sábado, 9 de marzo de 2013

Dios - Vídeos cristianos

De Guerra y Paz,
Dios Fuerte y Tierno eres Tú…
Principio y Fin,
El Dios Eterno eres Tú…
Estás tan Alto y tan Bajo,
A lo Ancho y a lo Largo,
Y en mi Ser…
Creaste el Cielo, las Estrellas,
El Mar, el Universo
Y el Amor…
Dios… Sólo importas Tú,
Eres todo Tú, La Razón, La Luz.
Dios… Te adoro a ti,
Pues no encontraré, jamás, alguien como Tú…
De Guerra y Paz,
Dios Fuerte y Tierno eres Tú…
Principio y Fin,
El Dios Eterno eres Tú…
Estás tan Alto y tan Bajo,
A lo Ancho y a lo Largo,
Y en mi Ser…
Creaste el Cielo, las Estrellas,
El Mar, el Universo
Y el Amor…
Alguien como Tú…
Nunca habrá…
Dios… Sólo importas Tú,
Eres todo tú, La Razón, La Luz.
Dios… Te adoro a ti,
Pues no encontraré, jamás, alguien como Tú…
De Guerra y Paz,
Dios Fuerte y Tierno eres Tú…
Principio y Fin,
El Dios Eterno eres Tú…
Estás tan Alto y tan Bajo,
A lo Ancho y a lo Largo,
Y en mi Ser…
Creaste el Cielo, las Estrellas,
El Mar, el Universo
Y el Amor…
Alguien como Tú…
Nunca habrá…


Imitar lo bueno - Devocional

Es tan fácil imitar lo malo, y tan difícil imitar lo bueno... Por naturaleza estamos inclinados al mal, pero por deseo de nuestro espíritu debemos tratar de imitar el bien. Alguna razón determina que seamos muy rápidos para adquirir malos hábitos, pero muy lentos para acostumbrarnos a buenos hábitos.
La pregunta es: ¿Qué es lo que estoy imitando?, ¿de qué forma estoy siendo influenciado para imitar lo bueno?, ¿será que realmente dentro de mi corazón hay algún deseo por imitar lo bueno?
Pablo le escribía a los Corintios: “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.” 1 Corintios 11:1 (Reina-Valera 1960).
Yo siempre me he preguntado: ¿Seríamos capaces nosotros de decirle a las demás personas: “Sean imitadores de mí, como yo lo soy de Cristo”?
La verdad es que en muchas ocasiones nuestra vida no está imitando a Cristo, muchas veces nuestra vida no es reflejo de que Cristo vive en nosotros, muchas veces no estamos viviendo como hijos de Dios, pues nuestra forma de ser, de comportarnos y de actuar, es muy distinta a la que Dios quiere de nosotros.
Consideramos realmente que cada día aprendemos algo bueno, y si somos humildes y sinceros, podemos concluir que cada día necesitamos aprender más del Señor, que necesitamos imitarlo más, que necesitamos hablar como hijos de Dios, comportarnos como hijos de Dios, reaccionar como hijos de Dios.
¿Cómo estamos reaccionando ante un mundo indiferente a Dios? ¿Cuál está siendo nuestra forma de vivir en este mundo? ¿Qué palabras salen de mi boca? ¿Qué pensamientos hay en mi mente? ¿Cuál es la forma en la que reacciono frente al actuar del mundo?
Todos los días debemos traer a nuestra memoria que nuestra tarea es imitar a Cristo, que nuestra forma de comportarnos y vivir tiene que ser justa y piadosa. Que nuestro propósito de cada día sea parecernos más a nuestro Señor y Salvador.
Imitemos lo bueno, desechemos lo malo, imitemos lo justo, desechemos lo injusto, imitemos lo humilde, dejemos la soberbia, imitemos lo espiritual y hagamos a un lado lo carnal.
Hoy es un buen día para recapacitar en mi forma de actuar y conducirme por la vida, hoy es un día en el que debemos traer a nuestra memoria una pregunta, y ser sinceros y humildes para contestarla. La pregunta es: ¿A quién estoy imitando?, ¿a Cristo Jesús?; si no es así, reflexionemos muy bien sobre nuestro actuar.

¡Seamos imitadores del Señor!

“Y se nos instruye a que nos apartemos de la vida mundana y de los placeres pecaminosos. En este mundo maligno, debemos vivir con sabiduría, justicia y devoción a Dios” 

Tito 2:12 (Nueva Traducción Viviente)

¿Cómo recibo el perdón de Dios? - Preguntas y respuestas bíblicas - vídeos

Respuesta: Hechos 13:38 declara, “Sabed, pues, esto, varones hermanos: que por medio de él se os anuncia perdón de pecados.”

