viernes, 26 de julio de 2013

Excelencia en Escuchar a Dios - Mujeres hacia la excelencia - Vídeo

¿Cuánto tiempo hace que no escuchas Su voz?... Dices... ¿por qué he de hacerlo?
Vives lejos de Él, vives triste sin Él, y... ¿consuelo en tu alma, hay?
•    ¿Cuánto tiempo hace que no escuchas a Dios?
•    ¿Hace cuánto que no tienes un tiempo íntimo con Él?
•    ¿Hay un vacío en tu alma?
•    ¿Has perdido el gozo, la paz, el entusiasmo en lo que haces, entusiasmo en servirle, en la pasión para que otros le conozcan a Él?
•    ¿Ministras sin frescura? ¿Sin resultados?
Hace unos días, estando en un momento de tomar una decisión, fui a Dios, y en esa intimidad con ÉL, quedándome quieta ante Su presencia y escuchándole, Él me habló dándome instrucciones claves sobre qué hacer. 
!Qué satisfacción poder escucharle y saber que lo que Él dice es para el bien de todos los que le buscan! Y por supuesto, le obedecen.
Una amiga pastora me decía, meses atrás, que había estado trabajando mucho, realizando muchas actividades para Dios, pero que Dios le habló diciéndole que no estaba bien esa actitud, que primero necesitaba pasar tiempo a solas con Él y Él le guiaría en lo que ella debía hacer. Ella escuchó, comenzó a tener tiempos íntimos con Dios, y las cosas cambiaron. A veces estamos tan ocupados en el alcance de nuestras metas, en tantas actividades, trabajos, estudios, negocios,... que no dedicamos un tiempo para escuchar a Dios, y nuestra alma se seca espiritualmente. Dios quiere decirnos muchas cosas y mostrarnos el camino por donde debemos andar.
¿Estás haciendo lo que Dios quiere que hagas porque le estás escuchando? ¿
O simplemente haces lo que haces por un simple interés personal?

Diga el débil, fuerte soy - Devocional

“pero él me dijo: Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad. Por lo tanto, gustosamente haré más bien alarde de mis debilidades, para que permanezca sobre mí el poder de Cristo.”
2 Corintios 12:9
Nueva Versión Internacional (NVI)
A veces la vida es como una montaña rusa; unas veces estamos arriba, otras abajo; en ocasiones nos sentimos felices, fuertes y triunfadores y otras, estamos insatisfechos, tristes e incluso nos sentimos derrotados, fracasados; bien sea porque las cosas no son lo que quisiéramos que fueran o los planes no salgan como los pensamos, sea porque nos sintamos débiles o nos sintamos muy fuertes, sean cuales sean las circunstancias, siempre habrá algo que no cambia y es Jesús, Cristo.
Dios es el mismo desde la creación del mundo, desde hace dos mil años, el mismo de ayer, de hoy y de mañana; Él es el mismo Dios, fuerte y temible, pero a la vez amoroso y misericordioso; y qué bendición saber que tenemos a alguien en quien podemos confiar, con quien podemos hablar, a quien contarle nuestros problemas, que se preocupa por nosotros, que nos ama y que siempre está dispuesto; un Dios que no traiciona, que no miente, que no tiene segundas intenciones o intereses, que te conoce y te llama por tu nombre, que siempre tiene la línea abierta para escucharte, que su política es de puertas abiertas y que no necesitas cita previa para buscarle, especialmente cuando le necesitas.
El hombre, por su parte, puede que cambie de época, de costumbres, de ropa y de cultura, pero en el fondo sigue siendo igual, desde la creación hace dos mil años y en el día actual; nuestra naturaleza es débil y frágil, tenemos miedo, temores y esperanzas; sin embargo hay quienes se sienten fuertes y poderosos y hasta con derecho para aplastar a su prójimo o pasar por encima de él sin ningún temor de Dios, lo que nos hace preguntarnos: ¿Realmente en qué nos apoyamos o en qué basamos nuestra fortaleza? ¿Y son estos soportes, realmente fuertes como para poder apoyarnos en ellos en el momento en que lo necesitemos? Veamos:

No Soy Perfecto, Nunca Lo He Sido y Nunca Lo Seré - Crecimiento personal-espiritual - Vídeo

