miércoles, 12 de diciembre de 2012

Oídos, sólo para Dios - Devocional - vídeo

“El consejo de Jehová permanecerá para siempre; los pensamientos de su corazón por todas las generaciones”
(Salmos 33:11)
A Chuck Ross, un escritor de Los Ángeles, se le ocurrió en 1975 hacer un curioso experimento. Ross envió a cuatro editoriales una parte del libro Pasos (Steps), del afamado escritor de origen judío Jerzy Kosinski. La novela de Kosinski había sido publicada en 1969 y había ganado el National Book Award de ese año. Para sorpresa de Ross, el manuscrito fue rechazado por las cuatro editoriales. Unos años más tarde, y convencido por el mismo Kosinski, Ross repitió el experimento. Esta vez envió el texto completo a catorce editoriales y trece agentes. Nuevamente fue rechazado por todos, incluso por la editorial Random Hause, quien fue la que en 1969 publicó el libro de Kosinski por primera vez. Una historia que hace que riamos un poco, pero que también tiene una segunda lectura menos hilarante. El experimento de Ross nos recuerda que las personas no tienen la última palabra sobre nuestra vocación o talentos. Que no debemos sobredimensionar la opinión de otros, y que debemos creer verdaderamente en lo que queremos alcanzar.
David, el hombre que había sido ungido por Dios para ser rey de Israel, aquél sobre cuya cabeza el gran profeta Samuel había derramado el aceite de la unción autorizando su llamado divino, el que otrora había dado muerte al temerario gigante Goliat, se encontraba huyendo de un rey que veía en David todo lo contrario. Dios veía a David como el rey, pero Saúl como un traidor en potencia. El Señor lo veía como una bendición para Israel, pero Saúl como una mala influencia para su hijo Jonatán y como un soliviantador. El Pueblo consideraba a David un salvador, Saúl sólo lo veía como un usurpador. La ambivalencia de opiniones presionaba a David hasta el punto de temer por su vida. Pero… ¿qué pensaba David de sí mismo? Por su conducta inferimos que siempre le creyó a Dios.
Pasó doce largos años de huidas y dificultades. Rechazado, desterrado y sin rumbo fijo; rodeado de un grupo de hombres de dudosa reputación; recibiendo infortunio tras infortunio, hasta que llegó el día en que todos se dieron cuenta de lo obvio, de lo que Dios había dicho. David fue reconocido como el rey que por decreto del Altísimo era. Su reinado de cuarenta años fue llamado la etapa dorada de Israel. Hoy es recordado como un gran hombre de Dios, capaz de creer, a pesar de la opinión cambiante de los demás.
Al apóstol Juan le llamaban endemoniado, mientras que otros le decían profeta. A veces los que gritan más eufóricamente “¡Hosanna!”, más tarde pueden gruñir a toda voz, “¡que le crucifiquen!”  Se trata de seguir adelante, de reírse de la adversidad y desoír las opiniones vacilantes. “Cuando vayan mal las cosas, como a veces suelen ir, cuando tu camino tenga sólo cuestas que subir, cuando tengas poco  para cobrar, pero mucho que pagar y precises sonreír aún teniendo razones sobradas para llorar, cuando el dolor te agobie y no ya no puedas sufrir más, descansar acaso debas, pero nunca desistir” (Rudyard Kipling).

No sucumba ante la virulenta desaprobación de los demás, ni dé saltos de alegría ante el efímero elogio. Haga lo que por vocación santa ha sido llamado a hacer. No deje que le distraigan los aplausos, ni que le entristezcan las contradicciones. No se preocupe por los que están a su alrededor, sino por el que mira desde lo alto. Sólo persista, persista, persista.


Dios Lo Hará Otra Vez - Reflexiones con vídeo

Hay piedras que Él va a remover y te levantará.
Hoy tus  sueños resucitarán.  Créele porque no hay dificultad en Él, tus mares abrirá, porque Él lo hará otra vez. Su nombre es el gran Yo soy, creelé porque Dios lo hará otra vez. 
Ellos dirán que el fracaso te
alcanzó, tal vez te hiera más,
verás que aún estarás en pie
que por la fe, no has de caer y si no ves la
puerta abierta para ti, abre los ojos de la fe y
corre sin dudar que Dios hará donde no hay
Porque yo sé que aún hay piedras
que Él va a remover y te levantará
hoy sueños resucitarán, le creo
porque sé que no hay dificultad en
Él, tus mares abrirá, porque
Él lo hará otra vez su nombre es el
gran yo soy, le creo porque sé que mi fe
agrada a Dios y Dios lo hará otra vez
Ahora que tu corazón se parte en dos que
tu familia no está en pie y vas sin
dirección no dudes en llamarlo a
Él, mi Dios es fiel es tu abogado tu
sostén sé que está obrando a
tu favor y hay fe que agrada a Dios por esa fe no
has de caer
Porque yo sé que aún hay piedras
que Él va a remover y te levantará,
hoy sueños resucitarán, le creo
porque sé que no hay dificultad en
Él, tus mares abrirá, porque
Él lo hará otra vez su nombre es el
gran Yo soy, le creo porque sé que mi fe
agrada a Dios y Dios lo hará…. que si
milagros hizo ayer porque dudar de su poder si Él
dijo estás señales seguirán
al que pueda creer
Porque yo sé que aún hay piedras
que Él va a remover y te levantará,
hoy sueños resucitarán, le creo
porque sé que no hay dificultad en
Él tus mares abrirá, porque
Él lo hará otra vez su nombre es el
gran Yo soy, le creo porque sé que mi fe
agrada a Dios y Dios lo hará otra vez…
Que mi fe agrada a Dios y Dios lo hará
otra vez…
Ruth Mixter Dios lo Hará Otra vez

