domingo, 4 de agosto de 2013

Declaración de fe - ¿Qué creemos? - Vídeos

1- La Biblia
Creemos que las Sagradas Escrituras del Antiguo y Nuevo Testamentos son la Palabra de Dios inspirada, infalible, y autoritaria. (Mateo 5:18; 2 Timoteo 3:16-17). Por fe, sostenemos que la Biblia es inerrante en sus escritos originales, inspirada por Dios, y la completa y final autoridad de la fe y su práctica. (2 Timoteo 3:16-17). Aunque fueron utilizados los estilos literarios individuales de los autores humanos, el Espíritu Santo los supervisó perfectamente, para asegurarse de que escribieran precisamente lo que Él quería que escribieran, sin error u omisión. (2 Pedro 1:21)

2- Dios
Creemos en un Dios, quien es Creador de todo (Deuteronomio 6:4; Colosenses 1:16), que se ha revelado en tres Personas distintas, Padre, Hijo, y Espíritu Santo (2 Corintios 13:14), aunque es Uno en presencia, esencia, y gloria (Juan 10:30). Dios es eterno (Salmo 90:2), infinito (1 Timoteo 1:17), y soberano (Salmo 93:1). Dios es omnisciente (Salmo 139:1-6), omnipresente (Salmo 139:7-13), omnipotente (Apocalipsis 19:6), e inmutable (Malaquías 3:6). Dios es santo (Isaías 6:3), justo (Deuteronomio 32:4) y recto (Éxodo 9:27). Dios es amor (1 Juan 4:8), compasivo (Efesios 2:8), misericordioso (1 Pedro 1:3), y bondadoso (Romanos 8:28).

3- Jesucristo
Creemos en la deidad del Señor Jesucristo. Él es Dios encarnado, Dios en forma humana, la imagen misma del Padre, quien, sin dejar de ser Dios, se hizo hombre para poder revelar a Dios y proporcionar los medios de la salvación para la humanidad (Mateo 1:21; Juan 1:18; Colosenses 1:15).

Creemos que Jesucristo fue concebido por obra del Espíritu Santo y nació de la virgen María; que Él es verdaderamente Dios y verdaderamente hombre; que vivió una vida perfecta y sin pecado; y que todas Sus enseñanzas son verdaderas (Isaías 14; Mateo 1:23). Creemos que el Señor Jesucristo murió en la cruz por toda la humanidad (1 Juan 2:2) como un sacrificio sustitutivo (Isaías 53:5-6). Sostenemos que Su muerte es suficiente para proveer la salvación para todos los que le reciben como Salvador (Juan 1:12; Hechos 16:31); que nuestra justificación está fundamentada en el derramamiento de Su sangre (Romanos 5:9; Efesios 1:17); y que está atestiguada por Su resurrección literal y física de entre los muertos (Mateo 28:6; 1 Pedro 1:3).

Creemos que el Señor Jesucristo ascendió al Cielo en Su cuerpo glorificado (Hechos 1:9-10) y que ahora está sentado a la diestra de Dios como nuestro Sumo Sacerdote y Abogado (Romanos 8:34; Hebreos 7:25).

4- El Espíritu Santo
Creemos en la deidad y personalidad del Espíritu Santo (Hechos 5:3-4). Él regenera a los pecadores (Tito 3:5) y mora en los creyentes (Romanos 8:9). Él es el agente mediante el cual Cristo bautiza a todos los creyentes en Su cuerpo (1 Corintios 12:12-14). Él es el sello mediante el cual, el Padre garantiza la salvación de los creyentes hasta el día de la redención (Efesios 1:13-14). Él es el divino Maestro que ilumina el corazón y la mente de los creyentes mientras estudian la Palabra de Dios (1 Corintios 2:9-12).

Creemos que el Espíritu Santo es finalmente soberano en la distribución de los dones espirituales (1 Corintios 12:11). Creemos en los dones milagrosos del Espíritu, mientras que fuera del poder del Espíritu para habilitar, ya no funcionan en la misma medida que en el desarrollo temprano de la iglesia (1 Corintios 12:4-11; 2 Corintios 12:12; Efesios 2:20; 4:7-12).

El Viaje Hacia Mis Sueños - Crecimiento personal-espiritual

“Si usted desea viajar lejos y rápido, ligero de viaje, quítese la envidia, celos, la falta de perdón, el egoísmo y el miedo.” Glenn Clark
El primer grupo de personas que decidieron hacer el curso "Vida Extraordinaria" lo han terminado recientemente, y ha supuesto una gran satisfacción ver cómo ellos caminan hacia sus sueños.
En ese caminar, una de las lecciones que aprenden es a despojarse de la vida ordinaria y comenzar a vestirse de lo extraordinario. No se puede llegar a una vida extraordinaria enfocado en el pasado, sino que se llega a esa clase vida con el compromiso de mantener siempre encendida la nueva llama.
Esta es la historia de un hombre que se fue a la India y vio el palacio de un rey lleno de oro, con cuadros preciosos, y que tenía gran cantidad de diferentes tipos de ornamentos muy valiosos. Estaba sorprendido por la gran prosperidad que había en ese reinado, tanto que se acercó como un súbdito cualquiera y le preguntó al rey: ¿cómo es que tiene tanta prosperidad, que en este palacio de 400 metros no se ve más que oro y cosas valiosas?
El rey le dijo: "bien, te voy a mostrar cuál es el secreto de mi éxito, y te voy a pedir que vayas y recorras todo el palacio. Eso sí, quiero que vayas con esta vela encendida; si cuando regreses, después de finalizar todo tu recorrido, esta vela llega apagada, te decapito.
Al hombre le cambió su rostro, su sonrisa ya no existía. Tomó la vela y se fue a recorrer el palacio con gran miedo por su vida.
Al finalizar, después de varias horas, llegó donde el rey, éste le abrazó y le dijo: ¡muy bien!, has llegado con éxito. ¿Te ha gustado mi palacio? El otro contestó: sólo he tenido ojos para mantener la llama encendida.
Y el rey contestó: Ese es el secreto de mi éxito, mantener la llama encendida.

