lunes, 9 de julio de 2012

Fijando La Meta-reflexión

“Prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:14).
Durante mis estudios de la carrera de medicina, gané 5 Kg. en 4 meses y me prometí a mí misma hacer ejercicios cuando todo esto pasara. Pasé los exámenes de medicina con la ayuda del Señor, la juramentación pasó y ahora tengo que enfrentar la música (como mi amiga Joni suele decir).
Temprano una mañana me levanté y decidí ir al parque Philam a caminar y comenzar mis ejercicios. Bajé de la cama y me puse mi atuendo de ejercicio, me lavé el rostro y los dientes y me até los cordones de las zapatillas. Subí al coche y conduje hasta el parque; mientras me dirigía hacia allá, decidí fijarme la meta de que terminaría diez vueltas antes de regresar a casa.
Al llegar al parque, salí del coche y comencé mi ejercicio uniéndome a la gente allí.  Así que allí estaba disfrutando cada paso, inhalando y exhalando aire fresco, apreciando la hierba verde y mirando las hojas secas cayendo de los árboles mientras escuchaba mi “ipod”.  Al continuar mi caminata por el parque, elevé una oración a Dios agradeciéndole por la maravillosa mañana y pidiéndole su mensaje para mí ese día. 

En mi quinta vuelta sentí que se apoderaban de mí la fatiga, el hambre y la sed; pensé rendirme e irme a casa a seguir durmiendo.  Mientras luchaba con esa idea en mi mente, recordé la meta que me había trazado poco antes.
Seguí caminando, y al mirar alrededor, me vi a mí misma en medio de hombres y mujeres bastante mayores que yo que seguían adelante.  Unos parecían haber sufrido un derrame que les dificultaba caminar, otros daban cortos pasos con un bastón en la mano, y otros tomaban descansitos entre trechos, pero todos seguían caminando. 

Dios me hizo darme cuenta de que cada uno se ha trazado metas en la vida, ya sea para iniciar una familia, seguir una carrera, corregir un error del pasado, alcanzar un sueño, pasar un examen profesional, poner en marcha un negocio o dejar atrás una mala relación.
El proceso no será fácil; podemos toparnos con muchas piedras de tropiezo, obstáculos y vallas que nos tienten a rendirnos, a lamentarnos y sentir lástima de nosotros mismos.

Detengámonos y miremos alrededor.  Recordemos que Dios siempre está allí en el momento en que abrimos nuestros ojos en la mañana, acompañándonos en cada paso del camino hasta que alcancemos nuestras metas. Consultemos y confiemos al Señor todos nuestros planes porque Él es el creador de todas las cosas y sabe lo que es mejor para nosotros.
Finalmente, inspirémonos con la gente a nuestro alrededor que ya han experimentado dificultad, ya sea el mismo o mayor nivel, pero que no se rindieron y continuaron hasta alcanzar sus metas, y ahora saborean su éxito con la ayuda de nuestro Señor.  Supongo que ya sabe cuál es su secreto.
Asombrada por los hombres y mujeres con quienes caminé esa mañana, completé mi meta, recibí el mensaje del Señor en mi corazón y me fui a casa tras la caminata de diez vueltas; me sentí bien.  ¡Misión cumplida!  Espero que podamos aplicar lo que Dios me hizo ver esta mañana. 

“Confía en Jehová con todo tu corazón y no te apoyes en tu propia prudencia.  Reconócelo en todos tus caminos y él hará derechas tus veredas” (Proverbios 3:5-6).

La hermosa narración y reflexión que acabamos de leer nos anima a considerar que no estamos solos en el camino de la vida siguiendo fielmente al Señor. Que son muchos los que nos han precedido y que han sabido enfrentarse y vencer las dificultades y obstáculos que les han salido al paso.  Es más, estamos rodeados de gente que, al igual que nosotros, pelean la batalla espiritual diariamente para mantenerse fieles a Quien les salvó y a Quien sirven.
Sí, tal vez cada uno de nosotros le toque desenvolverse en una arena diferente, pero nuestro Dios sigue siendo el mismo que envió a Jesucristo para darnos vida y ésta en abundancia.  Adelante, abracemos las metas que Dios ha puesto en nuestro corazón y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante…para bendición nuestra y de aquellos que nos rodean.