Arco Iris - Reflexiones


Cuando Fernando de Lesseps oyó que Mohamed Said, su amigo de la infancia, había sido nombrado virrey de Egipto, no perdió tiempo en dirigirse al Cairo.
Ambos hombres estaban de buen humor cuando se encontraron, a las afueras de Alejandría, el 13 de noviembre de 1854.
De Lesseps había venido a Egipto para hablar con Said acerca de la idea de un canal que él tenía, pero no se la expuso inmediatamente.
En su lugar esperó una señal de Dios. Cuando se levantó por la mañana, antes del amanecer, supo que el momento había llegado.
Más tarde escribió: “Los rayos del sol ya iluminaban el horizonte al oriente; en el occidente todo estaba aún oscuro y nublado.
Súbitamente vi un arco iris de vívidos colores extendiéndose en el cielo de este a oeste.
Debo admitir que mi corazón golpeaba aceleradamente, por esta señal de un pacto… Parecía presagiar que había llegado el momento de la unión entre el este y el oeste”.
De Lesseps se dirigió inmediatamente a la tienda de Said y, antes de terminar el día, su proposición para la construcción del gran canal de Suez se había aprobado.
Puede ser que Dios no le envíe un arco iris como señal, pero su pacto con usted es seguro.
¿Por qué no mirar hoy hacia Él en busca de respuestas, tanto por las ideas innovadoras que necesita como por el tiempo preciso en el cual hacerlas?
Lo imposible se desvanece cuando un hombre de la mano de Dios se enfrenta a una montaña.
Mateo 19:26
Y mirándolos Jesús, les dijo:
Para los hombres esto es imposible; mas para Dios todo es posible.

Reflexión De La Vida -Crecimiento personal y espiritual - vídeo

El camino que ya recorrimos nos lleva a una reflexión de la vida. ¿Te has detenido en algún momento a pensar y reflexionar en lo que es tu vida, en quién eres, en qué has hecho y qué metas tienes para el futuro?
Es saludable y alentador sentarte un día, tener una reflexión de tu vida y escribir.  Necesitamos reflexionar para mejorar, cambiar y continuar haciendo aquello que nos trae satisfacción y da gloria y honra a Dios.
En una ocasión me senté a pensar y tener una reflexión de mi vida, lo que pasó, lo que he hecho y cómo Dios ha sido bueno y fiel conmigo; luego tome lápiz y papel y comencé a escribir:
1.    Fui escogida desde el vientre de mi madre para servir y honrar a Dios.  Vine  a este mundo por voluntad de Él. En el Salmo 139:13-14 dice el salmista:  Porque Tú formaste mis entrañas.  Tú me hiciste en el vientre de mi madre. Tus ojos vieron mi cuerpo en formación, todo estaba escrito en tu libro. Te alabaré porque formidables, maravillosas son tus obras.
No naciste por coincidencia,  Dios tiene un propósito para tu vida.
2.    Tuve una niñez feliz pues a los 6 años le entregué mi vida a Cristo, y hasta este día puedo decir que cuento con Él en todo momento.
El primer requisito de Dios para que triunfemos en la vida y logremos grandes cosas positivas, es rendir nuestra voluntad y todo nuestro ser a Jesucristo, quien dio su vida por la humanidad, de tal manera que tengamos acceso a Dios y podamos llamarle Padre y escuchar sus instrucciones para el diario vivir.
3.    A la edad de 6 o 7 años, recuerdo reunirme con mis hermanos y vecinos; yo dirigía una reunión cristiana, oraba por los niños enfermos y Dios los sanaba, y recuerdo cómo yo asignaba a mis hermanos lo que ellos tenían que hacer en la reunión. Dios estaba preparándome para el trabajo que ahora realizo.  Creo en los fundamentos soberanos de Dios.
Lo que hiciste en tu pasado, Dios lo usa ahora para que le sirvas y seas de bendición a otros.  Lo que estás haciendo ahora es la preparación para lo que harás mañana.
4.    En mi adolescencia y juventud sé que impacté e inspiré a muchos a amar y seguir a Dios.  Aún en esta etapa de mi vida lo sigo haciendo porque dediqué mi vida para amar, honrar y servir a Dios y a la gente por el resto de los años que tenga por vivir, lo cual considero lo más importante.
¿Qué es lo más importante para tu vida?
Más buscad primeramente el reino de Dios y Su justicia y todas las demás cosas vendrán por añadidura.  Mateo 6:33.
5.    Cuando me enamoré de quien es hoy mi esposo, siempre le dije y lo he practicado: Dios es el primero en mi vida, tú ocupas el segundo lugar. Soy consciente de que Dios no comparte Su Gloria con nadie y Él debe ser el primero en la vida de todos los que le siguen  ¿Quién ocupa el primer lugar en tu vida?
“Yo honro a los que me honran, pero los que me desprecian, serán tenidos en poco” 1 Samuel 2:30.
6.    Fui y soy selectiva con mis amistades. Tengo amigas con las que he llorado, reído, comido, y he recibido su amor, ánimo y motivación para seguir en el camino de la vida con Dios.
¿Puedes hacer la lista de esas amigas y amigos que impactan tu vida y a quienes tú estás impactando con el amor de Dios?
No os unáis en yugo desigual con las incrédulos, pues ¿qué compañerismo tiene la luz con las tinieblas? 2 Corintios 6:14.
7.    A través de los años viviendo momentos felices, inolvidables y maravillosos, pero también difíciles experimentando tristeza, soledad, incomprensiones, compartidos todos con el mayor regalo que Dios me ha dado, la familia, he incorporado a mi vida valores, como el respeto, la honra, la lealtad, la dedicación, el dar sin esperar nada a cambio, el amar incondicionalmente, el invertir tiempo de calidad, y hacer cosas para que se sientan felices los seres que más amo en la vida, y sobre todo "el transmitir los principios de Dios" que no cambian ni con la edad, ni con el tiempo, ni con la cultura, ni con el sexo, y que Dios sea siempre el primero en mi vida, honrándole en mis pensamientos, palabras y acciones.
¿Qué valores has incorporado a tu vida?
Al hacer una reflexión de la vida, puedo decir que soy una persona feliz, realizada, con ánimo de seguir viviendo y permitiendo que el Espíritu Santo siga moldeando mi carácter.
“LO QUE SOY, LO QUE TENGO Y LO QUE PUEDO HACER, SÓLO SE LO DEBO A ÉL”
Soy feliz con mi Dios y cuento con él cada instante de mi vida.  No me pesa haber invertido mi vida para Él.
Espero y pido a Dios que al final de tus días por este mundo, termines con gran satisfacción y paz por haber seguido las sendas que Dios ha trazado para tu preciosa vida.
Tienes mucho para dar. Sigue fiel a Él y ámale con todas tus fuerzas, con toda tu mente y con toda tu alma.
Andad en todo el camino que El Señor, vuestro Dios, os ha mandado, para que viváis, os vaya bien y prolonguéis vuestros días en la tierra que habéis de poseer.
Deuteronomio 5:33.

