viernes, 31 de octubre de 2014

Celebraciones que no honran a Dios

Pero si tu corazón se aparta y no obedeces, te dejas extraviar, te inclinas a dioses ajenos y los sirves, yo os declaro hoy que de cierto pereceréis; no prolongaréis vuestros días sobre la tierra adonde vais a entrar para tomarla en posesión tras pasar el Jordán.” Deuteronomio 30:17-18 
Obedecer a Dios puede llegar a ser más complicado de lo que creemos; pero desviarnos de sus preceptos puede ser más fácil de lo que pensamos. La Palabra de Dios nos advierte enfáticamente sobre el hecho de servir a dioses ajenos. Servir a dioses ajenos es asumir costumbres y practicar ritos de otras culturas, basados en creencias paganas contrarias a las de Dios. 
El modernismo y la transculturación han traído consigo festejos que son casi obligatorios en muchas sociedades, por lo que debemos estar alertas e indagar en profundidad, el origen de cualquier celebración en que incurramos; sobre todo si incluyen a nuestros hijos, pues la línea que separa el bien del mal puede eliminarse sin que nos percatemos de ello. 
No importa que la celebración se haya hecho desde generaciones pasadas en su familia, o que sean costumbres que sus hijos quieren adquirir. En Deuteronomio 13:6,8 se nos advierte sobre dejarnos llevar por costumbres que no honran a Dios: “Si te incita tu hermano, el hijo de tu madre, o tu hijo, tu hija, tu mujer o tu amigo íntimo, diciéndote en secreto: “Vayamos y sirvamos a dioses ajenos”, que ni tú ni tus padres conocisteis….no te sometas a sus deseos ni le hagas caso..” Recuerde que usted tiene un compromiso con Dios, y probablemente también lo tenga con su pareja, con sus hijos o con sus amigos; de acuerdo, pero muestre primero que la verdad de Cristo vive en usted. 
No se trata de describir ahora los motivos por los que no debe celebrar Halloween o alguna fiesta semejante; no obstante, piense que antes de decidir celebrar una costumbre o tipo de festejo investigue sus orígenes, y luego consulte a Dios sobre el tema. Eduque a sus hijos sobre estos temas para que ellos no se desarrollen como víctimas de las tendencias del mundo. Ser cristiano lo llevará a estar conculcando muchas acciones de la sociedad moderna. No importa lo que digan los demás, primero es Dios.

La paz de la presencia del Señor

Inline image 1Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros. Juan 20:19
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. Juan 14:27
(Lea Juan 20:19-23)
El domingo es el día del Señor. El primer domingo fue el de la resurrección del Señor, cuando su tumba fue hallada vacía. También es el día en que Jesús se presentó a los suyos.
Los discípulos habían cerrado las puertas: seguramente temían que el arresto de su Señor desencadenase una persecución. Sin embargo, a pesar del peligro se habían reunido, pues estaban unidos por un fuerte vínculo: su amor por su Señor ausente. ¿Realmente estaba ausente? No, de repente Jesús se presentó en medio de ellos y les dijo: “Paz a vosotros”.

Mal agradecidos

“Den siempre gracias por todo, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, a Dios, el Padre.”  (Efesios 5:20)
Se cuenta que una vez, un líder espiritual que vivía en un pequeño pueblo pesquero, después de una terrible tormenta, colocó en una de las pilastras de la iglesia, un cartel con los nombres de nueve pescadores, y sobre tales nombres la frase: “Perdidos en el mar”.
La noticia cundió rápidamente por toda la ciudad, al extremo que uno tras otro, los nueve hombres mencionados en el cartel, llegaron donde el líder a protestar porque ellos, aunque es cierto que habían naufragado, también habían sido oportunamente rescatados. Por lo tanto, no se hallaban en calidad de extraviados, como anunciaba el cartel.
mal agradecidos

Días después, en la reunión dominical, el referido líder espiritual se dirigió a los presentes diciendo entre otras cosas, lo siguiente: 
El otro día se me pidió que orara por once pescadores que habían naufragado. De esos once, solo dos vinieron después a solicitarme que le diera las gracias a Dios, por haber permitido que fueran felizmente rescatados. Por lo tanto, al haberse acercado solo dos, supuse que los otros nueve pescadores si no vinieron a darle las gracias fue porque se habían ahogado”. 

Querido amigo/a: con cuánta frecuencia en nuestra vida diaria, nos parecemos a esas nueve personas “olvidadizas” e ingratas. Diariamente, el Señor nos confiere: vida, salud, sueños, metas, triunfos, alimento, techo, familia, aire para respirar, luz para los ojos,  paisaje para los sentidos y muchísimas cosas más. También nos concede dones, y sin embargo, con una actitud miope, mezquina, o quizá llena de soberbia, nos pasamos casi toda la existencia sin agradecerle diariamente por su bondad y misericordia, pensando que seguramente, lo merecíamos porque todo radicaba en nuestros esfuerzos.

El Verdadero Halloween

El 31 de octubre es el día más importante en el año satánico. Marca el Año Nuevo de los Celtas, antiguo pueblo de Gran Bretaña. En esta fecha terminaba la época de las cosechas. Ellos tenían las siguientes creencias: hasta el 31 de octubre reinaba Baal, dios celta de la primavera y el verano. Desde el 1º de Noviembre reinaba Sanhaim, el dios de la muerte. El 31 de octubre de noche, era un intervalo entre los dos reinados. Las barreras entre lo natural y lo sobrenatural dejaban de existir y los muertos aprovechaban para deambular por el mundo de los vivos, a veces interfiriendo violentamente sus asuntos.
Por este motivo, la celebración del 31 de octubre era considerado el “Festival de la Muerte”. De ahí también, los colores de esta festividad: el naranja representa al otoño, y el negro, representa a la muerte. En este día, el dios de los celtas llamaba a los espíritus de los malvados que habían muerto en ese año. Al mismo tiempo, otros espíritus recorrían los campos atacando a las personas.
La noche del 31 de Octubre era una noche de horror para el pueblo celta: podían ser atacados por fantasmas, malos espíritus y demonios, y por los mismos sacerdotes druidas. Era el momento de los sacrificios humanos. Hombres, mujeres, ancianos y niños eran llevados a la fuerza y encerrados en grandes cajones de madera y paja. Allí los sacerdotes les prendían fuego. Después de estos sacrificios, los sacerdotes tenían una comida de acción de gracias junto a las cenizas.

