domingo, 5 de agosto de 2012

No pelees conmigo - vídeo

Estaba a 4000 pies de altura en un aeroplano sin motor impulsado por el viento en la Costa Central de California. Una firme y clara exhortación vino a mis oídos de parte de Gary, mi instructor de vuelo.
Yo había estado haciendo las cosas a mi manera y no había seguido sus instrucciones. Había tomado en mi mano el instrumento que el instructor usa en caso que los novatos olviden lo que tienen que hacer. Gary me confrontó con la expresión. “No pelees conmigo”
Sorprendido, y en shock al oír sus palabras, rápidamente solté el instrumento.  Y él me dijo: “Intentémoslo otra vez". Adelante es abajo. atrás es subir, izquierda es izquierda y derecha es derecha. Con lentitud, puse mi mano sobre el instrumento sosteniéndolo con toda mi mano, y cuando lo hice volví a escuchar las mismas palabras: “No pelees conmigo.”
Gary me explicó que cuantas menos maniobras tengamos que hacer para volar con uno de estos aeroplanos, mejor vuelo tendremos . “Suavemente mantenga la nariz de la nave arriba y la cabeza hacia esa montaña”, me dijo la voz detrás de mi. “Suavemente”.
A la tercera y última vez, Gracias a Dios, asumí el control del pequeño aeroplano con mi pulgar y dedo índice sosteniendo el instrumento. Durante los siguientes 15 minutos cabalgué sobre los aires.  Gary me siguió diciendo dónde conducir el avión mientras las alas del aeroplano sin motor flotaban hacía diferentes puntos del horizonte.
Y eso fue algo maravilloso.
Cuando alguien le dice a una persona “No pelees conmigo” o “No pelees con eso” es porque algo no está en el camino correcto. Imagínese a un doctor tratando de sacar una espina del brazo de un niño con una aguja o a una madre tratando de sacar una espina del dedo de la hija. “No pelees conmigo” significa sufrimiento, inconformidad, que son necesarias para que las cosas positivas puedan ocurrir.
Cuántas veces estamos peleando con Dios porque algunas cosas parecen dolorosas y olvidamos que Dios está removiendo la espina de nuestra alma. Nos retorcemos y Dios tiene que decirnos con voz firme. “No pelees conmigo”
¿Qué quiere decirnos Dios con esa expresión?:
•    No pelees con mis propósitos en tus circunstancias..
•    No pelees el crecimiento que quiero darte.
•    No pelees con mi providencia en tu vida.
•    No pelees mi autoridad en medio de tus expectativas..
•    No pelees con mi voz cuando te pido ir contra tus sentimientos.
•    No pelees cuando te pida que te rindas en este proceso.
•    No pelees cuando mi mano toca tu vida..
•    No pelees con mi voz..
•    No pelees con el hombre nuevo o la mujer nueva que yo estoy haciendo.
¿Qué está diciendo el Espíritu Santo a la generación actual del Pueblo de Dios que está afrontando los desafíos económicos, culturales, relacionales, emocionales y espirituales?
¿Qué me está diciendo a mí y a ti?
¿No has sabido, no has oído que el Dios eterno es el Señor, el cual creó los confines de la tierra?
No desfallece ni se fatiga con cansancio, y su entendimiento no hay quien lo alcance.
Él da esfuerzo al cansado y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna.
Los muchachos se fatigan y se cansan, los jóvenes flaquean y caen;  pero los que esperan en el Señor
 tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas, correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán.
Esta promesa está dirigida al pueblo de Dios en medio de tiempos de desafío, cuando pareciera que se está experimentando el infierno en la Tierra o como cuando se siente uno cautivo en tierras extrañas o lejos de casa y no viendo el futuro claro.
• Cuando tus decisiones parecen ser desafiadas.
• Cuando tu carácter parece ser confrontado.
• Cuando tu habilidad para permanecer como un creyente en Dios es desafiada.
• Cuando tu conexión con Dios parece estar bajo ataque.
• Cuando tu fortaleza emocional parece estar en decaimiento.
• Cuando has sido llamado en medio del infierno para levantar el ambiente.
• Cuando eres desafiado a entrar en otra dimensión.
En medio de la desilusión y la incertidumbre de los tiempos todos necesitamos hacer ajustes. El principal ajuste es cómo estoy procesando lo que me está ocurriendo a mí personalmente y descubrir el más amplio contexto que le dé significado a mi vida en medio de esos desafíos.
Entonces necesitaremos estar bien alineados, balanceados y ajustados para volar por encima de los vientos contrarios. Si no lo hacemos perderemos altitud, caeremos de los cielos y sucumbiremos en las gravedades de la vida en esta tierra.
Esto es lo que Dios te está diciendo a ti que lees estas palabras:
• Tú puedes decidir volar en medio de estos vientos.
• Recuerda quien soy yo.
• Llámame
• Escúchame
• Espera la Palabra que tengo para ti.
• Recibe esa Palabra.
• Déjame hacer ajustes en tu vida para que puedas volar sobre estas circunstancias.
• Haz los ajustes que te diré que hagas.
• Yo te estabilizaré, te fortaleceré y te afirmaré para que puedas levantarte por encima de estos vientos severos.
No mucha gente te invita a volar directamente dentro de las tormentas de la vida.  Cuando nosotros decimos "sí" a los propósitos de Dios es importante recordar que también estamos diciendo "no" al mismo tiempo. Si decimos Sí a Dios, a la vez estamos diciendo No al impulso propio, a la Cultura, a la Auto Complacencia o al mal.
En esto pensemos  ¿Quién es el jefe realmente?
¿Quién nos está llamando?
¿Quién está en Control?
Recordemos que algunas veces el instructor de vuelo nos dirá estas palabras: “No Pelees Conmigo.”
Escrito por Kenny Luck

