jueves, 28 de noviembre de 2013

Él Me Ha Escogido en Horno De Aflicción - Devocional

Te he escogido en horno de aflicción. Isaías 48:10.
Durante mucho tiempo presidió este versículo las paredes de mi habitación, y también estuvo grabado de muchas maneras en mi corazón. No es nada despreciable el hecho de haber sido elegido por Dios, porque la elección divina hace verdaderamente escogidos. Mejor es ser elegido de Dios que no de todo un pueblo.
Tan grande es este privilegio que, a pesar de los inconvenientes que lleve consigo, debe ser aceptado con alegría, de la misma manera que el judío comía las hierbas amargas para sazonar el Cordero Pascual.
Así nosotros escogemos el horno ya que Dios nos ha escogido en él. Somos elegidos como un pueblo afligido y no como un pueblo próspero; no en un palacio, sino en el horno. 
En el horno desaparece la hermosura, la forma se destruye, se pierde la fuerza, la gloria se consume, y, sin embargo, aquí es donde el amor eterno revela sus secretos y hace su elección.

No te olvides de ser feliz - Devocional

Llenos de tantas cosas, pensamientos, problemas, deseos y tristezas, nos olvidamos de pensar en que necesitamos ser felices; la Biblia dice que cada día trae su propio afán, o sea sus propias preocupaciones, es decir, que las dificultades o momentos desagradables pueden presentarse cualquier día y en cualquier momento, por lo que no debemos vivir preocupados por lo que sucedió ayer o sucederá mañana.
Es muy normal pensar en lo que no llegó a ser, en lo que se perdió, o en lo que no se tiene, pero por vivir pendientes de todo eso olvidamos disfrutar lo que tenemos frente a nosotros, momentos de alegría, de oportunidades, de pequeños detalles que después son muy significativos con el tiempo. Lo cierto es que a veces se nos olvida que la vida sólo es una y que debemos disfrutarla siendo felices, a pesar de que no siempre las cosas sean perfectas. 
Los problemas van y vienen, las personas que no conocen a Dios creen que muchas cosas no tienen solución o que lo que han perdido no lo van a recuperar,... pero quien tiene a Dios en su corazón puede ser feliz aún teniendo problemas y a pesar de las dificultades, porque su confianza no está puesta en las circunstancias sino en Dios.
no te olvides de ser felizDe acuerdo, es inevitable que lleguen momentos difíciles a nuestra vida, pero somos nosotros quienes determinamos los daños que causen a nuestro ánimo y confianza. Nosotros mismos decidimos lo que dejamos entrar en nuestro corazón, decidimos cuánta tristeza nos permitimos sentir, pero al mismo tiempo determinamos qué haremos para terminar con ella, y, además, tenemos la inteligencia precisa para hacer un plan distinto al que no tuvo éxito. No se trata de cambiar lo que ha sido la voluntad de Dios, sino de cómo tomamos las cosas cuando no salen bien.

Ayer Te Pude Querer - Poemas Cristianos

Ayer





Ayer te pude querer
Pero hoy ya no te quiero
Ayer te pude ver
Pero hoy ya no te veo.
Algo invisible se opuso
Entre el amor de los dos
Algo que parece obtuso
Algo que no viene de Dios
Y los dos jugamos con eso.
Creyendo que no era así,
Y el amor perdió el peso
Que una vez yo conocí
Creíamos que con eso podíamos
Creíamos que era parte del vivir
Creíamos que lo que sentíamos
Era normal al sufrir.
Perdimos sin darnos cuenta
La belleza del amor
Y una infección virulenta
Destruyó ese candor.
Mas hoy puedo recordar
Una promesa asombrosa
Llegó aquel día al altar
Con una bendición hermosa.
La promesa nos decía
Con nítida claridad
Que era Él quién nos unía
Por su inefable verdad.
Que Él nunca nos dejaría
Que nada nos iba a dañar
Que su presencia nos guiaría
Por las sendas al andar.
Hoy podemos olvidar
Lo que ayer nos separó
Hoy podemos comenzar
Con lo que ayer se perdió
Hoy,..no te puedo querer
Pero si te puedo amar
Porque el querer es perder
Pero el amar es ganar
Hoy te ganado de nuevo
Porque sé lo que es perdonar
Hoy contemplas el renuevo
Por perdonar mi desviar.


