“Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen.”
Mateo 5:44
Todo lo que vamos recibiendo y aplicando a través de los principios reveladores del reino de Dios, tiene el objetivo de extender las bendiciones y garantizarlas para las próximas generaciones. Sólo con el deseo y esperanza en algo no basta, además nosotros tenemos que establecer con firmeza la Palabra de Dios en nuestra vida y canalizar esa bendición a través de sus principios, saber guiar a la generación presente y futura a un nivel alto de bendición.
Todo lo que vamos recibiendo y aplicando a través de los principios reveladores del reino de Dios, tiene el objetivo de extender las bendiciones y garantizarlas para las próximas generaciones. Sólo con el deseo y esperanza en algo no basta, además nosotros tenemos que establecer con firmeza la Palabra de Dios en nuestra vida y canalizar esa bendición a través de sus principios, saber guiar a la generación presente y futura a un nivel alto de bendición.
Usted tiene la gran oportunidad de cambiar la vida y el futuro de muchas personas con el poder que se manifiesta en su vida. ¿Cómo? Sembrando la Palabra y realizando diariamente acciones positivas de fe. Esto irá modificando su vida y su ambiente para la generación que viene después de usted.
Vemos en la Biblia a gente que se alzó para cambiar y revertir algo en bendición. Había una situación conflictiva entre Israel y los filisteos; se había levantado un gigante enemigo para burlarse, despreciar y maldecir al pueblo de Dios. Sin embargo, alguien se tenía que levantar de parte del pueblo y de la familia de Dios, y ese fue David. Parecía no ser la persona indicada, pero se levantó uniéndose a la voluntad de Dios y sintió el respaldo de la autoridad divina. Triunfó sobre el gigante, sobre los enemigos, y el pueblo de Dios se alzó a un nuevo nivel.
Alguien siempre se tendrá que levantar para que la bendición se extienda hacia la familia y hacia los que la rodean. ¿Piensa que puede ser usted? A lo mejor se adaptó a la manera de este mundo presente, que nadie se habla con nadie. Pero debe saber que cuando se para, se para también la bendición de Dios a su vida. La gente en su trabajo tiene la gran oportunidad de cambiar la maldición en bendición a través de su forma de trabajar, a través de su vida. Porque donde usted está, está Dios, el reino de Dios. Para la generación actual usted es muy importante y especial, porque tiene la oportunidad de cambiarle el destino a toda esta gente con la Palabra de Dios. Tiene el poder y la autoridad en el nombre de Jesús y por la Palabra de Dios, de que las maldiciones se corten.