jueves, 27 de junio de 2013

¿Es bíblica la infalibilidad papal? - Pregunta cristiana - Vídeo

Respuesta: La Iglesia Católica Romana enseña que el Papa es infalible cuando habla desde su posición de autoridad, sobre un asunto o doctrina particular (hablar ex cátedra). Muchos malentienden la “infalibilidad papal” indicando que todo lo que dice el Papa es infalible. Esto no es lo que la Iglesia Católica Romana quiere decir por la “infalibilidad papal”. 
De acuerdo con la Iglesia Católica Romana, esta infalibilidad del Papa, únicamente cuando habla ex cátedra, es parte del Magisterium, y de la “Autoridad de Enseñanza de la Iglesia” que Dios concedió a la “madre Iglesia” para guiar su infalibilidad. Esta “Autoridad de Enseñanza de la Iglesia” está hecha por la habilidad de la enseñanza infalible del Papa, la infalible habilidad de enseñanza de la asamblea de los concilios bajo la autoridad del Papa, y el “ordinario” Magisterium de los obispos. 
Este “ordinario” Magisterium involucra, entre otras cosas, a los obispos en varios lugares comenzando a enseñar una misma doctrina en particular (por ejemplo, la enseñanza de que María fue concebida sin pecado), y el que si esta enseñanza gana aceptación a través de la iglesia como un todo, es una indicación de que el Espíritu Santo está trabajando a través de los obispos y que esta enseñanza viene de Dios. El papa puede entonces reconocer esto y proclamar la infalibilidad que viene de Dios y debe ser aceptada por todos los católicos romanos.

La pregunta es si esta enseñanza está de acuerdo con la Escritura. La Iglesia Católica Romana ve al Papado y a la autoridad infalible de la “madre Iglesia” como una necesidad para guiar a la Iglesia, y utiliza esto como un razonamiento lógico de la provisión de Dios para ello. Pero al examinar la Escritura, encontramos lo siguiente:

1) Mientras que Pedro fue la figura central en la primera propagación del Evangelio (parte del significado de Mateo 16:18-19), en la enseñanza de la Escritura, tomada en su contexto, en ninguna parte se declara que él estaba en posición de autoridad sobre los otros apóstoles o sobre toda la iglesia (Hechos 15:1-23; Gálatas 2:1-14; 1 Pedro 5:1-5). Además jamás es enseñado que el Obispo de Roma debía tener la primacía sobre la Iglesia. Antes bien, sólo hay una referencia en la Escritura sobre Pedro escribiendo desde “Babilonia”, (nombre que algunas veces se aplicaba a Roma); y se encuentra en 1 Pedro 5:13, tratando principalmente sobre esto y el histórico surgimiento de la influencia del Obispo de Roma, de donde procede la enseñanza de la Iglesia Católica Romana sobre la supremacía del Obispo de Roma. Sin embargo, la Escritura enseña que la autoridad de Pedro era compartida por los otros apóstoles (Efesios 2:19-20), y la autoridad de “atar y desatar”, atribuida a él, fue del mismo modo compartida por las iglesias locales, no sólo por sus líderes (Mateo 18:15-19; 1 Corintios 5:1-13; 2 Corintios 13:10; Tito 2:15; 3:10-11). Por lo tanto, la base para la infalibilidad papal, y la existencia misma del papado, no está fundamentada en la Escritura.

Aprendiendo a caminar - Devocional

Recuerdo que mi madre a menudo hablaba de lo mucho que me costó aprender a caminar. Los médicos ordenaron toda clase de estudios ya que sospechaban de la existencia de algún problema óseo o físico que me impedía caminar. ¡Imagínese el miedo de mi madre ante la posibilidad de que su hijo no pudiera hacerlo! Eso sí: lo decía todo. Caminar, nada; pero hablar, todo. Finalmente y después de meses de estudios clínicos, el médico principal dio su veredicto:
 -¡No se preocupe, señora, no tiene nada! ¡Es vago! 
-¡Gracias, doctor! En verdad, lapidaria su versión, me dije.
En cualquier caso, la vagancia del pequeño vástago significó un gran alivio para mi madre. No había ningún impedimento serio de índole física. Alguna vez iba a poder caminar. Y así fue. Cuando adquirí confianza y me largué, ya nadie pudo detenerme.
Obviamente, medio siglo después de aquellos duros momentos no puedo recordar absolutamente nada, sólo las palabras de mi madre. Pero hoy, aprendiendo a conocerme, puedo imaginar algo de lo que pudo ser aquella verdadera epopeya del bebé, intentando arrancarle sus primeros pasitos a la vida. Porque tal vez no era vagancia, sino temor, tal vez el recuerdo de algún golpe sufrido en un intento o, si ese bebé es el mismo hombre que hoy escribe estas palabras, casi seguro, falta de confianza.

