jueves, 7 de junio de 2012

Te buscaré en tierra seca y árida-vídeo

Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua —SALMOS 63:1
 Las multitudes llegaron desde millas a la redonda porque estaban escuchando de Juan, un mensaje de esperanza y perdón bastante diferente a las condenaciones religiosas que estaban acostumbrados a oír de los Fariseos.
No es casualidad que Juan se “apareció en el desierto.” Su mensaje de parte de Dios estaba dirigido a los lugares desérticos de las personas, ahí donde las cosas están mal, donde están torcidas, donde las cosas están fuera de control.
No estaba llevando un mensaje que les dijera a las multitudes que eran pecadores perdidos y sin esperanza y que no eran lo suficientemente buenos como para adorar en el templo de la ciudad, un mensaje que escuchaban de los Fariseos todos los días.
La Biblia está llena de imágenes que comunican realidades profundas de nuestra vida. Entre las más contadas está la analogía de los lugares desérticos, regiones secas y desoladas que más que sustentar la vida, la quitan por completo.
En el Medio Oriente hay un contraste muy marcado entre los jardines bien regados y los tramos abiertos de desechos de roca; entre ríos y corrientes y cañones áridos. Nadie sobrevive mucho tiempo en el desierto.
El desierto, seco y vacío, retrata una condición espiritual en la cual las personas caen a causa de su rebelión contra los caminos del Señor.
Sólo piensa en el contraste que debió haber en las mentes de las personas de Israel que estaban entre el Jardín del Edén, de cuya naciente de agua salían cuatro ríos importantes, y los vastos tramos de desierto que los rodeaban por todas partes.
Fueron guiados a través del desierto a la Tierra Prometida;  una tierra que bebía “el agua de las lluvias del cielo” y era regada personalmente por el Señor.  Les había sido dicho que si lo desobedecían, no habría lluvia y la tierra no produciría su fruto.
Una de las palabras más comunes que los creyentes usan para describir su condición espiritual, especialmente después de cometer errores o de ser atrapados en el remolino de esta vida en la tierra, es “sequía”.
Lo que quieren decir con sequía, como lo descubrirás en tu diario caminar, es que no se sienten cerca del Señor. Aun cuando todos nosotros sabemos que Él siempre está con nosotros y que nunca nos abandona, podemos percibir arena desértica invadiendo nuestro jardín exuberante. Así se sentía David a veces: En Su misericordia y gracia, Dios convierte nuestros lugares desérticos en estanques de agua; Él cambia los puntos vacíos y secos de nuestra vida en ríos y corrientes de agua.
Transforma el desierto en estanque de aguas, y la tierra seca en manantiales. —SALMOS 107:35
Hoy aunque me encuentre en tierra seca y árida yo te buscaré Señor. Amén.

Valores sólidos-vídeo

Marshall Field en una ocasión ofreció doce recordatorios para ayudar a las personas a obtener un sentido sólido de valores:
1. El valor del tiempo.
2. El éxito de la perseverancia.
3. El placer del trabajo.
4. La dignidad de la simpleza.
5. El valor del carácter.
6. El poder de la bondad.
7. La influencia del ejemplo.
8. La obligación del debe.
9. La sabiduría del ahorro.
10. La virtud de la paciencia.
11. La mejoría del talento.
12. El gozo de existir.
¿Puedes establecer hoy el núcleo de los principios de tu sistema de valores?
Para algunos, puede que sean los Diez Mandamientos. Para otros, los dichos de Jesús. Los valores sólidos son como las piedras sin manchas, lisas por completo. No importa lo que edifiques con ellas, puedes estar seguro que de seguir las leyes básicas de construcción, la estructura será sólida y todas tus decisiones permanecerán firmes.
Salmo 32:8:  “Tú me dijiste: “Yo te voy a instruir; te voy a enseñar cómo debes portarte. Voy a darte buenos consejos y a cuidar siempre de ti.”
Isaías 48:17 “Yo soy el Señor tu Dios; yo te enseño lo que es para tu bien, yo te guío por el camino que debes seguir”