LOS DRUIDAS
Los celtas tenían sacerdotes satánicos llamados Druidas. Los druidas existían en Gran Bretaña, Roma y Grecia. El 31 de Octubre los Druidas iban de casa en casa demandando ciertas comidas, y aquellos que se las negaban eran maldecidos. Se atormentaba a la gente mediante la práctica de magias. En sus recorridos, los Druidas llevaban grandes nabos que habían sido previamente vaciados y tallados, con formas de caras y emblemas satánicos.
Se creía que cada nabo contenía el espíritu del demonio, que dirigía o guiaba personalmente al sacerdote, era su pequeño dios. Se usaban vestimentas para ocultar la identidad del druida, que amenazaba a la gente con maldiciones si no le daban la comida que requería.

ADIVINACION
Los que practicaban la adivinación sabían que esta era la noche en que tenían más éxito. Invocaban a Satanás para que los ayudara en sus esfuerzos. Una de las formas de adivinación era poner manzanas en un tubo y lograr hacerlas entrar en sus bocas sin morderlas. El primero que lo lograra, tendría buena suerte ese año. Luego pelaban la manzana, tiraban la cáscara sobre el hombro y se daban la vuelta enseguida para mirar alrededor. Esperaban ver una visión o la aparición de la persona con quien se iban a casar.

Lo que puede hacer Dios

La crucifixión, método antiguo de ejecución en el que el condenado es atado o clavado en una cruz de madera y dejado allí hasta su muerte, fue ampliamente utilizada en Roma.
La muerte de los sentenciados, en sus inicios, incluía el arrastrar un yugo de madera o su propia cruz sobre los hombros hasta el lugar de ejecución, donde la víctima era flagelada; por lo general, el instrumento que se usaba era un látigo corto con varias tiras de cuero sueltas o trenzadas, de largo diferente, que tenían atadas a intervalos bolitas de hierro o pedazos afilados de hueso de oveja.
Cuando los soldados romanos azotaban vigorosamente, la espalda de la víctima, las bolas de hierro causaban contusiones profundas, y las tiras de cuero con huesos de oveja cortaban la piel en los tejidos subcutáneos. Entonces, a medida que continuaban los azotes, las heridas profundizaban hasta llegar a los músculos del esqueleto y producían sangrado interno.
La víctima, también era desnudada y llevada a un monte alto para que todo el mundo viera su vergüenza, al ser clavada en la cruz con los brazos estirados. Finalmente, si no moría en la crucifixión, se le quebraban las piernas para que no pudiera incorporarse y muriera irremediablemente, por asfixia.
Hoy en día, se cree que la muerte en una cruz podía suceder por múltiples razones fisiológicas, como shock hipovolémico (choque hemorrágico), debido a la hemorragia causada por los azotes y los clavos, o sepsis (reacción orgánica) generalizada por las heridas infectadas. También podía suceder por la combinación de otras causas como deshidratación, insolación, cansancio crónico, que eventualmente podían llevar a un paro cardíaco, etc.
Pero no estamos teniendo en cuenta la tremenda tortura emocional de estar clavado en una cruz, con los brazos sujetos y sin poder cubrir la desnudez. Sin dejar de mencionar además, lo que provocaba verse en esa circunstancia delante de amigos y enemigos, padres y hermanos, extraños y conocidos, etc. Tampoco podemos negar que la tortura tenía la misión de atemorizar a todos los que observaban. Los romanos querían hacer ver la vergüenza y la tortura a la que se exponía cualquiera que se levantara en contra de sus leyes.

Al Final De Mi Cadena - Crecimiento personal-espiritual

Nosotros somos descendientes de Abraham, le contestaron, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir que seremos liberados?” Juan 8.33
Un fin de semana viajamos a otros país para dar un seminario. Cuando llegamos a la casa en donde nos estaríamos quedando, vimos que en frente la propiedad estaba bordeada de hermosos árboles gigantes y viejos. Encadenados a cada árbol en el medio, había un perro guardián.
Algunos de los perros se quedaron en su lugar ladrando, sabiendo que por sus cadenas, no podían ir muy lejos. Sin embargo, uno de los perros hizo algo diferente.
Cuando veía a un pájaro o un coche pasar, salía corriendo tras él. Y todas las veces, justo cuando estaba a punto de alcanzar su meta, la cadena lo jalaba y le sacudía con el tirón. Era como si el perro no supiera que estaba encadenado a un inmenso árbol.
Muchos de nosotros vivimos la vida como ese perro. Si le preguntases a una persona que vive de esa manera, si está viviendo en libertad, probablemente te respondería que sí. Probablemente te diría, “Mira al país en el que vivo. Mira a mis padres o a mi vecindario. Mira mi trabajo, mi casa y mis cosas. No soy esclavo, soy tan libre como es posible. Mira la iglesia a la que asisto, soy cristiano.”
Este tipo de gente se mete de lleno en la iglesia rápidamente. Les encanta estar involucrados, estar activos y haciendo muchas cosas. Pero luego, cuando parece que están a punto de hacer algo increíble, son detenidos y jalados con una sacudida. Son contenidos y están encadenados. Para alguna gente es el amor al dinero, sus pertenencias, su estilo de vida y la comodidad. Para otros es el pecado en sus vidas.

jueves, 30 de octubre de 2014

De Gloria en Gloria

Ir de Gloria en Gloria es actuar a la manera de Dios y sorprendernos de su sello personal. 
Si hace 4 años me hubiesen preguntado ¿qué ves de cara al futuro?, respondería: una luz en las tinieblas. Si me hubiesen preguntado ¿crees que algún día recuperarás tu vida?, hubiera respondido: no lo sé, pero pelearé por ella con todo mi aliento. Y si me hubiesen preguntado, ¿crees que Jesús te salvará?, respondería: no lo sé, pero si no es Él nadie más podrá.
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Jesús y su palabra alumbraron mi caminar y me llevaron por la senda que lleva a la vida. Seguí aquella luz en el tiempo obscuro de mi vida, hasta que poco a poco llegó el gozo a mi corazón.
“Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones”
2 Pedro 1:19
Todo aquel que siga la luz de la palabra de Dios jamás se perderá, será salvo, recuperará su vida, e irá de Gloria en Gloria.
Miro hacia atrás y veo la mano de Dios hasta en el más mínimo detalle: en mi pareja, en mi familia, mi trabajo, mis sueños, y en los dones y talentos que depositó en mí.
Al lado de Jesús descubrí, que solamente sembrando con lágrimas segaría una cosecha gloriosa. Si Jesús me salvó, no sería para tener una vida mediocre, sino para vivir de Gloria en Gloria.

