sábado, 29 de septiembre de 2012

Toma una actitud de generosidad

Jesucristo dijo: “Más bienaventurado es dar que recibir”. El propósito de compartir es el de “beneficiar al dador”. Entonces dar o compartir no es la manera que Dios usa para levantar fondos, sino la forma que usa para levantar hombres.
El dador se beneficia de tres maneras cuando comparte: desarrolla un carácter santo, cumple con la meta del contentamiento, y efectúa inversiones verdaderamente duraderas.
Debemos aprender a compartir libremente lo que tenemos para llegar a ser el pueblo que el Señor quiere que seamos. De lo contrario crecerá nuestra tendencia natural al egoísmo y éste nos dominará.
Howard Hughes,  multimillonario empresario, magnateinversionistaingeniero autodidacta, aviador, productor y director de cine famoso por sus  películas, y reconocido por sus extraordinarios aportes a la aviación, despilfarró su fortuna como un típico Playboy durante su juventud y aborrecía dar. Como heredero de una gran fortuna se fue volviendo cada vez más tacaño. Hughes permitió que su riqueza creara una creciente barrera entre él y el prójimo. En sus últimos años de vida vivió solitario y recluido, dedicado a evitar los gérmenes y a las personas.
Profundo y agudo contraste es el de George Müller que, al igual que Hughes, heredó una gran fortuna, pero estableció un patrón vitalicio de compartir generosamente. Su vida se caracterizó por servir a las necesidades del prójimo.
Compartir es algo que nos conduce a la vida misma; es el antídoto más efectivo para la enfermedad humana de la codicia. El apóstol Pablo en 1º de Timoteo 6:18-19 dice: “Mándales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen. De este modo atesorarán para sí un seguro caudal para el futuro y obtendrán la vida verdadera”.
Compartir es esencial para el contentamiento. La costumbre de compartir es el mejor recordatorio de que Dios es el Soberano propietario de todo lo que nos da. De manera que compartir nuestro dinero nos ayuda a acentuar nuestro enfoque en la parte que Dios desempeña, y que es la base del contentamiento. Además, compartir nos enseña a poner nuestra atención en el Dios vivo. Un cuadro mental que nos puede ayudar a poner en perspectiva "el compartir" es “imaginarse que lo que uno va a dar lo pone en las manos clavadas del mismo Señor Jesucristo”.
Dar es invertir. Lamentablemente la historia confirma que por naturaleza tendemos a reaccionar en lugar de accionar. En 1905, hablando acerca de Japón, el Doctor John Mott le dijo al pueblo norteamericano: “Podemos dar de nuestra abundancia e invertir enviando mil misioneros a Japón, o nos veremos obligados, dentro de medio siglo, a enviar doscientos mil muchachos con armas de fuego y bayonetas”. ¿Saben Udes. que pasó? La predicación del Doctor Mott no fue correcta… Enviaron seis misioneros, y treinta y seis años más tarde no fueron doscientos mil jóvenes sino que fueron un millón. Y no fueron solamente armas de fuego y bayonetas sino que fue la bomba atómica.
¿Aprenderemos alguna vez, como pueblo rico que ha recibido el evangelio, de las lecciones de la historia? ¿O seguiremos esperando para reaccionar?
En 1889, el industrial millonario, Andrew Carnegie, escribió un ensayo llamado “El evangelio de la riqueza”. La única forma de mantener una actitud de generosidad es hacer propio el hábito de dar tiempo, atención, dinero y recursos.
Si eres un esclavo de la avaricia nunca descubrirás la vida verdadera. Aprende a compartir lo que Dios te ha dado, y descubre la vida verdadera.