 Reflexiones – Valores
Una reciente investigación del Deutsche Bank concluyó que “la poca relevancia de las instituciones religiosas se muestra en cuanto a la formación de valores. Sólo un 14 % de los jóvenes encuestados menciona a su comunidad religiosa, a las bases de su religión, como fuentes de las cuales más aprendieron sobre las reglas y valores sociales, con lo cual, en la formación de valores, las instituciones religiosas se encuentran en el penúltimo lugar, entre 8 opciones presentadas”
Tiempo atrás una profesora de filosofía dijo algo que me llamó poderosamente la atención. “Me molesta cuando alguien se lamenta diciendo que los valores de nuestra sociedad se han perdido”, afirmó bastante airada, y añadió: “esto es absurdo, porque nadie puede vivir sin valores”. Y siguió explicando: “El problema no es la ausencia de valores, sino los diferentes objetos en torno a los cuales enfocamos nuestros valores”.
Y entonces entendí que cuando una persona le es infiel a su cónyuge, cuando un político cede ante la corrupción, en el momento en el que un joven prueba las drogas, el instante en el que alguien se quita la vida, cuando los hijos ignoran a sus padres ancianos y, como muchos, se dejan vencer por el consumismo, podemos afirmar que los valores no se han perdido sino todo lo contrario: han sido reenfocados hacia el placer y la satisfacción personal.
Quienes lamentan la aparente pérdida de los valores, intentan expresar su tristeza porque la fidelidad, la integridad, la sana diversión, la religión, la vida, la familia y el contentamiento, han dejado de ser motivos por los cuales sacrificar los deseos personales, y se ha reincidido (como humanidad) en la práctica del hedonismo.
Uno de mis autores favoritos, Ernesto Sábato, escribió: “les pido que nos detengamos a pensar en la grandeza a la que todavía podemos aspirar si nos atrevemos a valorar la vida de otra manera [...] Hay algo que no falla y es la convicción de que únicamente los valores del espíritu nos pueden salvar de este terremoto que amenaza la condición humana”.
El libro de Proverbios dice: “La sabiduría y el conocimiento valen más que las piedras preciosas; ¡ni los tesoros más valiosos se les pueden comparar! Aprende a tomar buenas decisiones y piensa bien lo que haces. Hacerlo así te dará vida y los demás te admirarán. Andarás por la vida sin problemas ni tropiezos. Cuando te acuestes dormirás tranquilo y sin preocupaciones” (Proverbios 3:15, 21-24, 35).
¿Y usted? ¿Qué toma en cuenta a la hora de establecer sus valores?



Perfil de una gran persona (aprendamos, pues)


Éste es el perfil de una gran persona.
Mantiene su modo de pensar independientemente de la opinión pública.
Es tranquilo, paciente; ni grita, ni se desespera.
Piensa con claridad, habla con inteligencia, vive con sencillez.
Es del futuro, no del pasado.
Siempre tiene tiempo.
No desprecia a ningún ser humano.
Capta la impresión de los vastos silencios de la naturaleza: el cielo, el océano, el desierto.
No siente vanidad. Como no busca alabanza, no se le puede ofender. Siempre tiene más de lo que cree que merece.
Está siempre dispuesto a aprender, aunque sea de los niños.
Trabaja por el placer del trabajo no por la recompensa material.
Vive cierto aislamiento espiritual a donde no llega ni la alabanza ni la censura. Sin embargo, su aislamiento no es frío: ama, sufre, piensa, comprende.
Lo que usted tiene, dinero o posición social, no significa nada para él.
Le importa sólo lo que es usted.
Cambia su opinión fácilmente en cuanto ve su error.
No respeta la consistencia venerada por los espíritus pequeños.
Respeta sólo la verdad.
Tiene mente de adulto y corazón de niño.
Se conoce a sí mismo tal cual es y conoce a Dios.
No se conforme con ser una persona mas. Sea uno grande. La grandeza no se compra, se obtiene con un corazón pequeño ante Dios.
Genésis 12:2  Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás bendición.
Mateo 20:26 Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor.

El evangelio es buena noticia de Dios para el hombre y las cosas que me sucederán en este día. Sin duda, tendrán una oportunidad para compartir ese mensaje con el necesitado. Cuando entiendo esta verdad, entonces ya no estaré preocupado por lo que me ha de pasar, mas al contrario veré oportunidades que son preciosas para mí y para otros.
Ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio,  2 Timoteo 1:10.

Un día mejor- Reflexiones con Video

No le digas a Dios que tienes un gran problema, dile a tu problema que tienes un gran Dios y recuerda Él te dice: NO TEMAS.
Que hoy solo lo bueno, sea lo que salga de tu boca.
Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no estribes en tu propia prudencia.
Proverbios 3:5
Ya no recuerdes lo que DIOS olvidó
ya no te acuses por algo que pasó
nunca digas que nada cambiará
porque lo que envíes siempre a ti volverá.
Es como un eco que responde
es como un eco que responde
de seguro si te acusas
también te acusará
de ti depende la felicidad.
El presente es el momento
de olvidarse del sufrimiento
DIOS ha prometido un día mejor.
El presente es el momento
de cambiar en gozo el lamento
de alzar tu rostro en busca de algo mejor.
Levántate – alégrate
hoy se abre el cielo a tu favor
levántate – alégrate
recibe fuerzas, llénate de valor.
Levántate – alégrate
hoy se abre el cielo a tu favor
levántate – alégrate.
No le digas a DIOS que tienes un gran problema
dile a tu problema que tienes un gran DIOS
recuerda la palabra que te dice NO TEMAS
que solo sea bueno lo que diga tu voz
Es como un eco que responde
es como un eco que responde
de seguro si te acusas
también te acusará
de ti depende la felicidad.
El presente es el momento
de olvidarse del sufrimiento
DIOS ha prometido un día mejor.
El presente es el momento
de cambiar en gozo el lamento
de alzar tu rostro en busca de algo mejor.
Levanta tu rostro al cielo
y recibe consuelo, llénate de su amor
levanta tu rostro al cielo
y aunque pases por fuego
no sentirás dolor.
No exaltes al problema
sino a tu DIOS
grita la victoria
usa tu voz
proclama el nombre del
DIOS de la biblia
Su amor es la barrera
que protege a tu familia
pa bendecirte
nunca resesa
siempre tiene un plato sobre tu mesa
el será tu paz en la tormenta
si lo llamas por ti se despierta
no te rindas yo vine animarte
en el nombre de JESÚS
sé que puedes levantarte…
levántate – alégrate
hoy se abre el cielo a tu favor
levántate – alégrate
recibe fuerzas llénate de valor
levántate – alégrate
hoy se abre el cielo a tu favor
levántate – alégrate