Liderando nuestras Emociones - Crecimiento personal-espiritual - Vídeo

“No olvidemos que las pequeñas emociones son los capitanes de nuestras vidas y las obedecemos sin siquiera darnos cuenta.” Vincent Van Gogh.
Quiero tratar el tema de la “La Inteligencia Emocional aplicada al Liderazgo”, y mientras me estoy preparando, siendo un observador e inquieto investigador, creo que las organizaciones deben invertir más en preparar a sus líderes en este área, a fin de influir sobre sus colaboradores de forma positiva, auténtica, inspiradora y motivadora.
Un líder con inteligencia emocional logra más que un líder con un alto coeficiente intelectual. Un líder con inteligencia emocional es más poderoso en su gestión, llevando a su equipo al logro de las metas con entera satisfacción para todos.
Es importante saber que las emociones son parte de nuestra vida. En nuestro aprendizaje de la vida, decimos que cualquier emoción nos predispone para la acción. De manera, que si sabemos dominarlas o podemos intervenir en ellas, sacaremos mucho provecho de las mismas. Toda emoción es generada por un cambio o circunstancia en especial.
Si usted recibe una mala noticia o tiene un accidente en el trabajo, si no alcanzó la meta o no fue su producción deseada, seguro que su estado emocional cambia a frustración, tristeza o enojo. De la misma forma pasa si usted recibe una buena noticia, si le aumentaron el sueldo, si le dieron un acenso, si se le dio un nuevo negocio o una nueva venta; en estos últimos casos su estado emocional cambia a alegría, felicidad, optimismo. Esto ocurre porque somos seres emocionales.
Nuestras emociones condicionan nuestra forma de actuar, por lo que debemos prestarles atención y no dejarnos gobernar por ellas. Las emociones no son ni positivas ni negativas, son una fuente poderosa de energía. De hecho, la definición en latín “Motus anima” significa “el espíritu que nos mueve.” ¿Estaré aprovechando esa energía?
“Tome control de sus emociones de manera consistente, y con ellas, consciente y deliberadamente, transforme las experiencias de su vida diaria.” Anthony Robbins

¿Qué es lo que más Amas? - Devocional

Pasaje clave: Génesis 22.
La promesa se había cumplido. Dios le había dado descendencia, le había prosperado y bendecido muchísimo. Pero llegó el tiempo de volver a ser probado por Dios (22:1). Dios le pidió que le entregara a su propio hijo.
Abraham hizo todo lo que Dios le dijo. No pensó en ningún momento que esa dura situación podría venir de Satanás. Sabía que Dios estaba detrás de esa prueba terriblemente difícil. Y a pesar de todo lo que pensó y sintió, Abraham obedeció.
Sería de todo punto ilusorio pensar que él se sentía “feliz” con lo que Dios le pedía. ¡Por supuesto que no estaba feliz! Incluso se debió haber sentido terriblemente mal. Todo el camino que anduvo hasta el monte debió haber sido una agonía, preguntándose una y otra vez “por qué”. ¿Por qué Dios le había dado este hijo, si ahora le pedía que le sacrificara como si fuera un animal? ¿Por qué le había hecho promesas que ahora desbarataría? ¿Por qué?… si él amaba profundamente a su hijo. Le amaba más que a nada en el mundo.
Sincérate contigo mismo: ¿Cuáles (o cuál) son las cosas o personas sobre la tierra que más amas?

Un acto insignificante puede Cambiar la historia - Reflexiones - Vídeo

Su nombre era Fleming, un agricultor pobre de Inglaterra. 
Un día, mientras trataba de ganarse la vida y ayudar a su familia, escuchó a alguien pidiendo ayuda desde un pantano cercano. Inmediatamente soltó sus herramientas y corrió hacia el pantano.
Allí, enterrado hasta la cintura en el lodo negro, estaba un niño aterrorizado, gritando y luchando tratando de liberarse del lodo.
El agricultor Fleming salvó al niño de lo que pudo ser una muerte segura, lenta y terrible.
Al día siguiente, un carruaje muy pomposo llegó hasta la hacienda del agricultor inglés.
Un noble inglés, elegantemente vestido, bajó del vehículo y se presentó a sí mismo como el padre del niño que Fleming había salvado.
—Yo quiero recompensarle, dijo el noble inglés. Usted salvó la vida de mi hijo.      --- No, yo no puedo aceptar una recompensa por lo que hice, respondió el agricultor inglés rechazando la oferta, sólo hice lo que debía.
En ese momento, el propio hijo del agricultor salió a la puerta de la casa de la familia.
—¿Es este su hijo?, preguntó el noble inglés.
—Sí, respondió el agricultor lleno de orgullo.
—Le voy a proponer un trato, déjeme llevar a su hijo y ofrecerle una buena educación. Si él es parecido a su padre, crecerá hasta convertirse en un hombre del cual usted estará muy orgulloso.
—El agricultor aceptó.
Con el paso del tiempo, el hijo de Fleming el agricultor, se graduó en la Escuela de Medicina de St. Mary’s, Hospital en Londres, y se convirtió en un personaje mundialmente conocido.
Algunos años después, el hijo del noble inglés, cayó enfermo de pulmonía.
¿Qué le salvó? La penicilina.