sábado, 30 de noviembre de 2013

La regla de oro - Devocional

Traten a los demás como ustedes quieran ser tratados. Mateo 7:12 (TLA)
La historia cuenta que Isaac ya era de una edad muy avanzada y que mandó a llamar a su hijo mayor Esaú, para que este fuera a cazar; mientras, le prepararía una rica comida y recibiría su bendición antes que él muriera. Pero esto no sucedió así, porque su madre Rebeca tramó un plan para que Jacob, su hermano, recibiera esa bendición.
Cuando Isaac había terminado de bendecir a Jacob, volvió Esaú del campo. Él también le había preparado un plato de comida para su padre.
-Levántate, padre mío y ven a comer, para que me des tu bendición –dijo Esaú.
Enseguida su padre le preguntó:-¿Y quién eres tú?
-¡Pues soy Esaú, tu hijo mayor! -le respondió.
Isaac comenzó a temblar de pies a cabeza, y dijo: -Entonces, ¿quién cazó un animal y me lo trajo? Yo comí de su plato antes de que tú llegaras y ya le he bendecido. ¡Esa bendición no se la puedo quitar!
Al oír Esaú las palabras de su padre, lloró y con gran amargura le dijo: -¡Padre mío, bendíceme también a mí!
Pero Isaac le contestó: -Ya vino tu hermano y me engañó, por eso le di la bendición que era para ti.
Para que Esaú no matara a Jacob, Rebeca le aconsejó a éste que escapara a Canaán, donde vivía su hermano Labán. Allí conoció a Raquel, su hija menor y se enamoró de ella. Propuso a su tío trabajar para él siete años a cambio de ella, y él aceptó. Pero al cabo de este tiempo, Labán le entregó a Lea, su hija mayor.
-¿Por qué me engañaste? ¡Yo me comprometí a trabajar para casarme con Raquel! -dijo Jacob.
Labán respondió: No es nuestra costumbre que la hija menor se case antes que la mayor. Pero si te comprometes a trabajar para mí otros siete años, te casarás con Raquel.
Jacob aceptó el trato y se casó con Raquel después de otros siete años.

La Amistad requiere un poco de conocimiento de la otra persona - Ánimo en mensaje

Tal vez yo podría inspirarme y escribir cosas bellas sobre los amigos y la amistad, pero se me ocurrió hacerlo sobre la importancia de conocer bien a los amigos. Porque una de las características de los amigos es que se conocen lo suficiente.

Le pregunté a un amigo: “¿sabes cuál es el color favorito de tu mejor amiga?” Y me respondió: “¡caramba!, no! Parece un detalle sencillo, incluso gracioso, pero se supone que debemos conocer un poco acerca de los gustos de las personas que queremos. A veces estamos muy cercanos a ellos, conversamos, lo pasamos bien, pero desconocemos cosas de ellos, detalles muy importantes de sus vidas.
Por ejemplo, ¿cuáles son sus sueños o pasiones? Sí, esas que no le cuentan a nadie porque nadie aún se ha interesado en preguntarles por ellas. No se trata de ser exigentes con nosotros mismos ni de hacer las cosas por obligación, sino de hacerlas por un auténtico interés de poder conocer a ese amigo o amiga que tanto estimamos y queremos. El amor hace que queramos conocer mejor a las personas y preocuparnos por ellas.

