jueves, 9 de enero de 2014

A seguir y a empezar - Ánimo en mensaje

¿Quién no se disfrazó alguna vez de viuda, payaso, o muerte? … ¿Quién no se confundió entre el gentío formando parte de un ritual que intentaba borrar, de cualquier forma, circunstancias negativas del año que acaba de concluir?

BABY YOGA To accompany Maggie Mallon FeatureCada fin de diciembre se sigue repitiendo el rito: armamos el muñeco, lo exhibimos ante la faz pública, como deseando avergonzarlo, y llegada la hora, procedemos a apalearlo, a destruirlo. Paralelamente a ello nos abrazamos, hacemos propósitos y promesas de enmienda, azuzamos el desfallecido fuego, y brindamos porque el año que llega traiga a nuestra vida el anhelado cambio.
Sin embargo, muchas veces acabado el ritual, superada la mala noche, retirado el antifaz de nuestro rostro, terminamos reconociendo que el tan esperado cambio de año no ha sido más que una simple ilusión, una pompa de jabón, un pasar la hoja del calendario, pues de corazón adentro, interiormente, todo sigue igual.

La batalla por no perder la cordura

“Escucharé lo que hablará Jehová Dios; porque hablará paz a su pueblo y a sus santos, para que no se vuelvan a la locura”.
(Salmos 85:8)
¿Ha oído la expresión “este es un mundo de locos”? Casi todos la hemos escuchado muchas veces. Cuando cerca de nosotros se habla de un acto violento e inverosímil, escuchamos la frase. Cuando estalla una nueva guerra en alguna parte del globo terráqueo, ahí reaparece el dicho. Cuando las personas actúan con fría y calculada inhumanidad, alguien suele sellar el hecho repitiendo: “este es un mundo de locos”. ¿Debemos creer esta afirmación? Por pesimistas que podamos parecer, sí, esta expresión puede denotar muy bien el estado actual de un mundo que no parece mejorar. Encendemos la televisión, vamos a cualquier canal de noticias y ¿qué vemos?, locura por todas partes: violaciones, homicidios, extorsiones, robos, enojo, fanatismo religioso, suicidio, pobreza, racismo, y la lista será tan larga que no podremos exponerla toda en un mismo escrito. Es como para volverse loco, ¿no cree?
Millones de personas viven sometidas a gobiernos autocráticos y dictatoriales. Otras tantas sufren fobias provocadas por la evaluación que hacen, del caótico estado de cosas del mundo que conocen. Los psicofármacos se venden mejor que la Coca cola y las hamburguesas McDonald. La desconfianza y el egoísmo es el estilo de vida en las grandes junglas de asfalto, en la que viven la mayoría de los humanos, y los códigos éticos son obviados una y otra vez. La Tierra es un gigantesco manicomio donde la cordura normalmente no es bienvenida.

Piensa en lo Bueno – Meditación


Piensa en las cosas que te hacen feliz,
no en lo que te entristece.
Medita en la bondad del alma humana,
no en los vicias que la envilecen.

Considera las cosas buenas de que gozas;
no repares en las privaciones.
Admira las virtudes de tus amigos,
y hazte el ciego a sus limitaciones.

Ten en cuenta lo que rinden tus negocios
en lugar de lamentarte de tus pérdidas.
 Considera lo bueno que se habla de ti y
desoye agravios e impertinencias.

Da gracias por los días de salud y ventura
en vez de amargarte por los reveses.
Alégrate de la vida y de la luz del sol;
no te quejes cada vez que llueve.

Llena de esperanza tus pensamientos y
desecha la duda en cuanto al futuro.
 Mira cuántos tesoros has encontrado,
olvida los que quedaron ocultos.

Preocúpate por el servicio que prestas,
y no por lo que mejor te acomoda.
Piensa en la felicidad ajena,
¡así será como hallarás la propia! 

Por lo demás hermanos
“Todo lo que es verdadero, todo lo honesto,
todo lo justo, todo lo amable,
todo lo que es de buen nombre,
si hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza,
EN ESTO PENSAD”

Fdo.: M.G.L.

