viernes, 5 de abril de 2013

Secretos - Devocional - Vídeo

“No tengo nada que esconder”, decía con frecuencia un viejo y querido amigo. A veces yo mismo lo he dicho. Pero… concretamente, ¿a qué nos estamos refiriendo cuando emitimos semejante declaración?

“Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.”

(Génesis 3:7 RV60)
Un breve examen de conciencia delante de Dios, ni muy profundo, ni muy exhaustivo, por cierto; me revela a las claras que, al menos, lo mío debe ser, no un simple delantal como el de Adán y Eva, sino ¡todo un “Armani” íntegramente realizado en hojas de higuera!
Si alguien nos llamara “hipócritas”, las reacciones serían de lo más variadas, dependiendo de cada persona y de su estado de ánimo. Pero sin lugar a dudas existirían unos cuantos denominadores comunes: malestar, incomodidad, tal vez enojo…
Existe una clase de hipocresía que genera rechazo, que como seres humanos a veces ejercemos pero nos cuesta mucho perdonar. Es esa falsedad consciente, que deliberada y premeditadamente, esconde, tergiversa, confunde, miente o muestra sólo una parte de la verdad. Aquella que consiste en fingir lo que realmente no se es o no se siente. A los cristianos no nos gusta hablar de esto.
Sin embargo, hay otro tipo de simulación totalmente inconsciente, que no planeamos ni remotamente premeditamos. Una especie de “mecanismo de defensa” que tiende a encubrir nuestro verdadero ser, de la mirada, de la observación, del alcance de los demás. Una forma, en un amplio sentido de la expresión, de “vestir” nuestra más íntima desnudez, la del alma.

No Estás Deprimido, Estás Distraído - Reflexiones

No estás deprimido, estás distraído.
No estás deprimido, estás distraído, distraído de la vida actual.
Distraído de la vida que te rodea: delfines, bosques, mares, montañas, ríos. No caigas en lo que cayó tu hermano, que sufre por un ser humano cuando en el mundo hay 7.000 millones. Además no es tan malo vivir solo.
Yo lo paso bien, decidiendo a cada instante lo que quiero hacer, y gracias a la soledad me conozco, algo fundamental para vivir.
No caigas en lo que cayó tu padre, que se siente viejo porque tiene 70 años, olvidando que Moisés dirigía el éxodo a los 80 y Rubinstein interpretaba como nadie Chopin a los 90. Sólo por citar dos casos conocidos.
No estás deprimido, estás distraído, por eso crees que perdiste algo que hiciste, lo que es imposible, porque todo te fue dado. No hiciste ni un sólo pelo de tu cabeza, por lo tanto no puedes ser dueño de nada. Además, la vida no te quita cosas, te libera de cosas. Te aligera para que vueles más alto, para que alcances la plenitud. De la cuna a la tumba es una escuela, por eso lo que llamas problemas son lecciones.
No perdiste a nadie, el que murió, simplemente se nos adelantó, porque para allí vamos todos. Además, lo mejor de Él, el amor, sigue en tu corazón. ¿Quién puede decir que Jesús está muerto? No hay muerte: hay mudanza. Y del otro lado te espera gente maravillosa: Gandhi, Michelangelo, Whitman, San Agustín, la Madre Teresa, tu abuela y mi madre, que creía que la pobreza está más cerca del amor, porque el dinero nos distrae con demasiadas cosas, y nos aleja, porque nos hace desconfiados.
Haz sólo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será, y llegará naturalmente. No hagas nada por obligación ni por compromiso, sino por amor. Entonces habrá plenitud, y en esa plenitud todo es posible. Y sin esfuerzo, porque te mueve la fuerza natural de la vida, la que me animó y levantó cuando se cayó el avión con mi mujer y mi hija; la que me mantuvo vivo cuando los médicos me diagnosticaban 3 o 4 meses de vida.