Capacitados por Dios - Reflexiones

Bette Nesmith ejercía de secretaria en Dallas mientras criaba sola a su hijo Michael, que luego se haría famoso con su grupo ‘The Monkees’.
Nesmith nunca se propuso ser inventora, solo intentaba solucionar los problemas que le provocaba su poca experiencia en mecanografía y taquigrafía. Como su formación de artista le hacía estar acostumbrada al uso de pinturas y tintas, un día intentó crear un producto con el que lograr tapar las faltas de mecanografía que cometía en el trabajo. Tras diversos intentos, elaboró una sustancia blanca que se secaba rápidamente y servía para ello, así que la puso en un botella y se la llevó al trabajo.
Cuando cometía algún error extendía la sustancia sobre el papel con un pequeño cepillo y luego volvía a escribir encima.
En 1956 convirtió su cocina en un laboratorio, debido a la fuerte demanda de sus compañeros y amigos.
En 1967 creó su propia compañía, la Liquid Paper Corporation.
En 1976, vendió 25 millones de botellas. Nesmith creó dos fundaciones para ayudar a las mujeres a encontrar nuevas maneras de ganarse la vida.
Bette murió en el año 1980, seis meses después de vender su empresa por 47,5 millones de dólares.

¿Qué dice la Biblia acerca de la necromancia?

La necromancia se define como hacer aparecer los espíritus de los muertos para el propósito de mágicamente, revelar el futuro o influir en el curso de los acontecimientos. En la Biblia, la necromancia es también llamada "adivinación", "brujería" y "espiritismo" y está prohibida muchas veces como una abominación a Dios (Levítico 19:26Deuteronomio 18:10Gálatas 5:19-20Hechos 19:19). Algunos apuntan a 1° Samuel 28:3-25 como un ejemplo de los muertos en comunicación con los vivos. El susto que llevó la adivinadora al ver a Samuel en vez de un espíritu impostor, muestra que ni ella esperaba ver en verdad a Samuel. Dios milagrosamente, mandó a Samuel esta última vez para proclamarle a Saúl su juicio y fin. Es algo contra lo que el Señor habla muy fuertemente, y debe ser evitado tanto como cualquier mal. La razón de esto, por lo tanto, es doble.
En primer lugar, la necromancia involucra a los demonios y hace objetivo débil a quien lo practica, del ataque demoníaco. Satanás y sus demonios intentan destruirnos, no dejar impartir en nosotros la verdad o sabiduría. Se nos dice que nuestro "adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar" (1ª Pedro 5:8). En segundo lugar, la necromancia no confía en el Señor para obtener información, el Señor que promete dar sabiduría libremente a todos los que se la pidan (Santiago 1:5). Es muy revelador, porque el Señor siempre quiere guiarnos a la verdad y la vida, pero los demonios siempre quieren llevarnos a mentiras y daños graves.

¿Qué es el alma y qué es el espíritu?

Según la Biblia, el ser humano es tripartito. Se divide en cuerpo, alma y espíritu.
El cuerpo es la parte fisiológica del ser humano. Porque tenemos cuerpo comemos, bebemos, dormimos, corremos, descansamos, etc.
El alma es la parte psicológica del ser humano. Las emociones, la voluntad, el intelecto. El alma distingue al ser humano de los demás seres existentes sobre la tierra. Además, el alma distingue a cada ser humano por ser único y diferente en su género. Yo tengo mi propia personalidad, y la suya es diferente a la mía.
Y el espíritu es la parte de nuestro ser por medio de la cual podemos comunicarnos con Dios y entablar una amistad personal con Él. Dice la Biblia en Génesis capítulo 1 que “Dios creó al hombre a su imagen y semejanza”, lo que significa que también nos hizo espíritu, para poder comunicarnos con Él.
Una persona es cristiana, cuando Dios mora en el espíritu de esa persona. La Biblia señala en 1 Corintios capítulo 6: “El que se une con el Señor, un espíritu es con Él”.

