lunes, 22 de octubre de 2012

¿Qué significa amar a Dios? - vídeo

Pienso que no existe una persona que crea en Dios verdaderamente y diga que “no le ama”. Está claro que todo cristiano ama a Dios, todos decimos amarle pero,… ¿sabes tú qué es amar a Dios de verdad? Amar a Dios es simplemente guardar sus mandamientos, guardar sus leyes, normas, estatutos y seguir Su palabra, así de simple.

Muchos cristianos proclaman la escritura: “Sabemos, además, que a los que aman a Dios, todas las cosas los ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados” (Romanos 8:28). Esta escritura es efectiva si “amamos a Dios”, es decir, si “guardamos los mandamientos” es por ello que la palabra nos dice lo siguiente: “Amarás, pues, a Jehová tu Dios, y guardarás sus ordenanzas, sus estatutos, sus decretos y sus mandamientos, todos los días” (Deuteronomio 11:1) ¿Amas a Dios? Obedece los mandamientos, “El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él”. (Juan 14:21)

Muchos cristianos dicen amar a Dios, no obstante sus acciones dicen lo contrario, sus hechos no corresponden con el amar a Dios; así lo declaró Isaías y luego Jesús lo citó: “Dice, pues, el Señor: "Porque este pueblo se acerca a mí con su boca y con sus labios me honra, pero su corazón está lejos de mí y su temor de mí no es más que un mandamiento de hombres que les ha sido enseñado;” (Isaías 29:13) Jesús llamó a estas personas, “hipócritas” (Marcos 7:6) que viven de apariencia y no obedecen los mandamientos de Dios.

“Si me amáis, guardad mis mandamientos” (Juan 14:15) es la declaración sencilla y directa de Jesús, y Él mismo es un ejemplo perfecto de obediencia y amor a Dios. Dios es fiel, Él cumple su palabra, sólo nos pide ser obedientes y así recibiremos su gracia y misericordia, “Conoce, pues, que Jehová, tu Dios, es Dios, Dios fiel, que guarda el pacto y la misericordia a los que le aman y guardan sus mandamientos, hasta por mil generaciones”, (Deuteronomio 7:9). Ciertamente debemos entender que “amar a Dios” no es sólo de palabras sino de hechos. Ser obedientes por amor a Dios, Él es nuestro Padre y ha prometido ser fiel y que si obedecemos “todas las cosas nos ayudarán a bien”, en el nombre del Señor Jesucristo, amén.



Arrepentido de mi pecado - En línea con Dios

Es interesante darnos cuenta de que desde el principio, antes de que Adán y Eva pecaran, Dios ha alertado acerca de las consecuencias que tiene el pecado; sin embargo, cuando entramos en tentación y no tenemos un criterio definido respecto a eso cedemos y caemos en ella.
Recuerdo una enseñanza de mi papá titulada “Decisiones por adelantado”, la cual nos enseña que, no importando la edad que tengas, hay decisiones basadas en tu fe y convicción de que tienes que tomar una medida de inmediato, para que, cuando debas decidir o escoger entre las opciones que tengas, tomes la decisión correcta.
Enfrentando la tentación
2 Samuel 11:2-4
Un día, al caer la tarde, se levantó David de su lecho, y se paseaba sobre el terrado de la casa real, cuando vio desde el terrado a una mujer que se estaba bañando, la cual era muy hermosa.
3 Envió David a preguntar por aquella mujer, y le dijeron: Aquella es Betsabé, hija de Eliam, mujer de Urías, el heteo. 
4 Envió David mensajeros que la trajeran, y la tomó; cuando llegó, él durmió con ella. Luego ella se purificó de su inmundicia, y regresó a su casa.
En esta ocasión David tomó una mala decisión y es amonestado por Natán en 2 Samuel 12. Gracias a esta experiencia ajena nosotros podemos aprender que debemos tomar una decisión diferente sobre nuestra acción cuando se nos presente una situación similar.
El momento de la verdad
El momento de la verdad es aquel en el que algo o alguien es puesto a prueba. Tú podrías “pensar” que tienes la suficiente fuerza para resistir alguna tentación, pero no es hasta que te enfrentas a eso cuando te das cuenta qué tan fuerte realmente eres.
Mira este gran ejemplo:
Genesis 39:9-12
No hay otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino a ti, por cuanto tú eres su mujer. ¿Cómo, pues, haría yo este gran mal, y pecaría contra Dios? 10 Hablaba ella a José cada día, pero él no la escuchaba para acostarse al lado de ella, para estar con ella. 11 Pero aconteció un día, cuando entró él en casa a hacer su oficio, que no había nadie de los de casa allí. 12 Entonces ella lo asió por la ropa, diciendo: Duerme conmigo. Pero él, dejando su ropa en las manos de ella, huyó y salió.
José, definitivamente tomó una decisión por adelantado, y lo leemos en el versículo 9. Creo que es algo que aún nos falta como jóvenes, tener una determinación como la de José, en todas las áreas de nuestra vida, no sólo en la sexual como en este caso.
Un arrepentimiento verdadero
Hay una promesa muy especial de parte de Dios para nosotros. Esta es que si nos arrepentimos Él perdona nuestro pecado.
Mira lo que dice 1 Juan 1:8-9
8 Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros. 9 Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Esto requiere de nosotros un arrepentimiento real, el cual implica 3 cosas:
1 . Cambio de opinión
2. Cambio de actitud
3. Cambio de acción
“El primer llamamiento al pecador es arrepentirse del pecado. El primer llamamiento al cristiano nacido de nuevo es arrepentirse de las obras muertasGálatas 5:19-21
2 Crónicas 7:14-15
14 si se humilla mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oran, y buscan mi rostro, y se convierten de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados y sanaré su tierra.
15 Mis ojos estarán abiertos, y mis oídos atentos, a la oración que se haga en este lugar.