Que nada te quite el sueño - Devocional - Vídeo

Todas las preocupaciones de nuestra vida afectan a nuestro estado de ánimo, como también muchas veces a nuestra fe. Nadie, definitivamente nadie, desea vivir episodios difíciles que nos inducen a dudar de un buen desenlace para ellos.
A veces los mismos problemas que estamos afrontando nos llevan a perder el sueño y la preocupación es tal, que nos afecta físicamente. Hay personas que, derrumbados por los problemas, tienden a enfermarse físicamente y aquello que entonces sólo era un problema, ahora se convirtió en dos.

¿Qué es lo que te quita el sueño?, y ¿por qué te lo quita?

A veces, muchos de nosotros nos vemos afectados por situaciones que sólo requieren fe de nuestra parte para superarlas; cuando observemos que por más que queramos hacer algo, humanamente no existe solución alguna, entonces lo único que podemos hacer es confiar en Dios, depositar nuestra confianza en el Señor.

El último capítulo - Ánimo en mensaje

A veces nos parece que lo que estamos viviendo es muy difícil y que nadie más afronta situaciones tan duras como las que a nosotros nos toca afrontar.
Sucede que cuando los problemas vienen a nuestra vida, nuestras emociones y sentimientos nos hacen creer que nuestra historia se está viniendo abajo y que no hay nada más que se pueda hacer.

Pero vivimos una historia que ha sido escrita por el mismo Dios, ese mismo Dios que un día nos buscó cuando andábamos perdidos, que nos encontró, nos llamó, nos perdonó todos nuestros pecados y nos dio una nueva oportunidad en la vida.

En ese mismo instante, Dios también comenzó a reeditar nuestra historia, comenzó a escribir cada capítulo de la forma que consideró más correcta y perfecta, y puede que en algunos momentos sintamos que lo que estamos viviendo es más fuerte que nosotros, pero la realidad es que Dios ya ha medido nuestra capacidad de resistencia y sabe hasta dónde somos capaces de aguantar.

Quizá alguna vez te preguntes: ¿por qué tengo que pasar por todo esto? La realidad es que aunque no te des cuenta, cada momento difícil de tu vida te ha servido para conocer a Dios de una mejor manera, para conocerle de cerca, para conocer sus facetas y lo que Él es capaz de hacer.

La enfermedad te ha servido para conocer a un Dios Sanador, la escasez te ha servido para conocer a un Dios Proveedor, la tormenta te ha servido para conocer a un Dios de Paz, la injusticia te ha servido para conocer a un Dios Justo que nunca tendrá al justo por injusto, y los problemas irresolubles te han servido para conocer a un Dios que hace milagros.

Cada capítulo de tu vida, por muy difícil que te parezca ahora, por muy duro que fuera, te ha servido para moldear tu carácter, para estar más cerca de Dios, porque aunque no lo notes o no quieras reflexionar en ello, cada tormenta, cada crisis, cada desierto en tu vida te ha servido para acercarte más y más a Dios.

Cuando la oración se traduce en bendición - Devocional aliento - Vídeo

Para obtener la bendición es necesario mantener una vida de oración.

Daniel 6:10 
“Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cámara que daban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba y daba gracias delante de su Dios, como lo solía hacer antes”.
Si hay algo que a la mayoría de personas en la iglesia no les gusta es la Oración. No hablo de la oración que hacemos antes de comer, antes de levantarnos o al acostarnos, o esas pequeñas oraciones de bienvenida, ofrenda o despedida en nuestras congregaciones, sino de mantener una verdadera vida de oración.
Orar es hablar con Dios, no con palabras de diccionario, sino hablar con Él como si habláramos con nuestro mejor amigo, que lo es. ¿Cuántos de nosotros podemos pasar horas enteras hablando con nuestro mejor amigo? ¿Cuántos de nosotros podemos pasar no horas, sino días enteros hablando con las personas que nos gustan? Pues si podemos pasar mucho tiempo hablando con esta clase de personas, ¿por qué no dedicar también un buen tiempo para charlar con Dios?
¿Cuándo fue la ultima vez que oraste mas de media hora? ¿Cuándo fue la última vez que gozaste de esa media hora de oración? Recuerdo que cuando tenia dieciséis años pasaba horas enteras arrodillado en mi cuarto orando, recuerdo que tenia una lista inmensa de peticiones y no podía pasar ni un sólo día sin que clamara por ellas. Claro está, que ese periodo de oración lo aprovechaba al máximo y es ahí donde encontré la victoria para mi vida en muchas áreas, ministerios y vida personal.