lunes, 8 de octubre de 2012

Venciendo los Problemas - Reflexiones

En una ocasión un joven reportero entrevistó a un triunfador hombre de negocios. El reportero le pidió que le diera un historial detallado de su compañía. Mientras el hombre hablaba extensamente el reportero comenzó a asombrarse de los muchos problemas que éste había vencido. Al final le dijo:
-¿Pero cómo venció tantos problemas y de tal magnitud?
El anciano caballero se echó hacia atrás en su silla y dijo:
- En realidad no hay ningún truco en cuanto a esto. Luego añadió:
- Sabes, …hay algunos problemas que simulan tan grandes que parece que no podrás resolverlos nunca.
El reportero asintió pensando en experiencias por las que él mismo atravesaba en el presente.
- Y -el sabio hombre de negocios prosiguió-, hay algunos tan anchos que no puedes darles la vuelta.
Nuevamente el reportero asintió. El hombre continuó levantando su voz de forma dramática:
- Y hay algunas dificultades tan profundas que no puedes cavar debajo de ellas.
Ansioso por una solución, el reportero le dijo:
-¿Sí? ¿Sí?
-Es entonces -concluyó el hombre-, cuando sabes que la única forma de vencer el problema es bajar tu cabeza y embestirlo.
El problema rara vez disminuye mientras la persona está de pie y mirándolo de frente. Pero cuando buscas con diligencia una solución está garantizado que tu problema disminuirá.
No hay problema que pueda dominar la diligencia.
Proverbios 10:4
Pobre es el que trabaja con mano negligente, mas la mano de los diligentes enriquece.

Las maravillas de Dios - devocional - vídeo

“Pues, desde la creación del mundo, todos han visto los cielos y la tierra. Por medio de todo lo que Dios hizo, ellos pueden ver a simple vista las cualidades invisibles de Dios: su poder eterno y su naturaleza divina. Así que no tienen ninguna excusa para no conocer a Dios.”
Romanos 1:20 (Nueva Traducción Viviente)
Tengo la fortuna de viajar por motivos de trabajo a diferentes lugares y en ellos Dios siempre tiene algo nuevo y peculiar esperándome. Soy una persona simple y gracias a Dios encuentro gran deleite en la creación, pues ella constantemente alaba al Creador. Las formas de los paisajes y la diversidad de flora y fauna cambian de región a región….no obstante en todo ello Dios manifiesta Su poder eterno y naturaleza divina.
Por medio de la creación Dios manifiesta Sus  cualidades.
Él es exentico; pues quién sino solo Él creó un universo que contiene más de cien mil millones de galaxias e incontables estrellas.
Dios es suficiente; pues desde el momento que hizo la Tierra ésta no ha dejado de producir y proveer alimento para todo ser vivo.
El Todopoderoso es el sustentador de la vida; porque solamente tuvo que ordenarle a Su creación que se multiplicara para que ésta se renueve de generación en generación. ¿Cómo es posible que con la sola simiente de Adán fecundada en Eva hoy existan millones de seres humanos?  Además de que cada uno de ellos es un ser independiente que se puede reproducir.
Dios es bondadoso; esta cualidad es revelada por el hecho de que Dios cuida de Su creación aunque no todos le conozcan. Él da alimento tanto a justos como pecadores. Nuestro Dios se encarga de crear médicos para cuidar Su creación y librarla de enfermedades obtenidas por el pecado. El Señor crea científicos para que día a día aumenten las comodidades y beneficios de los que habitan su planeta. Incluso concede peticiones del corazón para todo tipo de presupuestos poniendo al alcance de aquellos con menos capacidad económica lo que anhelan. 
Él es misericordioso y amoroso; creando asociaciones que revelan su corazón al alcanzar a las personas marginadas. Llevando alimento y cuidado a los países más necesitados. Pero el acto más grande de misericordia y amor fue el de enviar a Jesús a la tierra para liberar a su creación y ofrecerle vida eterna.
Vivir todos los días a veces puede distraernos de todos los atributos de Dios que son revelados por Su creación. No te distraigas y aprecia aquello que Dios día a día te quiere revelar. Pon atención a las maravillas de Dios y alábale por ello.

Sé parte de aquellos privilegiados que encuentran a Dios en lo que Él ha creado.



¡No me acuerdo! - reflexión - vídeos

Una vez un ministro muy querido llevó en sí mismo un secreto, enterrado por mucho tiempo, en lo profundo de su corazón, el peso de un pecado que cometió.
Él había cometido ese pecado muchos años antes durante su adiestramiento en el Seminario. Nadie sabía lo que había hecho, pero él estaba arrepentido. Aun así había sufrido remordimientos durante años sin idea del perdón de Dios.
Una mujer en su iglesia amaba al Señor profundamente y afirmaba que tenía visiones en las que Jesús le hablaba.  El ministro, escéptico de sus afirmaciones, le pidió: “La próxima vez que hable con el Señor, ¿podría preguntarle cuál fue el pecado que su ministró cometió mientras estaba en el Seminario?.  La mujer asintió.
Cuándo volvió a la iglesia unos días después el ministro le preguntó: “¿Le visitó?”  Ella contestó: “Sí”.
- “¿Y le preguntó qué pecado cometí en el Seminario?”
- “Sí”, respondió.
- “Bien, ¿qué le dijo?”
- Dijo, “no me acuerdo”.
Toda persona debe tener un lote especial en el cementerio donde enterrar las faltas de los amigos y familiares.
Efesios 4:32
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándonos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.

