lunes, 21 de mayo de 2012

Comunicaciones nuevas-liderazgo

Dice el sabio Salomón que corregir a un necio es ganarse un enemigo, pero corregir a un sabio es ganarse su amor y aumentarle la sabiduría. ¡Qué gran verdad!
Hace unos años atrás un grupo de eruditos de una sociedad bíblica en Miami me contrató para asesorarles en un proyecto de comunicaciones. El honor era inmenso y la verdad fue que aprendí más de ellos que ellos de mí. Fui yo el que debió pagarles por su amor, ejemplo y las espectaculares lecciones de teología.
Y esta experiencia la cuento con frecuencia en mis conferencias a comunicadores, porque no sólo corroboré que entre más sabiduría, más humildad, sino porque aún a estas eminencias, a estas enciclopedias ambulantes, hay que decirles la verdad, sólo que de manera dulce, sin atacarlos. Y eso hice, les dije que aunque eran súper interesantes, también eran súper aburridos.
Gracias a Dios no me echaron a patadas y pudimos sacar adelante un proyecto para enseñar al público común y corriente conceptos teológicos complicados. Les propuse seguir el ejemplo de Jesús y hacer lo difícil bien sencillo. Jesús ha sido el teólogo más grande que ha existido, sin embargo sus conferencias eran tan profundas y veraces que los doctores de la ley no lo podían sorprender en algún error para acusarlo. Era tan didáctico que los campesinos le entendían. Y tan ameno que los niños, público indisciplinado, le seguían.
Si uno de los famosos pastores cristianos que existen hoy en día me llamara a su oficina y me dijera: “Doni, ayúdame a hacer un proyecto de comunicaciones nuevo”. Yo le diría con toda confianza: Mirá viejo, te voy a hablar como amigo, como comunicador y como cristiano. Si te gusta mi proyecto, trabajamos, si no, tranquilo, nada ha pasado.
Como amigo te voy a decir que deja de auto promocionarte. Si lo que quieres es hacerte más famoso, tener la iglesia más grande, vender tus libros y videos como pan caliente y que te inviten a los más importantes congresos religiosos del mundo como expositor, sigue como vas, no hay problema. Sigue comprando equipos, tecnología y pagándoles el mismo sueldo a todos estos chicos recién salidos de una facultad de comunicaciones. Total, la gente te va a seguir respaldando con su billete porque te quiere, ama la obra de Dios y desean seguirte viendo predicando en la televisión y la radio lo que ellos ya escucharon el domingo anterior en la iglesia. Ahora, si estás dispuesto a dejar morir tu ego, a vivir anónimamente, a no aparecer ni en tu radio, ni en tu televisión, ni en tus revistas, ni página de internet, y a invertir todo este dinero que la gente te está dando en pagar sueldos decentes a tus empleados y en ideas creativas de comunicaciones, pues venga hermano, cuenta conmigo. Pero eso sí, te aclaro, vamos a trabajar centrados en Dios y en su mensaje, no en el mensajero. El mensajero tiene que aguantarse el dolor de ser anónimo, y eso es duro, es una bofetada para un líder.
Ahora te voy a hablar como comunicador. Mira, estamos metiendo la pata, bien metida, en el manejo de las comunicaciones para Dios. Si el Señor no fuera misericordioso, ya nos habría metido una demanda por daños y perjuicios. Si eres contratado por la Coca Cola o Pepsi como asesor de imagen y publicidad y la gente comienza a pensar cosas malas de esos productos, no solamente te van cancelar el contrato, sino que te van meter una demanda con una docena de abogados por el grave perjuicio que les has causado a su marca y prestigio. Esa gente ha invertido millones y millones de dólares en construir una buena imagen en torno a su producto, de manera que no van a aguantar que llegues y les dañes el trabajo de tantos años. Ahora piensa en esto, a Dios, redimir la humanidad, le costó la sangre de su mismísimo Hijo Jesucristo. Y ahora nos ha pedido a nosotros, que comuniquemos esa buena noticia al mundo, que le digamos a la gente que Dios les ama y desea darles vida y vida en abundancia. E incluso nos ha mandado al Espíritu Santo para que sea nuestro ayudador. ¿Y qué hemos hecho?
Hemos usado su obra redentora, su mensaje y su Espíritu Santo para anunciarnos a nosotros mismos. En lugar de usar los medios de comunicación para anunciar a Dios y su evangelio, lo que hacemos es promocionarnos a nosotros mismos, a nuestras iglesias y nuestros ministerios. Y ni siquiera hemos mostrado al cristianismo como un estilo de vida las 24 horas diarias, no, lo que estamos mostrando en los medios de comunicación son nuestros cultos dominicales de dos horas.
¿Qué crees que va a pensar el público de Dios y su evangelio? Pues que es una religión más como todas las demás. Podemos sacarnos las amígdalas gritando a los cuatro vientos que el cristianismo no es una religión, sino una relación con Cristo, un estilo de vida, pero todo se echará a la basura cuando la gente vea que lo que único que mostramos en los medios de comunicación cristianos son nuestros servicios religiosos, nuestra liturgia, no una nueva vida en Cristo.
Y finalmente te hablo como cristiano. ¿Por qué no le pedimos perdón a Dios por el mal manejo que le hemos dado a su Oficina de  Comunicaciones en el Planeta Tierra y le suplicamos de rodillas, todos unidos, que nos dé su CREATIVIDAD para corregir y hacer unas comunicaciones nuevas que impacten al mundo no cristiano?
Y finalmente te hablo como cristiano. ¿Por qué no le pedimos perdón a Dios por el mal manejo que le hemos dado a su Oficina de  Comunicaciones en el Planeta Tierra y le suplicamos  de rodillas, todos unidos, que nos dé su CREATIVIDAD para corregir y hacer unas comunicaciones nuevas que impacten al mundo no cristiano?

