martes, 9 de abril de 2013

Tengo un Regalo para Ti… - Reflexiones con vídeo

Quiero regalarte mi paz, mi amor, mi cuidado.
Quiero regalarte Felicidad, Prosperidad.
Tengo mucho por darte, quiero darte Vida Eterna…
¿Quieres recibir todo lo que tengo para ti?
Dame tu corazón y podrás vivir pleno en mí.
Te Amo Jesús.

Déjame decir lo que siento,
déjame hablar sin palabras,
déjame decir que te amo
y perderme en tu mirada.
Déjame vivir el momento,
déjame sentir que me amas,
déjame esconderme en tu abrazo
y mirarte cara a cara.
Y así que pasen horas que mueran los minutos
y allí quedarme inmóvil permaneciendo juntos.
Por Ti, hoy puedo respirar y vivir con esperanza sin temor al caminar.
Por Ti, es que puedo regalar las canciones que mi alma ha escrito para Ti, por Ti…
Déjame quedarme en silencio,
déjame entender tus palabras,
déjame escuchar de tus labios, lo mucho que me amas.
Déjame contar las razones,
déjame caer en tus brazos.
Déjame decirte al oído que he vivido hecho pedazos.
Y así que pasen horas que mueran los minutos
y allí quedarme inmóvil permaneciendo juntos.
//Por Ti, hoy puedo respirar y vivir con esperanza sin temor al caminar.
Por Ti, es que puedo regalar las canciones que mi alma ha escrito para Ti, por Ti…//
Déjame vivir el momento
déjame sentir que me amas
déjame esconderme en tus brazos

y mirarte cara a cara. 

Caminando por la Avenida de la Oración - Reflexiones

“Por esta causa doblo mis rodillas ante el Padre de Nuestro Señor Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra”  Efesios 3:14-15
La oración es la avenida maravillosa para recorrer y entrar en el país de la sanidad. Cuando me acerco a Dios y digo, ¡OH Señor, que sea hecha tu voluntad!, mi personalidad y mi naturaleza más profunda toca el lugar santísimo.
La oración me hace como un niño porque me hace depender del Padre celestial, en quien pongo toda mi confianza.
Sé, sin embargo, que mi gran lucha este día es comenzar sin oración y sin mi tiempo de meditación, porque la sociedad en la que vivo, los periódicos, la televisión, las conversaciones y los compromisos, intentarán echar por el suelo el tiempo que necesito pasar en oración.
Pero hoy quiero, antes que nada, caminar por las veredas de la oración.
La vida es dura por sí misma y por ello debo tener mi tiempo de oración para afrontar la dureza de la misma.
Hoy no quiero escoger la oscuridad del mundo, sino buscar la luz de Dios a través de la avenida de la oración.
Hoy he elegido regocijarme en la presencia de Dios. Regocijarme en el hecho de su crucifixión y resurrección.
Es fácil tener fe en Dios cuando la vida se desarrolla de la manera como nosotros queremos, pero el verdadero poder de la fe está en creer cuando parece que nuestras oraciones no son contestadas.
Sin embargo, si persisto en la avenida de la oración, a pesar de las sombras que puedan rodearme, esa avenida me llevará finalmente a la gran plaza de la mañana de la resurrección. Y entonces comprenderé que la esperanza no se pierde.
Cuando camino por la avenida de la oración, entonces mi mente se alinea con la mente de Dios.
Cuando recuerdo que soy un hijo de Dios, entonces mi mente se alinea con Dios y puedo ver que el poder que abrió el Mar Rojo, cuando Moisés oró, es el mismo poder que rodea mi vida.
Hoy quiero alinear mi mente con la mente de Dios, y la única manera de hacerlo es caminando por la avenida de la oración.
Señor, gracias por darme la oportunidad de caminar por esta hermosa vereda de la oración;  yo encuentro nuevas experiencias contigo en este diario caminar. Amén.

