lunes, 21 de enero de 2013

Pasos De Bebé - Crecimiento espiritual y personal

El éxito no comienza hasta que iniciamos la caminata hacia nuestras metas. Y nuestro caminar siempre comienza primero con un paso de bebé.
¿Por qué los llamamos pasos de bebé?
¿Serán realmente algo más que nuestro próximo paso en el camino de la vida?
Al hablar de la fe, los pasos de bebé son los primeros pasos que damos en ella. Vemos a otros avanzando y reclamamos nuestra habilidad en caminar al seguirles.  Al crecer, seguimos nuestro desarrollo al tomar pasos de bebé adicionales.  A veces caemos y otras fracasamos.  De allí en adelante, todos los pasos se convierten en actos de fe; simplemente nos hacemos más duchos.
Si nos decimos a nosotros mismos: “No quiero verme como un tonto” o “más vale que sea bueno en esto”, probablemente nunca tomaremos los pasos de bebé hacia nuestras metas y acabaremos ahogándonos en nuestra auto-sentencia..
Como cultura, enfocamos primero a los resultados.  Contemplamos, antes que nada, cada riesgo a tomar para alcanzar nuestras recompensas.
Son pocos los que obtienen siempre resultados consumados en cualquier tarea la primera vez que lo intentan. Fracasan y triunfan. Entonces, edifican sobre sus habilidades a cada ocasión. Practican sus habilidades y utilizan sus talentos a través de pasos de bebé antes de estar listos para mostrárselos al mundo.
Así que, antes que nada, aprendamos a tomar esos pasos de bebé para alcanzar las metas. Sepamos que podemos apoyarnos en Dios para que nos muestre el camino.  Entre más duchos nos pongamos, nuestros pasos de bebé se convertirán en caminata, luego en trote, y finalmente en carrera.
Así es como nuestros pasos de bebé nos guían a través de la maratón de la vida.
Bob Stoess

El autor de este pensamiento, gerente general jubilado y mentor de muchos, refiere nuestro avance en la vida con una fresca perspectiva de intentos y logros pequeños.
Cada vez que nos atrevemos a dar pasitos pequeños en pos de aquello que anhelamos obtener, estamos dando pasos de fe, que habrán de resultar por el momento en pequeños reveses o triunfos, pero que nos irán mostrando qué hacer o qué no hacer.
El problema siempre consistirá en dar ese primer paso… vencer la inercia de la parálisis.  Como él sabiamente nos comparte, siempre tendremos a Dios para guiarnos y, agregó, para corregirnos cuando así sea necesario.  Así que, adelante, demos esos primeros pasos y que el Señor les bendiga.

Es hora de dejarlo - devocional - vídeo

“Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio”.
2 Timoteo 1:7 (Reina-Valera 1960)
A veces es difícil tomar la decisión de dejar aquello que no quieres dejar, aquello que sabes muy bien que de estar allí no podrás avanzar en la vida, pero por alguna razón no puedes desprenderte de eso, porque a lo mejor se ha convertido en parte de tu vida o quizá porque no quieres desprenderte de ello.
Pero en la vida a veces se tienen que tomar decisiones difíciles que al final redundarán para bien, esa clase de decisiones que tenías que haber tomado desde hace tiempo, pero que sólo te atreverás a hacerlo este día.
Yo sé lo que es tomar la decisión de decir hasta aquí hago algo. Sabes que a la larga te afectará pero que también parece que lo necesitas para vivir. Esa clase de cosas que te dan momentos felices, pero que al final llegas siempre a la misma decepción de saber que estás obrando mal.
No sé qué es lo que esté afectando a tu vida hoy, no sé a qué estás atado y no puedes decir no, no sé qué es lo que está robando tu atención o qué cosa es la que quisieras dejar a un lado, pero por más que lo intentas no puedes.
Nada que nos guste será fácil de dejar, nada que satisfaga por momentos algún aspecto de nuestra vida será fácil de hacer a un lado, pero si reflexionamos y hacemos conciencia, nos daremos cuenta de que es necesario tomar esa decisión, por el bien tuyo, por el bien de los tuyos y sobre todo para agradar a Dios.
Duele, yo sé que duele, cuesta, sí y mucho, no será de la noche a la mañana, sí, quizá, puede ser, pero, ¿no crees que es momento de tomar esa decisión?; sí, esa que hasta hoy no habías querido tomar, esa que sabes que ha andado en tu mente todos estos días, pero que has querido disimular. ¡Ya no más tiempo! Hoy Dios te quiere recordar que Él está pendiente de ver que tomes esa decisión importante de dejar a un lado aquello que no te traerá ningún bien.
Hoy es el día de tomar valor, porque esa decisión sólo puede ser tomada por una persona valiente, y tú eres una persona valiente. No, no digas que no podrás, porque en el Señor sí podrás, no digas que vas a fracasar, porque Dios estará contigo.
Será difícil, sí, seguro, pero Dios no te dejará ningún día, estará contigo en todo este proceso y sobre todo: Él estará feliz de que por fin decidiste apartar eso de tu vida.