Alegre y Triste - reflexiones - De una Semillita

Alegre y Triste
Cuenta una vieja leyenda que tres hombres estaban cruzando un desierto a caballo durante la noche. Al acercarse a un riachuelo seco escucharon una voz que les ordenó desmontar, recoger unas piedras, ponérselas en los bolsillos, y no mirarlas hasta la mañana siguiente.  A los hombres se les prometió que si obedecían iban a estar alegres y tristes a la vez.  Después de hacer lo que les indicaron, los tres montaron en sus caballos y siguieron su camino.
Cuando empezaron a salir los primeros rayos de sol los hombres se metieron la mano en sus bolsillos para sacar las piedras.  Para su gran sorpresa se habían transformado en diamantes, rubíes y otras gemas preciosas.  Fue entonces cuando se dieron cuenta del significado de la promesa de que estarían alegres y tristes a la vez.  Estaban alegres por haber recogido la cantidad de piedras que recogieron, pero tristes, muy tristes, por no haber recogido más.
Yo me pregunto si nosotros vamos a sentir lo mismo cuando lleguemos al cielo. Estaremos contentos con el tesoro que fuimos acumulando en el cielo mientras estábamos en la tierra y gozosos por las recompensas que Cristo nos dará. Pero también lamentaremos no haber hecho más para servirle.
Saquemos el máximo provecho a nuestras oportunidades para que estemos más alegres que tristes.
Mateo 6:19-20
No os acumuléis tesoros en la tierra… sino acumuláos tesoros en los cielos…

De una Semillita
La historia, que tiene más de un siglo, cuenta que una princesa agonizaba. En su lecho de muerte pidió que su tumba fuese cubierta con una gran piedra de granito y que alrededor hubiese otras piedras sellando la lápida.
También dio órdenes de afianzar las piedras con abrazaderas de hierro. A petición suya la lápida llevaría escrito: “Esta tumba, comprada para toda la eternidad, jamás deberá abrirse”.
Aparentemente, durante el entierro se metió en la tumba una bellotita. Con el tiempo empezó a asomarse un brotecito en medio de las piedras. La bellota había podido absorber suficiente alimento como para crecer. Después de varios años de crecimiento, un robusto roble se levantaba entre las abrazaderas de hierro. El hierro no pudo con el roble y sus raíces lo rompieron dejando al descubierto la tumba que nunca debía abrirse. La nueva vida se abrió camino desde el lecho de muerte con una semillita.
Todos los días tenemos infinidad de oportunidades para aprovechar un nuevo comienzo. Generalmente, los nuevos comienzos se inician cuando alguna otra cosa termina. Cuando dejamos que el pecado muera en nuestro corazón encontramos nueva vida en Cristo. Tal vez no fuera accidental que el robusto roble, que es uno de los árboles más altos y fuertes del mundo, se creara a partir de una pequeña semillita.
Marcos 4:8
Pero otra parte cayó en buena tierra, y dio fruto, pues brotó y creció, y produjo a treinta a sesenta, y a ciento por uno.



Una obra maestra - devocional - vídeo

“Pues somos la obra maestra de Dios. Él nos creó de nuevo en Cristo Jesús, a fin de que hagamos las cosas buenas que preparó para nosotros tiempo atrás.”
Efesios 2:10 (Nueva Traducción Viviente)
El creyente corre el riesgo de no dimensionar adecuadamente la persona que puede llegar a ser en Cristo Jesús, una obra maestra. Cuando una persona recibe a Jesús como Señor y Salvador, éste recibe dentro de sí al Verbo de Vida, a Jesús, la Sustancia divina creadora del universo. La misma que actúa para convertir a los creyentes en una obra maestra.
Jesús toma lo que en apariencia no sirve como materia prima de una obra gloriosa. Él convierte a un ex fariseo perseguidor de la Iglesia, llamado Saulo de Tarso, en Pablo el Apóstol, gran siervo de Dios y mayor escritor del Nuevo Testamento. Jesús usó un grupo de pescadores de Galilea para convertirlos en férreos participes de Su reino, tomó sus vidas sin estudio y las convirtió en instrumentos llenos de valentía y denuedo. El Salvador del mundo tomó como materia prima a un gadareno poseído por una legión de demonios, un despojo humano sin esperanza, para depositar en él Su santidad y nombrarlo Su portador de buenas nuevas. En donde otros ven casos desesperanzados e inútiles, Jesús mira el material para Su siguiente obra maestra.
Cuando el alcohólico se convierte a Jesús, nuestro Señor no mira todo el mal que éste hizo, sino todo el bien que hará en Sus manos. No le ve como alguien sin valor sino lleno de potencial en Su reino. El Creador del universo puede convertir un montón de hierros oxidados en una estructura inigualable, un pedazo de madera en una escultura de renombre, a un pecador en alguien santo y puro ante Dios.
Como hijo de Dios y nueva criatura en Cristo, has sido llamado a convertirte en la obra maestra de Dios aunque en el pasado hayas tomado malas decisiones o nadie haya visto algo digno en ti. Permítele al Espíritu Santo y Su poder convertirte en el sueño de Dios.
En cada área de tu vida en la que veas una deficiencia, el Señor ve la posibilidad de derramar Su poder. Dispón tu corazón para ser convertido en la obra maestra de Dios. Pídele al Señor que te muestre el diseño de quien realmente eres.