Cada Mañana - Reflexiones con Vídeo

Cada mañana al despertar,
y por la noche al descansar;
agradezco tus bondades a mi vida,
por todo lo que me permites disfrutar.
Cada mañana al despertar,
y por la noche al descansar;
agradezco tus bondades a mi vida,
por todo lo que me permites disfrutar.
Aleluya, aleluya, aleluya
Agradecido estoy
por tu bondad.
Aleluya, aleluya, Aleluya
Agradecido estoy
por tu bondad.
Cada mañana al despertar,
y por la noche al descansar;
agradezco tus bondades a mi vida,
por todo lo que me permites disfrutar.
Cada mañana al despertar,
y por la noche al descansar;
agradezco tus bondades a mi vida,
por todo lo que me permites disfrutar.
///Aleluya, aleluya, aleluya
Agradecido estoy
por tu bondad.///

Nacer de nuevo - devocional

Una oración para aceptar a Cristo en nuestro corazón cualquiera la puede hacer, pero Dios nos llama a NACER DE NUEVO, lo cual no tiene que ver sólo con una pequeña oración, sino también con un estilo de vida.
Cuando uno de los maestros de Israel en el tiempo de Jesús, llamado Nicodemo, se acercó al Señor para hablar con Él: “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.” Juan 3:3 (Reina-Valera 1960).
NACER DE NUEVO tiene que ver con un estilo de vida, con hacer todo lo que anteriormente no hicimos, es ver la vida desde diferente perspectiva con un objetivo trazado que no es otro que agradar a Dios en todo.
"Nacer de nuevo" tiene que ver con ir dejando nuestra vida antigua, para vivir una nueva en Cristo Jesús. ¿Por qué hay muchas personas que dicen seguir a Cristo pero sus frutos no lo reflejan?, porque simplemente no han nacido de nuevo, solamente repitieron una oración, quizá asisten regularmente a una Iglesia, pero su vida, en su día a día, no refleja que Cristo vive en él o que nació de nuevo.
A veces creemos que estamos haciendo bien sólo porque religiosamente asistimos a la Iglesia los días de servicio pero, más allá de una asistencia, Dios demanda de nosotros una vida que, a través de nuestras acciones, predique lo que Cristo ha hecho en nosotros transformando nuestro ser desde el día que nos rendimos a Él.
Algunas características de una persona que ha nacido de nuevo son:
  • Vive con el objetivo en su mente y su corazón de agradar a Dios en todo lo que hace.
  • Cuando falla o peca siente un dolor muy profundo en su corazón por haberle fallado al Señor y como consecuencia busca rápidamente la restauración en su presencia.
  • No se conforma con saber que Cristo le salvó sino que también busca que otros sean salvos por medio de Cristo Jesús.
  • Le causa dolor cuando el nombre de Cristo es vituperado.
  • Tiene una comunión diaria con Dios, ora, lee la Biblia, reflexiona en la Palabra del Señor y busca siempre alimentar su espíritu.
  • Ayuda al necesitado, pues su corazón tiene compasión por los desfavorecidos en este mundo.
  • Su forma de hablar es diferente pues siempre incluye a Dios en sus charlas sin ser cansino ni religioso en exceso.
  • Comprende a los demás y los ve como almas necesitadas del Señor, no critica sino que ayuda, no derriba sino que levanta, no pisotea sino que restaura.
  • Usa la Biblia como su manual diario de vida, es decir, trata de obedecer a su palabra negándose a sí mismo y siguiendo el camino de Cristo.
  • Vela constantemente por su vida espiritual, ya que reconoce que se encuentra en una lucha espiritual diaria.
  • No se rinde en su camino hacia la eternidad ya que reconoce que, a pesar de las dificultades de la vida, Dios ha prometido estar con él.
Estas y muchas otras descripciones caracterizan a una persona nacida de nuevo. La pregunta es: ¿estamos dando frutos que hablen de nosotros como unos hijos de Dios nacidos de nuevo?
Nosotros somos valiosos para Dios, por lo tanto deberíamos vivir cada día agradecidos porque Él nos hizo nacer de nuevo, como dice su Palabra: “Él, por su propia voluntad, nos hizo nacer de nuevo por medio de la palabra de verdad que nos dio y, de toda la creación, nosotros llegamos a ser su valiosa posesión.” Santiago 1:18 (Nueva Traducción Viviente).
Vivamos cada día recordando que fuimos llamados a nacer de nuevo y, como consecuencia, nuestra vida tendría que ser un testimonio vivo de lo que Dios está haciendo en nosotros.
No nos cansemos de hacer el bien, aun cuando no veamos las respuestas que quisiéramos de la gente; si otros deciden no dar frutos de haber nacido de nuevo, nosotros, que entendemos la importancia de esto, los demos, no porque otros lo hacen o no, sino porque personalmente Dios quiere que nosotros los demos.
Que nuestro único modelo de vida sea nuestro Señor Jesús, que imitemos su forma de andar por la vida, su forma de pensar y de actuar frente a las situaciones que diariamente se nos presentan. Entonces, cuando actuemos como Él, comenzaremos a reflejar que realmente hemos nacido de nuevo.

¡Vivamos como Dios quiere que vivamos!

“Demuestren con su forma de vivir que se han arrepentido de sus pecados y han vuelto a Dios.”

Mateo 3:8 (Nueva Traducción Viviente)