¡Un secreto revelado! - Devocional

El misterioso proceso de conocer la verdad, de hacer lo correcto y de entender para qué fuimos creados, siempre ha sido el interrogante más intrigante de la vida.
La filosofía, el arte, la literatura, la ciencia e incluso la religión, han invertido miles de horas analizando ideas y estableciendo teorías, para hallar respuestas a las preguntas y cuestionamientos que nuestra mente produce día a día.
El Dr. Henry Cloud en su libro “Los Secretos de Dios”, ha logrado sacar de la confusión a miles y miles de telespectadores y a lectores del libro “El Secreto”, escrito por la guionista y productora de televisión australiana Rhonda Byrne. Millones de copias fueron impresas y reproducidas por curiosos que deseaban validar LA LEY DE LA ATRACCIÓN, uno de los principales postulados de la corriente místico–filosófica llamada Nuevo Pensamiento. En síntesis, pretende decir que tenemos la capacidad de controlar las fuerzas que rigen el universo. Antes que la señora Byrne, ya la Biblia ha provisto respuesta, y verdadera claro, a nuestro deseo de conocer los principios que nos ayuden a sacar el mayor provecho a nuestra vida. El Dr. Cloud, le ha dicho al mundo, a través de las cadenas de noticias ABC, PBS, FOX y su propio radio show, en 150 regiones de EE.UU., que Dios desea ser hallado.

3 Claves para que las oraciones sean respondidas - Preguntas cristianas

“…PEDID, Y RECIBIRÉIS, PARA QUE VUESTRO GOZO SEA CUMPLIDO” (Juan 16:24)

Si tus oraciones no están siendo respondidas, pregúntate lo siguiente:

1) Cómo está mi relación con el Señor?

“Si en mi corazón hubiera yo mirado a la maldad, el Señor no me habría escuchado” (Salmo 66:18). Cualquier cosa que afecte tu relación con Dios negativamente, también afecta tus oraciones. La amistad con Él te favorece; mas la intimidad con Él te da acceso directo. Jesús dijo: “Si permanecéis en mí y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queráis y os será hecho” (Juan 15:7).

2) ¿Cómo es de firme mi fe?

“…Sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que desee acercarse a Dios debe creer que Él existe y que recompensa a los que le buscan con sinceridad” (Hebreos 11:6 NTV). Hagamos hincapié en tres aspectos: 
a) Creer. El deseo más profundo de Dios es que le creamos, independientemente de cómo sean nuestras emociones o las circunstancias. 


b) Sinceridad (diligencia). Cuando ores, pon todo tu corazón y tu alma en ello. Pablo habla de “(luchar) en oración” (Colosenses 4:12 NVI). 

c) Él. Dios no es una “fuerza en el espacio”, es tu Padre Celestial que “sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas” (Mateo 6:32). Tu mayor énfasis al orar no debería ser satisfacer tus necesidades, sino edificar tu relación con Dios.

3) ¿Soy paciente?

“Hasta que llegó el tiempo de Dios, Él probó su paciencia” Salmo 105:19. José fue probado en toda promesa que Dios le había dado. Podemos oír a Satanás susurrándole al oído: ‘¿No era el sueño de Dios ponerte en autoridad? ¿Qué haces en la cárcel?’ Pero en realidad la prisión no era lo que parecía, sino que allí se forjó su destino. José vio cumplida la promesa de Dios -en Su tiempo-. Él también tiene un tiempo apropiado para la tuya, para tu vida.