viernes, 27 de diciembre de 2013

¿Hágase tu voluntad? - Ánimo en mensaje

Querido amigo, querida amiga: ¿Eres tú de las personas dispuestas a aceptar la voluntad de Dios en el cielo como en la tierra?… Al menos así lo habrás declarado cuando estás en oración. ¿Pero realmente sientes esta frase en tu corazón?, ¿o es sólo una repetición que te brota memorística y mecánicamente como parte de la oración del Padre Nuestro, al igual que podrías decir: “Gloria a Dios”, “Aleluya”, “Bendecido”, “Amén”?…
HAGASE TU VOILUNTADTe hago, y yo también me hago a mí mismo esta pregunta, porque sabemos que aceptar la voluntad de Dios va más allá que la simple declaración de dientes hacia afuera. Aceptar Su voluntad significa confiar en Él, plena e incondicionalmente; renunciar a nuestro ego personal; obedecerle sin reparos.

Sin embargo, ¿realmente aceptamos y confiamos en el Señor, no sólo en los momentos de éxito, prosperidad o salud, sino también en los tiempos de escasez, crisis, o enfermedad? … ¿Confiamos en Él a pesar de las pruebas, del dolor, de la desolación o la presión que estamos soportando? ¿Depositamos nuestra fe en Él cuando constatamos que todo aquello que le hemos pedido, no llega conforme a nuestros anhelos y expectativas?

Empequeñece tus problemas - Crecimiento personal-espiritual

Cuando alguien nos lo cuenta, cuando lo vemos, cuando nos enteramos o vivimos un problema que de alguna manera nos afecta, nos sentimos mal; es normal, lo que no es normal es que ese problema se engrandezca en nuestra mente, hasta el punto de que nos absorba el pensamiento y no veamos otra cosa que el mismoTodas las cosas nos van bien excepto ese pequeño problema, pero como el problema lo hemos agrandado en nuestra mente, comenzamos a ver todo mal e incluso nos vemos mal nosotros mismos. La gente que está acostumbrada a agrandar los problemas no pueden ser felices, porque a ellos cualquier situación les parece un mundo. Las frases que dicen estas personas son sorprendentes; dicen que todo les va mal, que nunca levantan cabeza, que no salen de una para meterse en otra, etc…, frases que expresan cómo han agrandado un problema hasta convertirlo en algo casi tan o más importante que la propia vida.
Después ese problema se resuelve, pero aparece otro que también se agranda. Y aparece otro que también se masifica, porque un abismo llama a otro abismo, como dice el Salmo 42:7 un abismo llama a otro a la voz de tus cascadas. Observe la frase "como el abismo llama a otro por medio de una voz procedente de la cascada". Cascada aquí significa alcantarilla, acueducto subterráneo, sumidero, que hace que el abismo continúe abriéndose paso. Nuestra actitud frente a los problemas es lo que hará que ese problema no llame a otro, como un abismo a otro, y lo que está claro es que cuando agrandamos los problemas, creamos una cascada con voz, un acueducto por donde los problemas llaman a otros problemas.

Prometo bendecirte en todo - Devocional

En aquel tiempo llegó a faltar comida en toda la región de Canaán, tal como había pasado en tiempos de Abraham, motivo por el cual Isaac pensó en irse, pero Dios se le apareció y le dijo: “No te vayas a Egipto. Es mejor que te vayas por algún tiempo a Guerar, donde vive Abimélec, rey de los filisteos. Yo prometo estar siempre contigo y bendecirte en todo”.
The stones surrounding a water well.Fue así como Isaac fue a Guerar y se quedó a vivir allí. Ese mismo año Dios le dio a Isaac una cosecha tan abundante, que produjo cien veces más de lo que había sembrado en aquella tierra. Isaac llegó a ser muy rico y poderoso, tanto que despertó la envidia de los filisteos, y hasta Abimélec llegó a decirle: “Vete de aquí, pues ya eres más poderoso que nosotros”.
Isaac, entonces, se fue de Guerar, pero se quedó a vivir en el valle. Cuando Abraham aún vivía, había mandado abrir unos pozos allí, pero después de su muerte los filisteos los habían vuelto a tapar. Isaac volvió a abrirlos y les puso los mismos nombres que les había puesto su padre.
Un día, sus sirvientes abrieron un pozo y descubrieron un manantial, pero los pastores de Guerar se pelearon con los pastores de Isaac, pues decían que esa agua les pertenecía. Por eso Isaac llamó a ese pozo “Pelea”. Hicieron otro pozo, pero también pelearon por él, y le puso por nombre "Pleito". Luego se alejó de allí y volvió a abrir otro pozo y ya nadie peleó. Entonces lo llamó “Libertad”, pues dijo: “Al fin Dios nos ha dado libertad para prosperar en este lugar”.
Esa misma noche Dios se le apareció y le dijo: “Yo soy el Dios de tu padre Abraham, y por él te voy a bendecir y a aumentar el número de tus descendientes. No tengas miedo, pues yo te ayudaré en todo”.
En ese mismo lugar plantó su tienda de campaña, y sus sirvientes abrieron otro pozo. Cuando Abimélec lo supo, salió de Guerar junto a su consejero personal y jefe de su ejército, para hablar con él. Y cuando Isaac les vió, les preguntó: -¿Para qué vienen a verme si me han tratado muy mal y hasta me echaron de su país?
Y ellos le contestaron: -Ya hemos visto que Dios está de tu parte. Por eso queremos hacer un trato contigo pero bajo juramento. Nosotros nunca quisimos molestarte, al contrario, siempre te tratamos bien y hasta nos despedimos como amigos. Ahora tú, comprométete a no hacernos ningún daño, ya que Dios te ha bendecido mucho.
Isaac y Abimélec juraron no hacerse ningún daño. El despidió a sus visitantes y ellos se marcharon en paz.

