martes, 28 de mayo de 2013

Grado de implicación real del cristiano evangélico (Bautista) en su Iglesia - Vídeo

Me pareció interesante, por su veracidad/autenticidad y belleza, volver a publicar este informe. Pido perdón de antemano por su extensión:

La vida cristiana es una tremenda y dulce experiencia. Es un crecimiento continuo. Dios quiere que crezcamos, que nuestra vida cristiana no pare de crecer. Para ello debemos tener muy en cuenta, que no debemos ser únicamente oidores de la dulce y maravillosa Palabra de Dios, sino hacedores de la misma.

 Si alguno es oidor de la palabra de Dios pero no hacedor de ella, ese es semejante al hombre que considera su rostro, natural en un espejo; él se considera a sí mismo natural y se va, y pronto olvida cómo era. Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, este será bienaventurado en lo que hace. Santiago 1:23-25

 La vida cristiana no es un evento sino una evolución continua, un proceso. Diremos que en ella hay tres niveles de crecimiento cristiano. Se va avanzando en ellos según el grado de implicación del cristiano mismo. Vemos, a modo de demostración, en Lucas 5 que: Inicialmente, el Señor ministró a orillas del lago de Genesaret.

 -1º nivel: Todos comenzamos en la orilla y le conocemos a Jesús. Es en la orilla donde Dios toca nuestra vida. Pero Dios no quiere que sigamos siempre en la orilla. Cosas importantes suceden más allá de la misma. La Biblia dice que había mucha gente alrededor de Él. Jesús estaba predicando y la gente, en este 1º nivel, simplemente oía. Estaban ahí para, simplemente, entretenerse y olvidarse de todos los problemas. Por lo tanto aún no había ningún compromiso, incluso había cierta falta de interés en lo que Dios decía. El poco interés que había era por beneficio personal en que Cristo hiciera un milagro por ellos, lo que sólo demuestra egoísmo personal de cierta gente. Pero eso no es todo en la vida cristiana.

 -2º nivel: La Biblia dice que, después, Él entró en una barca y se retiró un poco más alejado de la orilla y comenzó a enseñar. Ya no estaba predicando, ahora estaba enseñando. En la predicación se necesitan oyentes, mas en la enseñanza se precisan discípulos, y un discípulo necesita practicar lo que se le instruye, tiene algo que hacer en la Obra de Dios.

En este nivel hacemos, o sentimos, más o menos habitualmente, la lectura de la Palabra de Dios, la oración, el tiempo devocional con Dios, y la comunión (congregación) con nuestros hermanos en Cristo.

Los discípulos, en este 2º nivel, estaban limpiando las redes pero se sentían frustrados. Habían estado pescando toda la noche pero no habían atrapado nada. En la vida actual, es como si trabajáramos con denuedo y no viéramos el fruto de nuestro trabajo. Así se sentían los discípulos. Y en medio de ese ambiente, el Señor les invitó a ir al 3º nivel. Y es en este nivel donde algo grande sucede.

El impacto de la amistad - Reflexión

Un día, cuando era estudiante de secundaria, vi a un compañero de mi clase caminando de regreso a su casa. Se llamaba Kyle. Iba cargando todos sus libros y pensé: "¿Por qué se estará llevando a su casa todos los libros el viernes? Debe ser un  “empollón". Yo ya tenía planes para todo el fin de semana. Fiestas y un partido de fútbol con mis amigos el sábado por la tarde, así que me encogí de hombros y seguí mi camino.
Mientras caminaba, vi a un montón de chicos corriendo hacia él. Cuando le alcanzaron, le tiraron todos sus libros y le hicieron una zancadilla que le tiró al suelo. Vi que sus gafas volaron y cayeron al suelo como a tres metros de él. Miró hacia arriba y pude ver una tremenda tristeza en sus ojos. Mi corazón se estremeció, así que corrí hacia él  mientras gateaba buscando sus gafas. Vi lágrimas en sus ojos.

Le acerqué a sus manos sus gafas y le dije, "esos chicos son unos tarados, no deberían hacer esto". Me miró y me dijo:
"¡Gracias!". Había una gran sonrisa en su cara; una de esas sonrisas que mostraban verdadera gratitud.
Le ayudé con sus libros. Vivía cerca de mi casa. Le pregunté por qué no le había visto antes, y me contó que se acababa de cambiar de una escuela privada. Yo nunca había conocido a  alguien que fuera a una escuela privada.
Caminamos hasta casa. Le ayudé con sus libros; parecía un buen chico. Le pregunté si quería jugar al fútbol el sábado conmigo y mis amigos, y aceptó. Estuvimos juntos todo el fin de semana. Mientras más conocía a Kyle, mejor me caía, tanto a mí como a mis amigos. 
Llegó el lunes por la mañana y ahí estaba Kyle con aquella enorme pila de libros de nuevo.

