jueves, 31 de enero de 2013

Tu Mirada Puesta en Mí me Llena de tu Paz… - Reflexiones con Vídeo

Tus ojos revelan que yo nada puedo esconder
que no soy nada sin ti, mi fiel Señor
Todo lo sabes de mí, cuando miras el corazón
todo lo puedes ver muy dentro de mí
Lleva mi vida a una sola verdad
que cuando me miras nada pueda ocultar
Sé que es tu FIDELIDAD
que lleva mi vida mas allá
de lo que puedo imaginar
Sé que no puedo negar
que tu mirada puesta en mí
me llena de tu paz
Tus ojos revelan que yo
nada puedo esconder, que no soy nada sin ti
mi fiel Señor,
Porque todo, todo lo sabes de mí
cuando miras el corazón
y todo lo puedes ver, muy dentro de mí
Lleva mi vida, a una sola verdad
que cuando me miras, nada puedo ocultar
Sé que es tu FIDELIDAD
que lleva mi vida mas allá
de lo que puedo imaginar
Sé que no puedo negar
que tu mirada puesta en mí
me llena de tu paz

Fijar La Mirada - Reflexiones

Un sabio decía que nuestra forma de pensar se congela y nos quedamos recorriendo siempre los mismos caminos, pues la mente se fija a las cosas que pensamos. Hoy en día este fenómeno se conoce como “paradigma”.
Imaginemos que vamos en bicicleta por una carretera: el aire fresco golpeándonos el rostro; los árboles, las nubes, la naturaleza, las aves, los montes lejanos… Imaginemos que de pronto vemos una gran piedra en medio del camino.
refle-obstacles26aSi fijamos toda nuestra atención en la piedra, es decir, en el obstáculo, aunque sólo ocupe un breve espacio en la carretera, terminaremos chocándonos con ella.
Pensemos cuántas veces descubrimos un obstáculo en la carretera y, al asumirlo como si fuera lo único que vemos, hacemos desaparecer todas las demás opciones (los árboles, las nubes, el resto del camino), dirigiéndonos irremediablemente hacia él, hacia la piedra.
No permitamos hoy que los obstáculos desvíen nuestra atención y nos hagan creer que ya no hay salida, porque siempre hay oportunidades que vienen con ellos.
Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien.”
refle-obstacles26Hebreos 9:15
Y por eso El es el mediador de un nuevo pacto, a fin de que habiendo tenido lugar una muerte para la redención de las transgresiones que se cometieron bajo el primer pacto, los que han sido llamados reciban la promesa de la herencia eterna.
1 Pedro 2:9
Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable;
1 Pedro 3:9
no devolviendo mal por mal, o insulto por insulto, sino más bien bendiciendo, porque fuisteis llamados con el propósito de heredar bendición. 

¿Cómo te sientes? - Reflexiones con Vídeo

Hoy Dios quiere abrazarte, acurrucarte, cuidarte…. Deja que te abrace y calme tus ansiedades.
Este es el momento que necesitas para descansar en el regazo del Padre, dejar todos tus problemas, tus cargas, tus frustraciones y ¡sentir cuánto te ama!
Déjate amar, porque…
¡Con amor eterno te ha amado!


Déjame decir lo que siento,
déjame hablar sin palabras,
déjame decir que te amo
y perderme en tu mirada.
Déjame vivir el momento,
déjame sentir que me amas,
déjame esconderme en tu abrazo
y mirarte cara a cara.
Y así que pasen horas que mueran los
minutos y allí quedarme inmóvil
permaneciendo juntos.
Por Ti, hoy puedo respirar
y vivir con esperanza
sin temor al caminar.
Por Ti, es que puedo regalar
las canciones que mi alma
ha escrito para Ti, por Ti…
Déjame quedarme en silencio,
déjame entender tus palabras,
déjame escuchar de tus labios,
lo mucho que me amas.
Déjame contar las razones,
déjame caerme en tus brazos.
Déjame decirte al oído que he
vivido hecho pedazos.
Y así que pasen horas que mueran los
minutos y allí quedarme inmóvil
permaneciendo juntos.
Por Ti, hoy puedo respirar
y vivir con esperanza
sin temor al caminar.
Por Ti, es que puedo regalar
las canciones que mi alma
ha escrito para Ti, por Ti…
Por Ti, hoy puedo respirar
y vivir con esperanza
sin temor al caminar.
Por Ti, es que puedo regalar
las canciones que mi alma
ha escrito para Ti, por Ti…
Déjame vivir el momento
déjame sentir que me amas
déjame esconderme en tus brazos
y mirarte cara a cara.