Los verdaderos 10 Mandamientos de la ley de Dios - Devocional - Vídeo

Los diez mandamientos se describen claramente en la palabra de Dios, no hay ningún error y ninguna interpretación que dé lugar a la omisión de alguno de ellos:
1.    No tengas otros dioses aparte de míAmar a Dios, no sólo sobre todas las cosas, sino sobre toda persona y sobre todo cuanto existe. Y otro, importante como este, amarás al prójimo como a ti mismo.
2.    No te hagas ningún ídolo ni figura de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay abajo en la tierra, ni de lo que hay en el mar debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni les rindas culto, porque yo soy el Señor tu Dios, Dios celoso.  Simple, no adorarás ningún tipo de imagen, no te inclinarás delante de nada ni de nadie, sólo ante Dios debemos postrar nuestras rodillas, porque sólo Él es digno de alabanza y adoración.
3.    No hagas mal uso del nombre del Señor tu Dios, pues Él no dejará sin castigo al que use mal su nombre. No demos un mal testimonio de la Divinidad y Naturaleza de nuestro Amado Padre Celestial, Él es Santo.
4.    Trabaja seis días y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el séptimo día es de reposo consagrado al Señor tu Dios. El día de reposo, el de descanso, es para el Señor, para que disfrutes y compartas con los tuyos de su Divina Presencia.
5.    Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios. Este mandamiento es hermoso, cuando eres buen hijo, sin duda eres un buen esposo o una buena esposa, serás un buen padre o una buena madre.
diez mandamientos6.    No mates. No sólo dejar a alguien sin respiración es matar, también matamos cuando odiamos a nuestro prójimo, cuando le deseamos lo malo, cuando albergamos resentimiento en nuestro corazón, etc. “Todo el que odia a su hermano es un asesino, y ustedes saben que ningún asesino puede tener vida eterna”. 1 Juan 3:15.
7.     No cometas adulterio. Ustedes han oído que se dijo: “No cometas adulterio.” Pero yo les digo que cualquiera que mira con deseo a una mujer, ya cometió adulterio con ella en su corazón. Mateo 5:27-28 (DHH).
8.     No robes. Ni a Dios, ni al prójimo. ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas. Malditos sois con maldición, porque vosotros, toda la nación me habéis robado. Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Malaquías 3:8-10 (RV 1960).
9.     No digas mentiras en perjuicio de tu prójimo. Con la lengua bendecimos a nuestro Señor y Padre, y con ella maldecimos a las personas creadas a imagen de Dios. De una misma boca salen bendición y maldición. Hermanos míos, esto no debe ser así. Santiago 3:9-10 (NVI).
10.   No codicies la casa de tu prójimo: no codicies su mujer, ni su esclavo, ni su esclava, ni su buey, ni su asno, ni nada que le pertenezca. El resentimiento mata a los necios, la envidia mata a los insensatos. Job 5:2 (NVI).
No importa lo que te hayan enseñado a lo largo de tu vida, lo que importa es lo que dice la palabra de Dios, lee la Biblia y cumple con los mandamientos que el Señor nos enseña. Si tienes dudas lee Éxodo 20:1-17, Deuteronomio 5:7-21.
El Señor nuestro Dios nos mandó temerle y obedecer estos preceptos, para que siempre nos vaya bien y sigamos con vida. Y así ha sido hasta hoy.  Y si obedecemos fielmente todos estos mandamientos ante el Señor nuestro Dios, tal como nos lo ha ordenado, entonces seremos justos.”
Deuteronomio 6:24-25 (NVI).
¡Escudriñemos la palabra, no nos traguemos todo porque 
sí, cumplamos los verdaderos mandamientos del Señor!
 