Alma de Rey - Reflexiones


El otro día, caminando por la acera me crucé con un joven que, al mirarme, me traspasó un poco de su tristeza.
Arrastraba los pies y sus ojos enrojecidos reflejaban un mar de abatimiento. La mirada perdida, como la de muchos de nuestros jóvenes perdidos en el vicio. Pero el mundo está hecho así.
Unos minutos después, me encontré con Alex. Es un joven de sólo 17 años. Apenas nos hubimos estrechado la mano me empezó a contar, con entusiasmo desbordante, algunos proyectos personales como mejorar sus notas, comenzar una empresa con sus amigos y aportar algo de su parte a la noble labor de un centro de adictos, donde trabaja desde hace tiempo.
Me contó lo que hace con este grupo, cómo les ayuda y cómo con su sola compañía les reconforta. Después de despedirnos, se me vino a la mente David, el personaje bíblico que derrotó a Goliat con su honda. Siendo apenas un muchacho, que cuidaba los rebaños de su padre, jamás imaginó que dentro de sí tenía algo muy grande: un alma de rey.
El hecho es que llegó a ser uno de los reyes más gloriosos de Israel.
¿Cuántos jóvenes de nuestra ciudad irán por las calles sin llegar a descubrir jamás que llevan alma de rey? Y ¿cuántos jóvenes sin nombre, como el de los ojos enrojecidos, lo han descubierto ya gracias a la generosa labor de personas nobles y entusiastas como Alex? No lo sé.
Lo que si sé es que Alex me dio una gran lección: Está en nuestras manos, con sólo un poco de tiempo y de interés sincero, ayudar a las personas que nos rodean a descubrir que llevan dentro de sí un alma de rey.
Tomó entonces Samuel la redoma de aceite, la derramó sobre la cabeza de Saúl, lo besó y le dijo: ¿No te ha ungido el SEÑOR por príncipe sobre su heredad? Cuando te apartes hoy de mí, hallarás a dos hombres cerca del sepulcro de Raquel, en el territorio de Benjamín, en Selsa, y te dirán: “Las asnas que fuiste a buscar han sido halladas. Y he aquí, tu padre ha dejado de preocuparse por las asnas y está angustiado por vosotros,
...diciendo: ‘¿Qué haré en cuanto a mi hijo?’”
Entonces el Espíritu del SEÑOR vendrá sobre ti con gran poder, profetizarás con ellos y serás cambiado en otro hombre.
1 Samuel 10:1-6.