Cómo resistir al Diablo

“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros. Acercaos a Dios, y El se acercará a vosotros”. (Santiago 4:7-8)
¿Cómo podemos resistir al diablo? Esa fue una pregunta de vital importancia para Jesucristo y sus apóstoles. Nuestro Señor tuvo que resistir al diablo repetidamente, y Él dijo en más de una ocasión: “¡Apártate de mí, Satanás!” Sus seguidores aprendieron eso de Él. Pablo trató de enseñar a sus compañeros a estar firmes en contra de las artimañas del diablo. Pedro los exhortaba: “resistidlo firmes en la fe”. Y Santiago, el hermano del Señor, dio a la iglesia este mandamiento con una promesa: “Resistid al diablo, y huirá de vosotros”.
Los escritores del Nuevo Testamento no dudaron de la existencia de Satanás, lo dieron por sentado. Cuando dijeron: “resistid al diablo”, estaban seguros de que los cristianos en cualquier parte, sabían lo que querían decir.
Muchos modernistas rehusan hablar acerca del diablo como si se tratara una superstición. Incluso para algunos que profesan la fe de Cristo, este es un asunto incierto. No están seguros de que exista un “maligno”, un enemigo personal de Dios y sus propósitos. Tratan de explicar la batalla espiritual descrita en el Nuevo Testamento, en términos psicológicos, como si el demonio fuera un “enemigo imaginario”. Para ellos, hablar en serio de resistir al diablo no tiene sentido ni interés.
Pero debemos tener presente que las negaciones de la existencia de Satanás y sus obras no están basadas en ninguna evidencia. Nada ha sido descubierto o demostrado que pueda refutar el testimonio del Nuevo Testamento. Creer en Satanás no es un hecho en contra de la ficción o el conocimiento moderno, contrario éste a la ignorancia antigua. Es un problema básico, especialmente cuando la Palabra de Dios nos revela el trabajo de Satanás y de su mundo.
La revelación de Dios en Cristo abrió un mundo nuevo, concienciado en esta teoría existencial en todos los que la recibieron. Cuando los cristianos creyeron la Palabra acerca del majestuoso gobierno de Dios por medio de Jesucristo, descubrieron también que otro reino se le oponía. El reino de las tinieblas fue tan real para ellos, como el reino de la luz, y la Palabra de Dios les abrió los ojos a una guerra que para las mentes incrédulas era invisible. Es posible que el escepticismo de hoy no provenga de nuevos tipos de aprendizajes, sino de la pérdida de vitalidad espiritual.
Tratemos de mirar la realidad del mal a través de las Palabras de Jesús y sus apóstoles. De acuerdo con ellos, Satanás, el tentador, el diablo, está sobre todo, contra Dios. Aunque es una criatura, ha desafiado la autoridad de Dios y ha establecido un reino sin ley. Su propósito es impedir el designio de Dios, abolir Su autoridad y, si fuera posible, tomar Su lugar. Se opone a los seres humanos y busca destruirlos porque ellos fueron hechos a la imagen de Dios. Su maldad es dirigida especialmente contra los cristianos porque ellos pertenecen a Dios y sirven a sus propósitos. Ellos amenazan su reino, por lo que su reacción es apartarlos de Dios, ya sea asustándolos o atrayéndolos a unirse a él en rebelión. Y cuanto un hombre o una mujer, un grupo o un ministerio, más se identifique con Jesucristo y se comprometa con sus propósitos, más intentarán oponérseles el diablo y sus emisarios.
Resistir al diablo significa resistir sus ataques; es rehusar sus propuestas. ¿Cómo pueden los creyentes hacer eso? Primero y fundamentalmente, escribe Santiago, tienen que acercarse a Dios. Los hijos de Dios deben acercarse a Él, moverse hacia Él y vivir en comunión con Él.
Cuando Santiago habla de resistir al diablo y acercarse a Dios, se refiere al orgullo y a la humildad. “Dios resiste a los soberbios y da gracia a los humildes. Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros”. (Santiago 4:6-7)
El negarse orgullosamente a rendirse a Dios, hace al diablo lo que ya es de por sí. Un escritor famoso se imaginaba al diablo murmurando provocativamente: “es mejor reinar en el infierno que servir en el cielo”. Orgullo, para este caso, significa pretender vivir independientemente y no querer nada en absoluto del que nos hizo. Esto espiritualmente, significa pensar y querer actuar como si Dios no existiera, como si nosotros fuéramos Señores de nuestros propios derechos.
En cambio, la humildad es exactamente lo opuesto. Implica un sentido de gratitud por depender de Dios, un gozo por pertenecerle y la confianza de entregarse a su voluntad. Cada insinuación de humildad es un paso en dirección a Dios, lo que significa acercarnos a Él y abrirle nuestras vidas.
En nuestra relación con Dios a través de Cristo, confiando en Él, entregándonos a Él y aceptando Su gracia, encontramos la fortaleza que necesitamos en contra de los poderes del mal. Por esa razón, el apóstol Pablo exhorta a sus compañeros a “fortalecerse en el Señor y en el poder de Su fuerza”, y a “revestirse con toda la armadura de Dios para la batalla cristiana”. Aquí está la respuesta: cada vez que sea tentado a apartarse de Dios y a vanidosamente, seguir su propio camino, diríjase hacia El, llámelo en su ayuda y asegúrese con Su fortaleza. Esa es su primera línea de defensa. ¡Hágase fuerte en el Señor!
Uno de los principales objetivos de Satanás es intimidar a los hijos de Dios y asustarlos, para que no sean sus discípulos ni testifiquen. Algunas veces lo hace promoviendo la persecución hacia ellos. Así lo hizo con Jesús, con los cristianos del primer siglo y con los mártires de cada generación. El diablo nos amenaza con horrendas consecuencias si seguimos a Cristo. Pedro lo describe como “un león rugiente buscando a quien devorar”. Él sabe a qué le tenemos más miedo y sabe cómo manejar nuestros temores.
Pedro escribe: “resistidlo firmes en la fe”. Y Pablo nos exhorta a tomar el escudo de la fe para apagar los dardos de fuego del maligno. La fe es el antídoto para el temor.
En cierto sentido, el diablo es un alardeador y por supuesto, un engañador, un mentiroso. Trata de hacernos creer que es menos peligroso de lo que realmente es. Es como uno de esos peces de las profundidades marinas, que se inflan para atemorizar al enemigo engañándoles con su apariencia. Esos peces lucen como asesinos, pero en realidad son solo globos de aire. Igualmente, Satanás puede disfrazarse de un león rugiente; pero a causa de Cristo, es un encadenado. Nosotros somos más que vencedores por medio de Aquél que nos amó.

miércoles, 29 de octubre de 2014

El poder del Espíritu Santo

Días antes de morir crucificado, Jesús dijo a sus discípulos lo que vendría: Después de su resurrección, recibirían un Consejero, el Espíritu Santo, que estaría con ellos para siempre (Juan 14.16). Él moraría en cada creyente, dándole su poder para vivir en victoria. El Señor también nos investirá con su poder divino, si cultivamos ciertas cualidades para que seamos más semejantes a Cristo. Estas son:
La pureza de corazón. Antes de ser salvos, el pecado nos separaba del Padre. Pero cuando recibimos al Señor Jesús como Salvador, Dios nos lavó y regeneró (Tito 3.5), nos vistió con la justicia de Cristo, y nos purificó para que pudiéramos convertirnos en su pueblo (Tito 2.14). Ahora depende de nosotros buscar la santidad para que podamos ser más como el Señor. La confesión regular de nuestros pensamientos y acciones pecaminosas trae perdón y nos limpia de toda maldad (1 Juan 1.9).
Un espíritu obediente. Antes de que fuéramos adoptados por la familia de Dios, nuestra naturaleza estaba en rebeldía contra su autoridad. Pero gracias a que hemos creído en Cristo, hemos sido liberados del poder del pecado sobre nosotros y hemos adquirido la capacidad real de ser hijos de Dios por la obediencia. Aunque nuestra vida no será perfecta, el Señor ve si nuestras mentes y nuestros corazones están dedicados a obedecerle.
Cuando hacemos de la santidad una prioridad y demostramos obediencia al Señor, recibimos poder sobrenatural para escoger lo recto. Cada día, nos llenaremos de poder al confesar nuestros pecados (Salmo 51.1, 2, 10), al mantener nuestra dedicación a Dios, y obedecer la dirección del Espíritu Santo.

La mano del Maestro

Estaba golpeado y marcado, y el rematador de la subasta pensó que, por su escaso valor, no tenía sentido perder demasiado tiempo con el viejo violín, pero lo levantó con una sonrisa.
-¿Cuánto dan señores? -gritó-, ¿quién empezará a pujar?

