martes, 9 de octubre de 2012

Hoy… Recibiré Gracia Y Gloria - reflexión

Gracia y gloria dará El Señor. Salmos 84:11.
No hay cosa que tanto necesitemos como la gracia y ésta se nos ofrece gratuitamente. ¿Hay algo tan gratuito como un don? En este día recibimos el don de la gracia que sustenta, corrobora, santifica y sacia. Hasta hoy se nos ha dado la gracia de cada día; por lo que respecta a lo futuro, estemos seguros de que no nos faltará.
Si la gracia es escasa la culpa está en nosotros porque el Señor no es tacaño ni tardo para dar en abundancia.
Podemos pedir todo cuanto queramos sin que seamos rechazados. Da con abundancia y no zahiere.
Tal vez el Señor no nos dé oro, ni bienes materiales, pero nos dará su gracia; tal vez nos envíe pruebas, pero nos acompañará con su gracia en proporción a las mismas. Tal vez sea nuestra vocación trabajar y sufrir, pero indudablemente obtendremos cuantas gracias nos sean necesarias. 
Considerad ahora lo que sigue a esta gracia, "la gloria". Todavía no necesitamos la gloria ni somos aptos para ella; pero se nos dará a su debido y oportuno tiempo. Después de haber comido el pan de la gracia beberemos el vino de la gloria.
Tenemos que atravesar el lugar santísimo que es la gloria. Estas palabras, gracia, y gloria, son suficientes para inundarnos de alegría.
¡Un poco de tiempo todavía, muy poco, y después la gloria para siempre!
Hoy la mano de Dios no se acorta para enviar sobre mi vida su Gracia y su Gloria, y yo estoy listo para recibirlas.
Señor, Gracias por extender hasta mí tu Gracia y tu Gloria. Qué bueno es saber que tu gracia me salva y tu gloria me sorprende. Amén.

El Puente Colgante - Crecimiento Personal

Yo radico en un bello y paradisíaco puerto en el estado de Jalisco en México. Un lugar cuya belleza natural te invita a caminar. El sol apuntaba hacia el ocaso, era la hora en que las mamás trabajadoras recogen a sus niños de la guardería para dirigirse a casa.
Yo caminaba despistadamente por la isla que se forma en medio de los ríos gemelos de “El Cuale”. Los puentes colgantes siguen siendo algo maravilloso y objeto de admiración para los curiosos turistas. Esa tarde disfrutaba de la caminata al aire libre por las áreas verdes del que se convirtió en un hermoso parque.
No quise dejar de lado mi espíritu aventurero y me lancé a cruzar el rústico puente colgante. Daba un paso y se movía el resto de hilos y tablas, otro paso y se balanceaba aún mas.
Me parecía a un borracho dando tumbos de lado a lado de las cuerdas, apenas sin sostenerme en pié. Entonces, justo al llegar a la mitad del puente, éste se emezó a estremecer aún más obligándome a permanecer asida a las cuerdas; con las manos extendidas subía y bajaba como una marioneta.
La razón era una pesada señora que avanzaba furiosa sobre el puente dando tremendas zancadas que provocaban que éste se meciera aún con más fuerza.
Llegó a escasos centímetros de donde yo me encontraba agarrada hasta con los dientes, se detuvo y volvió de regreso hacia la orilla del puente. Y ahí estoy yo, subiendo y bajando asida a las cuerdas y mirando hacia abajo a las cristalinas aguas del río que parecían burlarse de mi falta de pericia.
Abrazado al poste del arco del puente se encontraba un chiquito de escasos cinco años llorando. No se atrevía a cruzar el puente colgante que se agitaba con furia.
La que al parecer era la madre, manteniendo el equilibrio como experta “cruza puentes colgantes”, se acercó al niño y abriendo sus "fauces" empezó a vociferarle (imagínese que usted es el niño de cinco años, pequeña estatura, temblando de miedo abrazado al poste, mirando con terror no sólo al puente burlón que se agitaba como culebra en el fuego, sino a la “gigantesca” madre cuya boca parecía la de un hipopótamo). Casi pude ver a la madre como le bailaba la campanilla mientras le salpicaba de saliva conforme salían una sarta de palabras que no comprendía -¡!!hijo de  %$·”%&…. ¡!!camina!!  "Fueron las dulces y tiernas palabras de aliento de la madre a su pequeño hijo".
La falta de dominio propio ciega, no permite razonar y lastima como saeta a quien se cruza en el camino.
Ninguna palabra torpe salga de tu boca, sino de edificación. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería, maledicencia y malicia. Sed benignos, misericordiosos. Perdonaos unos a otros como Dios os perdonó a vosotros. Efesios 4.29
Patricia Villanueva
“VIDA DE ÉXITO EN SU PALABRA “

