jueves, 21 de noviembre de 2013

Retorno - Devocional

Se vuelve a las cosas cotidianas después de una ausencia temporal. A veces el retorno es un alivio, ¡por fin! el reencuentro con el amparo que uno busca, por ejemplo, regresar de la soledad. Otras, es como un brusco cambio de temperatura, como salir al frío o a la borrasca después de una velada tibia y prolongada. Y a veces, el viaje nos desubica tanto, que hasta puede agradarnos. Estamos lejos, nos encontramos ajustándonos al tiempo de otros, al reclamo natural de los compromisos, a los avatares inesperados. También hallamos esos espacios donde trascendemos lo habitual, en los que podemos volar sin mucho peso y sentirnos ligeros, casi ingrávidos.
Con el retorno podemos traernos instantes para guardarlos y momentos para recordarlos y armarlos tarde, por la noche, cuando arrecia el latigazo del insomnio. Podemos tener conversaciones que era importante tener, o insustanciales, como comprar ese café que no existe en la ciudad donde uno vive ahora. Rememorar lugares que uno no había descubierto en el viaje anterior y que se suman al repertorio de la memoria. Aromas y personajes que dan cuenta, una vez más, de cuán ancho y diverso es siempre este mundo.

¿Y qué fue de esa confianza? - Ánimo en mensaje

Entonces el rey mandó traer a Daniel, para que lo echaran a la cueva de los leones. Pero antes de que lo echaran, el rey le dijo: “Daniel, deseo que te salve el Dios a quien tú siempre has adorado”
Daniel 6, 16
Cuando era pequeña y escuchaba hablar a personas mayores y no tan mayores, de temas de amor, siempre escuchaba una palabra, CONFIANZA. Según las parejas uno de las cosas más importantes en una relación es la CONFIANZA, sin lugar a dudas. Pero en aquel tiempo yo no entendía mucho, ya que sólo tenía que confiar en mi mamá, mi papá y mi perrito.

y esa confianzaEl tiempo, lamentablemente, pasó, y crecí, no de estatura porque no soy alta, pero sí crecí emocionalmente. La CONFIANZA seguía siendo esa palabrita que frecuentemente escuchaba y ahora no sólo la escuchaba, sino que también la leía en paneles, boletines y en películas.

Dicen que cuando la confianza es ferozmente lastimada, nada vuelve a ser como antes. Oí y escuché infinidad de cosas con respecto a esa "confianza". Cuando iba creciendo y algún muchacho me pretendía, también decía que lucharía por ganarse mi confianza. Es decir, de confianza he escuchado un montón, pero me pregunto si realmente la he vivido, experimentado y, es más, si yo realmente he brindado mi confianza a alguna persona.

Invite al amor a invadir su casa - Meditación

Una mujer salió de su casa y vio a tres hombres con largas barbas blancas, sentados frente a su patio. No les reconoció.
Entonces ella dijo: - Creo que no les conozco, quizá tengan hambre. Por favor, entren y coman algo.
-¿El hombre de la casa está? - preguntaron... 
-No, dijo ella, está fuera. 
-Entonces no debemos entrar... respondieron.
Por la noche, cuando el marido llegó, ella le contó lo que aconteció. 
-Vete y diles que estoy en casa e invítales a entrar. La mujer salió y les invitó a entrar.
  -  No podemos entrar juntos, respondieron. 
-    -¿Por qué?, quiso ella saber. Uno de los viejos le explicó:
-         Su nombre es ABUNDANCIA, dijo apuntando a uno de sus amigos, y mostrando al otro, añadió
-         Él es el ÉXITO y yo soy el AMOR. Y agregó:
Ahora vaya y discuta con su marido cuál de nosotros quieren ustedes que entre en su casa.
La mujer entró y habló con el marido. Él se quedó sorprendido y dijo: 
- ¡Qué bueno! En este caso vamos a invitar a la ABUNDANCIA. Déjale entrar y llenar nuestra casa de abundancia.

Cuando Dios me ama - Ánimo en mensaje

amor incondicional

Cuando Dios me ama no hay nada de qué temer
Cuando Dios me ama todo estará siempre bien
Aunque de pronto tengamos por qué llorar,
o quizás alguna preocupación que remediar,
todo puede controlarse y dejar de agitarse mientas sea una realidad,
realidad que Dios me ama y nada más importa ya.
Cuando Dios me ama sólo quiero ser una bonita niña que no quiere crecer.
Cuando Dios me ama pienso en cómo puede suceder un gran amor 
como el que me tiene Él
Cuando Dios me ama quiero inventar un día para los dos 
y arrullarme con sus consejos llenos de perdón.
Cuando Dios me ama sólo quiero ser la estrella que brilla en un dulce anochecer.
Cuando Dios me ama compruebo una vez más, que no existe excusa para dejar de llorar 
de tanto amor que Él me da.
Cuando Dios me ama quiero ser aquella ave que vuela alto y es cubierta por ese frío 
tan fresco al que llamo libertad, y es que con Dios he aprendido a volar tan alto, 
que no considero siquiera aterrizar.
Cuando Dios me ama mis preocupaciones del futuro se van, porque por último 
tengo una gran alegría que borra toda ansiedad.
Cuando Dios me ama quiero amar tan intensamente con ese corazón 
que está a punto de estallar.
Cuando Dios me ama quiero ser aquella niña que ahora es mujer.
Cuando Dios me ama quiero pensar que su niña siempre seré 
y que una gran mujer llegaré a ser.

¿Y cuándo Dios te ama…?