¿Cómo no me voy al infierno? - Preguntas y respuestas bíblicas - Vídeo

Respuesta: No ir al infierno es más fácil de lo que tú piensas. Algunas personas creen que tienen que obedecer los Diez Mandamientos durante toda su vida, para no ir al infierno. Hay personas que creen que deben observar ciertos ritos y rituales para no ir al infierno. Otras personas creen que no hay manera de que podamos saber con seguridad, si vamos a ir al infierno o no. Ninguno de estos puntos de vista es correcto. La Biblia es muy clara sobre cómo una persona puede evitar ir al infierno después de la muerte.

La Biblia describe el infierno como un lugar aterrador y horrible. El infierno se describe como "fuego eterno" (Mateo 25:41), "fuego que nunca se apagará" (Mateo 3:12), "vergüenza y confusión perpetua" (Daniel 12:2), un lugar donde "el fuego nunca se apaga" (Marcos 9:44-49), y "eterna perdición" (2 Tesalonicenses 1:9). Apocalipsis 20:10 describe el infierno como un "lago de fuego y azufre", donde los malos son "atormentados día y noche por los siglos de los siglos". Obviamente, el infierno es un lugar que debemos evitar.

¿Por qué existe el infierno y por qué Dios envía gente allí? La Biblia nos dice que Dios "preparó" el infierno para el diablo y los ángeles caídos después de su rebelión contra Él (Mateo 25:41). Los que rechazan la oferta del perdón de Dios sufrirán el mismo destino eterno del diablo y los ángeles caídos. ¿Por qué es necesario el infierno? Todo pecado es, en última instancia, en contra de Dios (Salmo 51:4), y puesto que Dios es un ser infinito y eterno, sólo un castigo infinito y eterno es menester. El infierno es el lugar donde las exigencias de la justicia santa y justa de Dios se llevan a cabo. El infierno es donde Dios condena el pecado y a todos aquellos que le rechazan a Él. La Biblia deja en claro que todos hemos pecado (Eclesiastés 7:20, Romanos 3:10-23), así que, como consecuencia, todos merecemos ir al infierno.

El Señor llama a tu puerta - Mensaje reflexivo

jesus llamaddd
Leí en una oportunidad el siguiente relato, cuyo autor desconozco, pero que me place compartirlo con vosotros, hermanos lectores:
Trata de un pintor que había preparado una interesante exposición. El día de la inauguración la casa estuvo llena; asistieron autoridades, fotógrafos, periodistas, artistas, críticos y muchos invitados más. Era obvio: el expositor era un famoso y reconocido artista.

Todos los concurrentes estaban admirados observando las obras del  expositor, pero, indudablemente, el cuadro que más llamó la atención, fue uno donde aparecía la figura de Jesús en actitud de tocar la puerta de una casa. Concretamente, la pintura mostraba al Maestro con el oído cercano a la puerta, como intentando obtener alguna respuesta de parte de quien estuviese dentro.

En eso, un crítico de arte se acercó al artista y le dijo: “¡Maestro, acabo de descubrir un error garrafal en su cuadro, pues la puerta que usted ha pintado y que allí está tocando Jesucristo, no tiene cerradura!…De ahí que, si aplicamos la lógica, la pregunta que me viene a la mente es: si la puerta no tiene cerradura, ¿cómo haría Jesús para abrirla?, ¿o para entrar?”

El pintor, con mucha calma, tomó su Biblia, la abrió y la empezó a hojear, hasta que se detuvo en una de sus páginas, leyendo en voz alta lo siguiente: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.”

Terminada la lectura, el artista plástico le dijo al crítico: “¿Comprende ahora?… esto que he pintado representa, no una puerta común y corriente, sino la puerta del corazón del hombre. Y una característica de esa puerta es que no tiene cerradura por fuera; sólo se abre por dentro.

Queridos amigos: Quién sabe si el Señor estuvo o está tocando la puerta de tu corazón. Sin embargo, respetuoso como es, no entrará mientras tú, desde dentro, no decidas abrirle.
Así es que anímate; toma la decisión de tu vida abriéndole la puerta e invítale a pasar para quedarse, no sólo por un tiempo como una visita más, sino para siempre, como dueño exclusivo de tu corazón.

