miércoles, 31 de julio de 2013

El Jefe Perfecto - Reflexiones - Vídeo

Había unos 70 científicos trabajando en un intenso proyecto. Todos estaban realmente frustrados debido a la presión del trabajo y las demandas de su jefe, pero se mantenían leales a él y no pensaron abandonar sus trabajos.
Un día, un científico se acercó al jefe y le dijo: “Señor, le prometí a mis hijos que les llevaría a la exhibición en el pueblo, así que quiero salir a las 5:30 PM”. Su jefe contestó: “Está bien, puedes irte temprano hoy”.
El científico comenzó a trabajar. Continuó trabajando después de comer. Como siempre, se involucró tanto en el trabajo que sólo miró su reloj cuando sintió que estaba cerca de terminarlo. La hora era 8:30 PM. De repente recordó la promesa hecha a sus hijos.
Buscó a su jefe pero no estaba por allí. Habiéndole notificado por la mañana que se tenía que ir, cerró todo y se fue para su casa. Interiormente se sentía culpable de hacerle fallado a sus hijos. Llegó a casa y ellos no estaban.
Su esposa estaba sentada en el pasillo leyendo revistas. La situación era explosiva y cualquier conversación podría tener un efecto boomerang. Su esposa le preguntó: “¿Quieres tomar café o la cena de una vez si tienes hambre?”

La motivación es Dios - Devocional - Vídeo

Estas líneas están dedicadas especialmente para quienes están desmotivados o desanimados por lo que últimamente han vivido, escuchado, sufrido, o padecido, y pensaban desistir de lo que tanto trabajo y esfuerzo les costó, solamente porque algo les desmotivó.
Resulta complicado, y en ocasiones doloroso, hacer cosas que pocos valoran, llevar ministerios o actividades que sólo sirven de críticas o que son juzgadas sin ninguna razón; pensar en el hecho de que hay cosas o personas que llegan a nuestra vida solamente para servir de tropiezos o causar desánimo, es algo duro y no debería ser así; sin embargo, no es algo que se pueda cambiar. Siempre, y a lo largo de nuestra vida, mientras estemos haciendo algo vamos a recibir alguna desmotivación.
La cuestión no es ver de dónde provienen todas esas cosas que nos desalientan o nos hacen querer desistir, sino “qué estamos haciendo al respecto”; comprendamos que no importa lo que suceda a nuestro alrededor, sino cuál va a ser nuestra reacción.
Tal vez te sientas desanimado o desmotivado por comentarios, críticas y demás, pues trabajar y esforzarse tanto para que alguien simplemente venga y juzgue, o le reste valor a lo que haces, puede provocar que pensaras en dejar las cosas tal cual y que mejor te alejaras, porque ahora crees que tal vez tengan razón, que lo que haces no es ni bueno ni suficiente. Pero hoy es el día de que sepas o recuerdes, si ya lo sabías, que tú lo tienes todo, porque absolutamente todo son las cosas que Dios te ha dado y es a Él a quien debes resultados, y que Él es tu verdadera motivación.

Dios te socorre en tu tribulación - Devocional aliento - Vídeo

Quizás la tribulación emocional, sentimental, laboral, económica, matrimonial o familiar haya venido a tu vida y parece que el mundo se te venga encima.

