domingo, 9 de septiembre de 2012

Todo Mi Corazón - Reflexiones con vídeo

Como no hay canción y todo se acabó

Vengo ante Ti
Solo a ofrecer, algo de valor
Que te agrade Dios
Y es algo más que canción
O una simple inspiración
Estás buscando algo más
Tú eres merecedor
De mi sincera adoración
Y buscas mi corazón

Quiero volver a adorar como antes

Con el corazón, con el corazón Cristo
Perdóname, Tú eres el motivo
De mi adoración, de mi adoración Cristo

Mi Rey y Señor

Puedo expresar
Que mereces Tu
Todo lo que soy a esta humilde inspiración
Pertenece a Ti

Es algo más que canción o una simple inspiración

Estás buscando algo más
Tu eres merecedor
De mi sincera adoración
Y buscas mi corazón

Comparte el dolor - Reflexiones - vídeo

De la forma en que los amigos de Job trataron de consolarle aprendemos un principio básico sobre lo que es consolar a los demás cuando sufren: la capacidad de ayudar de un consolador no está tanto en su talento para usar las palabras, sino en su capacidad de ser solidario. Esa es la comprensión que Job anhelaba cuando sus amigos trataron de corregirle.
El Dr. Paul Brand ha expresado esta verdad hermosamente en su libro "La obra maestra de Dios". Él escribe: Cuando pregunto a mis pacientes “¿quién le ayudó en su sufrimiento?”, escucho una respuesta extraña e imprecisa.
Las personas descritas raras veces tienen respuestas suaves y una personalidad alegre y efervescente. Son personas calladas, comprensivas, que escuchan más de lo que hablan, que no juzgan y ni siquiera ofrecen muchos consejos. 
“La sensación de paciencia”. “Alguien que estaba presente cuando le necesité.” Una mano que tomar". "Un abrazo comprensivo y perplejo". "Un nudo en la garganta compartido.”
A veces, al esforzarnos tanto para decir lo correcto olvidamos que el lenguaje de los sentimientos habla mucho más alto que nuestras palabras. Hay momentos en que lo mejor que podemos hacer es «llorar con los que lloran» (Romanos 12:15).
El primer paso para ayudar a otros en sus angustias es compartir su dolor (2 Corintios 1:3-4).
Romanos 12:15.
. . . llorad con los que lloran. –

Cuando Tengo Miedo . . .- Artículos Cristianos - vídeo

PREOCUPADO


“DIOS  ME  CUIDARÁ”
Jesús dijo:  “No estéis preocupados por lo que habéis de comer o beber, para vivir, ni por la ropa con que habéis de cubrir vuestro cuerpo. Vosotros tenéis un Padre celestial que ya sabe que las necesitáis. Por lo tanto, buscad primeramente el reino de Dios y el hacer lo ordenado por Él, y todas esas cosas se os darán por añadidura. No estéis, pues, preocupados por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo de preocuparse”.
Mateo 6:25, 32-34
“Deja tus preocupaciones al Señor, y él te mantendrá firme; nunca dejará que caiga el hombre que le obedece”.
Salmos 55:22
“No os aflijáis por nada, sino presentadlo todo a Dios en oración. Pedidle, y también dadle gracias”.
Filipenses 4:6

DESANIMADO…

“DIOS ME FORTALECERÁ
“Desde el último rincón de la tierra clamo a ti, pues mi corazón desfallece. Ponme a salvo sobre una alta roca”.
Salmos 61:2
El Señor dijo: “Yo soy quien te manda que tengas valor y firmeza. No tengas miedo ni te desanimes, porque yo, tu Señor y Dios, estaré contigo dondequiera que vayas”. Josué 1:9
“¡Rendíos! ¡Reconoced que yo soy Dios!.
Salmos 46:10
“Dios, que da esperanza, os llene de alegría y paz a vosotros, que tenéis fe en Él, y os dé abundante esperanza por el poder del Espíritu Santo”.
Romanos 15:13

SOLO…

“DIOS ESTARÁ CERCA”

“Señor, los que te conocen, confían en ti pues nunca abandonas a quienes te buscan”
Salmos 9:10
“Yo, el Señor tu Dios, te he tomado de la mano y te he dicho: “No tengas miedo, yo te ayudo”.
Isaías 41:13
“Siempre dirijo mis ojos al Señor porque Él me libra de todo peligro. Mírame, Señor, y ten compasión de mí, porque estoy solo y afligido”.
Salmos 25:15-16
“Dios ha dicho: “Nunca te dejaré ni te abandonaré”.
Hebreos 13:5

