domingo, 1 de septiembre de 2013

Aunque te menosprecien, Dios te pondrá en lo alto - Devocional - Vídeo

¿La gente te menosprecia?, puede ser porque no vea en ti lo que Dios sí. Puede que tengas grandes sueños que quieras alcanzar, pero al escuchar el murmullo de los que te rodean esos sueños parecen desaparecer de tu mente.
Puede que la gente no entienda lo que Dios ha puesto en tu corazón, algunos se burlan de ti, otros te ignoran y otros esperan el momento en el que tropieces para decirte que nunca lo vas a lograr.
A través de la historia vemos a personas, que al igual que tú, tuvieron grandes sueños y fueron menospreciados por todos, menos por Dios. Vemos a un José, hijo de Jacob, teniendo sueños de grandeza, no porque él lo quisiera sino porque Dios cumpliría un propósito maravilloso en su vida; sin embargo José era menospreciado por sus hermanos por esos sueños que tenía, por eso fue vendido por ellos y hecho pasar como muerto; sin embargo, con el transcurrir de los años José llegó a convertirse en el segundo en Egipto después de Faraón. A pesar de ser desechado por sus hermanos, Dios cumplió su propósito en él.
Otro ejemplo: David, un joven pastor de ovejas y cantor, llega al campamento de sus hermanos mientras existe una guerra, escucha cómo un gigante llamado Goliat atemoriza a todo el ejército israelita y menosprecia a su Dios. Este joven se arma de valor para pelear contra ese gigante, y Goliat le menosprecia al ver su juventud y su corta estatura en comparación con él, pero Dios usa a este joven menospreciado para derrotar a ese gigante “invencible”.
El mejor ejemplo: Nuestro Señor Jesús, un hombre manso y humilde, con palabras llenas de sabiduría y vida, fue menospreciado por la gente de su tiempo, burlado, castigado y crucificado, y sin embargo Dios le levantó al tercer día venciendo a la muerte. Dios cumplió el propósito en Él y gracias a Él ahora podemos tener vida, y vida en abundancia.
Puede que te sientas menospreciado, puede que la gente se burle de ti, puede que en ciertos momentos creas que tus sueños no se cumplirán o quizás aquella promesa que Dios te hizo un día no se llegará a concretar, sin embargo, a pesar de todo lo que tu mente te quiera hacer creer, hay una verdad irrefutable y es que DIOS CUMPLIRÁ SU PROPÓSITO EN TI; aunque todos se burlen o te menosprecien, Dios levantará tu cabeza en alto y cumplirá su propósito en ti.

¿Cómo se puede convencer a un creyente de que la Biblia es la Palabra de Dios? - Preguntas bíblicas - Vídeo

Antes de tratar de responder a esta pregunta directamente, permítanme hacer una distinción importante desde el principio. Hay una diferencia entre la prueba objetiva y la persuasión o convicción que le sigue. Juan Calvino sostenía que la Biblia lleva a la persuasión y convicción, en cuanto a su testimonio, de que las marcas internas de la verdad que se pueden encontrar con sólo un examen del libro en sí, así como evidencias externas que corroboran la evidencia sustancial, constituyen pruebas sólidas de que sea la Palabra de Dios.

Sin embargo, la última cosa que la gente quiere es un libro diciéndoles que están en la desesperada necesidad de un arrepentimiento, de un cambio de vida y de inclinarse humildemente ante Cristo. No queremos convencernos de que el libro sea la verdad. Calvin dijo que hay una enorme predisposición y prejuicio construido en el corazón humano, que sólo la influencia de Dios - el Espíritu Santo - puede vencer. Calvin distingue entre lo que él llama los undicia, esas evidencias objetivas de la fiabilidad de las Escrituras, y lo que él llamó el testimonio interno del Espíritu Santo; diferencia que es necesaria hacer para que nos rindamos a la evidencia y reconocer que es la Palabra de Dios.
Pero puede que esto sea sólo una cuestión crítica de la que gran parte de la fe cristiana depende. La Biblia es la afirmación de que es la Palabra de Dios, sin adornos, que es la verdad de Dios, que viene de Él. Dios es, al unísono, el último autor y el prólogo, aunque de hecho se usan autores humanos para comunicar el Mensaje.