¿Por qué permite Dios los desastres naturales como lo terremotos, huracanes y tsunamis? - Pregunta cristiana - Vídeo

Respuesta: La tragedia del tsunami en Asia a finales del 2004, el huracán Katrina en 2005 en el sureste de los Estados Unidos, y las avalanchas de lodo en el 2006 en Filipinas, tienen a mucha gente cuestionando la bondad de Dios. 


Es triste que con frecuencia los desastres naturales, sean nombrados como “actos de Dios”, mientras que no se le da “crédito” a Dios durante años, décadas o siglos, como Creador de un clima benéfico. Dios creó todo el universo y las leyes de la naturaleza (Génesis 1:1). La mayoría de los desastres naturales son el resultado de estas leyes en acción. Los huracanes, tifones y tornados son el resultado de la colisión de diferentes patrones climáticos. Los terremotos son el resultado de desplazamientos de las placas tectónicas de la corteza terrestre. Un tsunami es causado por un terremoto submarino.

La Biblia proclama que en Jesucristo subsiste el control de la naturaleza (Colosenses 1:16-17). ¿Podría Dios prevenir los desastres naturales? ¡Sin duda! ¿Algunas veces tiene influencia Dios en el clima? Si, Deuteronomio 11:17, Santiago 5:17. ¿Algunas veces causa Dios los desastres naturales como juicio contra el pecado? Si, Números 16:30-34. El libro de Apocalipsis describe muchos eventos, que definitivamente pueden ser descritos como desastres naturales (Apocalipsis capítulos 6, 8 y 16). Entonces, ¿Es cada desastre natural un castigo de Dios? Absolutamente, no.

Corazón Valeroso - Reflexiones

Se cuenta la historia de un amigo, verdaderamente querido, y miembro de la iglesia, que falleció después de una larga vida de amor y servicio.
En el funeral, sus hijos se levantaron uno por uno a contar historias referentes a su padre, y pronto pudo notarse un tema común del que hablaban todos ellos: que su más extraordinaria y singular cualidad, era su voluntad para servir a otros, fuese cual fuese su necesidad.
reflexiones socorrerEra uno de esos hombres siempre dispuestos a tender una mano, hacer un favor, algún trabajo peculiar, o simplemente ofrecer un transporte a alguien. Una de sus hijas mencionó que a dondequiera que se dirigía, llevaba consigo una caja de herramientas y un par de vestimentas de mecánico en el maletero del coche, “por si acaso alguien necesitaba alguna reparación”.
Muchas veces, cuando escuchamos la palabra “coraje”, pensamos en actos heroicos en períodos de crisis. No obstante, en nuestra vida cotidiana, no debemos pasar por alto la valentía de estar siempre ahí, dispuesto. Las vidas cambian cuando con fidelidad proveemos para nuestras familias, cuando cuidamos a los ancianos, o prestamos atención a un amigo en dificultades. Persistir en hacer de este mundo un lugar mejor para vivir, es definitivamente una expresión de coraje.
Albert Schweitzer, el gran misionero cristiano, doctor y teólogo, fue una vez interrogado en una entrevista. Le pidieron que mencionara el nombre de una gran persona, viva actualmente. De inmediato respondió: “La persona más genial en el universo, es aquel individuo incógnito que en cualquier momento acude en amor a socorrer a otro”.
Mientras va pasando tu día, recuerda que podrías ser el héroe de alguien.
3 Juan 1:5
Amado, fielmente te conduces cuando prestas algún servicio a los hermanos, especialmente a los desconocidos.

Dios te ama, ¡Síguelo intentando! - Devocional - Vídeo


Ocasionalmente sentimos que no somos dignos de Dios, sentimos que no somos dignos de su amor. Medimos nuestras acciones y llegamos a la conclusión de que somos muy malos y desagradecidos; es entonces, al juzgarnos a nosotros mismos, cuando nos entristecemos y pensamos que Dios no se merece a alguien como nosotros, que no estamos a la altura de ser sus hijos, o que simplemente Dios ya se cansó de nosotros y de nuestras continuas faltas.
¡Vaya!, tal parece que se te ha olvidado lo que significa el amor de Dios, parece que estás tratando con un dios humano y no con un Dios Sobrenatural. No puedes medir el amor que Dios te tiene en base a lo que hagas o dejes de hacer, el amor de Dios hacia tu vida no varía en base a tus conceptos, juicios o críticas, su amor va más allá de tu pensamiento humano, su amor es Sobrenatural, es decir: sobrepasa lo natural.
Dios quiere recordarte algo, que a pesar de que lo sabes, quizá en este momento de tristeza se te haya olvidado:

“Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.” 

Jeremías 31:3 (Reina-Valera 1960)
¿Comprendes lo que significa amor eterno? ¿Comprendes lo que significa: “te prolongué mi misericordia”?