lunes, 5 de agosto de 2013

Dominio propio - Devocional - Vídeo

¿Qué es el dominio propio? Es la capacidad que todos tenemos, que nos permite controlar nuestros deseos y emociones para que estas no nos controlen a nosotros.
Ahora bien, aunque realmente todos hemos sido dotados de dominio propio, no todos lo usamos. 
La Biblia dice: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.” 2 Timoteo 1:7 (Reina-Valera 1960). Partiendo de este versículo podemos decir con completa seguridad, que Dios te ha dotado, me ha dotado y nos ha dotado de dominio propio.
¿Sientes que eres seducido fácilmente por el pecado y caes?, pues entonces no estás usando el dominio propio que Dios te otorgó.
Diariamente seremos tentados y eso no cambiará hasta que el Señor venga por nosotros o nosotros nos encontremos con Él. Entre tanto, deberemos vivir con la conciencia puesta en que todos los días nos enfrentaremos a situaciones que querrán inducirnos a fallarle a Dios, y es en esos momentos cuando tenemos que darnos cuenta, que estamos dotados de la capacidad de decir NO a eso que, aunque humanamente nos atrae, espiritualmente sabemos que no es correcto.
¿Por qué pecamos la mayoría de nosotros? ¿Por qué fallamos diariamente casi siempre en las mismas áreas?, simplemente porque queremos, así de sencillo, no hay que darle más vueltas al asunto, pecamos porque queremos, no porque no podamos resistirnos o porque no podamos evitarlo, pecamos porque simplemente decidimos hacerlo, a sabiendas de que es incorrecto.

EL Peso de la oración - Devocional aliento

No se aflijan por nada, sino preséntenselo todo a Dios en oración; pídanle, y denle gracias también.

Gabriela Louise Redden, una mujer pobremente vestida y con una expresión de derrota en el rostro, entró en el mercado. Se acercó al dueño de la tienda, y de forma muy humilde le preguntó si podía fiarle algunas cosas.
Hablando suavemente, le explicó que su marido estaba muy enfermo y no podía trabajar, que tenían 7 hijos, y que necesitaban comida. John Longhouse, el dueño, se mofó de ella y le pidió que saliera de la tienda. Entonces, remarcando la necesidad de su familia, la mujer le dijo: “Por favor señor, le traeré el dinero tan pronto como pueda.” John le dijo que no podía darle crédito, ya que no tenía cuenta propia en la tienda.
Junto al mostrador había un cliente que oyó la conversación. El cliente se acercó al mostrador y le dijo al dueño que él respondería por lo que necesitara la mujer para su familia. El almacenista, no muy contento con lo que estaba pasando, le preguntó de mala gana a la señora si tenía una lista de lo que quería. 
Louise respondió: -“¡Sí señor!”. 
-“Está bien,” le dijo el tendero, “ponga su lista en la balanza, y lo que pese la lista, eso le daré en mercancía.”
Louise pensó un momento con la cabeza gacha, y después sacó una hoja de papel de su bolso y escribió algo en ella. Luego puso la hoja de papel cuidadosamente sobre la balanza, todo esto con la cabeza baja. Los ojos del tendero se abrieron de asombro, al igual que los del cliente, cuando el plato de la balanza bajó hasta el mostrador y se mantuvo abajo. El tendero, mirando fijamente la balanza, se volvió hacia el cliente y le dijo: “¡No puedo creerlo!”.

La Mano del Maestro - Vídeo

Estaba golpeado y marcado, y el rematador de esa subasta subasta pensó que por su escaso valor, no tenía sentido perder demasiado tiempo con el viejo violín, pero lo levantó con una sonrisa.
-¿Cuánto dan señores? -gritó-, ¿quién empieza la puja?
-Un dólar, un dólar,- alguien replicó después, dos dólares.
-¿Sólo dos?
-Dos dólares y ¿quién da tres?, tres dólares, a la una; tres dólares a las dos; y van tres…
Pero NO, desde el fondo de la sala un hombre canoso se adelantó a su palabra, fue hacia él y recogió el violín; luego, después de quitar el polvo del mismo, estiró las cuerdas flojas, lo afinó y tocó una melodía pura y dulce como un coro de ángeles.
Cesó la música y el rematador, con una voz silenciosa y baja dijo: -¿Cuánto me dan ahora por el viejo violín?, y lo levantó en alto con su arco.
-Mil dólares y… ¿quién da dos? -¡Dos mil!, ¿Y quién da tres? Tres mil a la una, tres mil a las dos; y se va... y se fue, -dijo.
La gente aplaudía, pero algunos decían: “No entendemos bien, ¿qué cambió su valor?”. La respuesta no se hizo esperar: “¡La Mano del Maestro!”
Que una melodía celestial brote hoy de tu vida, si te dejas usar en las manos del Maestro por excelencia.
Efesios 2:10 Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.