 

Corre a ÉL y serás levantado

Torre fuerte es el nombre del Señor; a Él correrá el justo, y será levantado. Proverbios 18:10.
Días pasados visitaba una tienda en mi ciudad y podía ver una escena que me llamaba la atención; era la de una niña de 2 o 3 años que alzaba sus brazos y corría hacia su mamá para que la levantara y la cargara, ya que al parecer estaba cansada y sabía que en los brazos de mamá estaría segura, que era el mejor lugar en el que podía estar.
Muchas veces en nuestra vida, en vez de correr a los brazos de Aquel que nos puede levantar y dar descanso, corremos en todas direcciones, buscamos ayuda en parientes, vecinos, hermanos, en gente a nuestro alrededor, y el último de quien nos acordamos es de Aquel que levanta al caído y que es Poderoso para levantarnos de donde hayamos podido caer.
Torre fuerte es el nombre del Señor; a Él correrá el justo, y será levantado. Proverbios 18:10.
No sé en qué faceta de tu vida has caído y aún estás postrado en el mismo lugar de hace una semana, meses o puede que años, pero debes saber que es oportuno que CORRAS A ÉL PARA QUE SEAS LEVANTADO. Puede que buscaras ayuda en la gente que te rodea pero lamentablemente te defraudaron, te dieron la espalda, se burlaron de ti. Confiaste en ellos y lo que hicieron fue traicionarte, pero hay una Persona que no te defrauda, que está dispuesta a aliviar tu carga y hacerte descansar, y ese se llama JESUCRISTO.
Quizás has decaído en tu relación con Dios, has bajado de nivel en tus estudios, decaíste en cultivar tu matrimonio, en la relación con tus hijos, con tus padres, y sabes que estás postrado en cama debido a aquella mala experiencia que tuviste por una mala decisión que tomaste o porque otro hizo algo en contra tuya; pero sabrás que Dios no te dio la vida para que continúes siendo víctima de las situaciones, sino para que CORRAS A ÉL Y SEAS LEVANTADO.

Vuelo por instrumentos

Ocasionalmente supe la increíble aventura, corrida hace unos cuantos años, de un piloto civil que pilotaba su propio avión durante una noche de gruesos nubarrones, y que estuvo a punto de estrellarse.
Volaba en una densa noche sin luna, sobre una espesa formación nubosa. Desde la Tierra las personas no podían ver las estrellas, pero en su avión particular podía volar casi entre ellas. Arriba, un cielo espectacular lleno de estrellas. Por debajo, un denso mar de nubes.
Así estuvo volando más de una hora, hasta que salió de la formación nubosa, y para su amarga sorpresa, en lugar de aparecer las luces de la ciudad y la potente antorcha del faro cerca de la costa, se hallaba en medio del mar.
Invadido por el desconcierto, la angustia y la desesperación, comenzó a llamar frenéticamente por la radio del avión hasta que un barco le respondió y le proporcionó los datos de su posición. Se encontraba a trescientos kilómetros mar adentro, al este de la ciudad de destino. Con el combustible justo alcanzó a regresar y llegar sano y salvo, sin estrellarse en el medio del mar.
¿Qué había sucedido? En aquella época las comunicaciones no estaban tan avanzadas ni informatizadas como en la actualidad, pero sí existían radiofaros y sistemas de posicionamiento locales, que a través de los instrumentos del avión, proporcionaban a los pilotos datos precisos y suficientes sobre su posición, rumbo y altitud. Sin embargo, nuestro piloto, en un exceso de confianza en sí mismo y en su experiencia, había decidido guiarse sólo por su intuición e instinto; tan solo había dejado liberada la navegación a su propio parecer en una noche densa y oscura. Sin tener las luces de la ciudad como punto de referencia, un viento de cola le había empujado a gran velocidad, a trescientos kilómetros de la costa sin poder percatarse de ello.