Espera y preparación - Devocional

Los momentos mas difíciles cuando se espera una respuesta son cuando Dios guarda silencio; saber si la respuesta de Dios es sí o no, referente a alguna petición, acaba de una manera rápida con nuestras inquietudes, pero experimentar los tiempos en los que Dios permanece en silencio, muchas veces provocan sentimientos encontrados donde por un lado queremos esperar, y al mismo tiempo se convierte en algo doloroso.
Estamos acostumbrados a preguntar y pedir explicaciones cuando no entendemos algo que está sucediendo; querríamos saber siempre qué va a pasar y cuándo para poder creerlo; se nos hace difícil confiar cuando no tenemos el itinerario de las cosas que Dios está haciendo, y es que en ocasiones quisiéramos saber más de lo que Dios nos permite saber.
Saber qué es lo que Dios quiere produce confianza, pero no saber lo que quiere o lo que está haciendo es lo que alimenta nuestra fe. Así es, suena algo contradictorio, pero en Dios las cosas no son como las pinta el mundo. Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver. Hebreos 11:1 (Traducción en Lenguaje Actual)
Es un verdadero reto creer en algo que no podemos ver, llamar a las cosas como son antes de que sean, mantener la calma cuando parece que estamos en medio de la peor tormenta. Todo es difícil, y que alguien ajeno a tu situación te lo diga, te hace pensar que se dice fácil, y que hay que estar en el lugar de la otra persona para entenderla; todos pensamos así en algún momento, pero a todos nos entiende Dios a la perfección, pues Él conoce hasta el ultimo rincón del corazón.
Tal vez, en medio del dolor de tu espera has llegado a dudar, a desesperarte, a preguntarte ¿cuándo será el día que Dios te responderá?, o ¿por qué será que a veces hace esperar más de lo que quisiéramos? En muchas historias de la Biblia, con cada promesa que Dios hacia a David, Moisés, Abraham, había un tiempo de espera; Dios hablaba y pasaban años para que aquellas palabras se cumplieran; ese tiempo de “espera” no era más que PREPARACIÓN. Ellos estaban esperando, pero Dios, con su plan perfecto, les estaba preparando para recibir esa promesa.
Tu espera, eso que algunos días ves con desesperación, dolor, preocupación, produce momentos de preparación para poder llegar al siguiente nivel de tu vida; si estás esperando, es porque el proceso ya ha comenzado, tú estás siendo preparado, y en medio de esa espera Dios está obrando. No dudes más; no por no ver a Dios cómo hace las cosas quiere decir que no las esté haciendo, simplemente está preparándote para poder entregarte la respuesta.
Por eso Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que su propósito es inmutable, la confirmó con un juramento. Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros. Hebreos 6:17,18 (Nueva Versión Internacional)
No siempre podremos ver qué es lo que Dios está haciendo, pero eso no quiere decir que no esté tomando cartas en el asunto sobre nuestra situación. No podemos esperar que Dios nos diga qué está haciendo a cada paso, pero sí debemos confiar en que su obra no se detiene. Él trabaja en todo momento, te prepara para el cumplimiento y, entonces, te entrega el resultado.

¿Qué esperar mientras Dios está en silencio?  Espera a que Dios termine de prepararte, pues Él no necesita tiempo para responderte, eres tú quien necesitas tiempo para prepararte y recibir ese gran cumplimiento.

Las cuatro velas - Esperando con esperanza - vídeo

Las cuatro velas
Cuatro  Velas se  estaban consumiendo lentamente.
El ambiente estaba tan silencioso que se podía oír el diálogo entre ellas.
La primera dijo:
-¡Yo Soy la Paz!  A pesar de mi luz, las personas no consiguen mantenerme encendida.
Y disminuyendo su llama, se apagó totalmente.

La segunda dijo:
-¡Yo me llamo Fe!  Infelizmente soy superflua para las personas, porque ellas no quieren saber de Dios, por eso no tiene sentido continuar quemándome.
Al terminar sus palabras, un viento se abatió sobre ella, y se apagó.

En voz baja y triste, la tercera vela se manifestó:
¡Yo Soy el Amor!   No tengo más fuerzas para quemar. Las personas me dejan de lado porque sólo consiguen hacer que me manifieste para ellas mismas; se olvidan hasta de aquellos que están a su alrededor.
Y también se apagó.

De repente, entró una niña y vio las tres velas apagadas.
-¿Qué es esto?  Ustedes deben estar encendidas y consumirse hasta el final.
Entonces, la cuarta vela habló: 
-No tengas miedo, niña, en cuanto yo esté encendida podemos encender las otras velas.

Entonces la niña tomó la vela de la Esperanza y encendió nuevamente las que estaban apagadas.
¡Que la vela de la Esperanza 
nunca se apague dentro de nosotros!
ESPERANDO CON ESPERANZA

Esperanza: Confianza en lograr una cosa. Virtud teológica por la cual aguardamos de Dios su gracia y nuestra eterna salvación.
La palabra esperanza tiene mucho que ver con la acción de esperar algo que anhelas o deseas. La esperanza es una ilusión que mantiene al corazón vivo. Pero sabemos que esperar es una de las cosas más difíciles para nosotros, los seres humanos. Quien sabe esperar, verdaderamente tiene una de las virtudes más hermosas.
Cuando esperamos, se desarrolla en nosotros la constancia. Y la constancia a su vez requiere firmeza. Para tener firmeza nuestro carácter debe ser moldeado por Dios. Nuestro carácter es moldeado a través de las experiencias que vivimos en la vida y que nos sirven de aprendizaje.
La constancia es perseverancia y, casi siempre, quien persevera alcanza sus objetivos, sueños y metas. Cuesta ser decididos y perseverantes, sin embargo ese camino es seguro. En nuestras debilidades, el Espíritu Santo acude a ayudarnos, nos sostiene. A través de Él recibimos fuerzas y aliento para continuar.
Pero es linda la palabra que Salomón deja en Proverbios 23:18: “Porque ciertamente hay un porvenir, y tu esperanza no será frustrada”. El porvenir no es otra cosa que "el suceso o tiempo futuro”. Es lo que está por llegarles a aquellos que, aunque no se les hace fácil, saben esperar y confiar en Dios.
Dios dice: “Hijo(a) mío(a), tu esperanza no será frustrada. No serás privado de ver lo que esperas. El enemigo no malogrará los planes de bien que tengo para contigo”.
Así que recuerda que a Abraham y Sara no se les hizo fácil esperar durante años la llegada de Isaac. Pero cuando Isaac llegó al hogar, trajo la risa y la felicidad. Así como ellos, tú también sonreirás al ver que llega a tu vida lo prometido por Dios.

¡No pierdas la esperanza, 

aférrate a ella más fuerte que nunca!