-Un dólar, un dólar- alguién replicó, después dos dólares.
-¿Solo dos? Dos dólares y ¿quién da tres?, tres dólares, a la una; tres dólares a las dos; y van tres… 

Pero no, desde el fondo de la sala un hombre canoso se adelantó y recogió el arco del violín; luego, después de quitarle el polvo y estiradas las cuerdas flojas, las afinó y tocó una melodía pura y dulce como un coro de ángeles.
Cesó la música, y el rematador, con una voz silenciosa y baja, dijo: -¿Cuánto me dan por el viejo violín? y lo levantó en alto con el arco.
-Mil dólares y… ¿quién da dos? ... 
-¡Dos mil!, ¿Y quién da tres? Tres mil a la una, tres mil a las dos; y se va y se fue, -dijo.
La gente aplaudía, pero algunos decían: "No entendemos bien, ¿qué cambió su valor?". La respuesta no se hizo esperar: "¡La Mano del Maestro!"
Que una melodía celestial brote hoy de tu vida, si te dejas usar en las manos del Maestro por excelencia.
Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

El único Dios Verdadero

Esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Juan 17:3.
Un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Efesios 4:6.
Hay un “único Dios”. Tal era el gran testimonio del pueblo de Israel, en una época en la que el mundo pagano que le rodeaba creía en una multitud de divinidades. Asimismo, los primeros cristianos dieron testimonio de su fe en el Dios único, lo que para muchos de ellos significó el martirio. A ese Dios único no lo adoraban como una fuerza impersonal ni como una entidad que abarcaba todo, sino como a una Persona. La Biblia nos revela que Dios es un Dios vivo.
Este “único Dios” quiere ser conocido. Para esto se reveló al hombre en Jesús, el Mesías prometido y anunciado a Israel por los profetas. Así, el Hijo unigénito de Dios vino a la tierra, humilde entre los humildes. Y dijo: “El que me ha visto a mí, ha visto al Padre”, y aun: “¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí?” (Juan 14:9-10). Por medio de estas palabras, y muchas otras, sabemos que si Jesús es el Mesías, el enviado de Dios, es igualmente Dios, “nuestro gran Dios y Salvador” (Tito 2:13), “Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos” (Romanos 9:5).
¿Cómo conciliar esta aparente contradicción entre un Dios único y la afirmación que Jesús es Dios? No podemos comprender el misterio de Dios, pero sí podemos creer que el “único Dios” se manifestó en tres Personas: Padre, Hijo y Espíritu Santo. ¡Misterio insondable que el creyente recibe y adora!

Querido Dios: Necesito un milagro

Querido Dios:
Necesito un milagro, Señor. Ya lo intenté todo. Hice mi mejor esfuerzo. Busqué en todas partes, llamé a todas las puertas en las que creí que encontraría respuestas, ¡y nada!; todo parece empeorar. Mis noches se vuelven largas y más oscuras de lo normal. Mis lágrimas brotan con tal insistencia, que parece quisieran borrar el recuerdo doloroso que aqueja mi vida. Mi corazón está atravesado por una lanza que me provoca un dolor que hace que casi no pueda respirar.  
necesitounmilagroNecesito un milagro, Señor. No puede ser que me haya esforzado tanto para llegar hasta aquí, y que ahora todo parezca carecer de sentido. Este es el momento en que necesito que tu palabra se haga vida en mí. Quiero abrir mi boca para adorarte en medio de la tribulación; sin embargo, no encuentro las palabras que a pesar de mi dolor, expresen mi confianza en ti. Mis brazos caídos no tienen fuerza, aunque sé que la única manera de recibir es elevarlos al cielo para que Tú puedas llenarlos.
Necesito un milagro, Señor. Veo cómo prosperan otros que no confían ni tienen temor de ti, Señor, mientras yo sigo esperando por tu justicia. Sigo dando cada paso con extraordinario dolor y con la mirada puesta en mi Cristo; pero es difícil Señor, no sé cuánto más pueda soportar. Necesito que me abraces y que acariciando mi cabeza, me digas que todo estará bien.
Necesito un milagro, Señor. Necesito que detengas el sol como hiciste cuando Josué te lo pidió para ganar la batalla. Necesito que conviertas el agua en vino como en aquella boda de Caná. Necesito que multipliques los panes como aquella vez que alimentaste a los cinco mil. Necesito que quites mi ceguera como hiciste con el ciego de Betsaida. Quiero que me devuelvas la vida como hiciste con la hija de Jairo. ¡Señor, yo hoy necesito un milagro!
Clamo a ti porque sé que lo imposible para mí, es posible para ti (Marcos 10:27)

Un bebé con propósito

En Londres, Inglaterra, se encuentra el Hospital Saint Thomas. Se trata de uno de los hospitales de más relevancia que existen en dicho país, y desde el siglo XII provee salud gratuita y caritativa. 
thomas bridgesHace muchos años, en una de sus escalinatas, una enfermera encontró un bulto que le llamó la atención. Se trataba de un bebé recién nacido. El personal del Hospital lo adoptó y lo criaron. Le pusieron como nombre Thomas, posteriormente le dieron un apellido, y pasó a llamarse Thomas Bridges. Durante su crecimiento, conoció las Sagradas Escrituras, esto es, La Biblia, de la que hizo su fiel compañera durante toda su vida, conociendo al Señor Jesús como su Salvador. 
Aconteció que, Charles Darwin volvió de su primer viaje a Tierra del Fuego, ubicada al extremo sur del Continente Americano, territorio que comparten Chile y Argentina. Las palabras, “para mí sería preferible tratar de civilizar a los perros de la calle, antes que hacer algo por esos salvajes”, dichas por Darwin, alentaron a Tomás para ofrecerse como Misionero y embarcarse en una aventura apasionante. 
Después de doce años Charles Darwin, regresó a Tierra del Fuego y se encontró con que los habitantes habían adoptado nuevas costumbres, habían nacido de nuevo, y los cambios sorprendieron a Darwin. Prácticamente, aquellos que había calificado como salvajes, ahora eran personas insertadas en la sociedad de la época. 

martes, 28 de octubre de 2014

Contra viento y marea

Contra viento y marea es luchar por conseguir un propósito contra cualquier oposición, cueste lo que cueste. Pablo era un enamorado de Jesús y su ministerio, le servía contra viento y marea. Romanos 8: 35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Solo cuando amamos lo que hacemos, luchamos por conseguirlo a pesar de los obstáculos, a través de las personas, las cosas o las circunstancias.
Jesús tenía muy claro lo que quería y por eso estaba dispuesto a conseguirlo como fuera. Veamos algunas de las cosas que Jesús hizo para lograr ser victorioso.
Leamos Juan 7
1. Tenia que ser precavido.
“Después de estas cosas, andaba Jesús en Galilea; pues no quería andar en Judea, porque los judíos procuraban matarle.”  Verso 1
Confiar en el poder de Jesús no significa que tengamos que exponernos innecesariamente. Dios está con nosotros en todo lo que hagamos, pero también tenemos que aprender a ser prudentes. Mateo 10:16 “He aquí, yo os envío como a ovejas en medio de lobos; sed, pues, prudentes como serpientes, y sencillos como palomas.”
2. Asimilar el rechazo de los demás. 
“y le dijeron sus hermanos: Sal de aquí, y vete a Judea, para que también tus discípulos vean las obras que haces.” Verso 3
No todos van a estar de acuerdo en lo que hacemos o cómo somos. 
3. Cree en lo que eres y lo que haces. No importa si los demás no creen en ti. 
“Porque ni aun sus hermanos creían en él.” Verso 5
4. Estar preparados para el desprecio de los demás
“No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.” Verso 7
5. Saber que todo tiene su tiempo.
“Subid vosotros a la fiesta; yo no subo todavía a esa fiesta, porque mi tiempo aún no se ha cumplido”  Verso 8

