viernes, 18 de octubre de 2013

Reír - Crecimiento personal-espiritual - Vídeo

Reír es saludable y contagioso. Todo tiene su tiempo, tiempo para llorar, tiempo para amar, tiempo para correr, tiempo para reír. Pero no olvides que para reír necesitas la paz de Cristo.

Me encontraba en el aeropuerto de Sao Paulo en un día muy caluroso y no estaba funcionando el aire acondicionado. Muchos estábamos en una larga fila, estresados, cuando de pronto un hombre comenzó a reír y reír; fue tan impactante, y a la vez contagiosa esa acción, que muchos terminamos riéndonos y el ambiente cambió; fue un tiempo para reír.
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De todos, el día que más se pierde es aquel en el cual no has reído. Para reír hay que hacer un alto cada día.
El corazón alegre hermosea el rostro; mas por el dolor del corazón el espíritu se abate. Proverbios 15:13
Todos los días del pobre son malos, pero el de corazón contento tiene fiesta continua. Proverbios 15:15.
Una radioaficionada escribió a un pastor lo siguiente: Le agradezco mucho su programa, sus enseñanzas me han ayudado mucho, pero tengo una importante petición que hacerle: no deje de reír. Puede dejar de enseñar y hacer cualquier otro cambio, pero no deje de reír, porque su risa es la única que entra en nuestro hogar.
En muchos hogares se ha olvidado reír, sólo hay quejas, reclamos, indicaciones de lo negativo. Mas deben existir motivos para reír, como sonreír al mismo tiempo que alabas a Dios.
Y para reír necesitas la paz que viene de Jesucristo. No olvides reír y hacer reír a otros, llevando sanidad al corazón afligido.
No dejes que las crisis de la vida te impidan tener un tiempo para reír, pues haciendo esto el ambiente cambiará y la esperanza brillará de nuevo en tu corazón.
Dios te bendiga.

Ganar perdiendo - Ánimo en mensaje

Un poco paradójico el título, pero dale una oportunidad a la disonancia cognitiva y continúa leyendo.
En nuestra cultura, ganar es una práctica que a todos les gusta experimentar y perder una que nadie quiere que sea vivencial. De hecho, socialmente es muy aceptable y está muy bien visto que tu vida esté llena de aciertos y con un número menor de fracasos, que sólo agregan variedad a tu biografía. 

ganar perdiendoPerder es humillante, y sobre todo si es en público o frente a una persona que consideramos “inferior” a nosotros (no nos hagamos los santos, esto nos pasa aunque lo encontremos horrible), y aunque después le podamos encontrar el sentido, igualmente la experiencia no es nada grata. Sin embargo, existen ocasiones en que perder trae una tremenda ganancia, y no se trata solamente de perder peso, sino de ganancias extras.

Un Día Hablé con Dios - Reflexiones - Vídeo

Un día, temprano por la mañana, me levanté para observar la salida del Sol.
¡OH, la belleza de la Creación de Dios está más allá de la descripción!
Mientras observaba, alababa a Dios por su bella obra.
Y mientras estaba sentado allí, sentí la presencia del Señor conmigo.
Entonces, Él me preguntó, “¿Me amas?”
Yo contesté, “¡Por supuesto, Dios!
¡Tú eres mi Señor y Salvador!”
Entonces me preguntó “Si estuvieras físicamente incapacitado, ¿aún me amarías?”
Me quedé perplejo, baje la mirada, me quedé unos minutos en silencio y luego contesté, “Sería difícil, Señor, pero aún así te amaría”.
Entonces el Señor dijo, “Si estuvieras ciego, ¿amarías aún mi creación?”.
¿Cómo podría amar algo, sin poder verlo?
Entonces pensé en las personas ciegas que aún aman a Dios y a su Creación.
Así que contesté, “Es difícil pensarlo, pero aún así te amaría.”
El Señor entonces me preguntó, “Si fueses sordo, ¿oirías mi Palabra?”
¿Cómo podría oír algo siendo sordo? Entonces comprendí.
Escuchar la Palabra de Dios no es solamente usar nuestros oídos, sino nuestros corazones.
Contesté, “Sería difícil, pero aún así oiría tu Palabra”.
El Señor entonces preguntó, “Si estuvieses mudo, ¿alabarías aún mi Nombre?”
¡Pero cómo puedo alabar sin voz! Entonces pensé que Dios desea que le cantemos desde nuestro corazón. Y contesté, “Aunque no pudiera cantarte físicamente, aún alabaría tu Nombre”
Y el Señor preguntó, “¿En realidad me amas?”
Con valor y profunda convicción, le contesté,
“¡Sí Señor! ¡Te amo porque Tú eres el Dios único y verdadero!”

Estancamiento - Devocional

Una poza, lugar en el que se acumula agua, puede servir de mucho en tiempos de escasez, porque es el lugar perfecto para almacenar agua para el uso frecuente. Sin embargo, cuando esta poza se mantiene con la misma agua por mucho tiempo, sin cambiarla y en la que el viento deja basura o cualquier impureza, se convertirá en una fuente de agua estancada y su utilidad se anulará, pasando a ser un lugar desagradable.
estanque

En nuestra vida espiritual suele ocurrir lo mismo. Mientras estamos en constante comunión con Dios corren aguas transportando vida, amor, frescura, fe, fortaleza, etc. En cambio, cuando descuidamos nuestra vida espiritual y dejamos que el pecado tome lugar en nuestros corazones, permitiendo que nuestra prioridad deje de ser Dios y en su lugar ponemos cualquier otra cosa o persona, nuestra fe va decayendo y muchas veces el temor y la duda nos invaden provocando tibieza espiritual.
Es un hecho, que este estado no nos llevará por buen camino, sino que puede desviarnos hacia lo incorrecto.
Y para usar nuevamente una poza es necesario retirar todo lo que contiene, para limpiarla y dejar que el sol seque todo lo que hay en el interior. Una vez limpia, puede ser nuevamente usada para retener agua para su uso.

La Práctica de la Presencia de Dios-1ª Carta escrita por Nicolás Herman, Hermano Lorenzo - Vídeo

La Práctica de la Presencia de Dios-1ª Carta escrita por Nicolás Herman, Hermano Lorenzo a una monja amiga, hace más de 300 años.

Debido a que deseas muy fervientemente, que te comunique el método mediante el que he llegado a experimentar este habitual sentido de la presencia de Dios, que el Señor en su misericordia se ha agradado concederme, debo decirte que me has convencido con tu tozudez. Pero voy a compartirlo contigo con la condición de que no muestres mi carta a nadie. Si supiera que vas a permitir que otro la viera, todo el deseo que tengo de que progreses no sería capaz de convencerme de que lo hiciera.

Lo que puedo relatarte es lo siguiente: Encontré en muchos libros diferentes métodos para llegar a Dios, y diversas prácticas de vida espiritual, pero pienso que eso, antes de facilitarme lo que estaba buscando, que no era otra cosa que pertenecer a Dios por completo, más bien me confundió. Así fue como tomé la decisión de entregarme por completo a Dios. Después de haberme entregado totalmente a Él y de hacer toda enmienda posible por mis pecados por amor a Él, renuncié a todo lo que estaba alejado de Él y comencé a vivir como si no hubiera otras personas en el mundo nada más que Él y yo.