Bendito Jesús - Reflexiones con vídeo

Por Ti es mi clamor y sin ningún temor

en Ti puedo confiar, Bendito Jesús
Hoy puedo escuchar tu voz de sanidad
restaurando mi ser, Bendito Jesús

Mi deseo eres Tú mi momento de amor

la alegría de vivir, Bendito Jesús
Eres mi fuente de amor
eres aire y eres sol
el latir del corazón, Bendito Jesús

Bendito amor de mi Señor

bendito amor de mi Señor

Tu gracia y favor conmigo puedo ver

saturando mi ser Bendito Jesús

Y hoy mi voluntad se rinde a tu verdad

tu amor y tu bondad Bendito Jesús

Mi deseo eres Tú mi momento de amor

la alegría de vivir Bendito Jesús

Eres mi fuente de amor, eres aire y eres sol

el latir del corazón Bendito Jesús

Bendito amor de mi Señor bendito amor

de mi Señor Mi deseo eres Tú
mi momento de amor la alegría de vivir
Bendito Jesús

Eres mi fuente de amor eres aire y eres sol

el latir del corazón Bendito Jesús

Bendito amor de mi Señor

bendito amor de mi Señor

¿Qué tipo de Hombre estás Buscando? - PowerPoint

En una breve conversación, un hombre le pregunta a una mujer:
¿Qué tipo de hombre estás buscando?
Ella se quedó un momento callada antes de verlo a los ojos y le preguntó
¿En verdad quieres saberlo?
El respondió “Si”
Ella empezó a decir:
“Siendo mujer en esta época, estoy en una posición de pedirle a un hombre lo que yo sola no puedo hacer por mí”.
“Yo pago todas mis facturas.
Yo me encargo de mi casa sin la ayuda de un hombre”.
Yo estoy en la posición de preguntar,
¿qué es lo que tú puedes aportar en mi vida?”
El hombre se la quedó mirando.
Él claramente pensó que ella se estaba refiriendo al dinero.
Ella, rápidamente, sabiendo lo que él estaba pensando dijo:
“No me estoy refiriendo al dinero.
Yo necesito algo más.
Yo necesito un hombre que luche por la perfección en todos los aspectos de la vida.”
Ella añadió:
“Yo busco a alguien que luche por superarse, a alguien con quien conversar y que me motive a ser cada vez mejor.  Yo necesito a alguien que no sea mentalmente simple e inmaduro..
Quiero a alguien a quien admirar y que me admire por mi misma”.
“Yo estoy buscando a alguien que luche por la perfección espiritual, porque yo necesito a alguien con quien compartir mi fe en DIOS
Un hombre que me ame, pero que ame a Dios por encima de todo.”
No necesito a un hombre que luche por la perfección financiera porque yo no busco riquezas.
Busco a alguien que se esfuerce y trabaje hombro a hombro conmigo para sostener nuestro hogar, que no sea una carga más en espera de ser mantenido.
Yo necesito a alguien suficientemente sensible para que me comprenda por lo que yo paso en la vida como mujer, pero suficientemente fuerte para darme ánimos y no dejarme caer.
Yo estoy buscando a alguien al cual yo pueda respetar.
Alguien que sea mi complemento en la vida.
Para poder apoyar a ese hombre, debo respetarle y que me respete por lo que valgo.
Yo no puedo ser sumisa con un patán.
“Busco a alguien en quien pueda confiar, que me respete como su pareja y mejor amiga.  No a un hombre infiel, con un alma tan pobre que me desprecie y se desprecie a sí mismo entregándose a cualquiera sólo por un momento de placer banal y animal.
Busco a un hombre que pueda ser digno ejemplo para nuestros hijos, pero no una vergüenza para ellos.
“Yo aspiro a atender a mi pareja, simplemente él tiene que merecérselo.  Dios hizo al hombre y a la mujer en iguales condiciones para apoyarse mutuamente. Yo no puedo ayudar a un hombre inútil, que no se puede ayudar a sí mismo.
“Yo busco a un hombre sensible y con buenos sentimientos, porque él conocerá mis sentimientos con sólo mirarme a los ojos”. Busco ternura.
Cuando terminó, ella le vio a los ojos y él se veía muy confundido y con interrogantes.
Él le dijo: “Estas pidiendo mucho”.
Ella le contestó
“Yo valgo mucho”.
Pásalo a toda mujer excepcional que te venga a la mente y no olvides pasárselo a los hombres para que sepan el valor de una Verdadera Mujer
Descarga esta dispositiva aquí:     Powerpoint – ¿Que tipo de Hombre estás Buscando?

No Somos accidentes… Somos sorprendentes

¿Nos ha dicho alguien alguna vez que somos realmente sorprendentes?
Probablemente no, a menos que seamos de aquellos pocos bendecidos que tienen al menos un poderoso animador en sus vidas al que realmente le importamos.
Medía 1.80 cuando estaba en el séptimo grado y pesaba 68 Kg. El ser “delgaducho” no me describía del todo bien; “mondadientes” se acerca un poco más. Con el cabello crespo, que tenía largo y que luchaba por mantener recto, la mayoría de mis amigos me llamaban “Q-Tip”.  Pueden imaginarse cómo aquello hacía maravillas a favor de mi auto estima… la verdad no mucho. 