Conoceré Más Al Señor - Devocional

Y conoceremos y proseguiremos en conocer al Señor. Oseas 6:3.
El conocimiento de Dios no se adquiere totalmente y de una sola vez, sino por etapas, y a nosotros nos toca perseverar en Él e ir aprendiendo poco a poco. Aunque nuestro progreso sea lento, no hemos de desmayar, porque pronto sabremos más. El Señor, que es nuestro Maestro, no nos abandonará aun cuando seamos lentos en aprender; en verdad, no sería muy honroso para Él que la ignorancia humana fuera un impedimento para llegar a su conocimiento.
El Señor se complace en hacer sabios a los sencillos. Nuestro deber consiste en seguir la buena dirección y proseguir en el conocimiento, no de esta o de la otra doctrina, sino del mismo Dios. Conocer sólo al verdadero Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo, es vida eterna. Esta debe ser nuestra mejor instrucción y a ella debemos atenernos para salir sabiamente enseñados.
Si continuamos en el conocimiento de Dios, sabremos cómo hemos de ser curados de nuestras enfermedades, vendados de nuestras heridas y qué es la vida después de la muerte. La experiencia perfecciona la obra cuando el corazón sigue el camino del Omnipotente. Alma mía, mantente cerca de Jesús, prosigue en el conocimiento de Jesús y así llegarás a conocer a Cristo, que es la mejor de las ciencias.
El Espíritu Santo te guiará en el camino de la verdad. ¿No es éste su glorioso ministerio? Cuenta con su poder, que Él lo ejecutará. Hoy quiero conocerle más a él.
Señor, quiero cada día conocerte y seguirte con todo mi ser. Amén.

La Fe – Devocional - Vídeo

“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
Hebreos 11:1 (Reina-Valera)
No por nada la fe es la certeza de lo que se espera y la convicción de lo que no se ve. A la mayoría de los creyentes, nos agradaría más que la fe fuera la certeza de lo que se ve y la convicción de lo que ya se tiene. No obstante, el primer aserto es el diseño de la fe; y por medio de la fe es como el creyente agrada a Dios, ya que la fe es la confianza en Él.
Si un creyente quiere vivir una vida de reino y plenitud, tendrá que tener fe. Tendrá que descansar en todo tiempo en Dios y Sus promesas, esperando con expectativa lo que por fe le pertenece.
Sin fe, Noé habría sido sepultado en las aguas del diluvio, con fe, construyó un barco que mantuvo a salvo la semilla de la humanidad. Sin fe, David habría sido pastor de ovejas toda su vida, con fe, él se convirtió en matagigantes y rey de Israel. Sin fe, Pedro se hubiera quedado seguro en la barca, con fe, avanzó sobre las aguas. Sin fe, doce hombres hubieran tenido una vida a medio vivir, con fe, ellos se convirtieron en apóstoles del Maestro. Sin fe, una mujer se hubiera resignado a vivir impura y amargada toda su vida, con fe, Jesús detuvo su flujo de sangre y la purificó. Sin fe, cinco mil hombres y sus familias se habrían ido a sus casas cansados y hambrientos, con fe, ellos fueron saciados en lo físico y espiritual.
Ocasionalmente, la vida en la fe no será fácil, pero sólo así se obtendrán los mejores frutos. Y conforme se va madurando en la fe, la complejidad de las pruebas de fe se incrementará; no obstante, Dios, quien sustenta, sigue siendo el mismo. Él no miente, y Sus palabras merecen ser honradas. En los momentos difíciles, cuando parezca que Dios ha olvidado lo que prometió, cuando lo que miren tus ojos no se parezca en nada a lo que Dios dijo, ahí usa tu fe. Y así agradarás a Dios.
Si tu fe ha sido mermada por recibir golpes inesperados o porque la espera se ha alargado, hoy te invito a que de nuevo creas en Aquel que jamás te ha dejado mal, en el Único que siempre ha llegado a tiempo a tu vida: Jesús.
Cuando nada puedas ver y te sea difícil creer, sólo avanza y tu fe se afirmará.

Muévete por fe y así recibirás sólo lo mejor.