Solía ser

Sus vecinos y los que lo habían visto pedir limosna decían: ¿No es este el que se sienta a mendigar? Juan 9.8 
Hermosa historia, en la que encontramos a alguien que tuvo una experiencia que le cambió la vida, la presencia de Jesús. Antes de estar cara a cara con Él, era de una forma, pero después de estarlo, fue de otra. Como él, nosotros “solíamos” ser aquello y ahora somos esto otro. Hay un gran significado encubierto en esa palabra “solía.” Describe la acción o la relación de sucesos que antes, eran hechos repetidamente, o que existieron durante un tiempo en el pasado. Lo que estaba en el pasado. 
El hombre de esta historia, en su ceguera solía sentarse a mendigar, y después... ya no era ni ciego ni mendigo. Antes y después en el futuro, él podía contarle a la gente lo que solía ser y hacer antes de estar cara a cara con Jesús, y puede contarle a la gente cómo Jesús cambió su vida y cómo ve las cosas ahora, en el presente. Una vez que la gente escuche las historias sobre su pasado, podrán ver las obvias diferencias del presente. Será visto como un hombre cambiado.
Todos tenemos un pasado lleno de cosas que hicimos, además de lo que fuimos, cosas que algunas, no son ni buenas ni saludables. Debemos preguntarnos cómo contaremos estas historias y las palabras que usaremos para contarlas. 
Es una interrogante cómo ve la gente nuestro pasado en comparación a nuestro presente. ¿Cómo expresamos nuestras historias? Podemos decir, “solía emborracharme y pelear”, o “solía acostarme con cualquiera” o “solía herir a los demás por mi egoísmo”. Bien, pero ¿podemos usar la palabra “solía” para las cosas negativas de nuestro pasado, cuando estas mismas cosas aún están aconteciendo?

Cuidar la imagen

“Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer, ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón” (1º Samuel 16.7).
Cuando te presentas a un trabajo, el que te entrevista no es Jehová sino un hombre, por lo tanto no va a mirar tu corazón, sino lo que está delante de sus ojos. Si lo que está viendo con sus ojos no le gusta, el trabajo será de otro y no tendrás oportunidad de mostrarle tu buen corazón.
Cuando un cliente entra a tu negocio, no mira tu corazón, mira lo que está delante de sus ojos. Y si el comercio no está según su criterio de condiciones, irá a comprar a otro lado y no podrá conocer tu corazón.
Cuando alguien nuevo llega a la iglesia, mira lo que está delante de sus ojos. Y si las instalaciones no están en condiciones, quizás no se quede y no tendrá la oportunidad de conocer el corazón de la congregación. 

Como Niños - Reflexiones

No hay mejores maestros que los niños. Mis hijos me han enseñado lecciones que nunca aprendería en la Universidad o con la gente más letrada. Y es que a través de sus ojos, he podido ver la inocencia pura, sus manos me han enseñado un amor genuino y sincero.
He podido aprender que aunque es normal que me enfade, no puedo mantenerme enfadada todo el día, que debo olvidar y seguir adelante.
A través de sus palabras he escuchado el sonido más hermoso: Te amo mami.
Me han alegrado al despertar y han suavizado mi corazón al acostarse.
Al verlos dormidos no he dejado de experimentar ni una noche, el deseo de protegerlos.
He recordado lo que es jugar con cochecitos, al escondite, o disfrutar de un videojuego, y mi corazón ha saltado de emoción al verles abrir un regalo y sentir un beso de agradecimiento.
¿Cómo no querer ser como niños, sin preocupaciones, sin remordimientos, sin dudas? ¿Cómo no querer ser como un niño, con una sonrisa de oreja a oreja? ¿Cómo no querer ser como un niño, sin miedo a lo nuevo, listo para la aventura? ¿Cómo no querer ser como un niño, que le habla a todos sin importar quiénes sean y listo para aprender del mundo que le rodea?
Señor, que día a día pueda ser como niño que duerme sabiendo que Tú lo cuidas y no tiene temor porque Jesús vive en su corazoncito.

Jesús, Dios hombre

Jesús asombró a los líderes religiosos de su época cuando habló de Dios como su Padre. En ese tiempo, los judíos no tenían generalmente, una comprensión adecuada del concepto de Dios como Padre en una forma personal. Por lo tanto, la declaración de Jesús de tal intimidad les ofendía. La paternidad implica origen. Cuando decimos que alguien es nuestro padre, lo reconocemos como el origen de quienes somos nosotros, sugiriendo que estamos hechos de “la misma madera”. Esto era lo que Jesús estaba manifestando cuando llamó a Dios su Padre. Los líderes religiosos no entendieron debidamente, su declaración y por eso lo persiguieron, porque la teología judía no tenía una imagen de la paternidad de Dios. Ellos sabían que Dios era santo, justo y misericordioso, y también lo veían como a un juez aterrador, un fuego consumidor, un Dios para ser temido. Pero no sabían o no lo veían como a un Padre.
Después de su declaración sin precedentes, de una intimidad con Dios, Jesús prosiguió comparando sus actividades y su autoridad con las de su Padre. Básicamente, eran las mismas. Jesús ejercía la misma autoridad que su Padre, particularmente en asuntos de vida y de juicio.
“Porque así como el Padre resucita a los muertos y les da vida, así también el Hijo le da vida a quienes a Él le place. Además, el Padre no juzga a nadie, sino que todo juicio lo ha delegado en el Hijo (…) Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió, tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la vida. Ciertamente les aseguro que ya viene la hora, y ha llegado ya, en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque así como el Padre tiene vida en sí mismo, así también ha concedido al Hijo el tener vida en sí mismo, y le ha dado autoridad para juzgar, puesto que es el Hijo del hombre” (Juan 5:21-22, 24-27)

Jesús declaró que Él tenía el poder de dar vida y el poder de ejercer juicio sobre los hombres, atributos que pertenecían solamente a Dios. Es significativo que Jesús se refiera a sí mismo como “el Hijo de Dios” en relación a su autoridad para dar vida, y como “el Hijo del Hombre” en relación a su autoridad para juzgar. Solo Dios puede dar la vida, y como el Hijo de Dios tiene la misma esencia, hecho de la misma “madera” que el Padre, Él también puede darla. Por otra parte, el único cualificado o “legítimo” sobre la Tierra, para emitir juicio sobre los hombres es el que es descendiente del hombre. Para poder la condición de cualificar, este descendiente no debe tener pecado, porque solamente aquel que no tiene pecado puede juzgar los pecados de otros.

lunes, 27 de octubre de 2014

Halloween, ¿Una celebración inofensiva?