Arco Iris - Reflexiones

Cuando Fernando de Lesseps oyó que Mohamed Said, su amigo de la infancia, había sido nombrado virrey de Egipto, no perdió tiempo alguno en dirigirse al Cairo.
Ambos hombres estaban de buen humor cuando se encontraron a las afueras de Alejandría, el 13 de noviembre de 1854.
De Lesseps había venido a Egipto para hablar con Said acerca de la idea de un canal que él tenía, pero no se la expuso inmediatamente.
En su lugar, esperó una señal de Dios. Cuando se levantó por la mañana, antes del amanecer, supo que el momento había llegado.
Más tarde escribió: “Los rayos del sol ya iluminaban el horizonte al oriente; pero el occidente aún estaba oscuro y nublado.
Súbitamente, vi un arco iris de vívidos colores extendiéndose en el cielo de este a oeste.
Debo admitir que mi corazón latía aceleradamente por esta señal, que parecía presagiar que había llegado el momento de la unión o el pacto entre el este y el oeste”.
De Lesseps se dirigió inmediatamente a la tienda de Said, y antes de terminar el día, su proposición para la construcción del gran canal de Suez se había aprobado.
Puede ser que Dios no le envíe un arco iris como señal, pero su pacto con usted es seguro.
¿Por qué no mirar hoy hacia Él en busca de respuestas, tanto por las ideas innovadoras que necesita como por el tiempo preciso para hacerlas?
Lo imposible se desvanece cuando un hombre, de la mano de Dios, se enfrenta a una montaña.
Mateo 19:26
Y mirándolos Jesús, les dijo:
Para los hombres esto es imposible;
Mas para Dios todo es posible.

Dios controla La Tempestad - Devocional aliento - Vídeo

Viento contrario, tempestad, sinónimo de tiempo de pruebas. Las pruebas son un instrumento en las manos de Dios, a través del cual forma nuestro carácter y personalidad, con el fin de poder participar de los privilegios que Él estableció para nosotros; qué tremendo cuando esas pruebas parecen el fin de todo, sin embargo, de acuerdo a las bendiciones y propósitos de Dios, asimismo serán los períodos de pruebas para nuestras vidas.

El Apóstol Pablo, antes de comparecer ante el Cesar, tuvo que atravesar el mar junto con otros presos más y un buen número de soldados, y en esta navegación se levantó una tempestad que parecía no tener fin.
Hechos 27:20. Y no apareciendo ni sol ni estrellas por muchos días, y acosados por una tempestad no pequeña ya habíamos perdido toda esperanza de salvarnos.
Ni sol ni estrellas por muchos días aparte de una tempestad, y para terminar de rematarla, habían perdido la esperanza de salvarse. Quizás este sea tu caso, amado hermana(o). Quizás en tu vida, hogar, matrimonio, en el área que sea, la tempestad se ha levantado de modo que parece que es el fin de todo; ni una lucecita aparece ni de día ni de noche, los problemas en vez de opacarse aumentan cada vez más, y la esperanza va decayendo; pero te diré que en aquella barca iba un siervo de Dios llamado Pablo y fue a través de él como Dios se manifestó, trayendo consuelo a la vida de todos ellos.
No ver el sol uno o dos días quizás no sea mucho, pero no ver ni una luz de respuesta durante muchos días es tremendo; muchos de los que estaban a bordo habían perdido la esperanza de salvarse, pero Pablo nunca la perdió, ya que Dios es quien controla la tempestad, y lo que un día comienza un día va a terminar. Por eso, hermano(a) en la fe, por más contrario que sea el viento, por más difíciles que se pongan las cosas, por más oscura que sea la noche y no haya luz en el día, Dios te ha dicho NO TEMAS, porque es necesario que llegues a tu objetivo.