En Jesús eres una obra maestra, créelo.



Busqué a mi amado pero Él ya se había ido - Devocionales, Reflexión

Un poeta muy famoso escribió los siguientes versos:
“Estar enamorados, amigos, es recobrar la llave oculta que abre la cárcel en que el alma está cautiva.
Es advertir en unos ojos una mirada verdadera que nos mira.
Es sospechar que, para siempre, la soledad de nuestra sombra está vencida.
Es ignorar en qué consiste la diferencia entre la pena y la alegría.
Es empezar a decir "siempre" y en adelante no volver a decir "nunca".
Y es además, amigos míos, estar seguro de tener las manos puras”.
La etapa del enamoramiento es una de las más bellas que podemos experimentar en la vida; soñamos aunque estemos despiertos, sonreímos constantemente, la rutina no nos afecta porque para nosotros cada día es una nueva oportunidad para dar y recibir amor, tenemos ilusiones y proyectos, le encontramos sentido a los detalles más pequeños que nuestro amado nos brinda y que nosotros le devolvemos con palabras dulces, amables, llenas de cariño y amor sincero.

Hay un escrito en la Biblia en forma de poesía que describe, de una manera muy particular, la relación amorosa entre una pareja de recién casados y dice así:
“Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama. Ábreme hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía”.
¡Qué descripción tan bella que hace el esposo de su amada! Son palabras de un hombre profundamente enamorado; él le está pidiendo a ella que le abra la puerta para poder entrar y estar con ella, pero sucedió algo inesperado: ella, de una manera indiferente y distante, le contesta que no puede levantarse y pone una serie de pretextos, diciendo: “me he desnudado de mi ropa, ¿cómo me he de vestir? He lavado mis pies, ¿cómo me los he de ensuciar?”
Es realmente incomprensible la actitud de la mujer ante la llamada de su amado; de repente mostró una indiferencia inexplicable; esto en realidad era un sueño, y ese sueño contiene una profunda enseñanza para nosotros. Esta imaginación representa nuestra comunión con Cristo, “El Amado de nuestra alma”. A veces perdemos de vista que Él es quien nos viene a buscar cada día para que tengamos un tiempo especial con Él. Su amor por nosotros es inalterable, nunca cambia, siempre toca a la puerta de nuestro corazón buscando compartir un momento único que hace que nuestras vidas tengan un verdadero sentido.
Existen diferentes tipos de amor dentro de una pareja:
El amor de la amistad: la amistad se construye poco a poco sobre las similitudes en lo que tenemos en común. Cuando las parejas cultivan la amistad se establecen puentes para que entre ellos perdure la felicidad.
El amor erótico: en el modelo de Dios la pareja habla, ambos se cuidan, se respetan y disfrutan de su intimidad sexual. No debemos avergonzarnos de hablar de lo que Dios no se avergonzó en crear.
El amor de pacto: es un amor de lazo en donde tenemos un compromiso de pareja, nunca nos abandonamos, estamos juntos en todos los momentos.
El amor ágape: es el amor de Dios, es sanador, es un amor incondicional que sólo considera el bienestar del ser amado.
 El amor humano es condicional “te quiero porque eres linda” pero cuando dejas de serlo “no te quiero más”. El amor de Dios es incondicional; en la Biblia se llama: Gracia. Debemos caminar bajo ese nivel de amor, tenemos que aprender a hacerlo. Dios quiere relacionarse contigo, con un AMOR INCONDICIONAL; ÉL NUNCA TE DICE “TE AMO SI…...”
Pero a veces pensamos que ese encuentro con Él es solamente para descargar todos nuestros problemas y  todas nuestras luchas, y es mucho más que eso; es justamente en ese encuentro cuando nos olvidamos de todo, para ESTAR A SOLAS CON ÉL, dice en Isaías 43.22-24
