lunes, 24 de septiembre de 2012

Alaba a Dios / Danny Berrios - vídeo

                                                                                                   Dios no rechaza oración 
                                                                                                      oración es alimento 

                                                                                              nunca vi un justo sin respuesta 

o quedar en sufrimiento 

(1)oh...basta solamente esperar 
lo que Dios irá a hacer 

Cuando Él levanta sus manos 
es hora de vencer 

(2) oh... alaba, simplemente alaba 
estás llorando alaba 
en la prueba alaba 
estás sufriendo alaba 
no importa alaba 
tu alabanza Él escuchará 

(3)Dios va al frente abriendo caminos 
quebrando cadenas sacando espinas 
manda a sus ángeles contigo a luchar 
Él abre puertas nadie puede cerrar 
Él trabaja para los que confían 
camina contigo de noche y de día 
levanta tus manos tu victoria llegó 
comienza a cantar 

(coro)Y alaba a Dios, alaba a Dios, alaba a Dios 
alaba a Dios 

La gente necesita entender lo que Dios 
está hablando. Cuando Él queda 
en silencio es porque está trabajando 
(1) 
Cuando Él extiende sus manos es 
hora de vencer 
(2) 
(3) 
coro(x3)


ALABA A DIOS / Danny Berrios 

Si estás llorando , alaba... En la prueba, alaba... si estás sufriendo alaba...

Sé Libre De La Culpa - Crecimiento Personal

”Cuatro cosas hay que nunca vuelven más: una bala disparada, una palabra hablada, un tiempo pasado y una ocasión desaprovechada.” Proverbio árabe
Probablemente algunos de ustedes han querido meterse en una especie de túnel del tiempo y poder cambiar algunas cosas de su pasado. Durante mucho tiempo han vivido con la culpa de lo que fue o de lo que pudo haber sido; han llegado a pensar que no hay esperanza para ustedes; ahora lo más triste de esta situación es que llegaron a culpar a otros de sus desgracias y sinsabores.
Esto nos viene desde el principio de la creación cuando Adán y Eva. Nos cuesta asumir la responsabilidad de nuestras vidas; es mas fácil culpar a otros, culpar a Dios, a la suegra, al cónyuge, al jefe, al gobierno, a la iglesia, en fin, culpamos a todos.
Decimos que toda emoción es una predisposición para la acción y la emoción está siempre presente en nuestras vidas; la culpa es lo que sientes cuando no asumes ninguna responsabilidad por tu vida, es el enojo contigo mismo que surge cuando has pasado los limites y has provocado consecuencias no deseadas.
Es fácil culpar a otros de que no alcancemos nuestros sueños, es fácil excusarse en decir no tengo recursos, no tengo opciones. Las excusas te hacen sentir mejor por un momento pero allí en tu corazón sabes que no estás bien contigo mismo, que eres preso de la culpa.
Tú puedes ser libre hoy de la culpa asumiendo responsabilidad en tu vida.
Dios te dio la capacidad para elegir, Dios te da opciones para crear y responder a la vida. A Adán y Eva les dio muchas opciones pero ellos eligieron el árbol de la ciencia del bien y del mal. Elije hoy salir de las excusas y comienza a vivir tu vida con responsabilidad.
La responsabilidad se define como la habilidad para responder, y la única persona que puede responder por tu vida eres tú.
Cuando entiendes esto vas a encontrarte con lo mejor de ti, con todo el poder que tienes para hacer cosas diferentes, para lograr tus metas, para rescatar sueños viejos que ya creías que habían pasado al olvido.
Deja ya de culpar a otros, cúlpate a ti y aprópiate de la vida y la libertad que Dios te da.
Hay un pasaje en la Biblia que dice: Dios ayuda a los que están decepcionados de su suerte, da un nuevo inicio a los que están a punto de abandonarlo todo.  Salmos 145:14  (El Mensaje)
Aquí vemos y entendemos que tú puedes abandonar la culpa y Dios te dará un nuevo comienzo. Él ha provisto para que tú vivas libre de la culpa y seas una persona completamente responsable. Lo que Él te está diciendo es que no estás solo, que Él estará contigo en todo tiempo para ayudarte. Ahora bien, Él no hará aquello que a ti y a mi nos toca hacer. Nosotros tenemos que hacer las cosas que nos corresponde hacer.
Comparto contigo tres cosas que debes hacer:
Necesitas conocer más a Dios. Dios es la relación que más necesitamos para alcanzar el éxito, para tener una vida plena y feliz. Dios no es religión, Dios es relación. Dios es el fundamento de cualquier sueño que quieras lograr.
Desarrolla relaciones que guarden tu vida. Para tener un nuevo comienzo, además de Dios, necesitas personas que estén contigo y a tu favor. Gente que esté dispuesta a caminar cada paso del camino contigo, gente que te anime, que te cuide y que te levante. No basta con creer en Dios, hay que pertenecer a una familia. Debes conectarte con un grupo de apoyo y desarrollar tu propio crecimiento personal y espiritual.
Busca relaciones que te lleven a tu sueño. Tú tienes un sueño, tú has sido creado para crecer y dar fruto bueno y duradero. Pero aunque el sueño es tuyo, necesitas personas que estén a tu lado para proteger y desarrollar ese sueño, personas que te ayuden de manera especifica en el sueño que tú quieres lograr. Si quieres lograr éxito en tu matrimonio no vas a buscar a alguien que no esté casado o a alguien que esté afrontando los mismos problemas que tú o peores. Busca consejeros, busca mentores, instructores, adiestradores, personas que puedan elevar tu vida.
Hoy tú puedes elegir seguir viviendo en la excusa culpando a otros o elegir asumir la responsabilidad de tu vida, y cada vez que asumas responsabilidad tienes la oportunidad para el cambio y obtener un resultado extraordinario.
El que quiere alcanzar sus sueños busca el camino y se hace responsable.
El que no quiere hacer nada encuentra una excusa y vive en la culpa. ¿Cuál es tu excusa para no ir tras tus sueños? Te invito a ser libre de la culpa.