Mi padre me recordaba que mi nacimiento no había sido planeado y así parece. Tres chicos en menos de tres años: mi hermano tenía dos años e iba para tres.  Mi hermana tenía un año, faltándole 9 días para llegar a los dos.
Mi padre sufrió la mayor parte de su vida de lo que ahora se conoce como desorden bipolar.  Serios cambios de ánimo y una abundancia de actitudes que no me ayudaban (ni a nadie más).  Constantemente me recordaba que yo era un “accidente”, y con el abuso psicológico constante al que me sometía, me sentía más como un intruso en el planeta que como un niño.
Al crecer y comenzar a descubrir el desarrollo personal y qué podía hacer por mí para sanar mi pasado y crear mi futuro, comencé a desarrollar nuevas creencias sobre mí mismo.
Lo que descubrí cambió mi vida… descubrí que los hechos probaban que yo no era un “accidente”, sino en realidad que mi vida era, y es, un milagro.
Descubrí al leer varios libros sobre el desarrollo personal, que, en primer lugar, las probabilidades de que yo fuese concebido eran de decenas de millones contra uno.  De hecho, aprendí que había vencido a entre 10 y 90 millones de otras “semillas” que luchaban por fertilizar un huevo.
Decenas de millones de candidatos posibles y sólo uno iba a obtener la cita, es más, los demás iban a morir.
No era sólo una carrera por afecto… era una batalla por la vida.
Detengámonos y pensemos en esto.  Si cualquier otra semilla hubiese fertilizado ese huevo, ni usted ni yo estaríamos aquí ahora.  ¿Nos hemos preguntado por qué siempre nos sentimos “especiales”?  ¿Tal vez nos sentimos “afortunados”?  Bueno, obtuvimos acceso al santuario interior para fertilizar el huevo y millones que no lo lograron murieron.
No sé ustedes, ¡pero solo ese hecho me hacer sentir bastante sorprendente!  Ahora, no les pido que crean esto como algún concepto esotérico, metafísico o espiritual.
Les comparto ésto como un hecho comprobado.  Pueden confirmar estas estadísticas con un médico.  Ahora bien, si estas probabilidades no le hacen sentir tan sorprendentes como a mí, entonces piensen sobre esto.
Vayamos cinco generaciones atrás en nuestra familia.  Aquello serían nuestros tatara-tatara-tatara abuelos.  Al tener extensos registros de mi genealogía familiar, sé quién fue mi tatara-tatara-tatara abuelo y dónde nació.
Él nació en 1795 en Kentucky. Tan sólo 18 años después de que nuestra nación declarase su independencia, conoció a su futura esposa debido a unas circunstancias que desconozco.  De todas maneras, pueden imaginar, según su propia experiencia, que las probabilidades de seguir adelante juntos no eran buenas.
Ahora agreguemos a la ecuación las probabilidades de que jamás concibieran y tuvieran el hijo particular que tuvieron. Esa probabilidad era de uno contra varios millones.  Ahora, ese niño creció y conoció a alguien más y el proceso sigue hasta nuestros días.