El principio del boomerang-Pensaré en el principio de sembrar


El principio del bomerang - Reflexiones cistianas
El principio del boomerang
Estoy convencido de que cuando las motivaciones de la gente son puras y genuinamente desean agregar valor a los demás, no pueden ayudar a otros sin recibir algún beneficio. La retribución pudiera ser inmediata o pudiera tomar largo
tiempo en llegar, pero ocurrirá. Y cuando lo haga la relación comienza a resonar como consecuencia. Ustedes están probablemente familiarizados con la historia de Helen Keller, la muchacha sorda y ciega cuya vida fue transformada gracias a los esfuerzos de Anne Sullivan. Keller, quien solo tenía siete años cuando Sullivan llegó a su vida, vivía casi como un animal. Pero Sullivan la enseñó a comunicarse y le abrió el mundo a ella. Para cuando Keller llegó a ser adulta ella podía cuidarse a sí misma. Ella llegó a recibir un grado del Radcliffe College y se convirtió en una famosa escritora y conferencista. Lo que tal vez no sepan es que cuando Anne Sullivan enfermó años más tarde, la persona que cuidó de ella no fue otra que Helen Keller. La ayudadora se convirtió en la que necesitaba ayuda, y aquella a quien ella había agregado valor se volteó y agregó valor a su vida. Invirtamos en los demás, y tal como un “boomerang”, tal inversión regresará, a veces de la manera menos esperada.


Echa tu pan sobre las aguas; después de muchos días lo hallarás.Ecle 11:1
Los que sembraron con lágrimas, con regocijo segarán. Sal 126:5

Pensaré en el principio de sembrar
“Todo lo que el hombre sembrare, eso también segará: Gálatas 6:7
La mayoría de la gente en este mundo tiene miedo al fracaso. De hecho compañías de seguros o programas de jubilación envían cuestionarios para averiguar qué inversiones de riesgo estamos teniendo.
Los pensamientos de las bolsas de valores de tener un viernes negro es cada vez más fuerte. En mi vida diaria, las decisiones o elecciones que yo haga hoy, estarán estrechamente ligadas con mis sentimientos o pensamientos acerca del fracaso.  Cuando un sembrador esparce su semilla en el terreno, quiere estar seguro que tales semillas no se perderán sino que redundarán en semillas de fruto abundante.
Una siembra que se multiplique maravillosamente. Si conectamos estos ejemplos al crecimiento y vida de la iglesia, entenderemos que es necesario que sembremos muchas semillas del evangelio en muchos corazones.  La mejor siembra es la siembra espiritual.
He pensado últimamente que hemos sido bombardeados con estos versículos que hablan de la siembra y de la cosecha sólo para hablar de dinero, pero ahora sé que no sólo es aplicable al dinero sino a las diferentes áreas de la vida. Hoy quiero pensar en el valor de la siembra espiritual.
Si yo siembro la semilla del evangelio en un amigo, familiar o vecino, un día esa semilla germinará.  Un día una señora a quién yo no conocía sembró la semilla de la fe en mi corazón siendo un adolescente. Ella me regaló una Biblia y me dijo: Léela, porque este libro te guiará en tu camino de joven. Esa semilla unos meses más tarde dio su fruto en una conversión.
Hoy quiero entender el principio de siembra en términos de la siembra espiritual en un corazón hambriento.
En este día entiendo que una de mis labores principales en la vida es sembrar semillas.  Este pensamiento es simple.   Hoy sembraré semilla de fe y esperanza y del crecimiento se encarga Dios.  Es el Señor quién envía el Espíritu Santo para que haga germinar la semilla.
Mi única labor es sembrar y regar y el crecimiento de la vida la dará el Señor. Sé que los corazones están hambrientos de Dios y cuando existe hambre el terreno del corazón se encuentra ampliamente preparado. Todo lo que el hombre sembrare eso también segará.
Hoy quiero sembrar la semilla del evangelio en un corazón dispuesto y un día cosecharé esa semilla.
Gracias Señor por este principio de la semilla.  Sembrar una semilla de fe y esperanza en un corazón hambriento es una de las más grandes experiencias que le has dado a tus hijos.
Hoy quiero sembrar esa semilla en un corazón hambriento.  Señor, como un sembrador de tu palabra te pido que me des sabiduría para entender cuales son los corazones que están listos y abiertos para responder a la semilla del evangelio de la paz. Amén.