El Líder: Sus Prioridades Y Su Tiempo - Crecimiento personal-espiritual

Todos los días estamos presionados, estresados, incluso algunas veces angustiados ante nuestra agenda, verdaderamente rigurosa y cruel.
Los líderes sufrimos continuamente desafíos y por ello caemos fácilmente en el pozo de la angustia, sacrificando lo que es genuino, valioso y profundo por lo que es banal, por lo no prioritario.
El Señor Jesús habló de esto en Mateo 6:25-34 cuando dijo:
“No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? Fíjense en las aves del cielo: no siembran, ni cosechan, ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas? ¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?
¿Y por qué se preocupan por la ropa? Observen cómo crecen los lirios del campo. No trabajan ni hilan; sin embargo, les digo que ni siquiera Salomón, con todo su esplendor, se vestía como uno de ellos. Si así viste Dios a la hierba que hoy está en el campo y mañana es arrojada al horno, ¿no hará mucho más por ustedes, gente de poca fe?
Así que no se preocupen diciendo: “¿Qué comeremos? o ¿qué beberemos?” o “¿con qué nos vestiremos?”
Porque los paganos andan tras todas estas cosas, y el Padre celestial sabe que ustedes las necesitan. Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas. Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas”.

Mecánico del alma – Meditación

Una vez iba un hombre en su coche por una larga y muy solitaria carretera, cuando de pronto su auto comenzó a detenerse hasta quedar estático. El hombre bajó, lo revisó, y trató de averiguar qué era lo que tenía.
Pensaba que pronto podría encontrar el desperfecto que tenía su coche, pues hacía muchos años que lo conducía; sin embargo, después de mucho rato se dio cuenta de que no encontraba el fallo del motor.
En ese momento apareció otro coche, del cual bajó un señor a ofrecerle ayuda. El dueño del primer auto dijo:
--Mire, este es mi coche de toda la vida, lo conozco como la palma de mi mano. No creo que usted sin ser el dueño, pueda o sepa hacer algo.
El otro hombre insistió con una cierta sonrisa, hasta que finalmente el primer hombre dijo:
  --Está bien, haga el intento, pero no creo que pueda, pues éste es mi coche.
El segundo hombre se puso manos a la obra y en pocos minutos encontró el daño que tenía el auto y lo pudo arrancar.
El primer hombre quedó atónito y preguntó:
  -- ¿Cómo pudo arreglar el fallo si es mi coche?

¿Por qué no recibes a Jesús, el Hijo de Dios, y le haces Señor de tu vida hoy? - Devocional

Jesus-Cruz-salvacionPARA QUE TODO AQUEL QUE EN ÉL CREE NO SE PIERDA, SINO QUE TENGA VIDA ETERNA” (Juan 3:16b)

¿Cuándo llega la salvación? Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Señor y Salvador personal. Sencillo, ¿verdad? ¡Cristo el Salvador, y el hombre el creyente!

¿Pero significa esto que nuestra vieja naturaleza no volverá nunca a levantar su fea cabeza, o que desde ya mismo, al instante, seremos capaces de resistir cualquier tentación? No, en absoluto; compara tu nuevo nacimiento con un bebé recién nacido. ¿Puede caminar? ¿Puede alimentarse? Aún no, pero algún día lo hará.
¿Se avergüenza su mamá de él en la sala de partos? ¿Se avergüenza de que no sepa hablar, o que no dé un discurso? ¡Claro que no! Está orgullosa de él. Sabe que el crecimiento llegará con el tiempo; y lo mismo ocurre con Dios. Escuche: “El Señor… es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca…” (2 Pedro 3:9). Dios es más paciente con nosotros de lo que nosotros lo somos con nosotros mismos. Nosotros asumimos que si caemos, es que no hemos nacido de nuevo o que si tenemos los viejos deseos, es que no debemos de ser una nueva creación.

Pero Pablo escribió: “…el que comenzó en vosotros la buena obra la perfeccionará…” (Filipenses 1:6). Tu nuevo nacimiento es como el primero: Dios te da lo que necesitas y otra persona hace el trabajo,... tú. Al igual que los padres son pacientes con su bebé recién nacido, así también Dios es paciente contigo. Pero hay una diferencia: la primera vez no tuviste opción en cuanto a nacer, pero esta vez sí. En la cruz, la obra fue de Dios. ¡Ahora la elección es tuya! 
¿Por qué no recibes a Jesús, su Hijo, y le haces Señor de tu vida hoy? Si lo haces, ¡nunca lo lamentarás!

¡Bendiciones!