El portero del hotel-Reflexiones-vídeo

No había en el pueblo peor oficio que el de portero del hotel. ¿Pero qué otra cosa podría hacer aquel hombre? De hecho, nunca había aprendido a leer ni a escribir, no tenía ninguna otra actividad ni oficio.
Un día se hizo cargo del hotel un joven con inquietudes, creativo y emprendedor.
El joven decidió modernizar el negocio. Hizo cambios y después citó al personal para darle nuevas instrucciones. Al portero, le dijo:”A partir de hoy usted, además de estar en la puerta, me va a preparar un informe semanal donde registrará la cantidad de personas que entren por día y anotará sus comentarios y recomendaciones sobre el servicio…”
El hombre tembló, nunca le había faltado disposición al trabajo pero.. -”Me encantaría satisfacerlo, señor – balbuceó – pero yo… yo no sé leer ni escribir…”
-”¡Ah! Cuánto lo siento!”
-”Pero señor, usted no me puede despedir, yo trabajé en esto toda mi vida…”
No le dejó terminar: -”Mire, yo comprendo, pero no puedo hacer nada por usted. Le vamos a dar una indemnización para que tenga algo hasta que encuentre otra cosa. Así que, lo siento. Que tenga suerte…” Y sin más, se dio la vuelta y se fue.
El hombre sintió que el mundo se derrumbaba. Nunca había pensado que podría llegar a encontrarse en esa situación. ¿Qué hacer? Recordó que en el hotel cuando se rompía una silla o se arruinaba una mesa, él, con un martillo y clavos lograba hacer un arreglo sencillo y provisorio. Pensó que esta podría ser un ocupación transitoria hasta conseguir un empleo. El problema es que sólo contaba con unos clavos oxidados y unas pinzas muy viejas, entonces decidió usar parte del dinero para comprar una caja de herramientas.
Como en el pueblo no había una ferretería, debía viajar dos días en mula para ir al pueblo más cercano a realizar la compra. ¿Qué más da? Pensó, y emprendió la marcha. A su regreso, trajo una hermosa y completa caja de herramientas.
De inmediato su vecino llamó a la puerta de su casa: -”Vengo a preguntarle si no tiene un martillo para prestarme…”
-”Mire, sí, lo acabo de comprar pero lo necesito para trabajar… como me quedé sin empleo…”
-”Bueno, pero yo se lo devolvería mañana bien temprano.”
El portero accedió y le prestó el martillo. A la mañana siguiente, como había prometido, el vecino tocó la puerta:
-”Mire, yo todavía necesito el martillo. ¿Por qué no me lo vende?”
-’No, yo lo necesito para trabajar y además, la ferretería esta a dos días en mula.”
-”Hagamos un trato – dijo el vecino.
- Yo le pagaré los dos días de ida y los dos de vuelta, más el precio del martillo, total usted está sin trabajar.
¿Qué le parece?” Realmente, esto le daba trabajo por cuatro días… Aceptó.
Volvió a montar su mula.
Al regreso, otro vecino le esperaba en la puerta de su casa:
