miércoles, 20 de marzo de 2013

¡Aún hay tiempo! - Lección de amor - vídeo

Dos hermanitos jugaban al frente de la casa, cuando Julio, el chico más pequeño, dice a su hermano Ricardo:
 - Mi querido hermano, yo te amo mucho y nunca me quiero separar de ti.
Ricardo, sin dar mucha importancia a lo que Julio dijo, pregunta:
 - ¿Y qué te pasa a ti? Por qué hablas de eso de amar? ¿Quieres callarte y continuar jugando?
Y los dos continuaron jugando la tarde entera hasta el anochecer.

Ya de noche, Don Jacob, padre de los dos niños, llegó del trabajo. Estaba exhausto y muy mal humorado, pues no había conseguido cerrar un negocio importante...
Al entrar, Jacob miró a Julio, quien sonrió a su padre y le dijo:
- Hola Papi, ¡yo te amo mucho y no quiero nunca separarme del ti!
Jacob, sin abandonar su mal humor y estrés, le dijo:
- Julio estoy exhausto y nervioso. Entonces, por favor, no me vengas con necedades.

Con las palabras ásperas del padre, Julio quedó triste y se fue a llorar a un rincón de su cuarto. Doña Juana, madre de los niños, sintiendo la falta del hijo fue a buscarle por la casa, hasta que le encontró en el rincón del cuarto con los ojitos llenos de lágrimas.
Doña Juana, comenzó a secar las lágrimas de su hijo. Y le preguntó:
- ¿Qué pasa Julio? ¿Por qué lloras?
Julio miró hacia su madre, con una expresión triste y le dijo:
- Mamita, yo te amo mucho y no quiero nunca separarme de ti.
Dona Juana sonrió a su hijo, y le dijo:
- Mi amado hijo, estaremos siempre juntos.
Julio sonrió, dio un beso a su mamá y fue a acostarse.

En el cuarto del matrimonio, ambos se preparaban para acostarse, cuando Doña Juana pregunta a su marido Jacob:
-Jacob... Julio está muy extraño hoy, ¿no te  parece?

Disfruta Tu Café - Reflexiones - Vídeo

Un grupo de profesionales, todos triunfadores en sus respectivas carreras, se juntó para visitar a su antiguo profesor. Pronto la charla derivó en quejas acerca del interminable estrés que les producía el trabajo y la vida en general.
El profesor les ofreció café, fue a la cocina y regresó de prisa con una cafetera grande y una selección de tazas de lo más ecléctica: tazas de porcelana, de plástico, vidrio, cristal, unas sencillas y baratas, otras caras, unas decoradas y otras realmente exquisitas.
Tranquilamente les dijo que escogieran una taza y se sirvieran un poco del café recién preparado. Cuando todos se sirvieron, el viejo maestro se aclaró la garganta y, con mucha calma y paciencia, se dirigió al grupo: 
“Se habrán dado cuenta de que todas las tazas que eran bonitas se terminaron primero, y quedaron pocas de las más sencillas y baratas; lo que es natural, ya que cada cual prefiere lo mejor para sí mismo”.
"Esa es realmente la causa de muchos de sus problemas relativos al estrés. Les aseguro que la taza no le añadió calidad al café.  En realidad la taza solamente disfraza o reviste lo que bebemos. Lo que ustedes querían era el café, no la taza, pero instintivamente buscaron las mejores. Después se pusieron a mirar las tazas de los demás."


 "Ahora piensen en esto: La vida es el café; los trabajos, el dinero, la posición, etc., son meras tazas, que le dan forma y soporte a la vida; y el tipo de taza que tengamos no define ni cambia realmente la calidad de vida que llevemos. A menudo, por concentrarnos sólo en la taza, dejamos de disfrutar el café".
La gente más feliz no es la que tiene lo mejor de todo, sino la que hace lo mejor con lo que tiene.
Vivan de manera sencilla. Tengan paz. Den amor y actúen generosamente. Sean solidarios y solícitos.  Hablen con amabilidad. Respeten a sus semejantes.
 Recuerden que la persona más rica no es la que tiene más, sino la que necesita menos.

 
¡Disfruta tu café!.
1 Tesalonicenses 5.18
Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para vosotros en Cristo Jesús.

La Vieja Moneda - Crecimiento personal-espiritual

Se cuenta la historia de un joven graduado, desempleado, que se levantó una mañana debajo de un puente y revisó su bolsillo.
Todo lo que le quedaba eran unos pocos euros que ni siquiera sumaban diez. Estaba frustrado al no poder hallar empleo y no había quien le ayudase.
Hizo una oración dedicando su dinero restante al Señor y decidió usarlo para comprar comida y después confiar en el Señor por una respuesta a su situación.
Compró comida, y al sentarse a comer, un anciano y dos niños se acercaron. El mayor de los dos niños era de unos 12 años, y el otro, una niñita que se veía tan hermosa como un ángel. El anciano le pidió comida ya que no habían comido en casi una semana.
El joven graduado miró a los muchachos, estaban tan delgados que podía ver sus huesos a través de su piel, y sus ojos estaban hundidos. Con un poco de compasión, les dio toda su comida. El anciano y los chicos oraron para que Dios bendijese y prosperase al joven graduado y, entonces, el anciano le dio una vieja moneda.
El joven graduado dijo: “Ud. necesita esta moneda más que yo, quédese con ella”. El anciano insistió en que el joven la colocase en su bolsillo, y finalmente lo hizo.