La Empresa más Importante

“Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.”
1 Pedro 4:10
Desde que somos pequeños y vamos a la escuela comenzamos a imaginar lo que nos gustaría ser de mayores. Todos tenemos sueños e ideas acerca de lo que nos gustaría llegar a ser y algunos tienen los medios y las oportunidades para lograrlos sin mayor esfuerzo, mientras que otros, quizás tienen que luchar toda su vida por alcanzar estos sueños y llegar a ser lo que soñaron y que les gusta. Unos los alcanzan de jóvenes y otros no tanto y, finalmente, hay quienes se desvían y se enredan en los caminos de la vida sin llegar nunca a donde querían llegar, y uno de los sueños más comunes de la gente es llegar a ser independientes, tener su propio negocio o empresa, dedicar su tiempo a lo que les gusta, como un arte o una profesión, y en general sentirse exitosos y felices con su vida sean cuales sean sus ideas acerca de la felicidad.
Lamentablemente existen muchas personas que se sienten fracasadas, frustradas e infelices, debido a que sus sueños se vuelven tan inalcanzables como las estrellas. Entonces se conforman o más exactamente se resignan a lo que les tocó vivir y claudican, renuncian y se dan por vencidos, aceptan la derrota y dejan de luchar; pero en la otra cara de la moneda tenemos  a los otros que  logran todo lo contrario, consiguen lo que quieren, parecen felices, parece que la vida les sonríe, pero sólo Dios sabe y conoce los problemas que tienen, sea de salud, en la familia, por drogas o dependencias, por deudas, su dinero está mal conseguido o sus ganancias son de origen injustificado o simplemente por una mala jugada pierden todo, quiebran y terminan suicidándose o en la cárcel, como ha sucedido en muchos casos según las lecciones que esta crisis mundial, que empezó en el 2007 y que aún no se termina del todo, nos dejó.
Basándonos en lo anterior y considerando que no todos nacimos para ser jefes, mandar o ser empresarios, creo que es un buen momento histórico en la vida de cada creyente para reconsiderar darle un nuevo enfoque a su vida y permitirle al Señor enderezar nuestro camino; lo importante no es tener una empresa sino darle el lugar que le corresponde, y si la tenemos, poniendo primero a Dios en nuestra vida; y entendiendo que las empresas tienen un tiempo de vida, un inicio y un final, pero lo verdaderamente importante es nuestra vida; esa es la empresa más importante y por tanto tenemos que invertir en nuestra propia vida y ¿qué mejor para ello que tener como socio a nuestro Salvador, Jesucristo?
Trabaja sobre ti mismo, sobre tu crecimiento interior y pon a trabajar el don o los dones que Dios te ha dado, porque Dios a todos nos ha dado dones y una vez que se haya establecido o reestablecido una buena relación con Dios y nuestros dones puestos a Su servicio, entonces todo lo demás comenzará a  acomodarse; porque Sí, es cierto: cuando nos ocupamos de los asuntos de Dios, Dios se ocupa de los nuestros.