Las decisiones firmes son para los valientes, de los cuales tú formas parte.

Terminemos este devocional con una oración:
“Dios mío, gracias te damos por tus misericordias para con nuestra vida, te damos gracias por tu amor incomparable y tu fidelidad mostrada hasta el día de hoy. Este día queremos rendirnos a ti, queremos rendir nuestra voluntad, no queremos seguir haciendo lo que queremos, sino que anhelamos que doblegues nuestra voluntad y queremos hacer tu voluntad y no la de nosotros. Por favor, ayúdanos, danos la capacidad de dejar a un lado todo aquello que no nos dejará crecer, todo aquello que no nos permitirá avanzar, danos la voluntad, danos la determinación, el dominio propio para ser valientes y enfrentar todo aquello que a ti no te agrada, ayúdanos Señor, danos la fuerza necesaria, haznos sentir que Tú estarás con nosotros apoyándonos y, cuando más débiles nos sintamos, abrázanos con poder y aliéntanos a seguir firmes en ti. Sabemos que Tú no despreciarás un corazón contrito y humillado, nos rendimos a ti y anhelamos tu fortaleza en medio de estas situaciones, ¡ayúdanos!
Gracias Señor, gracias porque sabemos que en ti tenemos nuevas fuerzas, y que Tú ya has vencido por nosotros; gracias porque sabemos que tu presencia estará con nosotros y porque jamás nos desampararás. Gracias en el nombre de Jesús, Amen y Amén”.

¡Sé valiente y toma decisiones correctas!


No lo permitas… - Mensajes

Hace pocos días atrás tuve una experiencia no muy agradable ni que quiera recordar especialmente; sin embargo, tuvo el poder de inspirar estas líneas, porque me removió internamente.
Siempre creí en que no podemos hacer “leña del árbol caído” y de que, cuando nos enfrentamos a estas situaciones, debemos hacer el mayo esfuerzo por no olvidar que desde afuera la situación se ve muy distinta a lo realmente puede ser; por lo tanto, es necesario desarrollar una empatía mejor y dejar atrás ciertos juicios y prejuicios. Esto parece sonar más fácil de lo que realmente es.
No me cabe la menor duda que, como yo, tú también debes haber cometido mucho errores. Tal vez te relacionaste con la gente equivocada y eso trajo para ti una mala reputación, o bien tuviste una seguidilla de rupturas amorosas que te hacen ver como alguien inestable y poco serio. No lo sé, pueden ser tantas las cosas en que pudimos habernos equivocado, que a juicio de otros pueden verse como lo más terrible del mundo. Y claro, en algún momento, cuando nos equivocamos, cuando sentimos que nos fallamos a nosotros mismos, es muy probable que también tengamos una visión poco benigna de nosotros mismos y nos juzguemos con gran severidad. Pero otra cosa es que alguien que "no está en tu pellejo" te señale con el dedo y llegue incluso a hacer comentarios alusivos a tu “moral”.
Lo anterior me hace pensar que no podemos permitir que nadie nos haga sentir como Cristo jamás nos ha hecho sentir. El Señor, siendo quien es, tendría todo el derecho y poder para hacernos sentir avergonzados de nuestro pasado, de nuestra antigua vida, pero Él no lo hace, y no lo hace, no porque no lo “merezcamos”, sino  porque Él es pura gracia; Él nunca te hará sentir lo que realmente eres porque te ama tanto que decidió vivirlo por ti. Si Él no te pide que le rindas cuentas por tu pasado, con sus errores y sus aciertos, nadie puede pedirte entonces que lo hagas, ni mucho menos que tengas que pedir perdón por decisiones que ya tomaste y que ya dejaron su huella.

Cuando vuelvas a relacionarte con alguien, de la forma que sea, no olvides lo mencionado anteriormente: Nunca permitas que alguien  te haga sentir como Cristo nunca lo ha hecho, ni tampoco lo hará; tal vez tú no eres perfecto, o perfecta, pero si Dios no te juzga ¿por qué alguien más puede hacerlo?  Deja que el que empezó la buena obra en ti la termine, hasta el punto en que seas un reflejo de Cristo vivo.

