sábado, 27 de abril de 2013

Giros inesperados - Devocional - Vídeo

Ciertamente la vida da giros inesperados en donde todo lo que hasta ese momento era tranquilidad se convierte en tormenta; tormenta de esas que vienen con furia y que parece que nunca van a acabar.
Debemos ser conscientes de que a nuestra vida vendrán tormentas, que querrán arrancar nuestras raíces y alejarnos de la comunión que tenemos con Dios.
Puede que últimamente hayas experimentado esos cambios inesperados que, poco a poco, te están llevando a las desesperación, cuando notas que el panorama no parece cambiar sino empeorar.
Puede que tu fe esté vacilante frente a las encrucijadas que a tu vida se han presentado, sin embargo debes recordar que en quien tú crees es Poderoso para calmar tormentas, Poderoso para transformar cualquier perspectiva, Poderoso para hacer aquello que tu mente se rehúsa a creer que puede pasar.
¿Y si renuevas tu fe?, ¿y si te quitas la venda de tus ojos, que está causando que no puedas creer que algo bueno va a suceder cuando termine esa tormenta? ¡Hazlo!

Enamórate de Dios- Devocional

En esas veces que aunque estás cerca de Dios te sientes lejos, y que no logras acercarte más de lo que realmente quisieras, puede que te preguntes qué le falta a tu relación con Dios, o por qué ya no sientes todo eso que un día sentiste en tu corazón, o por qué ahora ves que hay personas que te hablan de lo hermoso que es estar cerca de Dios y en su presencia, y aún no logras experimentarlo, es porque hace falta enamorarse de Dios, para lograr sentir un poco de lo que tanto has escuchado o deseado últimamente.
Estar enamorado trae consigo acciones, como la necesidad de estar cerca del ser amado, de agradarle, de hacer todo lo posible por darle bienestar. Hay también alegría y satisfacción en poder compartirlo todo; eso es lo que a veces nos hace falta para sentir que el corazón nos late de nuevo, para experimentar un acercamiento más íntimo con Dios, justo como sucede cuando una pareja esta enamorada, no es dejarse guiar solamente por sentimientos, sino ser sensibles al amor, conocerlo de cerca, conquistar y no sólo desear, vivir las cosas y no sólo hablarlas.
El amor de Dios es lo más constante que existe, y no por mucho decirle te amo va a amarte más: a Él no le hace falta enamorarse de ti, porque siempre está cerca, tratando de entenderte, de ayudarte, de compartirlo todo contigo, de hacerlo todo por ti, ¿verdad?. La necesidad de enamorarse está en nosotros, en corresponder a tanto amor, en cultivar esa relación con Él, en tener un acercamiento real, íntimo y sincero.
Es necesario llegar a conocer íntimamente a Dios para poder experimentar su amor, desear realmente su compañía, dejarse envolver en su presencia olvidando todo lo que sucede alrededor,  tener tiempo de calidad con Él. Buscad a Jehová y su poder, buscad su rostro continuamente. 1 Crónicas 16:11; hay que cultivar la relación como una planta, no podemos dejar que pase el tiempo y descuidarla, porque se seca y terminamos por perderla.

Yo quiero ser como tú - Devocional - Vídeo

Hay una alabanza de hace muchos años que la entona Danny Berrios que se titula: “Yo quiero ser como Tú”, y hace referencia a que un niño le dice a su padre que quiere ser como él; entonces el padre, al darse cuenta de lo que eso implica, le pide al Señor que le ayude a ser como Él, porque su hijo quiere ser como su padre.
Aquellos que somos padres anhelamos ser ejemplos para nuestros hijos y, así mismo, nos sentimos orgullosos de que nuestros hijos quieran ser como nosotros. Y al mismo tiempo nos damos cuenta de lo que implica eso, por lo que debemos tratar de imitar a Jesús para que nuestros hijos, al vernos e imitarnos, también vean e imiten la imagen de Cristo en nuestra vida.
El Apóstol Pablo lo decía de esta forma: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” 1 Corintios 11:1 (Reina-Valera 1960).
El anhelo de toda aquella persona nacida de nuevo es querer parecerse a Jesús, es imitar con nuestra forma de vivir y actuar lo que Él vino a mostrarnos.
Si tu mente piensa más en otras cosas que en imitar a Jesús, entonces tu enfoque se está perdiendo. Todos aquellos que decimos amar a Dios, debemos tratar de imitarle con nuestra forma de hablar, con nuestra forma de andar en la vida, con nuestra forma de reaccionar ante este mundo que quiere desestabilizarnos espiritualmente, con nuestra forma de pensar, de ver las cosas y de responder a lo que diariamente se nos presenta.