Hace un tiempo, mi esposa y yo estábamos tratando de enseñar a nuestro hijo recién nacido para que se quedara en su cunita durmiendo, y recuerdo que al principio estaba tranquilo, pero con el paso de las horas, por la noche empezó a llorar y llorar a gritos. El caso es que nosotros debíamos dejarlo allí para que él se fuera acostumbrando a su cunita; cuando vi esta escena de nuestro hijo, me acerqué a donde estaba y empecé a acariciarle entre las rejillas de su cuna mientras lloraba.
Podía palpar en mi interior a Dios, diciéndome que aunque a veces parezca que estemos solos y que nuestro padre no corre a socorrernos, debemos estar tranquilos ya que Él está a nuestro lado, está más, mucho más cerca que nunca. Aunque mi hijo no podía verme, estaba allí, al lado de él.
Lo que sucede es que a veces nuestro Padre necesita que pasemos por procesos dolorosos, como lo fue para nuestro hijo quedarse solo en su cunita, pero después de ello entenderemos cuál fue el motivo por el que Dios actuó de esa manera.
La desesperación como padre, cuando se ve a un hijo sufriendo, es indescriptible, y por ello cabe decir que nuestro Padre no es insensible, sino que más bien "palpa" aquello que nosotros estamos viviendo.
Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Salmos 46:1
Tiempo atrás leí cómo en un país de cierto estatus sucedía una catástrofe que sacudió la nación entera. Sin embargo, después de ello, la gente en vez de correr a Dios, en vez de buscar a Dios, en vez de reconocer que necesitaban del socorro divino, siguieron envueltos en sus creencias, idolatrías,... y todo, menos volver su corazón a Jesús.
Quizás la tribulación emocional, sentimental, laboral, económica, matrimonial, familiar haya venido a tu vida y parece que el mundo se te viniera encima, porque perdiste aquello que tanto estimabas, aquello valioso, porque simplemente crees que de ésta no te vas a levantar, o porque simplemente ves el camino cuesta arriba; pero hay un lugar en donde te puedes refugiar en medio de tus tribulaciones, hay un lugar a donde puedes correr y no te van a cerrar la puerta, hay un lugar que está dispuesto a darte auxilio, y ese lugar son los brazos de Dios; quizá buscaste amparo y fortaleza en tu vecino, en tu pariente, en tu amigo, en tu hermano de iglesia, pero lamentablemente nadie te ha podido socorrer.

¿A quién le vas a creer? - Devocional

Hay momentos en los que por más que queramos ver algo positivo de todo lo que estamos viviendo, no podemos verlo; porque en ocasiones parece que Dios se ha escondido totalmente de nosotros y nos encontramos solos frente a esos problemas o situaciones difíciles que se nos presentan.
Es fácil en determinados momentos creer que nos va ir mal, si lo hacemos en base a lo que nuestros ojos están viendo en ese momento. Si estás pasando una situación muy difícil, en la que después de analizar y pensar en ella no le hallas soluciona alguna, lo más fácil es pensar que te va a ir mal, que todo está perdido, que has fracasado o que nada será igual a partir de ese suceso.
Ahora bien, ¿A quién le vas a creer?, ¿a las circunstancias que te rodean?, ¿le vas a creer al mal panorama que se te ha presentado?, ¿vas a creer a voces negativas que te dicen que todo saldrá mal?, ¿o le vas a creer a Dios?
En ocasiones se nos olvidan todas las veces en las que Dios nos ha sacado de problemas. Problemas iguales o mayores a los que hoy día podemos estar afrontando.
Cuando nosotros confiamos en Dios, obtenemos su respaldo total: “Abram confió en la promesa de Dios, y por eso Dios lo aceptó y le dijo: Yo soy tu Dios, y tú eres mío porque confías en mí. Yo te saqué de Ur de los caldeos, para entregarte esta tierra.” Génesis 15:6 (Traducción en lenguaje actual).

Toda recompensa requiere un esfuerzo - Ánimo en mensaje - Vídeo


Si, lo sé, tal vez piensas que nadie sabe por lo que has estado pasando últimamente, o que tendrían que ver lo que has vivido para comprender todo lo que sientes. Pedirte que luches es como pedirte que sigas manteniendo el sentimiento de dolor que has experimentado, y parece mejor rendirse que seguir luchando por algo que no sabes cuándo llegará.

A veces sólo nos dedicamos a pensar que Dios hará todo lo que le pedimos, pero nos olvidamos de que también debemos poner de nuestra parte. Sí, Dios nos dará la victoria final, pero toda recompensa requiere un esfuerzo.

Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas. Josué 1:9 (Traducción en Lenguaje Actual).

Si leíste con atención este verso de La Biblia, Dios le estaba diciendo a Josué que estaba con él y le ayudaría, pero le pedía que fuera fuerte y valiente; le estaba diciendo que estaría con él, pero al mismo tiempo le pedía esfuerzo y valentía. Para Dios no es difícil ayudarnos, pero si de algo se agrada, es de aquellos que luchan por merecer lo que tiene para entregarles.