viernes, 20 de julio de 2012

La clave del éxito-Reflexiones-vídeo


En mayo de 1969, la unidad de infantería de Jan Scruggs fue atacada por el Vietcong. Scruggs recibió heridas de metralla y fue enviado a su casa para recuperarse. Se sintió afortunado.
Después de su servicio en el ejército, Scruggs se graduó de consejero. Comenzó a soñar con erigir un monumento a sus compañeros, pero abandonó el pensamiento. Volvió a tener la idea en 1979, después de ver El Francotirador, una hermosa película acerca del impacto de Vietnam en un grupo de amigos de una pequeña ciudad. ¡Esta vez estaba decidido! Aunque no tenía dinero ni una organización que le apoyara, Scruggs usó sus propios fondos para establecer el “Fondo del Monumento a los Veteranos de Vietnam”, una organización sin fines de lucro. Organizó una conferencia de prensa donde dio a conocer sus planes. Reunió a un impresionante equipo de patrocinadores y, en julio de 1980, Scruggs y sus voluntarios fueron premiados, les donaron, con un lugar cercano al monumento a Lincoln. Se les concedió cinco años para que consiguiesen los fondos para la construcción.
En una operación relámpago, Scruggs y sus voluntarios consiguieron el dinero necesario para el Monumento a los veteranos de Vietnam tres años antes de lo programado.
La clave del éxito no está en el tamaño de la meta, sino en el impulso en alcanzarla.
Ningún proyecto vale el papel en el cual está impreso salvo que le impulse a usted a hacer algo.
Santiago 1:22
Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.

¿Qué hace la diferencia? ¿Por qué a algunas personas les va tan bien? ¿Será por…
• ¿El trasfondo familiar? Crecer en una buena familia es algo por lo que cualquiera debería sentirse agradecido, pero no es un indicador fiable de ser la razón para el éxito. Un alto porcentaje de las personas exitosas viene de hogares destruidos.
• ¿La riqueza? No, algunos de los hombres y mujeres de mayor éxito vienen de la clase media y de la clase media baja. La riqueza no es un índice de éxito, ni la pobreza es garantía de logros insignificantes.
• ¿La oportunidad? Bueno, la oportunidad es algo muy especial. Dos personas con dones, talentos y recursos similares pueden observar una situación dada, y una de ellas verá tremendas oportunidades en tanto que la otra no verá nada. La oportunidad está en el ojo del observador. ¡Ummm..., no, no, no!
• ¿Una alta moralidad? Me gustaría que esta fuera la clave, pero no lo es. He conocido personas absolutamente íntegras que han logrado muy poco. Y he conocido sinvergüenzas de un tremendo éxito. Usted también los conoce.
• ¿La ausencia de dificultades? Por cada persona exitosa que ha esquivado a la adversidad, hay una Helen Keller que venció incapacidades extremas o un Víctor Frankl que sobrevivió a horrores absolutos. Así es que tampoco es la ausencia de dificultades.
No, ninguna de estas cosas es la clave. Para decirlo en forma franca, yo sé sólo de un factor que separa a los que se distinguen en forma consistente de los que no: La diferencia entre la gente mediocre y la gente de éxito es su percepción de lo que sucede y su reacción al fracaso.
Ninguna otra cosa tiene la clase de impacto, en la capacidad de las personas, de alcanzar y llevar a cabo cualquier cosa que se propongan y deseen.
Maxwell, John C.
Efectivamente, esto es cierto. El fracaso no es el acabose de todo, podría ser el comienzo de todo. Lo importante en la vida es sacar provecho de cada experiencia dolorosa. Jesús estará a nuestro lado para enseñarnos.
Para librarnos de caer en el sepulcro y de cruzar el umbral de la muerte. Job 33:18.
Si le tiene compasión y le ruega a Dios: Sálvalo de caer en la tumba, que ya tengo su rescate. Job 33:24.
Podrá tropezar, pero no caerá, porque el Señor le sostiene de la mano. Salmo 37:24.



Nuevos objetivos-El Señor me abrirá nuevos caminos

No permita que un éxito le impida intentar cosas mayores y superiores. Establezca constantemente nuevos objetivos y conseguirá cosas que jamás pensó que sería posible lograr.
Proverbios 24:33-34
Mientras tú sueñas y cabeceas, y te cruzas de brazos para dormir mejor, la pobreza vendrá y te atacará como un vagabundo armado.
2 Timoteo 2:24
Y el siervo del Señor no debe ser rencilloso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido.
Hebreos 13:5
Sea vuestro carácter sin avaricia, contentos con lo que tenéis, porque Él mismo ha dicho: NUNCA TE DEJARÉ NI TE DESAMPARARÉ.