Que tu servicio sea dirigido a Dios - Devocional - Vídeo

Colosenses 3: 23, 24
“Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís”.
Dios me ha dado el enorme privilegio de haber servido en muchas áreas dentro de mi congregación; he estado en casi todas las áreas habidas y por haber, las cuales, en ocasiones, he liderado y en otras he tenido que ser liderado; pero en cada una de las áreas en donde he servido activamente, uno de los lemas que siempre he tenido presente es: “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”.
servirQué hermoso es darte cuenta de que en vez de servir a un hombre servimos a Dios, de que lo que tú realizas en tu congregación, no lo haces para satisfacer a un hombre sino a Dios, que tu objetivo numero uno en el servicio que prestas, es hacerlo de corazón como para el Señor.
Hay momentos del servicio en los que esta visión se puede perder, quizá porque tu servicio no está siendo valorado por los líderes o pastores de tu congregación o quizá porque tu objetivo está siendo agradar a la obra y no al Dios de la obra. Pueden haber muchas razones o motivos por los que este enfoque espiritual se puede perder.
Es innegable que, en diversos momentos, las decisiones o actitudes de nuestros lideres o pastores nos pueden haber llevado a pensar, en dejar a un lado aquel privilegio por el que tanto oramos y anhelamos durante mucho tiempo.
Como humanos que somos, muchas veces nos vamos a sentir tentados a abandonar aquel privilegio que nos hace tan felices, no porque queramos, sino porque nuestro corazón se puede sentir atravesado por palabras, acciones o situaciones que nuestro líder o pastor realizó, directa o indirectamente sobre nosotros.
En esos momentos en los que te ves dilucidando entre “seguir o no seguir”, es donde tienes que ir a la Palabra de Dios y leer, cuantas veces sea posible, estos versículos. Puede que entonces tu corazón humano no los quiera entender, quizá tu mente enojada no quiera permitir que haga efecto en tu vida, pero por más que tu mente o tu corazón dañado quiera evitar entender estas palabras, no puedes dejar a un lado que fueron inspiradas por Dios y que fueron escritas para momentos como estos, en los que te sientes confrontado a abandonar tu privilegio por culpa de un hombre.

Almas en el Horizonte - Reflexión de amor



Cuando la puerta de la felicidad se cierra, otra se abre, aunque a veces no la vemos porque nos quedamos paralizados por la la que se cerró.
No sabemos lo que tenemos hasta que lo perdemos..., pero otras veces no sabemos lo que nos hemos estado perdiendo hasta que lo encontramos.
Deja que crezca el amor en el corazón de otra persona, y si no crece, sé feliz porque creció en el tuyo.
Ama hasta convertirte en lo amado y más aún hasta convertirte en el mismísimo amor.
El amor llega a aquel que tiene fe y espera, aunque le hayan decepcionado... A aquel que aún cree y sueña, aunque haya sido traicionado... A aquel que todavía anhela amar, aunque antes haya sido lastimado...

...Y sobre todo, llega al que tiene el coraje y la fe de seguir amando sin ser recompensado.
Dejemos que los demás sean auténticos, que sean ellos mismos, de lo contrario amaríamos el reflejo de nosotros en ellos.
No debemos fijar nuestra mirada en lo externo, ya que esto se puede perder en el camino de la vida.


No nos inclinemos tampoco por las cosas materiales, ya que nada es eterno.
Sentimiento debes tener hacia alguien que te comprenda, que te haga sonreír, y que transforme tus amarguras en dulzura, alguien que haga que un día oscuro brille sólo para ti, alguien que cautive tu corazón y lo libere de sus cadenas... y que lo deje ser libre para sentir de verdad...

Hay momentos en los que uno extraña a alguien, sin control y no sabe por qué...
Hay momentos en los que nos invade un fuerte deseo de abrazar, besar y querer siempre...

Es en esos momentos cuando sentimos el amor de una manera única..., el corazón se pierde en un estallido y vibra el alma tratando de llegar a ese ser que tanto deseamos.

Qué bello es soñar con la persona amada, atravesar el tiempo y el espacio para unirse mas allá de nuestra imaginación, más allá de ese mundo en el que soñamos estando despiertos, con sueños tan vivos, que nos hacen sentir que ese ser esta ahí, esperando sólo a que demos un paso para cobijarnos entre sus brazos.


La felicidad espera a aquellos que sueñan.


Hay otras puertas que conducen al amor. 
La felicidad espera a aquellos que tratan de abrir esas puertas y que dejan de mirar la que en ese momento les paraliza...
Sólo hace falta entregarse a esa nueva ilusión, dejarse consumir por el fuego de esa llama y proponerse no poner límites a esas sensaciones.
Porque el verdadero amor no conoce de límites ni de fronteras y podemos encontrar nuevamente a quien amar, más allá del horizonte.