FRACASADO…

“DIOS ME AYUDARÁ”
“Aunque caí, voy a levantarme; aunque me rodee la oscuridad el Señor es mi luz”.
Miqueas 7:8
“Tu reino es un reino eterno; tu dominio es por todos los siglos. El Señor sostiene a los que caen y levanta a los que desfallecen”.
Salmos 145:13-14
“El Señor está cerca, para salvar a los que tienen el corazón hecho pedazos y han perdido la esperanza”.
Salmos 34:18
“Dios os hará perfectos, firmes, fuertes y seguros”.
1ª Pedro 5:10

EN  PELIGRO…

“DIOS ME PROTEGERÁ”
“Tú eres mi refugio, mi castillo, ¡mi Dios en quien confío!”
Salmos 91:2
“El Señor te protege de todo peligro; Él protege tu vida. El Señor te protege en todos tus caminos, ahora y siempre”.
Salmos 121:7-8
Jesús dijo: “Al irme os dejo la paz. Mi paz os doy, pero no como la dan los que son del mundo. No os angustiéis ni tengáis miedo. Os digo todo esto para que encontréis paz en vuestra unión conmigo. En el mundo habréis de sufrir; pero tened valor pues yo he vencido al mundo”.
Juan 14:27  ,  Juan 16:33

ANGUSTIADO…

“DIOS ME CONSOLARÁ”
El Señor dice: “Como una madre consuela a su hijo así os consolaré yo”.
Isaías 66:13
“Dios y defensor mío, ¡contéstame cuando te llame! Tú, que en mi angustia me diste alivio, ¡ten compasión de mí y escucha mi oración!”.
Salmos 4:1
“El Señor es bueno; es un refugio en horas de angustia: protege a los que en Él confían”.
Nahúm 1:7
Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo. El que me siga tendrá la luz que le da vida, y nunca andará en oscuridad”.
Juan 8:12
“Dios mío….. cuando tengo miedo, confío en ti”.
Salmos 56:1,3

ANTE   LA  MUERTE…

“DIOS TE DARÁ VIDA”
“Aunque pase por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque Tú, Señor, estás conmigo”.
Salmos 23:4
Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y ninguno de los que viven y creen en mí morirá jamás. ¿Crees esto?”.
Juan 11:25-26
“Dios es quien me salva; tengo confianza, no temo”.
Isaías 12:2

Rompiendo Nuestras Cargas - Crecimiento Personal

Todo nuestro mundo está lleno de oportunidades. En cada aspecto de la vida diaria hallamos nuevas maneras de sacarle provecho a nuestras virtudes, expandir nuestros horizontes y sueños para una vida mejor. Pero alcanzar esta mejora no es siempre fácil.
Al nacer, nuestras condiciones físicas y mentales son nuestros primeros obstáculos. Estamos medio hechos pero lentamente logramos adaptarnos al ambiente y, con ayuda, gradualmente nos guiamos por nuestra cuenta. Es lo que llamamos una “dependencia necesaria”. Sin embargo, las verdaderas barreras a nuestro crecimiento son dependencias innecesarias, aquellas cositas que nos atan a la mediocridad y generan una falta de ambición.
Es cierto que las responsabilidades impuestas sobre nosotros a lo largo de los años son un gran impedimento al progreso en cada momento. Pero vivimos continuamente con estas obligaciones y responsabilidades concediéndoles el rol de “cargas” en nuestra vida que, decimos, nos impiden progresar.
Sin embargo, esto es tan sólo una gran mentira.  La verdad es que la carga más grande de la que somos presas somos nosotros mismos.
Nuestro temor al fracaso, nuestro engaño a nosotros mismos, nuestros prejuicios, y nuestra desconfianza en lo que somos y podemos ser pueden ser parte de esta gran carga, un pesado peso con el que vivir. Este gran saco de piedras nos da inestabilidad, generalmente indeseada, causada por el temor a lo desconocido y el estancamiento. A menudo esto impide que descubramos de qué estamos hechos.
Si realmente queremos progresar hacia una mejor vida, crecer y desarrollarnos, necesitamos recordar que estas cargas no dejarán de aparecer en el camino. Intentos diarios renovados pudieran sacarnos del camino; la perseverancia y la pasión por lo que hacemos y queremos son la mejor espada y el mejor escudo que podemos usar para defendernos.
Nunca dejemos de pelear y recordemos que nuestra única carga somos nosotros; vivamos libres, muramos en paz.
“No ser otro que nosotros mismos, en un mundo que hace lo mejor que puede, para convertirnos en otra persona, implica pelear la batalla más difícil que humano alguno pueda pelear y nunca dejar de hacerlo”. — Edward Estlin Cummings
“No permitamos que nuestro fuego se apague en medio de los desesperanzados cambios de los "todavía...", "no del todo" y "de ninguna manera".  No permitamos que el héroe en nuestra alma perezca en solitaria frustración por la vida que merecemos y que nunca hemos logrado alcanzar. El mundo que deseamos puede ser ganado. Existe y es real, es posible y es nuestro”. — Ayn Rand
Roberto  Villar, copyright 2011
Sin duda que Dios nos ha creado con propósito y que nuestra salvación nos dirige claramente hacia el cumplimiento del mismo. Sin embargo son muchos los que permiten que las circunstancias que afrontan a diario vayan moldeando y condicionando su vida y sus proyecciones. ¡Qué triste que al final de nuestra vida hayamos permitido que todas esas fuerzas externas determinaran lo que pudimos alcanzar y lograr!  Y digo que es triste porque Dios nos ha dado dones, talentos y recursos, aunque muchos parezcamos estar ciegos ante su existencia para, precisamente, tomar la iniciativa y hacer la contribución a nuestra generación para la que fuimos creados y salvados. Pero sólo a través de la fe y un férreo apego al Señor podremos vencer las pruebas diarias que intentan desenfocarnos y desviar nuestra atención de aquello por lo que fuimos llamados por el Señor a realizar. Adelante, dejemos a un lado aquello que nos estorba y atrevámonos a ser y hacer aquello que Dios nos comisionó para ser y hacer. ¡Que Dios les continúe bendiciendo!