Se acerca. Lamentablemente está ahí.  El 31 de octubre dentro del calendario satánico, se marca como el último día del año y en él se festeja el cumpleaños de Satanás a través de sacrificios de animales y humanos, incluyendo bebés, niños, jóvenes y adultos. Este es uno de los días con más movilización demoníaca y diabólica, y es cuando los satánicos dedican la tierra de su ciudad para Satanás. El satanismo está extendido actualmente, a todo el mundo y esta celebración de Halloween se realiza alrededor del mundo, a una misma hora el 31 de octubre.
Todo parece ser muy divertido e inocente: linternas de calabaza, grotescas máscaras cuya sonrisa es una mueca, largas y negras vestimentas de brujas con sombreros puntiagudos, disfraces pintados con forma de esqueletos, trajes que representan a demonios y duendes, y niños que van de puerta en puerta solicitando golosinas a los bien dispuestos vecinos. Pero cuando llega Halloween, conocido como el Día de las Brujas o Víspera de Santos, ¿no se siente usted con  ganas de que las horas pasen hasta que toda esta farsa de “dulce o travesura” termine? Si no es así, ¡tal vez lo desee después este artículo!
El lado no tan divertido de Halloween
¿Desde cuándo es aceptable que los niños pequeños amenacen con cometer  vandalismo? ¿Qué pasaría si el dueño de una casa no abriese la puerta o no tuviese los caramelos que los niños esperan? ¿Es permisible que los niños procedan a enjabonarle las ventanas, envolver sus árboles con papel higiénico, rayar con tiza su vereda o voltear las plantas cuando las ven? ¿Es correcto que los niños amenacen con cometer vandalismo en la propiedad de otros?
¿No será ya hora de que todos los ciudadanos bien intencionados digan no a Halloween? En general, el clero no se ha manifestado en contra de esta celebración. Algunas  iglesias incluso tienen festividades de Halloween, aunque ocasionalmente, unos cuantos ciudadanos hablen en su  contra, como lo demuestran muchas veces, con sus cartas al director en los periódicos. ¿Es Halloween tan solo una diversión sana e inocua, o es algo completamente distinto? ¡Usted necesita saberlo!
Dios está dando una llamada de atención a los que profesan ser cristianos. Tal como ocurrió con aquellos a quienes el profeta Elias habló en su tiempo, también esto se aplica a nosotros. Elias se presentó ante el pueblo y dijo: “¿Hasta cuándo claudicaréis vosotros entre dos pensamientos? Si el Eterno es Dios, seguidle; y si Baal, id en pos de él” (1 Reyes 18:21). ¿Qué se necesitará para que los cristianos aprendan a aceptar y a defender la verdad de Dios, en vez de tradiciones dañinas que se originaron en el paganismo?
¿Dónde se originó Halloween?
¿Dónde se originó Halloween y por qué es tan ampliamente celebrado? Esto es lo que dice The Enciclopedia of Religión (La enciclopedia de las religiones): “Halloween es el nombre de la víspera de Samhain, una celebración que marcaba el comienzo del invierno y también el primer día del Año Nuevo, dentro de la antigua cultura celta de las Islas Británicas. El tiempo de Samhain comprendía entre la víspera de la festividad, el día mismo 31 de octubre y el 1 de noviembre.
“Se creía que para esta ocasión, ocurría un encuentro de fuerzas sobrenaturales como en ningún otro período del año. La víspera y el día de Samhain se caracterizaban por ser la ocasión en la que las barreras entre el mundo humano y el sobrenatural eran derribadas. "Seres" de otro mundo, como las almas de los muertos, podían visitar a los habitantes terrestres y al mismo tiempo, los humanos podían aprovechar la oportunidad de ingresar a los dominios de los dioses y criaturas sobrenaturales.
“Se ofrecían tributos de fuego y sacrificios de animales, cosechas, y posiblemente de seres humanos, para apaciguar los poderes sobrenaturales que controlaban la fertilidad de la tierra. Samhain reconocía el espectro completo de fuerzas no humanas que deambulaban por la tierra durante ese período”.
En esta festividad “se encendían grandes fogatas en la cima de los montes, para espantar a los espíritus malignos,…; las almas de los muertos, supuestamente, visitaban sus hogares en ese día, y la festividad otoñal adquiría un significado siniestro, bajo la suposición de que por todos lados deambulaban fantasmas, brujas, duendes, gatos negros, hadas y demonios de todo tipo. Era el momento de apaciguar los poderes sobrenaturales que controlaban los procesos de la naturaleza” (The Encyclopaedia Britannica).
Era, francamente hablando, un día dedicado a apaciguar a los espíritus demoniacos y al lado oscuro del mundo espiritista – algo en lo que ningún cristiano debiera tener parte alguna (Efesios 5:11).