El Señor le dijo: Ten ánimo, Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques también en Roma. Hechos 23:11.
¿Eres tú uno de los testigos del Señor y te ves ahora en peligro? Acuérdate de que eres inmortal hasta que termine tu trabajo. Si el Señor quiere que sigas todavía dando testimonio de Él, vivirás para darlo. ¿Quién podrá quebrar el vaso que el Señor quiere utilizar?
Si tu Maestro no te confía trabajo alguno, no te lamentes de que te lleve a su morada donde no llegarán los dardos de tus enemigos. Tu obligación principal es dar testimonio de Jesús, y nadie podrá impedirte esta empresa hasta que esté terminada. Por tanto, vive tranquilo.
La vil calumnia, la falsedad, el abandono de los amigos, la traición de aquellos en quienes has confiado, todo lo que pudiera acontecerte, jamás podrán torcer los designios que el Señor tiene sobre ti. El Señor te ampara en la noche de tu aflicción y te dice: "Así es menester que testifiques". 
Cálmate y regocíjate en el Señor. Si no necesitas ahora de esta promesa, tal vez la necesitarás mañana. Guárdala como un tesoro. Acuérdate de orar por los misioneros y por los perseguidos para que el Señor los guarde hasta que terminen su trabajo en esta vida.
Hoy estoy seguro de que Él me abrirá nuevas puertas para ministrar, y cuando Él las abra yo entraré con confianza y seguridad.
Señor, Gracias por ayudarme a ver la vida de otra manera y estar seguro de que mientras tenga vida, Tú me abrirás nuevas puertas. Amén.



Sobrelleva las cargas de otros... Hoy soportaré las cargas de otros

El propósito en la vida viene cuando nos proponemos llevar las cargas de otros, ¡mostrar el amor de Dios al hacer por ellos lo que no pueden hacer por sí mismos!
En este mundo todos somos útiles para hacer más livianas las cargas de los demás.
Gálatas 6:2
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo.
Romanos 15:1
Así que, nosotros los que somos fuertes, debemos sobrellevar las flaquezas de los débiles y no agradarnos a nosotros mismos.
Romanos 14:1
Aceptad al que es débil en la fe, pero no para juzgar sus opiniones.
1 Corintios 9:22
A los débiles me hice débil, para ganar a los débiles; a todos me he hecho todo, para que por todos los medios salve a algunos.
Filipenses 2:4
no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás.
1 Tesalonicenses 5:14
Y os exhortamos, hermanos, a que amonestéis a los indisciplinados, animéis a los desalentados, sostengáis a los débiles y seáis pacientes con todos.

“Ayúdense entre sí a soportar las cargas, y de esa manera cumplirán la ley de Cristo” Gálatas 6:2.
Dios quiere que hoy soporte las cargas de otros.  Pacientemente, el Señor quiere que corrija con amor los fallos de otros y en esa paciencia esperar mientras soporto esas faltas. Y en esa actitud Dios forjará mi paciencia para que abunde más y más, por lo tanto hoy necesito orar más para que el Señor me dé esa serenidad que necesito para tal labor.
Sé que mi deber es amonestar una y otra vez a mi hermano cuando vea que falla, pero si después de hacerlo el  hermano no enmienda su falta, en lugar de impacientarme, necesito llevar esa carga al altar del Señor y dejar que Dios trate de una manera directa con él.  Quiero soportar las faltas de los otros con paciencia, porque yo también tengo faltas ya que aún no soy perfecto.  Pero Dios me hará perfecto.
Sé que hoy necesito reflexionar sobre el hecho de que si yo mismo no he logrado ser lo que desearía ser, ¿cómo puedo exigirle a los demás que sean como yo quiero que ellos sean?
Muchas veces yo he querido que los demás sean perfectos cuando aún no he corregido mis propias fallos.  A veces la libertad de otros me desagrada cuando yo mismo no me negaría esa libertad si me llegara.  A veces quiero poner límites en los otros cuando yo mismo quiero vivir sin límites.
Si el Señor en su palabra me dice que soporte las cargas de los otros es porque Él sabe que puedo y en esa confianza quiero moverme hoy.
Ningún hombre es suficiente por sí mismo, ni sabio en sí mismo.  Solo en el Señor tenemos la suficiencia y la sabiduría, por ello es que hoy primero necesito al Señor y luego necesito de los demás.
Necesitamos apoyarnos los unos a los otros, consolarnos los unos a los otros, ayudarnos mutuamente, y aconsejarnos los unos a los otros, y así fortalecernos en medio de la adversidad, porque la adversidad no debilita al hombre sino que le muestra tal como es. Es en los momentos de debilidad, en la lucha contra la adversidad y en las faltas cuando necesitamos al hermano, y hoy quiero ser uno de los que está dispuesto a soportar las cargas de los demás.
Señor, a veces he juzgado al que me ha fallado y me he retirado de él y no he querido llevar su carga, pero hoy encuentro que es necesario aprender a soportar las cargas de él así como Tú has soportado mis cargas y mis fallos.   Quiero extenderme hacia los demás con una nueva actitud y sé que en esto Tú me ayudarás y me sostendrás. Amén

