ENTIENDO 
y te apoyo en mis oraciones, en mis peticiones.
En el día de hoy mi petición es esta:
Señor danos paz, tranquilidad, y convicción de que somos más que bellos talentos con manos y pies, con sentido común y demás. Señor Jesús quítanos la ansiedad y la falta de confianza, aquí estamos para que nos recargues la esperanza y nos des un toque de alegría,
y algo más
Gracias aunque tenga ganas de mandar a todos a volar,
aunque quiera renegar de mi vida.
Gracias porque respiro, porque veo la luz del día,
porque veo a mi familia alrededor,
porque aunque tenga mil problemas
te tengo a ti
Y si te tengo a ti, tengo todo.
Porque Tú eres la fuente de la felicidad.
Seré feliz en esta circunstancia, seré feliz. 
Aunque me cueste sonreír, me dibujaré una sonrisa.
Ánimo, te doy un abrazo enorme, enorme.
Te entiendo y oraré por ti de ahora en adelante.
Aunque no te conozca y no compartamos los mismos problemas,
me comprometo a hacerlo porque la oración es 
la gota de agua que calma cualquier circunstancia.

¿Qué es la Biblia? - Preguntas bíblicas

La palabra Biblia proviene de las palabras griega y latina que significan “libro”; un nombre muy apropiado, puesto que la Biblia es el Libro para toda la gente de todos los tiempos. Es un libro como no hay otro, único en su clase.

Sesenta y seis diferentes libros forman la Biblia. Éstos incluyen libros sobre la ley, tales como Levítico y Deuteronomio; libros históricos, tales como Esdras y Hechos; libros de poesía, tales como Salmos y Eclesiastés; libros de profecía, como Isaías y Apocalipsis; biografías, como Mateo y Juan; y epístolas (cartas formales) como Tito y Hebreos.


¿Qué es la Biblia? - Los Autores
Cerca de 40 autores humanos diferentes contribuyeron para su formación, escrita en un período aproximado de 1,500 años. Los autores fueron reyes, pescadores, sacerdotes, oficiales gubernamentales, granjeros, pastores y doctores. Toda esta diversidad converge en una increíble unidad, con temas comunes entrelazados a través de toda ella.

La unidad de la Biblia es debida al hecho de que, finalmente, tiene un Autor: Dios Mismo. La Biblia es “Inspirada por Dios” (2 Timoteo 3:16). Los autores humanos escribieron exactamente lo que Dios quiso que escribieran, y el resultado fue la perfecta y santa Palabra de Dios (Salmo 12:6; 2 Pedro 1:21).

¿Qué es la Biblia? – Las Divisiones
La Biblia está dividida en dos partes principales: El Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento. En resumen, el Antiguo Testamento es la historia de una Nación, y el Nuevo Testamento es la historia de un Hombre. La Nación ocasionó la manera de que Dios trajera al Hombre al mundo.

El Antiguo Testamento describe la fundación y preservación de la nación de Israel. Dios prometió utilizar a Israel para bendecir al mundo entero (Génesis 12:2-3). Una vez que Israel fue establecida como una nación, Dios eligió a una familia de entre esa nación a través de la cual vendrían las bendiciones: la familia de David (Salmos 89:3-4). Entonces, dentro de la familia de David fue prometido un Hombre que traería la bendición prometida (Isaías 11:1-10).

Y después, el Nuevo Testamento detalla la venida del Hombre prometido. Su nombre fue Jesús, y cumplió las profecías del Antiguo Testamento, porque vivió una vida perfecta, murió para convertirse en el Salvador, y resucitó de entre los muertos.

¿Qué es la Biblia? – El Carácter Central
Jesús es el carácter central de la Biblia – en realidad el libro entero es acerca de Él. El Antiguo Testamento predijo Su venida y preparó el escenario para Su entrada al mundo. El Nuevo Testamento describe Su venida y Su obra para traer salvación a nuestro mundo pecador.

Jesús es más que una figura histórica; de hecho, es más que un hombre. Él es Dios mismo hecho carne, y Su venida fue el evento más importante en la historia del mundo. Dios Mismo se hizo hombre para darnos una clara y entendible imagen de lo que es. ¿Cómo es Dios? Dios es como Jesús; Jesús es Dios en forma humana (Juan 1:14; 14:9).