El masaje

En la mañana de hoy, mientras me dirigía a llevar a mi esposa al trabajo y a mi niño a su escuela, él, puesto de pie y sujetado por los brazos de su madre, me estaba dando un masaje en la cabeza. Sentir sus manitas pasar por mi cabeza no tiene precio. Una muestra de cariño de hijo a padre.
La Palabra de Dios dice en Isaías 40:12-31 “¿Quién midió las aguas con el hueco de su mano y los cielos con su palmo, con tres dedos juntó el polvo de la tierra, y pesó los montes con balanza y con pesas los collados? ¿Quién enseñó al Espíritu de Jehová, o le aconsejó enseñándole? ¿A quién pidió consejo para ser avisado? ¿Quién le enseñó el camino del juicio, o le enseñó ciencia, o le mostró la senda de la prudencia? He aquí que las naciones le son como la gota de agua que cae del cubo, y como menudo polvo en las balanzas le son estimadas; he aquí que hace desaparecer las islas como polvo. Ni el Líbano bastará para el fuego, ni todos sus animales para el sacrificio. Como nada son todas las naciones delante de Él; y en su comparación serán estimadas en menos que nada, y que lo que no es. ¿A qué, pues, haréis semejante a Dios, o qué imagen le compondréis? El artífice prepara la imagen de talla, el platero le extiende el oro y le funde cadenas de plata. El pobre escoge, para ofrecerle, madera que no se apolille; se busca un maestro sabio, que le haga una imagen de talla que no se mueva. ¿No sabéis? ¿No habéis oído? ¿Nunca os lo han dicho desde el principio? ¿No habéis sido enseñados desde que la tierra se fundó? Él está sentado sobre el círculo de la tierra, cuyos moradores son como langostas; él extiende los cielos como una cortina, los despliega como una tienda para morar. Él convierte en nada a los poderosos, y a los que gobiernan la tierra hace como cosa vana. Como si nunca hubieran sido plantados, como si nunca hubieran sido sembrados, como si nunca su tronco hubiera tenido raíz en la tierra; tan pronto como sopla en ellos se secan, y el torbellino los lleva como hojarasca. ¿A qué, pues, me haréis semejante o me compararéis? dice el Santo. Levantad en alto vuestros ojos, y mirad quién creó estas cosas; Él saca y cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará; tal es la grandeza de su fuerza, y el poder de su dominio. ¿Por qué dices, oh Jacob, y hablas tú, Israel: Mi camino está escondido de Jehová, y de mi Dios pasó mi juicio? ¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es Jehová, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance. Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ningunas. Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen; pero los que esperan a Jehová tendrán nuevas fuerzas; levantarán alas como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán”.
RECUERDA, ASÍ COMO CON NUESTRAS MANOS PODEMOS HACER Y CREAR COSAS, DIOS MISMO CON SUS MANOS, CREÓ TODO EL UNIVERSO Y DIO VIDA A TODO SER VIVIENTE QUE HABITA EN LA TIERRA. NOSOTROS, SI QUEREMOS TENER UNA EXISTENCIA VERDADERA Y CON UN FINAL SEGURO, DEBEMOS APRENDER A DEPENDER DE DIOS ACEPTANDO A CRISTO JESÚS COMO SEÑOR, REY Y SALVADOR DE NUESTRAS VIDAS Y ASÍ, VIVIR PARA ÉL. ¿YA LO TIENES EN TU VIDA?

Carta Desde El Cielo - Crecimiento personal-espiritual

Sally se levantó tan pronto vio al cirujano salir del quirófano. Le preguntó: ¿Cómo está mi hijito? ¿Se pondrá bien? ¿Cuándo puedo verlo?” El cirujano contestó: “Lo siento; hicimos todo lo que se pudo pero su hijo no sobrevivió”.
Sally dijo: “¿Por qué tienen cáncer los niños? ¿Es que no le importan a Dios? ¿Dónde estabas, Dios, cuando mi hijo te necesitaba?”
El cirujano preguntó: “¿Quiere pasar un tiempo a solas con su hijo?  Una de las enfermeras saldrá en unos minutos, antes de ser transportado a la universidad”.
Sally le pidió a la enfermera quedarse con ella mientras le decía adiós a su hijo. Movió sus dedos amorosamente, a través del abundante cabello rojo y ensortijado de su hijo.
“¿Quiere un mechón de su cabello?”, preguntó la enfermera. Sally dijo que sí. La enfermera cortó un mechón de cabello, lo puso en un sobre de plástico y se lo entregó. La mamá dijo: “Fue idea de Jimmy donar su cuerpo a la universidad para su estudio. Dijo que eso tal vez ayudase a alguien más. Aunque en primera instancia me negué, Jimmy dijo: Mamá, no lo estaré usando una vez que muera, y quizá ayude a otro niñito a pasar un día más con su mamá. Continuó; Mi Jimmy tenía un corazón de oro, siempre pensando en los demás, siempre queriendo ayudarlos, caso de ser posible”.
Sally salió del Hospital de Niños por última vez, tras pasar mucho tiempo de los últimos seis meses allí. Puso la bolsa con las pertenencias de Jimmy en el asiento de al lado en el coche. La travesía de vuelta a casa fue difícil; y fue aún más difícil entrar a la casa vacía.  Llevó las pertenencias de Jimmy y el sobre plástico con su mechón de cabello a la habitación de su hijo. Comenzó a colocar los cochecitos y otras cosas personales en su habitación, en el lugar exacto donde él solía tenerlas. Se tiró sobre la cama de su hijo, abrazando su almohada, y se durmió llorando. Fue alrededor de medianoche cuando Sally se despertó. Yaciendo junto a ella en la cama había una carta doblada. La carta decía:
Querida Mamá:
Sé que me vas a extrañar; pero no creo que jamás te olvide o que deje de amarte, solo porque no estoy allí para decírtelo; siempre te amaré, Mamá, aún más cada día. Algún día nos veremos de nuevo; hasta entonces, si quieres adoptar a un niñito para que no estés tan sola, estaría bien para mí. Él puede tener mi cuarto y mis cosas para jugar. Pero si decides adoptar a una niña, es probable que no le gusten las mismas cosas que nos gustan a los niños. Tendrás entonces, que comprarle muñecas y cosas de niñas. No estés triste pensando en mí; realmente, este es un un lugar muy bonito. Los abuelos me recibieron en cuanto llegué y me mostraron algo del lugar, pero voy a emplear mucho tiempo en verlo todo. Los ángeles son impresionantes y me encanta verlos volar. ¿Y sabes qué?
Jesús no se ve como en ninguno de sus cuadros. Sin embargo, cuando lo vi, supe que era Él. ¡Jesús mismo me llevó a ver a Dios! ¿Y adivina qué, Mamá? Me senté en las piernas de Dios y conversé con Él como si fuese alguien importante. Fue entonces, cuando le dije que quería escribirte una carta para decirte adiós y todo eso, pero sabía que eso no estaba permitido. Bueno, ¿sabes qué, Mamá? Dios me pasó papel y Su bolígrafo personal, para escribirte esta carta. Creo que Gabriel es el nombre del ángel que te la va a llevar. Dios me pidió que te contestase a una de las preguntas que le habías hecho: ¿Dónde estaba Él cuando lo necesitabas? Dios dijo que estaba junto a mí, como cuando Jesús estuvo en la cruz; estaba allí, como siempre, con todos Sus hijos.
¡Oh!, de paso, Mamá, nadie más puede ver lo que te escribí excepto tú. Para todos los demás, este es simplemente un papel en blanco, ¿no te parece bonito? Tengo que devolverle su pluma a Dios ahora. La necesita para escribir algunos otros nombres en el Libro de la Vida. Esta noche me sentaré con Jesús a la mesa para la cena; estoy seguro de que la comida estará excelente.
¡Oh!, casi me olvidaba decirte: ya no me duele nada. El cáncer se ha ido; estoy contento porque ya no podía soportar más el dolor y Dios tampoco podía soportar verme sufrir tanto.  Fue entonces, cuando envió al Ángel de Misericordia para traerme. ¡El Ángel dijo que era una entrega especial! ¿Qué te parece?
Firmado con amor de parte de Dios, Jesús y yo”.