Sueña Grandes Sueños-reflexión-Sueños

Deja que tus planes te motiven a comenzar a trabajar hacia tus metas. ¡Sueña grandes sueños!
Ningún plan vale ni el costo del papel en que está impreso a menos que te impulse a emprender algo.
Santiago 1:22
Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos.













                                                             
Sueños
Ante un grupo de niños un hombre narró la siguiente historia:
Había una vez un muchacho que era hijo de un entrenador de caballos. El padre del muchacho era pobre y contaba con apenas unos pocos recursos para mantener a su familia y mandar al muchacho a la escuela. Una mañana en la escuela, estando el muchacho en la clase, el profesor le pidió a los alumnos que escribieran la meta que quisieran alcanzar para cuando fueran adultos.
El joven escribió una composición de siete páginas esa noche en la que describía su meta. Escribió su sueño con mucho detalle, y hasta dibujó un plano de todo el proyecto: el rancho, las pesebreras, la ganadería, el terreno y la casa en la que quería vivir; en fin, puso todo su corazón en el proyecto y al día siguiente lo entregó al profesor.
Dos días más tarde, recibió de vuelta su trabajo rechazado, y con una nota que decía:”venga a verme después de clases”. El chico del sueño fue a ver a su profesor y le preguntó ¿por qué me reprobó el trabajo? El profesor le dijo:”es un sueño poco realista para un chico como tú. No tienes recursos; vienes de una familia pobre. Para tener lo que quieres hacen falta muchas cosas y además mucho dinero.
Tienes que comprar el terreno, pagar por la cría original y después tendrás muchos gastos de mantenimiento. No podrías hacerlo de ninguna manera. A continuación el profesor agregó: si vuelves a hacer el trabajo con objetivos más realistas, reconsideraré tu nota”.
El chico volvió a su casa y pensó mucho. También le preguntó a su padre qué debía hacer. Éste le respondió:” mira hijo, tienes que decidir por ti mismo; de todos modos, creo que es una decisión importante para ti, ¿cierto?”
Finalmente después de reflexionar durante una semana, el chico entregó el mismo trabajo, sin hacer cambio alguno.
Le dijo al profesor:”usted puede quedarse con mi mala nota, yo me quedaré con mi sueño”.
Al concluir, el hombre miró a los niños y les dijo:”les cuento esta historia porque es mi historia. Aquí estamos en medio de la casa de mis sueños, dentro del rancho que me propuse conseguir porque esa era la meta de mi vida. Aún conservo aquella tarea del colegio enmarcada sobre la chimenea”.
Luego agregó: “lo mejor de la historia es que hace dos años, ese mismo profesor trajo a treinta chicos a visitar mi rancho”. Y al irse, el profesor me dijo: “mira, ahora puedo decírtelo. Cuando era tu profesor, era una especie de ladrón de sueños. Durante esos años, le robé un montón de sueños a los niños. Por suerte tuviste la suficiente fortaleza para no abandonar el tuyo’.”
No dejemos que nadie nos robe nuestros sueños, ni tampoco le robemos a otros los suyos.
Salmos 37:4 “Pon asimismo tu delicia en el Señor, y él te dará las peticiones de tu corazón.”

¿Qué Necesitas para Llegar a Dios?- Reflexiones con Vídeo


Para llegar a Dios solamente necesitas tres cosas muy importantes, doblar tus rodillas, cerrar tus ojos y levantar tu clamor a Dios…
Esto en menos de “UN MINUTO” para llegar a alguien que está
MÁS ALLÁ DEL SOL Y MAS ALLÁ DE TODO.
¿Para qué sirve un minuto?

Un minuto sirve para sonreír, sonreír para otro, para ti y para la vida.