 “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo: si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.” (Apocalipsis   3:20)

¿Qué hace Jesús en el cielo? - Bosquejos, Enseñanzas, Predicaciones, Sermones - Vídeo

ascencion
LUCAS 24: 50-53

INTRODUCCIÓN: Jesús tuvo cuatro (4) etapas: Nacimiento (Mateo 1:18-25), Muerte (Mateo 27: 3 – 56), Resurrección (Mateo 28: 1-10) y Ascensión (Lucas 24: 50,51). Cada una de estas etapas benefició abundantemente a la humanidad. En esta oportunidad sólo estudiaremos algunos beneficios obtenidos de la ascensión de Cristo al Cielo. Ascensión es el nombre dado al acontecimiento por el cual Cristo abandonó la tierra y retornó al Padre. Veámoslo.
1. ESTÁ SENTADO A LA DIESTRA DEL DIOS PADRE (Marcos 16:19; Romanos 8:34; Efesios 1:20; Colosenses 3:1; Hebreos 1:3; 10:12)
A. David lo enfatizó así (Salmos 110: 1)
B. Jesús lo dijo antes de Su muerte (Mateo 26: 64; Marcos 14: 62; Lucas 22: 69)
C. Esteban lo confirmó (Hechos 7: 56)
D. La diestra de Dios es un lugar de privilegio, exaltación, honor, dignidad, gobierno y juicio (trono), única y exclusivamente destinado a Jesús (Salmos 110: 1). Sin embargo, hubo quienes quisieron ocupar ese lugar:
• Lucifer (Isaías 14: 12-15)
o
• Los hijos de zebedeo: Jacobo y Juan (Mateo 20: 20-23)
¿Por qué no se les permite ocupar este lugar?
- Estaba reservado a Jesús
- Dios, Padre, no había enviado a Su hijo para que otros ocuparan su lugar.
- Jesús no había sido glorificado (Muerte, Resurrección y Ascensión)
- Jesús debía ser el primero en sentarse a la diestra del padre
- Promesa de bendición para la Iglesia (Juan 12: 26; 14: 3)
Jesús asegura a Sus discípulos que serán objeto de una exaltación especial en el porvenir, en el cielo, a los que le siguen y le sirven (Mateo 19: 28; Juan 12: 26; Efesios 2: 6)
2. PREPARANDO MORADAS PARA NOSOTROS (Juan 14: 1-3)
A. Un lugar en los cielos (herencia), habitaciones donde vivir: da la idea de que en el cielo hay amplio espacio para todos los que se acercan a Jesús como salvador.
B. Para disfrutar de su eterna compañía (Juan 14: 3). Recuerde que no pertenecemos a este mundo: aquí estamos de paso (Hebreos 13: 14; Filipenses 3: 20).
C. Características que tienen las moradas: incorruptible, incontaminada, perenne y reservada (1 Pedro 1:4). El apóstol Juan también nos da una visión al respecto (Apocalipsis 21: 4)
¿Quiénes vivirán en las moradas? (Juan 3: 3; Filipenses 4; 3b; 1Pedro 1: 15,16).
¿Quiénes no vivirán en las moradas? (1 Corintios 6: 8-10; Gálatas 5: 19-21)
Lo cierto es que mientras estemos en este mundo, tendremos aflicciones (Juan 16: 33), pruebas, dificultades y otras clases de circunstancias (Romanos 8: 35; 2 Corintios 5: 1-8). Sin embargo, es hermoso saber que en el cielo hay moradas preparadas donde todo será diferente y de bendición.
Además, es importante recordar que con la MUERTE, sepultura y descenso de Cristo al Hades, fueron separados Su alma y Su cuerpo, Su RESURRECCIÓN nos prueba que el alma y el cuerpo serán unidos en el día de la resurrección, serán todo uno, y con Su ASCENSIÓN se comprueba que habrá un lugar preparado en el Cielo, donde podrán vivir eternamente nuestra alma y cuerpo reunidos en la gloria. ¡ALELUYA!.