Cristiano, no te conformes con menos - Reflexión cristiana

ENTONCES DIJO ESAÚ: …¿PARA QUÉ… ME SERVIRÁ LA PRIMOGENITURA?… Y VENDIÓ A JACOB SU PRIMOGENITURA (Génesis 25:32,33b)


Como los demás mellizos, Esaú y Jacob eran muy distintos pero rápidamente aprendieron a negociar. ¿Has visto alguna vez a niños llegando a un acuerdo que beneficia más a uno que al otro? Por ejemplo, uno ofrece al otro un caramelo a cambio de un vídeo-juego caro. Bien, esa era la dinámica que estaba en juego entre Esaú y Jacob. Esaú había estado cazando, estaba exhausto y hambriento. Por lo tanto, nada era más importante que una buena comida y un sueño reparador, en comparación con algo tan remoto como una futura herencia. Él dijo: Me estoy muriendo, ¿para qué, pues, me servirá la primogenitura?… y vendió a Jacob su primogenitura. Entonces Jacob dio a Esaú pan y del guisado de las lentejas (Génesis 25:32,33b,34).

cristiano-no-conformarse-bibliaAhora bien, antes de que juzgues a Esaú con demasiada dureza, recuerda que la misma debilidad reside en todos nosotros. ¿No has tomado tú también malas decisiones al encontrarte estresado, cansado, aburrido, desilusionado o solo?, como por ejemplo el momento que tu pareja escogió para hablar de la tensión en vuestra relación, o tu hijo adolescente que necesitaba hablar contigo, o cuando tu jefe quiso dialogar sobre tus futuras perspectivas. Sabías que todos estos asuntos eran muy importantes, pero ¿por qué en ese preciso momento? De manera que pusiste en peligro tus derechos posponiendo el tema o ignorándolo.

Recuerda, el enemigo quiere distraerte ofreciéndote algún placer, logro o diversión temporal a cambio de tu futuro. ¡No lo hagas! No trafiques con el destino que Dios te ha dado por alguna gratificación momentánea; ten paciencia y resiste. Cuando lo hagas, Dios hará finalmente tus sueños realidad de manera que sean honrados, y no mitigados.

Dispuesto a recibir - Devocional

Georg Friedrich Handel nació en Alemania el 23 de febrero de 1685. Fue un excelente compositor, considerado como un genio de la música universal. Sin embargo no todo fue fama y fortuna en su vida; en diferentes etapas le tocó experimentar el sabor amargo de la indiferencia y el rechazo de un público, que parecía no complacerse con sus composiciones musicales.
playpiano
Una noche estaba muy triste sentado en su cama, revisando la correspondencia. Entre tantas cartas poco alentadoras que recibió, se encontraba una que decía “oratoria”. Esto indicaba, costumbre en esa época, que un amigo o familiar le había enviado un manuscrito con poesías o composiciones musicales. Handel, al ver el titulo de la carta, se levantó ofuscado y violentamente la rompió en muchos pedazos. Aquel título le llenó de ira al no poder comprender el por qué de su falta de inspiración y el evidente fracaso que estaba experimentando.
Pasaron las horas, pero aquella noche aquel turbado hombre no podía dormir. En un momento decidió levantarse, vio los papeles que había roto, tomó los pedazos, los unió y comenzó a leer el título que decía  “El Mesías”, y prosiguió otro “¡Consolaos! ¡Consolaos!”.
Mientras recitaba aquellas palabras, su mente se llenaba de música y sus dedos parecían impacientarse por interpretar la primera en el piano. El músico decidió buscar en su Biblia lo relacionado con la vida de Jesús, y mientras recorría cada página, más y más fluía la inspiración.
Cuando concluyó su composición, fue a mostrársela a sus más agresivos críticos quienes le dijeron: “¡Nunca en nuestra vida hemos escuchado algo tan maravilloso!”, El compositor, con la cabeza inclinada, respondió: “Dios me ha inspirado.” Y hasta el día de hoy Handel es recordado por su obra “El Mesías.”