-”Hola, vecino. ¿Usted le vendió un martillo a nuestro amigo?”
-”Sí, así es…”
-”Mire, yo necesito unas herramientas, y estoy dispuesto a pagarle sus cuatros días de viaje, más una pequeña ganancia.
"Yo no dispongo de tiempo para el viaje.”
El ex-portero abrió su caja de herramientas y su vecino eligió una pinza, un destornillador, un martillo y un cincel. Le pagó y se fue.
El ex-portero pensó entonces que mucha gente podría necesitar que él viajara a traer herramientas de las que había vendido. De paso, podría ahorrar algún tiempo de viajes. La voz empezó a correrse por el barrio y muchos quisieron evitarse el viaje. Una vez por semana, el ahora corredor de herramientas viajaba y compraba lo que necesitaban sus clientes.
Alquiló un carretón para almacenar las herramientas y algunas semanas después alquiló un cuarto que se convirtió en la primera ferretería del pueblo.
Todos estaban contentos y compraban en su negocio. Ya no viajaba, los fabricantes le enviaban sus pedidos. El era un buen cliente. Con el tiempo, las comunidades cercanas preferían comprar en su ferretería y ganar dos días de marcha. Un día se le ocurrió que su amigo, el tornero, podría fabricar para el las cabezas de los martillos. Y luego, ¿por qué no? las tenazas…y las pinzas…y los cinceles. Y luego fueron los clavos y los tornillos. Para no hacer muy largo el cuento, sucedió que en diez años aquel hombre se transformó con honestidad y trabajo en un millonario fabricante de herramientas.
Un día decidió donar a su pueblo una escuela. Ahí se enseñaría, además de leer y escribir, las artes y oficios más prácticos de la época. En el acto de inauguración de la escuela, el alcalde le entregó las llaves de la ciudad, le abrazó y le dijo: -”Es un gran orgullo y gratitud que le pedimos nos conceda el honor de poner su firma en la primera hoja del libro de actas de la nueva escuela”
“El honor sería para mi – dijo el hombre – Creo que nada me gustaría mas que firmar allí, pero yo no sé leer ni escribir. Yo soy analfabeto.
Usted? – dijo el alcalde, que no alcanzaba a creerlo
¿Usted construyó un imperio industrial sin saber leer ni escribir? Estoy asombrado. Me pregunto, ¿qué hubiera sido de usted si hubiera sabido leer y escribir?
“Yo se lo puedo contestar” – respondió el hombre con calma:
Si yo hubiese sabido leer y escribir… "sería portero del hotel!”
Generalmente los cambios son vistos como adversidades. Pero las adversidades encierran bendiciones. Las crisis están llenas de oportunidades. Cambiar siempre será una nueva oportunidad.
Romanos 8:28  
”Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”
1 Tesalonisenses 5:16-22  
”Estad siempre gozosos.”"Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.”"Examinadlo todo; retened lo bueno.”