Buscando la Felicidad - Reflexiones

Durante mucho tiempo me pareció que la vida aún estaba por comenzar, me refiero a la verdadera vida. Pero siempre había un obstáculo en el camino, algo que superar primero, algún asunto no terminado, tiempo para invertir en algo, una deuda que pagar. Entonces, una vez hecho, la vida comenzaría. Finalmente me di cuenta de que esos obstáculos “eran” mi vida.
Esta perspectiva me ha ayudado después a ver que no hay camino hacia la felicidad. La felicidad es el mismo camino. Así que, atesoremos cada momento que tengamos. Y atesorémoslo más porque lo compartimos con alguien especial, lo suficientemente especial como para invertir nuestro tiempo, y recordemos que el tiempo no aguarda a nadie. Así que, dejemos de esperar hasta que…
-Terminemos nuestros estudios o volvamos a ellos,
-Perdamos diez kilogramos o los ganemos,
-Tengamos hijos o éstos dejen el nido,
-Comencemos a trabajar o nos jubilemos,
-Nos casemos o nos divorciemos,
-Llegue el viernes por la noche o el domingo por la mañana,
-Tengamos un nuevo coche o vivienda nueva y estén pagados,
-Llegue la primavera, el verano, el otoño o el invierno,
-Dejemos de vivir del seguro de desempleo,
-Llegue el primero de mes o el quince,
-Toquen nuestra canción,
-Hayamos bebido o estemos sobrios,
-Muramos o nazcamos de nuevo,
Decidamos que no hay mejor tiempo que ahora mismo para ser felices. La felicidad es una travesía y no un destino.
¡Cuán bienaventurado es el hombre que no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores, sino que en la ley del Señor está su deleite, y en su ley medita de día y de noche! Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da su fruto a su tiempo, y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera. Salmo 1:1-3

Tener fe para no rendirse - Mensaje - Vídeo

Si decimos que todos tenemos diferentes luchas que libramos diariamente, no engañamos a nadie. Mi lucha seguramente no sea la tuya, quizá no se parezca o no tenga desde tu perspectiva la misma importancia que para mí tiene. Igualmente, tu lucha para muchos de nosotros puede parecer fácil, pero para ti puede que sea muy difícil de sobrellevar, y sin embargo no te das por vencido, ¡Bien por ti!

Realmente, a veces sentimos que lo más fácil es dejar todo, renunciar a nuestro esfuerzo y dejarnos hundir, pero aunque eso sea lo que parezca más fácil, nosotros no somos de los que nos rendimos ni retrocedemos. La Biblia dice: “Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.” Hebreos 10:39 (Reina-Valera 1960).

Es importante la frase de este versículo que dice: “sino de los que tienen fe”, porque se necesita fe para poder seguir adelante en la vida cristiana, sin fe no podemos agradar a Dios.

Puede que estos días tus luchas se hayan acrecentado y hayas experimentado un sentimiento de impotencia ante tu realidad y, consecuentemente, incluso hayas pensado en rendirte, en tirar la toalla, en no seguir ya más en tu lucha; sin embargo recuerda que tienes a Dios de tu lado y si Él va de tu lado no tienes por qué rendirte, puesto que Él te ha ayudado, te está ayudando y te seguirá ayudando para no rendirte.