Un minuto sirve para ver el camino, admirar una flor, sentir el perfume de la flor, sentir el césped mojado, percibir la transparencia del agua.

Un minuto sirve para escuchar el silencio.

Es un minuto el tiempo en el que uno dice el sí o el no que cambiará toda su vida.

Un minuto para un apretón de mano y conquistar un nuevo amigo.

Reflexiones un MinutoUn minuto para sentir la responsabilidad, pesar en los hombros, la tristeza de la derrota, la amargura de la incertidumbre, el hielo de la soledad, la ansiedad de la espera, la marca de la decepción, la alegría de la victoria.

En un minuto se puede amar, buscar, compartir, perdonar , esperar, creer, vencer y ser.

En un minuto se puede salvar una vida.

Tan sólo un minuto para incentivar a alguien o desanimarlo.

Un minuto para comenzar la reconstrucción de un hogar, de una vida.

Minutos…….. ¡Cuántas veces los dejamos pasar sin darnos cuenta, pero también cuántas veces traemos a nuestra vida los recuerdos de los minutos vividos llenos de felicidad, de alegría y tristezas.!

Con frecuencia decimos, ” es un minuto” que no nos parece nada, pero cómo se aprecia ese minuto al levantar la mano y saludar a un amigo que se va para siempre. Cómo se valora ese minuto que hace que lleguemos tarde a nuestro trabajo; cómo se espera ese minuto que nos lleva a reunirnos con los que amamos; cómo nos llena de emoción ese minuto al entregarnos al hijo al nacer, y cómo también que la vida nos otorgue más minutos a que la muerte nos separe físicamente y no la veremos más.

Un minuto parece increíble, parece tan poquito, y, sin embargo, puede dejar una huella tan profunda en nuestra vida.

Lo importante no es vivir la vida porque

 sí dejando pasar el tiempo.

Aprendamos a vivir la vida intensamente.

Aprendamos a no posponer las emociones más lindas de la vida pensando que ” sí no es hoy será mañana “.

Recuerda que tu tiempo es hoy.

La vida es hoy.

Que el reloj de tu vida marque cada minuto al compás de los latidos de tu corazón.

Y recuerda: “UN MINUTO” para llegar a alguien que está MÁS ALLÁ DEL SOL Y MAS ALLÁ DE TODO.

Hay un momento para todo y un tiempo para cada cosa bajo el sol… Eclesiastés 3:1-8


Soy pobre, y soy feliz-reflexión con vídeo

Muchas veces dependemos de cosas y nos aferramos a ellas, sin pensar que existen otros medios de surgir, es cuando entonces vienen situaciones inesperadas que nos obligan a cambiar.
Dos Ángeles viajeros se pararon para pasar la noche en el hogar de una familia muy adinerada.
La familia era ruda y no quiso permitirle a los Ángeles que se quedaran en la habitación de huéspedes de la mansión. En vez de ser así, a los Ángeles le dieron un espacio pequeño en el frío sótano de la casa. A medida que ellos preparaban sus camas en el duro piso, el Ángel más viejo vio un hueco en la pared y lo reparó. Cuando el Ángel más joven preguntó ¿por qué?, el Ángel más viejo le respondió: “Las cosas no siempre son lo que parecen.”
La siguiente noche, el par de Ángeles vino a descansar en la casa de un señor y una señora, muy pobres, pero el señor y su esposa eran muy hospitalarios. Después de compartir la poca comida que la familia pobre tenía, la pareja le permitió a los Ángeles que durmieran en su cama donde ellos podrían tener una buena noche de descanso.
Cuando amaneció, al siguiente día, los Ángeles encontraron bañados en lágrimas al señor y a su esposa. La única vaca que tenían, cuya leche había sido su única entrada de dinero, yacía muerta en el campo. El Ángel más joven estaba furioso y preguntó al Ángel más viejo, ¿cómo pudiste permitir que esto pasara? El primer hombre lo tenía todo, sin embargo tú lo ayudaste; El Ángel más joven le acusaba.
La segunda familia tenía muy poco, pero estaba dispuesta a compartirlo todo, y tú permitiste que la vaca muriera.
“Las cosas no siempre son lo que parecen,” le replicó el Ángel más viejo. “Cuando estábamos en aquel sótano de la inmensa mansión, yo noté que había oro almacenado en aquel hueco de la pared. Debido a que el propietario estaba tan obsesionado con su avaricia y no dispuesto a compartir su buena fortuna, yo sellé el hueco, de manera tal que nunca lo encontraría.”
“Luego, anoche mientras dormíamos en la cama de la familia pobre, el ángel de la muerte vino en busca de la esposa del agricultor. Y yo le di a la vaca en su lugar. “Las cosas no siempre son lo que parecen.”
Algunas veces, eso es exactamente lo que pasa cuando las cosas no salen como uno espera que salgan. Si tú tienes fe, solamente necesitas confiar en que cualesquiera que sean las cosas que vengan, serán siempre para tu ventaja. Y podrías no saber esto hasta un poco más tarde …
Algunas personas vienen a nuestras vidas y rápidamente se van…pero dejan una huella como estos dos ángeles.
Fui puesto a tu cuidado desde antes de nacer; desde el vientre de mi madre mi Dios eres tú. Salmo 22:10.
Porque Él es nuestro Dios y nosotros somos el pueblo de su prado; ¡somos un rebaño bajo su cuidado! si ustedes oyen hoy su voz. Salmo 95:7.