Úsese no solo en casos de emergencia- Evangelismo

Esta historia es verdadera y dejó una gran lección en la vida de esta mujer a quien llamaremos Marisol.  Hace un par de meses, el jefe de Marisol le pidió que le acompañara a dar una vuelta en su automóvil.  El hombre era un exitoso empresario que al día siguiente sería intervenido quirúrgicamente.  Él había estado muy delicado de salud y aunque contaba con mucho dinero, no tenía el apoyo de su familia. Él le confesó a la joven que tenía mucho miedo de la operación.
Temía no salir bien y de hecho, le dijo, casi prefería morir en el quirófano. Mientras recorrían la ciudad sin rumbo fijo, Marisol trataba de animarle, trataba de recordar mensajes optimistas de los que se reciben por la red, en fin, hacía lo mejor que podía. De pronto, al pasar por un templo, el hombre pidió que se estacionaran y solicitó que ella le acompañara al interior. Estando allí, el hombre, acongojado, le dijo: “y ahora, ¿qué tengo que hacer?”  Aunque Marisol practicaba su religión no supo qué decirle.  Afligida, miró a su alrededor para ver si veía a alguien que los asistiera. Pero el templo estaba solo y un encargado dijo que el sacerdote llegaba más tarde.
Marisol estaba perpleja, ¿no había algún manual, un instructivo colgado en la pared… algo así como un extintor espiritual que cualquiera pudiera tomar en un caso de emergencia como ése?  Se sintió desvalida para ayudar a su jefe y simplemente le dijo: pues… ore. Él preguntó cómo se hacía eso. Ella, haciendo su mejor esfuerzo le dijo: hable con Dios, así como lo hace conmigo y dígale a Él cómo se siente. El hombre bajó la cabeza y Marisol supo que su patrón lloraba.
Luego de un rato, salieron del templo. El empresario parecía más tranquilo. Le llevó a su casa y le deseó lo mejor para la operación.  Pero fue la última vez que lo vio con vida.  Así como él había temido, sucedió… las cosas se complicaron en la operación y falleció.  Marisol se acercó después de esto a creyentes que conocía y les pidió que le dieran una guía, no quería sentirse incapaz como ese día, ¡como una niña pequeña guiando a otro niño por un camino desconocido! No es que quisiera un curso de tanatología, sino algo sencillo que esos creyentes consideraran que era lo más importante. Y, a petición de ella, hoy ponemos también en tus manos estas verdades que cualquiera puede usar, aunque no sea un caso de emergencia:
-Dios te ama y desea tener una relación contigo, pero
-El pecado nos separa de Dios y no hay nada que el ser humano pueda hacer para tener comunión y amistad con Dios porque no es santo como es ÉL
-La buena noticia es que Jesús murió en la cruz para que quienes crean en Él puedan ser perdonados y entrar en amistad con Dios. Sólo basta recibir ese regalo con un corazón sencillo y una oración como ésta:
Dios, yo he pecado y me arrepiento de toda mi vida. Quiero ser tu hijo y saber que el día que mi cuerpo deje de funcionar estaré contigo. Creo que resucitaste de los muertos a Jesús y que su sacrificio fue por mí.  Jesús, entra en mi corazón, límpiame y perdóname. Gracias por el regalo de la vida eterna. Quiero queTú seas mi Señor y declaro que eres mi único y suficiente Salvador para reconciliarme con Dios.

El Señor es mi amigo fiel y mi alto refugio- En Lugares de Delicados Pastos

“El Señor es mi amigo fiel, mi lugar de protección, mi alto escondite, mi libertador, él es mi escudo y con él me protejo”.  Salmo 144:2.
Cuando no conocía a Dios mi vida era vacía y sin sentido.  Desde que él llenó mi alma puedo decir que Dios es el Santo Espíritu de inspiración dentro de mi mismo, es el refugio fuera de mi.  Dios es, por lo menos para nosotros los cristianos, la expresión natural de la suprema realidad y por eso llamo a esa parte sublime del Universo con el nombre de Dios, porque él es el creador mismo del universo, pero además es mi amigo fiel y mi protector.  Nosotros y Dios tenemos una tarea en común y, cuando nos abrimos a su influencia, se realiza nuestro destino más profundo.  El universo, en aquella parte que es nuestro propio ser, se orienta realmente hacia lo peor o hacia lo mejor según que cada uno de nosotros cumpla o eluda las exigencia de Dios.  Y hoy quiero cumplir sus exigencias.
Con el amor podemos alcanzar a Dios y retenerlo, nunca con el pensamiento. Si un hijo del Padre experimenta terror ante él y halla que el pensamiento de Dios le incomoda, apresúrese, no se detenga a ponerse un vestido, sino corra rápidamente  en su desnudez, como un verdadero niño, buscando un refugio para sus males y para sus terrores en los brazos salvadores de su Padre, porque además de amigo fiel y lugar de refugio es el genuino Padre amoroso.
En Dios encuentro el verdadero amor. El amor es infalible; no comete errores pues todos los errores son insuficiencia de amor. Todas las cosas externas deben supeditarse al amor; pues ellas están ordenadas a la búsqueda del amor y no el amor a la búsqueda de ellas.  Cuando  Dios ama, sólo desea ser amado, pues sabe que el amor hará feliz a todos los que lo amen a él.  Si eres cristiano es insensato buscar a Dios fuera de ti mismo.  Esto desembocaría o en idolatría o en escepticismo, porque la Biblia habla de que Dios mora en ti.  Nunca esperes tener el tiempo y el lugar más adaptado para hablar con él.  Esperar hasta que llegues a la iglesia o a la casa es hacerlo esperar a él.  Recuerda que él te escucha mientras tu caminas, porque él es tu amigo fiel.