Amistad - Reflexiones

Un soldado que pudo regresar a casa después de haber peleado en la guerra de Vietnam, le habló a sus padres desde San Francisco: “Mamá, Papá. Voy de regreso a casa, pero les tengo que pedir un favor. Traigo a un amigo que me gustaría que se quedara con nosotros.”
“¡Claro!” Le contestaron, “Nos encantaría conocerlo.”
“Hay algo que deben de saber…” El hijo siguió diciendo… “Él fue herido en la guerra. Pisó una mina de tierra y perdió un brazo y una pierna, él no tiene a donde ir, y quiero que él se venga a vivir con nosotros a casa.”
“Siento mucho el escuchar eso, hijo. A lo mejor podemos encontrar un lugar en donde él se pueda quedar.”
“No, Mamá y Papá, yo quiero que él viva con nosotros.”
“Hijo…” Le dijo el padre, “Tú no sabes lo que estás pidiendo. Alguien que esté tan limitado físicamente puede ser un gran peso para nosotros. Nosotros tenemos nuestras propias vidas que vivir, y no podemos dejar que algo como esto interfiera en nuestras vidas. Yo pienso que tú deberías de regresar a casa y olvidarte de esta persona. Él encontrará una manera en la que pueda vivir solo.”
En ese momento el hijo colgó el teléfono. Los padres ya nunca volvieron a escuchar de él. Unos cuantos días después los padres recibieron una llamada telefónica de la policía de San Francisco.
Su hijo había muerto después de que se había caído de un edificio. Fue lo que les dijeron.
La policía creía que era un suicidio. Los padres destrozados por la noticia volaron a San Francisco y fueron llevados al depósito de cadáveres de la ciudad a que identificaran a su hijo. Ellos le reconocieron y, para su horror, descubrieron algo que no sabían: su hijo tan sólo tenía un brazo y una pierna.
Los padres de esta historia son como muchos de nosotros. Encontramos muy fácil el amar a esas personas que son hermosas por fuera o que son simpáticas o agradables, pero no nos gusta la gente que nos hace sentir alguna inconveniencia o que nos hace sentir incómodos. Preferimos estar alejados de personas que no son muy saludables, hermosas o inteligentes como lo somos nosotros. Afortunadamente hay una persona que no nos trata de esa manera. Alguien que nos ama con un gran amor, que siempre nos recibirá en su familia, no importa qué tan destrozados estemos, física o mentalmente.
Esta noche, antes de que te metas en la cama para dormir, haz una oración a Dios para que Él te de la fuerza para que puedas aceptar a la gente tal y como es, y para que nos ayude a ser mas comprensivos con esas personas que son diferentes a nosotros.
Existe un milagro que se llama ‘amistad’ y existe en el corazón. Tú no sabes como pasa, ni como ha empezado, pero tú sabes la ayuda especial que tiene y te das cuenta que la amistad es el regalo más preciado que Dios te ha dado.
Los amigos son una joya muy rara en toda la extensión de la palabra.
Ellos nos hacen sonreír y nos apoyan para que nosotros progresemos.
Ellos nos prestan un oído, comparten una palabra de sabiduría, y ellos siempre van a abrir su corazón para nosotros.
En todo tiempo ama el amigo, y es como un hermano en tiempo de angustia.
Proverbios 17:17