Realidad

 “Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa no existe nada bueno. Quiero hacer lo que es correcto, pero no puedo. Quiero hacer lo que es bueno, pero no lo hago. No quiero hacer lo que está mal, pero igual lo hago. Ahora, si hago lo que no quiero hacer, realmente no soy yo el que hace lo que está mal, sino el pecado que vive en mí.” Romanos 7.18-20 (NTV)
No hay manera de ignorar la verdad que Pablo explica aquí. Claramente está comunicando un mensaje importante a los lectores, “¡No soy perfecto! Ustedes no son perfectos!” Gracias Pablo por decirlo. Necesitamos más líderes como tú hoy día.
Comenzaremos con una declaración similar, “¡No soy perfecto, nunca lo he sido y nunca lo seré!"
La vida que quiero vivir no es siempre la vida que vivo. No siempre trato a mi esposa correctamente. No siempre amo a mi prójimo. A veces hiero a las personas que amo. He perdido amistades por decisiones pobres. A veces soy egoísta y codicioso. Otras, soy lujurioso. En ocasiones miento. A veces como más de la cuenta, duermo más de la cuenta, hablo más de la cuenta y oro muy poco. Si me abandono a ser a mi propia manera, sería una persona podrida, de pies a cabeza.
¡Vaya!, qué alivio se siente al escribirlo. Sin tan solo fuese más gente la que experimentase lo refrescante que es ser realista..., tal vez si dejáramos de jugar a juegos espirituales y, en vez de eso, permitiéramos que la gracia de Dios empezase a transformar quiénes somos.... Si crees que no hay necesidad de decir todo esto, entonces eres uno de los que está jugando a juegos espirituales.

Días nublados en tu vida - Devocional aliento

Muchos, incluyendo a Satanás, desearían ver que tu vida se hundiera.

Marcos 4.37 “Pronto se desató una tormenta feroz y olas violentas entraban en la barca, la cual empezó a llenarse de agua” NTV
La naturaleza siempre nos muestra su lado más violento en situaciones en las que cambia de dirección, y descarga toda su furia en lugares que se encuentran cerca de los mares, lagos o ríos. En ello podemos apreciar que cuando el poder de la naturaleza despierta, no hay nadie que pueda contenerla, ya que en ella se manifiesta el poder de Dios.
Bíblicamente las olas se interpretan o son sinónimo de problemas en la vida de todo ser viviente, y la tormenta viene siendo como un cúmulo de situaciones adversas, que sirven para probar la confianza y la fe de todo ser humano.
Déjame decirte algo, muchos,incluyendo a Satanás quisieran ver que tu vida se hundiera.En cualquier momento de nuestras vidas se pueden presentar situaciones de agobio donde sentimos que nos ahogamos, tal como lo sintieron los discípulos del Maestro, que vieron como las olas se levantaban enormemente y llegó a pasar por sus mentes el temor y la angustia, la desesperación y la incertidumbre; en esos momentos únicamente vemos la magnitud del o de los problemas, y sentimos que nuestra barca está a punto de zozobrar y nosotros juntamente con ella. 
Muchos desfallecen y dejan de luchar, bajan los brazos y se dan por vencidos; pero otros toman el reto y ven más allá del horizonte, redoblan sus esfuerzos, adquieren mayor confianza y se disponen a sacar el agua de su barca; no ven cuán enorme es el problema, no piensan en rendirse, no están dispuestos a perder lo que es suyo, por el contrario luchan con todo su ser para conservar lo que les pertenece. 
Hermano/a, ¿alguna vez has visto lo que hace un marinero cuando se enfrenta a una mar embravecida, donde no hay nadie alrededor a quien pedir ayuda, donde únicamente está él y el resto de la tripulación, y enfrente se encuentra el gran desafío? ¡Se llena de valor, no ve el tamaño del oleaje, aprieta la mandíbula, saca fuerzas aún de su debilidad y se dispone a vencer y llegar a la otra orilla! Y seguro que por un momento pasa por su mente el temor, sin embargo, lo supera y el mismo le inspira para triunfar.

Cuidado, Te Estás Hundiendo - Devocional aliento - Vídeo

Tal vez tu matrimonio, tu vida espiritual, tu economía, tu ministerio, tu salud o tu corazón se han estado hundiendo en el fracaso.

Hay mucha gente que sabe que se está hundiendo, pero no busca ayuda para salir del problema en el que se encuentra. Y además las ignoran, no dan importancia a esas situaciones que les están llevando a tocar fondo. Si recuerdas la película "Titanic”, en ella había una escena que llamó mi atención y fue cuando el barco ya empezaba a inundarse de agua, y uno de los pasajeros le preguntó a un empleado: ¿Que es lo que está pasando?, a lo cual respondió el trabajador: todo está bajo control, duerma tranquilo, abríguese bien y vuelva a su dormitorio.
Y  es que a muchas personas les cuesta afrontar la realidad que están viviendo, y en vez de buscar ayuda, de humillarse ante Dios y de buscar un cambio, dicen “todo está bajo control”, cuando en realidad sus vidas van cuesta abajo y todo va de mal en peor. 
“TEN CUIDADO, TE ESTÁS HUNDIENDO”.
Y vinieron sus discípulos y le despertaron, diciendo: ¡Señor, sálvanos, que perecemos! Mateo 8:25
Los discípulos de Jesús se encontraban en la misma situación que el Titanic, pero la gran diferencia es que dentro de la barca iba Jesús, y los discípulos hicieron lo que muchos de nosotros no haríamos en situaciones como estas, y fue que corrieron a Jesús. Ellos sabían que su barca se estaba hundiendo, sabían que iban a perecer, sabían que iban a pasar a la historia, pero se acordaron de que Jesús estaba en la barca y por eso corrieron a buscar la ayuda del Maestro.