Jugar con fuego-Reflexión con vídeo

Con cada fósforo que encendían mayor era la exaltación. El pequeño chisporroteo inicial, y luego la llamita amarillenta, hacían brillar los ojos. Para los cuatro niños era un juego apasionante.
A fin de aumentar el efecto, los niños se metieron en el guardarropa grande del dormitorio de los padres. La oscuridad hacía brillar más la luz de los fósforos, y allí encendieron las cerillas.
En muy poco tiempo ocurrió lo inevitable. El fuego pasó a la ropa colgada y pronto todo estuvo envuelto en llamas.
Fue tan intenso y rápido el incendio que no hubo tiempo para escapar.
Unos vecinos advirtieron el humo que salía por debajo de las puertas. Pero Josué, de cuatro años; Jesse, de tres; José, de dos; y Jeremías, de uno; más el tío de los niños, José Arriola, de veintiún años, murieron en el incendio. ¿Por qué tuvieron que sufrir esta horrible tragedia? Por jugar con fuego.
Jugar con fuego. La frase se ha hecho proverbial. ¿Cuántas personas no juegan con fuego? Y aunque por algún tiempo escapan a las consecuencias, a la larga el desastre siempre se produce.
El elegante y próspero hombre de negocios, de gran prestigio social, que se propone conquistar a su secretaria, juega con fuego. El incendio está muy cercano y el desastre es inminente. Matrimonio, hogar e hijos tarde o temprano quedan destruidos.
La mujer, casada, joven y bella, madre con varios hijos, que se deja cortejar por un hombre guapo, también juega con fuego. En poco tiempo se queman ella y toda su familia. Bien lo dice el refrán: “El hombre es fuego, la mujer estopa; viene el diablo, y sopla.”
La gran verdad es que nunca se debe jugar con fuego. El incendio siempre anda cerca de la persona que dejado a un lado sus convicciones. Esa persona, sea quien sea, por jugar con fuego, se quema.
Por eso dice el sabio Salomón: ¿Puede alguien echarse brasas en el pecho sin quemarse la ropa? ¿Puede alguien caminar sobre las brasas sin quemarse los pies? Pues tampoco quien se acuesta con la mujer ajena puede tocarla y quedar impune. (Proverbios 6:27-29).
Sólo Jesucristo nos da la fuerza moral y la firmeza de voluntad para huir de todo fuego sensual. Sólo Él nos dota de una moral firme y sólida, capaz de resistir las tentaciones de nuestra naturaleza pecaminosa. Cristo es nuestra única seguridad.