Búscate un amigo… - reflexiones cortas - vídeo

No es preciso que sea un hombre perfecto; basta que sea profundamente humano, que tenga sentimientos y un gran corazón.
Que sepa compartir dolores y alegrías, hablar y saber callar, sobre todo saber escuchar, gustar de la poesía, de la madrugada, de la música, del sol y de la luna, sentir un gran amor por alguien o sentir falta de no tener ese amor, que sepa guardar un secreto.
No es preciso ser de primera mano, ni es imprescindible ser de segunda.
Tiene que sentir los días tristes y respetarlos. Saber renunciar en favor de alguien.
Tener un ideal, y en caso de no tener, sentir el gran vacío que esto deja.
Reflexiones Cortas - AmistadTener sentimientos humanos, voluntad de integrarse en el mundo y, caso de no ser eso realizado, proponerse como principal objetivo, ser amigo.
Debe sentir pena de las personas tristes y comprender el inmenso vacío de los solitarios.
Sentir pena de los que tuvieron y perdieron cosas queridas.
Gustar de la sencillez de los niños. Ser Quijote sin menospreciar a Sancho.
Búscate un amigo para pasear, disfrutar de la naturaleza, deleitarse con la música, leer; sentirse un ser humano.
Búscate un amigo que se entristezca con la separación, que quede conmovido y con todo el corazón desee nuestra vuelta pronto, que se conmueva cuando sea llamado amigo.
Búscate un amigo para no enloquecer, para poder contarle lo que se vio de bello y de triste durante el día, de los sustos, de las tristezas y de las alegrías.
Un amigo que sepa conversar de cosas simples, del rocío, de la lluvia, el sol, las estrellas y de los recuerdos de la infancia, a quien se diga que tal cosa es así, a quien se pueda decir cosas íntimas y hacer preguntas íntimas.
Búscate un amigo que no tenga miedo de decirte un defecto y cuando lo haga, sepa cómo hacerlo.
Búscate un amigo para vivir el pasado en busca de recuerdos, que sepa ofrecerse a quien merezca, que nos golpee un hombro, sonriendo o llorando. Más que eso, que nos llame amigo.
Búscate un amigo que nos diga que vale la pena vivir, no porque la vida sea bella, sino porque ya se tiene un amigo y para no hacerlo sufrir.
Búscate un amigo que crea en nosotros, que no sea irónico, que nos sepa defender, de corazón libre y con toda franqueza, cuando somos atacados.
Búscate un amigo, para tener la conciencia que todavía vive.
Proverbio 17:17
En todo tiempo ama al amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.
Proverbios 18: 24
El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigo; y amigo hay más unido que un hermano.


No es preciso que sea un hombre perfecto; basta que sea profundamente humano, que tenga sentimientos y un gran corazón.

El Árbol de los Problemas - Reflexiones

El carpintero que había contratado para ayudarme a reparar una vieja granja, acababa de finalizar un duro primer día de trabajo. Su cortadora eléctrica se estropeó y le hizo perder una hora de trabajo y luego su antiguo camión se negó a arrancar.
Mientras le llevaba en mi coche a su casa, estuvo en silencio. Una vez que llegamos, me invitó a conocer a su familia.
Mientras nos dirigíamos a la puerta, se detuvo brevemente frente a un pequeño árbol, tocando las puntas de las ramas con ambas manos. Cuando se abrió la puerta, ocurrió una sorprendente transformación.
Su bronceada cara estaba plena de sonrisas. Abrazó a sus dos pequeños hijos y le dio un beso a su esposa.
Posteriormente me acompañó hasta mi automóvil. Cuando pasamos cerca del árbol, sentí curiosidad y le pregunté acerca de lo que le había visto hacer un rato antes.
“Oh, ese es mi árbol de problemas”, contestó. Sé que yo no puedo evitar tener problemas en el trabajo, pero hay una cosa segura: los problemas no pertenecen a la casa, ni a mi esposa, ni a mis hijos. Así que simplemente los cuelgo en el árbol cada noche al llegar a casa, antes de entrar. Después, por la mañana, los recojo otra vez.
Lo divertido es, añadió sonriendo, que cuando salgo por la mañana a recogerlos, no hay tantos como los que recuerdo haber colgado la noche anterior…
Mateo 6:34
Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.
Mateo 6:25
Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa?
Mateo 6:27
¿Y quién de vosotros, por ansioso que esté, puede añadir una hora al curso de su vida?
Lucas 10:41
Respondiendo el Señor, le dijo: Marta, Marta, tú estás preocupada y molesta por tantas cosas;
Lucas 12:11
Y cuando os lleven a las sinagogas y ante los gobernantes y las autoridades, no os preocupéis de cómo o de qué hablaréis en defensa propia, o qué vais a decir;
Lucas 12:22
Y dijo a sus discípulos: Por eso os digo: No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis.
Filipenses 4:6
Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
1 Pedro 5:7
echando toda vuestra ansiedad sobre El, porque El tiene cuidado de vosotros.