“No me invocaste a mí, sino que de mí te cansaste…no compraste para mí caña aromática por dinero, ni me saciaste con la grosura de tus sacrificios, sino pusiste sobre mí la carga de tus pecados…”
Esta expresión de Dios es conmovedora; que nuestro amado tenga que decir de nosotros: “se cansaron de mí” y no sólo eso sino que también dice: “no me trajiste nada”, ¿acaso, cuando vamos a visitar a algún amigo no compartimos algo?, ¿no es cierto que a veces compra él o ella y a veces nosotros?
ÉL LO ÚNICO QUE ESTÁ ESPERANDO ES QUE LE LLEVES TU AMOR SINCERO Y AGRADECIDO.
El rey  David  decía: “como el ciervo clama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, ¡oh Dios!, el alma mía, mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela”
Nuestra vida florece sólo cuando estamos junto a Él, es allí donde recibimos revelación, sabiduría, fortaleza y poder para enfrentarnos a todo. Es allí y sólo allí donde lo logramos, EN SU PRESENCIA.
Cuando la mujer se decidió a ir hacia la puerta para abrirle a su amado, él ya se había ido. ¿Sabes qué pasa?: que hay un momento exclusivo de tu día que sólo le pertenece a Él. No puedes hacerle esperar o “darle una cita a sabiendas que la vas a perder”, porque ESE NO ES UN MOMENTO MÁS DEL DÍA, ES UN MOMENTO ÚNICO,Y  NADIE DEBE OCUPAR ESE ESPACIO, ES SÓLO DE ÉL Y TUYO.  Nuestra relación con Jesús es igual que la de un matrimonio que se ama, es privada, porque en un romance sólo hay dos personas, es un tiempo de dicha y sumo gozo.
Pero al ver que su amado no estaba, la mujer se entristeció y dijo: “tras su hablar salió mi alma, lo busqué y no lo hallé, lo llamé y no me respondió”.
 Es que el horario de la cita ya había pasado, se quedó triste porque había desperdiciado algo irreemplazable pero ella habría preferido quedarse en la cama y cuando se decidió a abrirle ya era tarde.
Porque en la vida hay un tiempo para todo y uno de ellos es EL TIEMPO DE AMAR . El Señor te dice: “Muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz”. El amado había dejado mirra en la puerta como señal de que había estado allí, y cuando ella tocó la manecilla del cerrojo sus manos gotearon mirra, pues todo lo que Él toque te va a dejar un perfume inconfundible, y todos los que se acerquen a ti sabrán que has estado con el Maestro, con el Amado de tu alma, con el Esposo que te cuida fielmente.
 Un día Jesús le dijo a Pedro: “Pedro, ¿me amas? (amor de Dios),  y Pedro le contestó: “sí, soy tu amigo".
Por segunda vez Jesús le preguntó: “¿me amas?”
Pedro  le respondió: “soy tu amigo”
Y por última vez Jesús le dijo: ¿eres mi amigo?
Y Pedro le contestó: “sí soy tu amigo”.

 Jesús le bajó el nivel de amor: “quiero que me ames con el amor de Dios, pero te voy a esperar, aunque ahora sólo me ames como a un amigo, yo sé que un día me amarás como yo te amo a ti”


Jehová - Julissa con Danilo Montero - vídeo







He visto el favor de Dios

conozco su misericordia
su fiel amor me restauró
todos mis pecados en la cruz llevó

Él es mi Dios
no hay otro Igual

//JEHOVÁ//
el esta aquí
el vive en mí
JEHOVÁ

No es simplemente una imagen
que todos puedan venerar
Él está aquí, te dará su paz
tu culpa el llevó tus pecados perdonó

Él es mi Dios
no hay otro Igual

//JEHOVÁ//
el esta aquí
el vive en mí
JEHOVÁ

mi proveedor
mi sanador
el cordero y el león
rey del universo
venciste a la muerte
Dios nuestro libertador

//JEHOVÁ//
el esta aquí
el vive en mí
JEHOVÁ

//mi proveedor
mi sanador
el cordero y el león
rey del universo
venciste a la muerte
Dios nuestro libertador//

//JEHOVÁ//
no hay otro, no hay otro como Él, como Tú Señor
el esta aquí
el vive en mí
JEHOVÁ

//JEHOVÁ//
///el esta aquí
el vive en mí///
JEHOVÁ