¿El punto?
Imaginemos las probabilidades de que llegásemos a este planeta… trillones a uno.  Nuestra vida es sorprendente.  Tal vez no nos sintamos así… tal vez sintamos las emociones más bajas que un humano pueda experimentar, pero el hecho sigue siendo que ¡somos un milagro!
Tal vez, en otra ocasión, tocaremos la sorprendente composición biológica, ósea y muscular de nuestro cuerpo, que de por sí es otro milagro.  Pero por ahora, démonos tiempo para pensar y considerar cómo llegamos aquí.
Mis queridos amigos, no somos un accidente.  ¡Somos sorprendentes!
Fuimos un milagro desde el día en que comenzamos nuestra existencia en este planeta y todavía lo somos.  La mayoría de la gente nunca es enseñada a amarse a sí misma ni tampoco a comprender realmente cuán sorprendentes somos. Como consecuencia del mucho daño emocional y psicológico que recibimos de fuentes mal informadas en este mundo, nunca afrontamos la realidad de quienes somos realmente.
¡Somos sorprendentes!  Lo sé… tenemos talentos, habilidades, inteligencia y corazón para hacer milagros en nuestra propia vida. Tenemos un potencial que ni siquiera hemos comenzado a destapar.
Probablemente hemos olvidado o nunca sabido los hechos que apoyan la tesis de que somos seres fenomenales. Tómense un tiempo hoy para pensar sobre todo ésto. Piensen en los sueños, esperanzas, deseos y la increíble visión dentro de nuestra mente… No les estoy pidiendo que crean algo. Tan solo les estoy dando los hechos… ¡somos sorprendentes!
Podemos hacer, ser y tener más de lo que jamás hemos soñado posible. Despertemos a la verdad.  Retiremos nuestros sueños del estante y desempolvémoslos para que puedan vivir de nuevo en nuestro corazón, alma y mente. Sigamos creyendo que podemos y lo lograremos.  Entonces esperemos que se cumplan y observemos cómo se desarrolla nuestra sorprendente vida.
Michael Murphy
Si bien esta reflexión puede ser un tanto existencialista, no cabe la menor duda que no deja de hacer eco a la maravilla de la creación de Dios que en realidad somos.  La verdad es que cada uno de nosotros fue creado y traído al mundo por Dios con un propósito específico.  Si abrazamos los planes de nuestro Creador y Salvador, entonces descubriremos el significado de la vida abundante… y si no lo hacemos, acabaremos por desperdiciar nuestros años sobre la Tierra, y al final nos sentiremos frustrados y amargados.
Sí, la verdad es que ¡somos sorprendentes!  Pero todo lo que podemos llegar a ser y hacer sólo podemos encontrarlo siendo fieles a Cristo.  Atrevámonos a aferrarnos a Él y a sus planes para nuestras vidas.  Adelante y que el Señor les continúe bendiciendo.