Tienen tu color-Reflexiones con Video

Y yo que pensaba que habías olvidado
Todas esas cosas que algún día te pedí
Todas las canciones que un día te escribí
Y me he dado cuenta
Que han estado allí
Haciendo memoria delante de ti
No te has olvidado de lo que escribí
Pero me conoces
Y es tu decisión
Y a su tiempo me darás lo que es mejor
Todos mis anhelos tienen tu color
Tienen el latido de tu corazón
Yo no quiero nada sin tu dirección
Todos mis anhelos son de ti Señor
Tienen tu cadencia tienen tu pasión
No me importa nada solo tu Favor
…Y yo que pensaba que habías olvidado…

La vasija de misericordia-Reflexiones


El maestro estaba buscando una vasija para usar. En el estante había muchas- ¿Cuál escogería?. Llévame, gritó la dorada. “Soy brillante, tengo un gran valor y todo lo que hago, lo hago bien; mi belleza y mi brillo sobrepasa al resto y para alguien como tú, Maestro, el oro sería lo mejor”.
El maestro pasó sin pronunciar palabra; él vio una plateada, angosta y alta; “ Yo te sirvo amado maestro, vertería tu vino y estaría en tu mesa cada vez que comieras; mis líneas son agraciadas y mis esculturas son originales, y la plata te alabaría para siempre”.
Sin prestar atención el maestro caminó hacia la de bronce, era superficial, con una boca ancha y brillaba como un espejo: “ Aquí.. Aquí” grito la vasija. “Sé que te seré útil, colócame en tu mesa donde todos me vean”. “Mírame” gritó una copa grande de cristal muy limpia. “Mi transparencia muestra mi contenido claramente, soy frágil y te serviré con orgullo y sé con seguridad que seré feliz de morar en tu casa”.
Vino el maestro seguidamente hacia la vasija de madera, sólidamente pulida y tallada: “Me puedes usar maestro amado, pero úsame para las frutas dulces y no para el insípido pan”. Luego el maestro miró hacia abajo y fijó sus ojos en una vasija de barro, vacía, quebrantada y destruida, ninguna esperanza tenía la vasija de que el maestro la pudiera escoger para depurarla y volverla a formar, para llenarla y usarla.
¡Ah!, esta es la vasija que he deseado encontrar, la restauraré y la usaré, la haré toda mía”. “No necesito la vasija que se enorgullezca de si misma, ni la que se luzca en el estante, ni la de boca ancha, ruidosa y superficial, ni la que demuestre su contenido con orgullo, ni la que piensa que todo lo puede hacer correctamente, pero sí ésta sencilla, llena de mi fuerza y de mi poder”. Cuidadosamente el maestro levantó la vasija de barro; la restauró y purificó y la llenó  ese día. Le habló tiernamente diciéndole: “Tienes mucho que hacer, solamente viértete en otros como yo me he vertido en ti”.
Y mientras leía y meditaba en estas palabras recordé que soy simplemente una vasija que por misericordia Dios me ha llenado. Hoy, por lo tanto no debo olvidar que sigo siendo la vasija de misericordia para que el orgullo no se eleve por encima de mi corazón y termine perdiendo fácilmente lo que por misericordia he recibido. “ Señor: para mostrar tu amor y tu misericordia, un día tomaste mi vida quebrantada, inútil, destruida y tristemente deshecha, pero en tus manos toda mi existencia cambió.
Hoy soy lo que soy, solo por misericordia. Ayúdame en este día a no creerme la vasija de cristal, de oro o de plata, mas recordar en mi diario caminar que soy simplemente una vasija quebrantada, mas en tus manos restaurada.
Romanos 9:22-23
“ Y qué, si Dios, queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción y para hacer notorias las riquezas de su gloria, las mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria”.