Tenemos tanto..., pero….¿somos felices?-pensamiento

La vida para muchos de nosotros es tan complicada...  Todos tenemos nuestra propia perspectiva de la vida.  Ella comienza con amor, demanda amor y siempre busca amor; tan hermoso, tan sencillo, aunque tan difícil de comprender para nosotros.
Arrastrándose dentro del límite de aquellas cuatro paredes, rodeado de papá, mamá y otros miembros de la familia, cuán felices éramos.  Cuán entusiasmados solíamos estar viendo las comedias en TV, recibiendo juguetes, comiendo chocolate, etc.
Con una frontera ampliada de la vida y con más amigos a nuestros alrededor, se supone que deberíamos ser aún más felices.  Pero, ¿realmente lo somos?
Antes de que desarrollásemos sistemas de educación, buenos medios de transporte y comunicación, etc., éramos felices.  Pero ahora, con todos estos avances, ¿por qué no podemos ser felices?
Tenemos la habilidad y tecnología para alcanzar el espacio exterior… y sin embargo no podemos desarrollar una tecnología para traer una sonrisa al rostro de alguien.  Las necesidades y quereres nos impulsan hacia todos estos descubrimientos y nos llevan hacia el lujo.  Estos son los mismos quereres que, en un extremo, se convierten en deseos… deseos ilimitados en los que nos ahogamos.
Nos estamos ahogando deseando más amor, más lujo, más comodidad y más éxito.
Hemos acumulado vastos conocimientos aunque fallamos en comprender la sencilla verdad de la vida: la vida es una travesía y tenemos que aceptar todo lo que nos sale al encuentro.  La única manera de sonreír es aceptar lo que somos y lo que tenemos…, nunca correr y lamentarnos por lo que no tenemos.

Este pensamiento es casi un clamor existencialista, que me recuerda la angustia de muchos en la década de los setenta en el siglo pasado (el XX). Pareciera ser, exactamente, un acierto para muchos en medio del Occidente.  Animados por la cultura que nos rodea, nos hemos lanzado en busca de un sueño colectivo que jamás lograremos alcanzar porque es irreal.  Y es que, como bien dice el autor, la vida nos brinda en medio de su evidente complejidad, la oportunidad de ser felices si la sabemos vivir con sencillez, con una actitud agradecida al Señor por quienes somos (en vez de quejarnos por quienes no somos o por quienes nos hubiera gustado ser), y lo que tenemos (en vez de lamentarnos por lo que no tenemos o hubiésemos querido tener).  No hay sustituto para una vida de genuino contentamiento delante de Dios.  Atrevámonos a abrazar ese estilo de vida… que no sólo nos bendecirá a nosotros sino también a todos los que nos rodean. 

Papel arrugado-reflexión

Mi carácter impulsivo me hacía reventar en cólera a la menor provocación.
La mayor parte de las veces, después de uno de estos incidentes, me sentía avergonzado y me esforzaba por consolar a quien había dañado.
Un día mi consejero, quien me vio dando excusas después de una explosión de ira, me entregó un papel liso. Y entonces me dijo: Estrújalo. 
Asombrado, obedecí e hice una bola de papel con él.
Luego me dijo:
Ahora déjalo como estaba antes. 
Por supuesto que no pude dejarlo como estaba. Por más que traté, el papel quedó lleno de arrugas.
Entonces mi consejero habló:
“El corazón de las personas es como ese papel. La impresión que dejas en ese corazón que lastimaste será tan difícil de borrar como esas arrugas en el papel".
“Aunque intentemos enmendar el error, ya estará “marcado”.
Por impulso no nos controlamos y, sin pensar, arrojamos palabras llenas de odio y rencor, y luego, cuando pensamos en ello, nos arrepentimos.
Pero no podemos dar marcha atrás; no podemos borrar lo que quedó grabado. Y lo más triste es que dejamos “arrugas” en muchos corazones.
Desde hoy, sé más compresivo y más paciente, pero en especial aprende a dejar el orgullo a un lado y haz como haría un valiente. Pide perdón y reconoce tu error.
Cuando sientas ganas de estallar recuerda: “El papel arrugado”.
Proverbios 12:18 “Hay quienes hablan como dando estocadas de espada: Mas la lengua de los sabios es medicina.”
Proverbios 19:11 “La cordura del hombre detiene su furor; Y su honra es disimular la ofensa.”
Proverbios 15:1 “La blanda respuesta quita la ira: Mas la palabra áspera hace subir el furor.”
Proverbios 10:14 “Los sabios guardan la sabiduría: Mas la boca del loco es calamidad cercana.