¿Por qué fracasan las empresas? Es interesante compartirlo con vosotros porque ciertamente la Palabra de Dios se aplica a todos los aspectos y áreas de nuestra vida, sea familia, relaciones, trabajo, empresa, negocio, amor, estudio, etc.
Debido a la crisis económica mundial que se ha sentido principalmente en Los Estados Unidos y en países de Latinoamérica y Europa, con un alto índice de desempleo, refinanciamientos, pérdidas y quiebra de empresas y empresarios, y donde hemos visto cómo todo el sistema económico se vino abajo como fichas de dominó afectando a miles de familias, podemos llegar a las siguientes  conclusiones:
  • Porque todo, absolutamente todo, se mueve bajo la voluntad de Dios; como decía Jesús: “ni la hoja de un árbol puede caer, si no es la voluntad de Dios.”  Pero el mundo construyó una civilización y un sistema en el que poco a poco se ha ido sacando a Dios, se ha ido desvinculándolo de nuestra vida, de la educación, de la política, de las finanzas, de las relaciones y hasta de la familia, y necesitamos volver al inicio, como el primer mandamiento: Amar a Dios con toda nuestra mente y nuestro corazón y al prójimo como a nosotros mismos; necesitamos invitar a Dios a andar con nosotros, a ser parte primordial de nuestras decisiones, contar con Él, consultar con Él, adorarle, darle el lugar que le corresponde, honrarle como lo que es: Rey de Reyes y Señor de Señores y esto sólo lo podemos lograr si no olvidamos quienes somos, de donde nos sacó y a donde iremos durante toda la eternidad.
  • Todo será probado por el fuego y el mundo no pasó la prueba pues había construido sobre paja y no sobre roca, vinieron los malos tiempos y el viento inesperado, y nadie estaba preparado para ello y dependíamos de terceros y no de Dios.
  • Pusimos nuestra confianza en el dinero, en el sistema, en las empresas y los empresarios y no en Dios, y el dinero no es más que papel representativo de valor. Pero si tuviéramos hambre y no pudiéramos comprar alimento con él, de nada serviría. El dinero es necesario pero no lo es todo, ni siquiera el oro, el metal más valioso y que sustenta la emisión del dinero no sirve de nada a la hora de la verdad.
  • La bendición de Dios es la que enriquece y no trae maldición (problemas) con ella; en vano trabajamos si lo que trabajamos no tiene la bendición de Dios; es mejor tener poco pero ser bendecidos, que mucho y vivir bajo maldición.
  • Finalmente, Dios es nuestro dueño, porque nos compró a un alto precio, somos muy valiosos y queridos por Él, como la niña de sus ojos. Nos lo ha dicho y nos lo ha demostrado: que nos ama, que es nuestro proveedor, sanador y salvador. ¿Por qué no creer y honrar sus promesas creyendo que Él es fiel y justo para darnos una vida con propósito y en bendición?
El siguiente es un profundo y poderoso versículo de Su Palabra que ilustra lo vano que pueden llegar a ser nuestros sueños y también nuestra vida si no coinciden con los sueños del Señor. Sólo recuerda:

LA VIDA ES LA EMPRESA MÁS IMPORTANTE

FÍJATE EN QUÉ INVIERTES TU VIDA, NO SEA QUE CONSTRUYAS SOBRE ARENA.

“Porque nadie puede poner otro fundamento que el que está puesto, el cual es Jesucristo. Y si sobre este fundamento alguno edificare oro, plata, piedras preciosas, madera, heno, hojarasca, la obra de cada uno se hará manifiesta; porque el día la declarará, pues por el fuego será revelada; y la obra de cada uno cual sea, el fuego la probará. Si permaneciere la obra de alguno que sobreedificó, recibirá recompensa. Si la obra de alguno se quemare, él sufrirá pérdida, si bien él mismo será salvo, aunque así como por fuego.”

1 Corintios 3:11-15 (Reina-Valera 1960)



Comentarios que destruyen- devocional - vídeo

Hay una cosa que tenemos que entender en esta vida, y es que a pesar de que hagamos el mayor esfuerzo por caer bien a todo el mundo y por tratar de hacer siempre lo correcto, siempre habrán comentarios intencionados que tratarán de destruir o desprestigiar  lo que  queremos hacer.
Por alguna razón la gente nunca estará de acuerdo totalmente con lo que haces; mientras hagas lo que ellos quieran serás un héroe, pero cuando hagas algo que a ellos no les parezca coherente, entonces serás un villano.
No te puedes pasar la vida deteniéndote en comentarios ajenos que lo único que quieren es destruirte. Si te pasas la vida prestando atención a lo mal que hablan de ti o a lo que te están criticando nunca avanzarás.
La gente tratará de hacer que el comentario se vea “constructivo” desde su punto de vista, pero la realidad es que eso en muchas ocasiones solo será un disfraz que realmente te llevará a la destrucción.
La gente te criticará por lo que te ven hacer y que ellos nunca pudieron ni podrían hacer; criticar es tan fácil..., sentarse en un sofá a mirar al que está saliendo en la televisión es facilísimo, pero ser el protagonista de eso que estás viendo no es nada fácil.
Muchos de nosotros nos llenamos la boca de críticas sin saber realmente la intención verdadera del que estamos criticando. Lo hacemos en base a una interpretación personal y dejamos a un lado lo que Dios pueda pensar sobre el asunto.
Cuando Samuel iba a ungir a David como futuro rey de Israel primero vio a todos sus hermanos, y cada uno de ellos le parecía lo suficientemente fuerte como para ser el próximo rey de Israel, “Pero el Señor le dijo a Samuel: —No juzgues por su apariencia o por su estatura, porque yo lo he rechazado. El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón.” 1 Samuel 16:7 (Nueva Traducción Viviente).
Samuel no era cualquier persona, era un profeta de Dios, un hombre lleno de la presencia del Señor, sin embargo se equivocó en su juicio en base a la interpretación que dio por medio del físico que observó entre los hermanos de David, y entonces, allí mismo, Dios le dio una lección que nunca olvidaría y que hoy en día, miles de años después, Dios sigue enseñándonos, y es que no podemos basar nuestra critica o juicio en base a una apariencia, porque Dios lo hace en base al corazón y sus intenciones.
Quizá en muchas ocasiones seas criticado por querer hacer algo diferente al resto, pero si eso que estás haciendo es impulsado por Dios, ¡hazlo!; no esperes a recibir felicitaciones y muestras de apoyo, recuerda que el enemigo nunca querrá verte triunfar y utilizará la critica como arma para derribar todos tus propósitos u objetivos. La pregunta entonces es: ¿Permitirás que derribe tan fácilmente todo lo que has soñado?, ¡no!
Cuando recibas criticas destructivas no pongas atención a cada palabra y frase, cuando escuches algo que humanamente te duela recuerda que es un dardo más que el enemigo está lanzando a tu vida para que te detengas, por ello toma fuerzas y ¡sigue adelante!, porque cuando los dardos te son enviados es porque lo que estás haciendo tendrá una repercusión tal, que quedarás maravillado de lo que Dios hará en tu vida.
Durante toda tu vida recibirás comentarios que querrán destruirte, incluso de personas que aprecias mucho o que creías que eran especiales para ti, sin embargo no te detengas a escuchar la critica, la burla o cualquier palabra que lo único que querrá es destruirte; al contrario, camina más deprisa, ve rumbo a tu objetivo y nunca olvides que Dios va contigo y que NUNCA TE DEJARÁ.
Los comentarios destructivos lo único que tienen que provocar en ti es el deseo de seguir avanzando a pesar de todo para cumplir tus objetivos, esos comentarios con mala intención lejos de provocar tu caída te harán más fuerte y provocarán en ti el deseo de luchar por cumplir tus sueños.

¡Adelante! ¡No te detengas!



Saber o no saber - Cortometraje Cristiano


Una persona orgullosa y soberbia tarde o temprano se meterá en grandes problemas. En cambio la humildad y sinceridad siempre nos llevará a mejorar en todo aspecto. La Biblia lo dice de la siguiente manera: “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso.” Proverbios 16:18 (Nueva Versión Internacional).

Aquí te damos un ejemplo de las consecuencias que puede traer lo que digas en una entrevista de trabajo.