Triunfo Final - Reflexiones - vídeo

Después de perder por solo un voto las elecciones para alcalde en Hickory, Mississippi en 1993, Charlie Lewis se mudó a Michigan.
Decidió gozar de la vida tranquila de un retirado, creyendo que la petición de anulación de las elecciones que había solicitado al tribunal era poco probable que progresase.
Reflexiones triunfarY entonces ocurrió: una llamada telefónica inesperada solicitando que regresara a Mississippi. El Tribunal Supremo del estado había anulado tres votos de ausentes favorables a Wayne Griffith, el alcalde residente, quedando sin efecto su victoria y convirtiendo a Lewis en el ganador por un margen de dos votos: 115 a 113.
“Habían sido más de dos años”, dijo Lewis, de setenta y dos años de edad, en respuesta a la noticia. “Supuse que me habían olvidado… creo que cuando se llega a mi edad se aprende a digerir pacientemente las cosas”. No obstante, estaba entusiasmado con la decisión del tribunal y las oportunidades que le aguardaban.
Lewis se convirtió en el primer alcalde de color de la pequeña ciudad de quinientos residentes en las colinas de arcilla roja del este de Mississippi.
“He esperado un poco pero la ley se tomó mucho tiempo”, dijo.
La espera puede quitar algo del entusiasmo de la victoria, pero si la causa es buena la espera nunca destruye el gozo del triunfo final.
Es preferible fracasar en una causa que algún día triunfará que triunfar en una causa que algún día fracasará.
2 Corintios 2:14
Pero gracias a Dios, que en Cristo siempre nos lleva en triunfo.


El perdón de todos los días - Meditaciones, Perdón - vídeo


Una vez escribí sobre perdonar a quien nos ofende. Hasta setenta veces siete nos dijo Jesús.

Qué importante es hacerlo, perdonar a las personas que nos hacen mal, porque la mayoría del tiempo las personas nos fallan, voluntaria o involuntariamente.
El problema está en dejar que eso se acumule, y se vaya anidando en nuestros corazones todo ese rencor y ese resentimiento, iras, decepciones, toda murmuración que hagamos a causa del hermano o amigo que nos ofendió.
No hay nada mejor que sentirse libre de pecado y de ataduras por medio de Jesucristo, pero cuando ya vamos por el camino de Dios y empiezan quizás a surgir envidias, contiendas, falsas acusaciones, divisiones, y recibes cosas feas y malas, pueden llegar a surgir la tristeza y el resentimiento porque somos humanos y débiles en cuanto a los sentimientos. Si algo aprendí es que el corazón se enferma y un corazón resentido mira todo mal y con resentimiento, por eso no hay nada mejor que estar libre y perdonar a todo el que nos hirió y poder amar al prójimo, al enemigo, y al amigo. Hay una frase que resume todo sobre ser libres del rencor, que dice: ¡perdonar es como poner a un prisionero en libertad y descubrir que el prisionero eres tú!
Qué gran verdad nos expresa esta frase, porque al empezar a dejar que todo eso se acumule en el corazón no estamos haciendo la voluntad del Padre de perdonar a quien nos ofende, y como consecuencia de esto su presencia se puede alejar poco a poco, porque hay un obstáculo que no permite que Él se manifieste en nosotros y es ese rencor que no se lo hemos entregado.