¿Qué es el perdón y por qué lo necesitamos?

La palabra “perdonar” significa hacer borrón y cuenta nueva, perdonar, cancelar una deuda. Cuando somos injustos con alguien, buscamos su perdón a fin de restituir la relación. El perdón no es otorgado debido a que la persona merezca ser perdonada. Nadie merece ser perdonado. El perdón es un acto de amor, misericordia y gracia. El perdón es una decisión de no guardar rencor a otra persona, a pesar de lo que le haya hecho.

La Biblia nos dice que todos necesitamos el perdón de Dios. Todos hemos cometido pecado. Eclesiastés 7:20 declara, “Ciertamente no hay hombre justo en la tierra, que haga el bien y nunca peque.” 1 Juan 1:8 dice, “Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros.” Todo pecado es, a la larga, un acto de rebelión en contra de Dios (Salmos 51:4). Como resultado, necesitamos desesperadamente el perdón de Dios. Si nuestros pecados no son perdonados, pasaremos la eternidad sufriendo las consecuencias de nuestros pecados (Mateo 25:46; Juan 3:36).

Vivir No Duele - Reflexiones

Crecimiento
Definitivo, como todo lo que es simple. Nuestro dolor no viene de las cosas vividas, sino de las cosas que fueron soñadas y no se cumplieron.
¿Por qué sufrimos tanto por amor? Lo correcto sería que la gente no sufriera. Deberíamos solamente agradecer a Dios por haber conocido una persona tan linda, que generó en nosotros un sentimiento intenso y que nos hizo compañía durante un tiempo razonable, un tiempo feliz.
¿Por qué sufrimos? Porque automáticamente olvidamos lo que fue disfrutado y comenzamos a sufrir por nuestros proyectos irrealizados, por todas las ciudades que nos hubiera gustado conocer al lado de nuestro amor y no conocimos, por todos los hijos que nos hubiera gustado tener juntos y no tuvimos, por todos los espectáculos, libros y silencios que nos hubiera gustado haber compartido y no compartimos.  Por todos los besos cancelados, por la eternidad juntos, etc.

Mi Actitud Determinará Mi Trabajo - Reflexiones - Vídeo

“Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún”. Hebreos 6:10
Hoy necesito recordar que mi servicio a Dios está determinado por mi actitud acerca de Él.
Mi actitud hacía lo que hago es determinante. Recuerdo ahora que lo más importante para el Señor, no es cuántas cosas vaya a hacer por buenas que parezcan, sino cuál es la motivación y actitud de mi corazón. Yo puedo hacer muchas cosas hoy hasta terminar realmente exhausto, pero en lo profundo de mi ser podré escuchar la suave y quieta voz del Espíritu preguntándome…¿qué te movió hoy a hacer todo esto?
La escritura, en La Palabra de hoy, dice: 
Primero: Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y trabajo de amor. Sí, Dios no olvidará lo que pueda hacer este día si la motivación ha sido el Amor. Amor hacía Él y amor hacia la gente que me rodea. El amor es una fuerza poderosa que nada ni nadie podrá detener. 
Segundo: Trabajo de amor que habéis mostrado hacia su nombre. Oh, la verdadera y pura motivación no es solamente hacer el trabajo con amor..sino hacia su nombre. Pablo dijo: Todo lo que hagáis hacedlo como para el Señor. Este es un buen secreto para todo lo que tengo en mi agenda hoy.
Y tercero: Habiendo servido a los santos y sirviéndoles aún. Otra buena razón para sanar mi actitud en lo que hago, hacerlo para los demás y continuar haciéndolo.
Primero, con amor…segundo, hacia el nombre de Dios... y tercero, hacia los que me rodean, los cuales son amados. No quiero caer hoy en el activismo, movido solamente a hacer las cosas por obligación, pero no por amor…..Hacer las cosas por amor a mi nombre y no por amor a Su nombre y por ultimo, hacerlo sirviéndome a mí mismo y no sirviendo a los demás. 
Si mantengo esta perspectiva que nos dicen las escrituras, la gran satisfacción que la Palabra de Dios me da hoy es que:
   DIOS NO SE OLVIDARÁ DE LO QUE HAGO. Los demás podrán olvidarse, pero Dios no se olvida. Qué satisfacción siento al saber que seré recordado por él.
Señor, gracias por la gran oportunidad que tengo de hacer las cosas hoy con amor. No, no quiero hacer las cosas por deber, sino por amor..y hacerlas por amor a tu nombre. De nada me sirve hacer muchas cosas por amor a mi nombre o esperando que mi nombre sea reconocido, pues es tu nombre lo más importante y finalmente quiero hacer las cosas sirviendo a los demás… No quiero buscar que los demás me sirvan cuando yo puedo servirles a ellos.


.