Me Asombra Tu Amor - vídeo y letra Marcos Witt

LLEGASTE A MI AMÁNDOME MI CORAZÓN TE ESCUCHÓ 
TODO CAMBIÓ CUANDO TE VI,YO TE VI 
TU DULCE AMOR ME CONQUISTÓ 
CUANDO TU VOZ ME CAMBIÓ 
TODO CAMBIÓ 
CUANDO TE OÍ, YO TE OÍ. 

QUIERO VIVIR EN EL CAPULLO DE TU GRACIA 
QUIERO ESCONDERME EN LOS BRAZOS DE TU AMOR 
PUEDO ESTAR SEGURO PORQUE ME SOSTIENES 
ME ASOMBRA TU AMOR 
QUIERO BEBER DE LA LUZ DE TU SONRISA 
QUIERO PASEARME POR LAS SENDAS DE TU PAZ 
PUEDO EVITAR CONFIADO EN TU FORTALEZA 
ME ASOMBRA TU AMOOOOOOOR 

HUUUUUUUUUUUUUU.... 

A TU AMOR ME AFERRARÉ Y NUNCA LO SOLTARÉ 
YO SÉ QUE TÚ SIEMPRE ESTARÁS JUNTO A MÍ 
QUIERO SENTIR TU CORAZÓN, ERES MI INSPIRACIÓN 
YO QUIERO ESTAR CERCA DE TI, JUNTO A TI 

QUIERO VIVIR EN EL CAPULLO DE TU GRACIA 
QUIERO ESCONDERME EN LOS BRAZOS DE TU AMOR 
PUEDO ESTAR SEGURO POR QUE ME SOSTIENES 
ME ASOMBRA TU AMOR 
QUIERO BEBER DE LA LUZ DE TU SONRISA 
QUIERO PASEARME POR LAS SENDAS DE TU PAZ 
PUEDO EVITAR CONFIADO EN TU FORTALEZA 
ME ASOMBRA TU AMOOOR 

SIN TU AMOR IMPOSIBLE ES VIVIR 
MI ANHELO ES SENTIR EL CALOR DE TU AMOOOOOOOOOOOR 

///QUIERO VIVIR EN EL CAPULLO DE TU GRACIA 
QUIERO ESCONDERME EN LOS BRAZOS DE TU AMOR 
PUEDO ESTAR SEGURO PORQUE ME SOSTIENES 
ME ASOMBRA TU AMOR 
QUIERO BEBER DE LA LUZ DE TU SONRISA 
QUIERO PASEARME POR LAS SENDAS DE TU PAZ 
PUEDO EVITAR CONFIADO EN TU FORTALEZA 
ME ASOMBRA TU AMOOOOOOOOOR///


Sé saciado de Dios - devocional

“Jesús contestó: Cualquiera que beba de esta agua pronto volverá a tener sed, 14 pero todos los que beban del agua que yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota con frescura dentro de ellos y les da vida eterna.” Juan 4:13 (Nueva Traducción Viviente).
Tener tiempo de comunión con el Señor es vital para el creyente. De esto dependerán todas sus demás actividades. Si el interior se encuentra bien, el exterior también lo estará. Pero cuando el interior anda mal, todo estará en desorden. Además de que será pesado. Las búsquedas de DIOS comenzarán a verse como una carga, y en casos más tristes el creyente las verá como un castigo.
Estar en la presencia de DIOS de manera diaria, así como separar un momento en la semana para estar a solas con Él revitaliza la vida del creyente. Pues en esos momentos DIOS recompensa a los suyos con bocados de lo eterno.
A través de las Escrituras, DIOS nos revela lo importante que es separar tiempo y energía para Él.
Buscar a DIOS por las mañanas y ser saciados con su presencia alegrará nuestras vidas (Salmos 90:14). Cuando alguien busca a DIOS éste es galardonado (Hebreos 11:6). Al buscar a DIOS se encuentra la verdadera vida, aquella que sacia y da plenitud (Isaías 55:3). Dedicar un día para santificar su nombre y conocerle se convertirá en delicia, además de que traerá honor y herencia (Isaías 58:13-14). Si bien no todas las personas tienen la facilidad de dedicar un día para buscar sólo a DIOS, seguro que Él pondrá los medios para que dediquemos más tiempo a estar con Él.
Tener una buena comunión con DIOS es como echarle combustible constantemente a una hoguera para que arda, es como llenar de aceite una lámpara cada día para que ésta no se apague y dé luz y calor; en fin, es como conectar un aparato a una fuente inagotable de energía.
¿Cómo está tu comunión con DIOS? ¿Cuándo fue la última vez que escuchaste claramente  su voz hablándote? ¿Eres saciado de manera diaria por Él, o te conformas con migajas de lo eterno?