Las etapas del conocimiento de Dios - Devocional - Vídeo

“Y en esto sabemos que nosotros le conocemos, si guardamos sus mandamientos. El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no está en él”.
1 Juan 2: 3-4
Este es un tema muy interesante, pues seguro que todos tenemos en nuestro corazón el anhelo de conocer cada día mejor a Dios, de relacionarnos mejor con Él y de acercarnos más, para estar seguros de que escucha nuestras oraciones, para recibir con agrado el cumplimiento de sus promesas y ver realizados los deseos de nuestro corazón; y para poder explicar de una manera más sencilla este tema, tomaré como ejemplo las etapas del noviazgo.
Existe una primera fase, previa al conocimiento del novio, novia, que es de esperar que todos conocemos, que es algo que flota en el ambiente y no se puede definir. Está en la atmósfera y brilla en nuestro rostro como una luz; hay atracción, hay curiosidad, nos sentimos felices, nos agrada esa persona, queremos saber todo de ella y nos vamos acercando poco a poco para obtener más información, como su nombre, su familia, su historia, sus gustos, educación, cultura, etc. Si esta introducción en nuestra vida, por parte de un personaje nuevo, resulta positiva y es mutuo el interés, será el inicio de una bella e indefinida relación que va a afectar a nuestra vida y al futuro de nuestra familia.
La vida espiritual es igual; yo recuerdo que antes de conocer a Jesús, a quien no me interesaba conocer y por tanto no le buscaba, que con frecuencia pensaba en Él. De alguna manera venían pensamientos acerca de Él a mi mente, otras veces conocía Su palabra y me sentía muy atraída por Su persona y personalidad aunque andaba en otros caminos; hasta que un día, me encontré de improviso yendo a visitar a una enferma en un hospital y todos mis pensamientos y mi ser, involuntariamente, estaban centrados en Jesús, El Cristo; sin que yo lo pidiera (bueno, no exactamente así), ese mismo día conocí al Mesías y Su amor, y al día siguiente ya había contactado con una amiga que sabía que era cristiana para que me hablara de Él. Fue amor a primera vista, estaba ya enamorada y comprometida con Él y con todo lo que tuviera que ver con Su persona; quise saber quién era, saber todo sobre el pueblo Judío (hasta ese momento, para mí completos extra-terrestres), saber Su historia, su muerte, las razones de su sacrificio y su resurrección; sacaba vídeos en la Universidad de Discovery Channel, acerca de historias de personajes del Nuevo Testamento, y recuerdo que me identifiqué inmediatamente con el Apóstol Pablo, con Pedro y con el libro de Isaías, que parecía haber sido escrito exclusivamente para mí, y en mi corazón ardía el deseo de llegar algún día a ser como ellos.

¿Dónde está tu valor? - Ánimo en mensaje

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Desgraciadamente, la sociedad suele estimar a las personas más por lo que hacen o tienen y no tanto por lo que son. Se reconoce a los grandes científicos, empresarios, políticos y artistas. Se les da un cierto estatus gracias a sus logros, poder, dinero, influencia, entre otras cosas; y a veces podemos caer en el error de determinar nuestro propio valor a través de dichas cosas, porque también puede ser por un buen trabajo, casa, coche, o títulos que poseamos.

En el tiempo de Jesús había fariseos y saduceos, personas que contaban con una gran preparación en la ley y con cierta reputación. Era determinado su valor por sus conocimientos. Entonces, ¿en qué se basó Jesús para escoger a sus discípulos?, ¿cómo determinó su valor? Muchos de ellos eran pescadores; Mateo trabajaba como cobrador de impuestos y por su oficio tenía mala reputación, Simón, el cananista, era un judío fanático que odiaba Roma. ¿Por qué les eligió? Jesús no determinó su valor por lo que hacían sino por quiénes eran, conocía sus corazones y lo que podrían llegar a ser a través de Él.

En la vida podremos lograr muchas cosas, reconocimientos, premios, ser conocidos mundialmente, pero, ¿qué le interesa a Dios?, ¿qué es lo más importante? Tu vida es más valiosa que todo lo que puedas tenerA Él le interesa en dónde está nuestro corazón, quiénes somos, cuáles son nuestras motivaciones, qué es lo que la gente no puede ver de nosotros y que sólo Él conoce y valora.

Elogie a su hijo en público - Reflexiones - Vídeo

El joven Teddy escuchaba mientras su padre relataba, extensamente y con grandes detalles, sobre una ocasión en el pasado en la que Teddy demostró una gran sabiduría en un asunto difícil. Mientras el padre hablaba, el niño continuaba tirándole de sus pantalones.
Finalmente, el padre, enojado, se volvió al niño para ver qué era lo quería decirle. Papá susurró el niño, ese no era yo. ¡Era Billy!.
Avergonzado porque aquel suceso fue en presencia de un amigo suyo, el padre tomó a Teddy del brazo y le llevó hacia la leñera.
Todo el camino hasta allí el niño continuaba diciendo: Papá, papá.
El padre, cansado, se detuvo y le dijo: ¿Y ahora qué? Supongo que también me vas a decir que fue Billy el que me ridiculizó abiertamente frente a mi amigo.
No, dijo el niño. Estoy esperando a que cuando veas a tu amigo mañana, puedas contarle que no me castigaste aunque hayas querido hacerlo.
¡Ya sea que elogie a su hijo o le reprenda por algo, debe estar seguro de que está diciendo la verdad!
Elogiar a su niño de forma franca y sincera frente a otros, edifica a su hijo… pero las mentiras o la falsa adulación crean falsa autoestima.
Y las correcciones en secreto evitan la humillación de su hijo, mantienen su dignidad y el respeto a sí mismo. Sin embargo, la reprimenda sin fundamento o arraigada en la falsedad, puede causar un daño enorme por más que se diga de puertas cerradas, sin que no lo sepa nadie.
Elogie a su hijo en público, repréndale en secreto.
Proverbios 29:17
Corrige a tu hijo, te dará descanso,
y dará alegría a tu alma.