Proverbios 4:23
Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida
Y así como debemos perdonar, también debemos pedirle perdón a Dios por toda contaminación que muchas veces permitimos que entre en nuestro corazón. Pero los hijos de Dios no debemos quitar la mirada de Jesús; debemos pedirle perdón por haber osado odiar por unos segundos, por juzgar el mal que nos hacen, por amar sólo a los que nos aman y no amar al enemigo. A veces necesitamos entregarnos a Dios y pedirle perdón por no hacer su voluntad amando al prójimo como a nosotros mismos, porque dejamos la humildad a un lado y no somos mansos como lo fue Jesús; el perdón debe estar en nosotros como el pan de cada día porque por perdón fuimos salvos por gracia, y Dios nos ha mandado perdonar, porque al perdonar somos libres, y al perdonar al enemigo damos testimonio de que Cristo vive en nuestros corazones; todos los días debemos perdonar y pedir perdón, si nos ofenden o si nosotros mismos ofendemos a alguna persona, porque todos cometemos errores y muchas veces herimos a alguien sin intención.
Dios es misericordioso y Él siempre estará de lado del perdón, porque su amor y su perdón nos alcanzó. En la cruz Él se llevó todo el pecado, hasta nuestras heridas del corazón.
Les dejo con unas líneas de una canción que Dios puso en mi corazón una vez que me liberó del resentimiento.
-        A ti clamé, recibí el perdón que tanto anhelé; gracias por tu compasión
-        Todo mi rencor tu amor desvaneció, casi a punto de morir tu bondad me envolvió,
-        Hoy puedo perdonar a todo el que me hirió, ya soy libre para amar,
-        Sé que existes mi Señor!
-        Me ofreciste una Cruz envuelta en tu amor y PERDÓN!
Kari Gazo

Pudo más su amor - Devocionales, Reflexión


Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
Hebreos 12:2 (RVR 60)
Dios es un Juez justo y Santo, esa es Su naturaleza; un Dios que aborrece y repugna el pecado y la iniquidad, pues la pureza y la perfección es su esencia, y por más que me amara a mí como creación suya, y a toda la humanidad, no podía dejar de lado darnos el castigo que cada uno de nosotros merecemos por la naturaleza pecaminosa que heredamos de Adán y Eva. Nos alejamos de Él, nos apartamos de Su naturaleza como ovejas descarriadas, cada uno corriendo a un precipicio por nuestros vanos placeres que nunca nos saciarían para nada. En fin, tú y yo no podríamos hacer nada por nuestras propias fuerzas para pagar nuestra salvación, no podríamos zafarnos del justo juicio de Dios sin recibir el castigo eterno que merecemos. Por más que hayamos intentado ser “buenos” por nuestras propias fuerzas, Dios no puede dejar ser un Juez justo y Santo sólo para obviar nuestras malas acciones producto de una naturaleza caída y corrupta.  Pero ¡FUE TAN GRANDE SU AMOR POR MÍ Y POR TI! que envió a Su Hijo unigénito a proveer sacrificio por nuestras deudas, las cuales nunca en toda nuestra existencia hubiéramos podido pagar, recayendo sobre Su hijo (quien era Dios mismo en la persona de Jesucristo) todo el peso del pecado, la ira de Dios y el castigo que merecíamos, para que Su santidad y justicia fuera satisfechas; y así, personas culpadas como tú y yo, podamos ser perdonados, limpiados y justificados. Dime, amig@ y herman@: ¿Acaso habrá mayor regalo y mayor amor que éste? ¡¡¡CUÁN PERFECTO AMOR!!!
El día en que a nuestro Señor Jesús lo iban a crucificar, comenzó a experimentar gran angustia y depresión que hasta llegó a sudar como gotas de sangre; por lo cual Él le rogaba al Padre: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero sino como tú. 
Luego vinieron a arrestarlo; pero Pedro, por defender a su maestro, sacó la espada y, con la intención de quitarle la cabeza a Malco, solo alcanzó a quitarle la oreja. Aun así Jesús estaba dispuesto a dar su vida por nosotros, así que en vez de sentirse defendido por Pedro le dijo:
Vuelve tu espada a su lugar; ¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Él no me daría más de doce legiones de ángeles?
Habiendo podido evitar aquel sufrimiento, lo hizo, por amor a ti y a mí. Aún si pudiera haber una persona en todo el planeta, ya sea tú o yo, por ella Cristo también se habría entregado. Pienso en esta escena y las veces en las que pudo justificarse, pero por amor a ti y a mí calló ante las acusaciones falsas de los escribas y fariseos; Por amor a ti y a mí pudo soportar en silencio los terribles dolores producto de las torturas y azotes que recibió, cargando sobre Él todos nuestros pecados y lo que nos agobiaba para no ser salvos, y aguantó cada golpe, cada latigazo en silencio y sin reclamos. Puedo recordar de Su palabra cómo se pudo haber bajado “literalmente” de la cruz, como fuera llamando a sus ángeles para que lo hicieran desaparecer cuando venía la multitud a arrestarlo, pues teniendo ruta de escape no la aceptó y decidió dar ese gran paso hacia la cruz por amor a ti y a mí. ¡ESTAS SON REALMENTE LAS BUENAS NOTICIAS DE SALVACIÓN QUE CON GRAN GOZO EN NUESTRO CORAZÓN DEBEMOS ANUNCIAR! 

LO PUDO EVITAR, PERO NO LO HIZO; ¡POR AMOR A TI!