Busca a DIOS día a día con todo el corazón y sé saciado.

Oración - Vídeo Reflexivo - Meditaciones acerca de ella


¿Te has preguntado cómo orar?, este vídeo nos muestra con versículos Bíblicos algunos ejemplos de cómo hacerlo.

Recuerda que la oración es la conexión directa con nuestro Padre.


La Biblia nos lo dice: debemos orar continuamente, como si de un hábito se tratara. Llegará, con el tiempo, a ser una necesidad.
Tratando el tema, especialmente, desde la necesidad de practicar la oración, definiremos ésta como la forma ideal de comunicación con el Señor; cuando nos comunicamos con un amigo estamos conversando con él. ¿Qué mejor amigo podemos tener que Dios? ¿Qué mejor amigo podemos tener que Cristo? A Él, nuestro mejor amigo, le encanta que conversemos con Él y la forma en que lo podemos hacer es a través de la oración. En definitiva “orar” es conversar con  Dios. Veremos, entonces, la necesidad que tenemos de hacerlo con asiduidad.
La Biblia habla muy claramente de la importancia de la oración.  La oración nos acerca a Dios, nos libera de las presiones y los problemas, nos permite contemplar milagros y clarificar la mente. Pero, ¿realmente estamos caminando por los genuinos senderos de la oración?
Sabemos que muchas de las oraciones que hacemos son inefectivas y, a veces, sin respuesta alguna, porque pareciera que muchas de nuestras oraciones son sólo una lista de lo que queremos que Dios haga por nosotros, y mucho de eso no es sino una lista de deseos egoístas.
El libro de Santiago lo dice claramente en el Nuevo testamento en el capítulo 4:2-3
“No tienen, porque no piden. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones”.
Oración deseada, oración anhelada, es la que parece una carretera de dos vías. No soy solamente yo corriendo por un canal, sino que Dios viene a mi encuentro en el canal contrario para darme su guía, corrección y enseñanza y en muchas de esas ocasiones tenemos que detener nuestra carrera egoísta y apresurada, para simplemente sentarnos a sus pies para ser dirigidos y nutridos por él.
Salmo 37:4 dice: “Pon tu delicia en el Señor y él te concederá los deseos de tu corazón”. La palabra más determinante aquí es “Delicia” en el Señor. La belleza de la oración no es llegar con la lista en la mano, sino llegar a deleitarnos en su presencia.
Llegamos, sí, con nuestros propios deseos, pero al deleitarnos en Él, el Señor cambia nuestros deseos egoístas por los de Él y es entonces cuando Dios cumple los deseos de nuestro corazón, los cuales ya no son los nuestros sino los que Dios ha sembrado en nuestro espíritu.
El Padre nuestro es el mejor modelo, ya que en esa oración modelo lo que sobresale es el Reino de Dios. “Venga tu Reino” y no el mío.
La verdadera oración termina desplazándome a mí y entronizando al Señor en mi vida. La real oración no es la que es impulsada por el deseo de pedir algo o solicitar la intervención divina en las turbaciones de la vida, sino aquella que es sostenida por la sed intensa del espíritu por estar en la presencia e intimidad de Dios.
La oración ligera es la motivada por un enfoque en mis dolores y quebrantos pero la real y genuina es la que es filtrada por un corazón libre de resentimientos y amarguras.
Es el deseo de Dios compartir tiempo con nosotros, darnos su corazón y envolvernos en su ternura cuando llegamos a sus pies en una oración hambrienta, más en conocerlo a él en lugar de tener nuestros problemas resueltos, y cuando así lo hacemos Él nos recompensa con su dádiva que sobrepasa nuestro entendimiento.
Por lo tanto y como consecuencia: cuando oremos, cuando conversemos con el Señor, hagámoslo de corazón, entreguémonos a Él, dejemos a un lado, no las olvidemos por supuesto, nuestras peticiones o necesidades. Charlemos con Él con admiración y respeto, reconociendo que, como pecadores que somos, necesitamos de su perdón y reconozcamos, antes de hacerle nuestras peticiones, que Él es nuestro guía en la vida, e invitémosle a entrar y dirigir la nuestra. Ese debe ser el principal motivo para orar a Dios. 

M.G.L.