¿Qué dice la Biblia? - Un Breve Resumen
Dios creó al hombre y le puso en un ambiente perfecto; sin embargo, el hombre se rebeló contra Dios y falló en llegar a ser lo que Dios quería que fuera. Entonces Dios puso al mundo bajo una maldición a causa del pecado, pero inmediatamente puso en acción un plan para restaurar al hombre y a toda la creación a su gloria original.

Como parte de Su plan de redención, Dios llamó a Abraham desde Babilonia a Canaán (en el aproximadamente 2000 a.C.). Dios prometió a Abraham, a su hijo Isaac, y a su nieto Jacob (también llamado Israel), que Él bendeciría al mundo a través de sus descendientes. La familia de Israel emigró después desde Canaán a Egipto, donde se multiplicaron hasta hacerse una nación.

Aproximadamente en 1400 a. C., Dios guió a los descendientes de Israel fuera de Egipto bajo la dirección de Moisés y les dio la Tierra Prometida, Canaán, para que la poseyeran. A través de Moisés, Dios dio la Ley al pueblo de Israel e hizo un pacto (convenio) con ellos: si ellos permanecían fieles a Dios y no seguían la idolatría de las naciones que les rodeaban, ellos prosperarían, pero si dejaban a Dios y seguían a los ídolos, Dios destruiría su nación.

Aproximadamente 400 años después, durante el reinado de David y su hijo Salomón, Israel fue consolidado como un reino grande y poderoso. Dios prometió a David y Salomón que un Descendiente de ellos gobernaría como un Rey eterno.

Después del reinado de Salomón, la nación de Israel se dividió. Las diez tribus del Norte fueron llamadas “Israel,” y pasaron cerca de 200 años antes de que Dios las juzgara por su idolatría: Asiria llevó cautivo a Israel alrededor del 721 a.C. Y las dos tribus del Sur fueron llamadas “Judá,” y tardaron un poco más, pero ellas también se revolvieron a Dios. Y Babilonia les llevó cautivos por el 600 a.C.
Unos 70 años después, Dios, misericordiosamente, trajo el remanente de los cautivos de regreso a su propia tierra. Jerusalén, la capital, fue reconstruida en el 444 a.C., e Israel estableció una vez más su identidad nacional. Aquí termina el Antiguo Testamento.

Trampa

En un viaje que realizó un misionero, se encontró con un hombre que hacía un caminito entre las rocas y la tierra, además de hacer otra cosa que le parecía muy extraña con las ramas de un árbol.
-¿Qué estás haciendo?, le preguntó el misionero.
-Una trampa para conejos, respondió el otro hombre.
-Pero, ¿dónde está la trampa?”, volvió a preguntar con una cara sonriente.
-“¡Ah!, la trampa no la pondré hasta dentro de dos semanas. Primero estoy arreglando el caminito de modo que los conejos se acostumbren a él. Por ejemplo, hoy por la noche vendrán y tendrán miedo de pasarlo; pero mañana se acercarán más y poco tiempo después uno de ellos lo cruzará y  caminará por él. Pocas noches después, todos se familiarizarán y lo usarán frecuentemente sin ningún temor. Entonces pondré la trampa entre las ramas extendidas y después comeré conejo todos los días”.
-Entiendo, contestó el misionero, y agregó: -“Estás usando la misma táctica que Satanás usa con los cristianos. Primero les atrae a algo que da la impresión de ser inocuo, y cuando adquieren confianza, él les atrapa y termina destruyéndoles”. 
En nuestro vivir día a día, una de las trampas más sutiles que Satanás perpetra en contra de los creyentes, es una constante invitación a entrar en un estado placentero. De repente comenzamos a practicar algunos pecados considerados pequeños y, al ver que aparentemente no han causado ningún daño, los volvemos a cometer una y otra vez, y sin darnos cuenta, poco a poco, vamos cayendo en una trampa mortal. El caso es que verdaderamente, gran parte de la culpa la tenemos nosotros mismos al olvidar que estamos en una lucha permanente. El diablo no descansa, y además, en ocasiones los creyentes solemos disfrutar de ciertos descansos espirituales.