Cuando somos un milagro -Reflexión

Conducía, de vuelta a casa, alrededor de las cinco, tras una reunión, y estaba atascado en el tráfico del Bulevar Colorado, cuando el coche comenzó a fallar y se apagó. A duras penas pude empujarlo, maldiciendo, a una estación de gasolina, contento solamente de no estar obstruyendo el tráfico y de que tendría un lugar más tranquilo para esperar la grúa. Ni siquiera se podía enderezar. Antes de que pudiera hacer la llamada telefónica vi a una mujer saliendo de la tienda de autoservicio. Parece que resbaló sobre el hielo y cayó sobre un distribuidor de combustible, por lo que me levanté y fui a ver cómo estaba.
Cuando llegué donde estaba, parecía, más bien, sobrecogida por el llanto más que por la caída; era una joven mujer que se veía bastante desaliñada con ojeras alrededor de sus ojos. Dejó caer algo cuando le ayudaba a levantarse y lo recogí para dárselo. Era una moneda de cinco centavos.
En ese momento, todo quedó claro para mí: la mujer llorando; la antiquísima camioneta repleta de cosas con tres muchachos en la parte de atrás, otro en un asiento del coche, y el repartidor de combustible leyendo $4.95. Le pregunté si todo estaba bien y si necesitaba ayuda, a lo que ella seguía diciendo: “No quiero que mis hijos me vean llorando”, así que nos paramos al lado opuesto del distribuidor a su coche. Ella dijo que conducía hacia California y que las cosas estaban muy duras para ella en ese momento. Así que le pregunté: “¿Y está orando?” Eso le hizo alejarse de mí un poco, pero le aseguré que no era un loco y le dije: “Él la oyó y me envió”.
Saqué mi tarjeta de crédito y la pasé por el lector de tarjetas para que pudiese llenar el depósito de su coche, y mientras cargaba el combustible, me dirigí al McDonald’s de al lado y compré dos grandes bolsas de comida, algunos vales de regalo por más, y una gran taza de café.
Ella le dio la comida a los muchachos en el coche, quienes la comieron como lobos, y nos quedamos parados junto al distribuidor comiendo patatas fritas y conversando un poco.
Me dio su nombre y me dijo que vivía en Kansas City. Su novio la había abandonado hacía dos meses y no había podido arreglárselas sola. Sabía que no tendría dinero para pagar el alquiler del piso el 1 de enero por lo que, finalmente, había llamado a sus padres, con quienes no se había comunicado en cinco años. Ellos vivían en California y le dijeron que podía mudarse con ellos y comenzar de nuevo allí. Así que empaquetó todo lo que poseía y lo puso en el coche. Le dijo a los muchachos que se iban a California para Navidad, pero no que se mudaban allí.
Le di mis guantes, un breve abrazo, y dije una rápida oración para su seguridad en el viaje. Al dirigirme a mi coche, ella dijo: “¿Así que, es Ud. un ángel o algo parecido?” Eso, definitivamente, me hizo llorar. Le dije: “Querida, en esta época los ángeles están muy ocupados; así que, a veces, Dios utiliza a gente normal”.
Fue increíble ser parte del milagro de alguien. Y, por supuesto, como pueden imaginar, cuando me subí a mi coche encendió al primer intento y me llevó a casa sin problema alguno.
Lo meteré al taller mañana para revisarlo pero sospecho que el mecánico no hallará problema alguno con él. Algunas veces los ángeles vuelan tan cerca de uno que podemos escuchar el batir de sus alas…

Nunca dejes de creer en Dios y en los milagros que Él hace. Sobre todo no menosprecies la oportunidad de ver cuando Dios te convierte en un milagro para otros. Hoy podría ser uno de esos días.
Dios hizo señales y milagros grandes y terribles en Egipto, sobre Faraón y sobre toda su casa, delante de nuestros ojos. Deuteronomio 6:22
De las grandes pruebas que vieron tus ojos, y de las señales y milagros, y de la mano poderosa y el brazo extendido con que el Señor tu Dios te sacó; así hará el Señor tu Dios con todos los pueblos de cuya presencia tú temieres. Deuteronomio 7:19
Prefiero recordar las hazañas del Señor, traer a la memoria sus milagros de antaño.Salmo 77:11