martes, 24 de diciembre de 2013

Jesús vs. Papá Noel – Meditación

¿Por qué Jesús es mejor que Papá Noel?

Papá Noel vive en el Polo Norte... Jesús está en todas partes.
Papá Noel viene una vez al año... Jesús es una ayuda siempre presente.
Papá Noel llena tus calcetines con regalitos... Jesús suple todas tus necesidades.

Papá Noel baja por por tu chimenea sin invitación... Jesús se detiene en tu puerta y toca, después entra en tu corazón cuando tú le invitas.
Para ver a Papá Noel tienes que hacer cola... Jesús está tan cerca como el hecho de mencionar su nombre.

Papá Noel te deja sentarte en sus piernas... Jesús te deja descansar en sus brazos.

Papá Noel no sabe tu nombre, todo lo que puede decir es: "hola pequeño, ¿cómo te llamas?"... Jesús se sabe tu nombre desde antes de que nacieras. No sólo sabe tu nombre, también sabe tu dirección, Él sabe tu historia y tu futuro.

Papá Noel tiene una barriga que parece llena de mermelada... Jesús tiene un corazón lleno de amor. 

Todo lo que Papá Noel puede ofrecer es ¡ho, ho, ho!... Jesús ofrece salud, ayuda y esperanza.
Papá Noel dice: "no llores" "do not cry"... Jesús dice: "descansen sus preocupaciones en mí, que yo cuidaré de ustedes".
Los pequeños ayudantes de Papá Noel hacen juguetes... Jesús hace nueva vida, repara corazones lastimados y arregla hogares rotos.

Papá Noel puede hacerte sonreír... Jesús te da la alegría que es tu fuerza.

Papá Noel deja regalos debajo de tu árbol... Jesús fue nuestro regalo y murió en un árbol.

Es obvio que no puede haber comparación posible. Necesitamos recordar a quien verdaderamente le da sentido a la navidad.

Jesús es la verdadera razón de ser de esta época.



Todo lo que necesito es... - Devocional

En muchos lados, casi constantemente, leemos o escuchamos esto: "Todo lo que necesitas es…", y al observar esta apreciación me puse a pensar profundamente en qué es lo que en realidad necesito. Ahí es donde viene lo realmente complicado, o mejor digamos, lo más profundo…
open handMuchos necesitamos sólo lo básico para vivir, (nosotros y la familia), como alimento, agua, luz, ropa, un techo, cuidar la salud, trabajo, entre otras cosas que quizá no valoramos lo debido en el día a día. Otros quizá precisen lujos, coches, fiestas, mucho dinero, un físico perfecto, y miles de “amigos” que aplaudan todo lo que hacen, o simplemente necesiten aparentar, ser el centro del universo (inseguridad terrible, disimulada por una superioridad insoportable o por una falsa humildad). Otros muchos pueden requerir algún tipo de atención o cuidado de salud especial, por alguna condición que tienen que afrontar y no se quejan de su vida, como normalmente hacemos los demás; bueno, bueno, sólo algunos de nosotros. También los hay, menos, ¡son así, qué le vamos hacer!, quienes necesitan soledad, tristeza o simplemente sentirse mal, para hacer de su vida una vida.

La prisión - Devocional

Dos hombres habían compartido una condena injusta durante largo tiempo. En la prisión recibieron todo tipo de maltratos y humillaciones.
Una vez libres, volvieron a verse años después y uno de ellos preguntó al otro:
- ¿Alguna vez te acuerdas de los carceleros?
- No, gracias a Dios ya lo olvidé todo, contestó. ¿Y tú?
iStock_000001511480XSmall- Yo continúo odiándoles con todas mis fuerzas, respondió el otro.
Su amigo le miró unos instantes y luego dijo: Lo siento por ti. Si es así, significa que aún te tienen preso.
A veces pasamos por situaciones dolorosas en nuestra vida que pueden haber sido muy largas o breves, pero el caso es que nos dejaron marcados.
Sin importar cómo fueran, hay ocasiones que, como el prisionero, aunque ya pasó ese momento de dolor, esa prueba, verdaderamente no nos liberamos, nos mantenemos dentro de esa prisión. Aparentemente somos libres, pero el recuerdo nos mantiene prisioneros y no nos permite disfrutar de la libertad que nos ha sido dada.
Tal vez haya gente a la que no has podido perdonar o posiblemente no has podido perdonarte por algo que hiciste, y aún ahora, aunque ha pasado mucho tiempo, el recuerdo de aquellos momentos te llena de odio, de tristeza, de rabia o impotencia.

Dándole significado a la Navidad - Devocional

Isaías 9:6 (Reina-Valera 1960)
Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado, y el principado sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.
Sin darnos cuenta estamos acabando un año más y ya estamos en la época de la Navidad, la cual es desafortunadamente una época de gran confusión. Es una época de gran confusión por lo siguiente:
En Navidad todas las personas piensan que tienen que sentir algo hermoso, pero en realidad no saben o no están seguras qué es lo bello que deben sentir: obvio, la unidad familiar es un buen sentimiento, el alegrar a los niños es otro, también es la oportunidad de hacer las paces con los que hemos tenido una mala relación en los pasados días o meses, etc., pero el motivo real de la Navidad queda olvidado. Es cierto que muchos recuerdan que en esta fecha nació Jesús, pero aun así no es el motivo verdadero de la Navidad.
El nacimiento de Jesús fue anunciado por Isaias, pero su muerte ya fue anunciada desde los tiempos de Moisés. Y también, cuando Jesús iba a ser entregado pidió que celebráramos su muerte y que la recordáramos siempre, ya que por ella tenemos hoy la oportunidad de tener una relación cara a cara con Dios y la oportunidad de vivir bajo la gracia de Dios y no bajo la ley; somos libres por la sangre de Cristo, la cual le ocasionó la muerte, y hay una fecha en la Pascua para recordar esto. Pero para recordar la Navidad ponga atención:
La cita fue escrita por Isaias cuando profetizaba la llegada de Jesús, y no era de su niñez ni de su nacimiento de los que hablaba, sino de su obra y su personalidad; así como con nosotros hoy en día, que cuando nacemos se nos festeja, pero que nuestro verdadero propósito es crecer y ser personas de bien con logros. Los bebés no logran nada, son los hijos cuando crecen, los que hacen que los padres se sientan verdaderamente orgullosos.

La Navidad sólo tiene que ver con Jesús – La Verdadera Navidad - Devocional

navidad biblia Jesus“VIERON AL NIÑO Y POSTRÁNDOSE LO ADORARON” (Mateo 2:11)
Nació en el lugar más humilde, pero los cielos resonaron con los cánticos de los ángeles.
Nació en un establo, sin embargo una estrella trajo a ricos y nobles desde miles de kilómetros de distancia para adorarle.
Su nacimiento fue en contra de las leyes de la vida y su muerte contraria a las leyes de la muerte; sin embargo no existen milagros más grandes que su nacimiento, su vida, su resurrección y sus enseñanzas.
No era dueño de campos de trigo ni de pescaderías, pero a pesar de ello alimentó a cinco mil personas y aún sobraron panes y peces.
Sus pies  nunca pisaron lujosas moquetas, pero caminó por las aguas y éstas le sostuvieron.
Su crucifixión fue el crimen de los crímenes, y sin embargo a los ojos de Dios, ése era el único precio suficiente para hacer posible nuestra redención.
Cuando murió, pocos le lloraron, pero Dios puso un velo negro delante del sol para oscurecerlo.
Los que lo crucificaron no temblaron ante lo que estaban haciendo, pero la tierra se estremeció bajo sus pies.