martes, 8 de mayo de 2012

Cuando cometes un error…- Reflexiones


Un conserje del Banco First Security en Boise, Idaho, en una ocasión, por accidente, puso en la basura una caja de ocho mil cheques que valían ochocientos cuarenta mil dólares.  Esa noche, el operador del triturador de papeles, con diligencia, vació la caja de cheques en su máquina cortando así los cheques en pedacitos de papel  de un cuarto de pulgada. Luego vacío los pedacitos en un contenedor de basura en las afueras del banco. A la mañana siguiente, cuando el supervisor se percató de lo que había pasado, quería llorar.


La mayoría de los cheques habían sido cambiados en el banco y estaban esperando ser enviados a la casa de cobro. Su pérdida representaba la pesadilla de un contador ya que la mayoría de los cheques estaban aún sin registrar y como resultado, los banqueros no podían saber quién pagó qué a quién.
¿Qué hizo el supervisor? Ordenó que los pedacitos de papel fueran reconstruidos. Entonces, cincuenta empleados trabajaron en dos turnos, seis horas al día dentro de seis habitaciones, cambiando, combinando, pegando los pedazos como si fuera un rompecabezas, hasta que los ocho mil cheques fueran reconstruidos.
Humpty Dumpty puede que se haya caído de la muralla. ¿Pero los hombres del rey acaso trataron de pegar sus pedazos?

¡Si cometes un error, trabaja en la solución!
Un error no se vuelve una falta hasta que rehusas corregirlo.
Proverbios 10:17
Por senda de vida va el que guarda la instrucción mas el que abandona la represión se extravía.

¿Cómo orar por los hijos?- Familia+vídeo


Orar por los hijos
Orar por los hijos
¿Cuánta preocupación hay por ver a cada uno de nuestros hijos en el propósito perfecto de Dios?
“Observa por un segundo la situación actual de tus hijos. A partir de hoy recibirás las herramientas para contemplar con satisfacción y orgullo, de padre o madre, sus vidas llenas de Éxito Espiritual, Protección Divina, Realización y Victoria..!”
Nuestro enemigo espiritual quiere destruir la familia, pero Dios nos ha dado recursos hermosos para alcanzar la Victoria.
Estos recursos son: La Palabra de Dios y La Oración.
Satanás no puede robar ni uno solo de nuestros hijos. Nuestra posición como padres es interceder. Cuando un padre y una madre caen de rodillas ante Dios para interceder por sus hijos… el enemigo tiembla.
Dios ha dicho: “Pídeme y te daré por herencia las naciones” Salmo 2. Como padres no estamos pidiendo una nación estamos pidiendo por uno, dos o más hijos.
Podemos descansar en Dios. Este plan de oración nos ayudará para pedir efectivamente y con propósito basados en la Palabra de Dios siguiendo modelos de oración bíblicos.
Quiero compartir con ustedes herramientas que nos han sido efectivas en nuestra lucha espiritual diaria por nuestros hijos.
Nuestros hijos son un regalo de Dios para nosotros. “Una de las cosas que nos ha sostenido como matrimonio y como padres es la oración.”
En las victorias, en las luchas, en las tentaciones y en las caídas de nuestra familia, la oración al todopoderoso ha sido el cayado que nos ha sostenido y el cristal que nos ha permitido ver la mano de
Dios en acción.
A veces nosotros queremos convertir a nuestros hijos o hacerlos santos o siervos de Dios y nada de eso funciona. Nos llevamos las manos a la cabeza y decimos:
¿Dónde fallamos, Dios? ¿Por qué OH Dios?.
La frustración nos arropa y el desaliento nos satura. Es en ese momento cuando sabemos que la única ruta, es la ruta de la oración a aquel que ha dicho:
“Clama a mí y yo te responderé y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces”.
Que el Señor te ayude.
Es el deseo de tu hermano y amigo...

Tu amor no tiene fin-Reflexiones con Video


Cada página que veo
de tu corazón abierto
es un misterio sin explicación
cada día me sorprendes
de maneras diferentes
con detalles llamas mi atención
yo se que nadie me conoce como Tú
y sé que nadie me dará lo que das Tú
Puedo sentir tu amor
cada mañana con el sol
amo escucharte hablar
en el silencio de mi soledad
tu abrazo puedo sentir
impulsándome a vivir
como un océano infinito
es tu amor no tiene fin
Tiernamente haz cautivado
en mi vida cada espacio
le diste colores a lo gris
tengo que reconocerlo
resistirme ya no puedo
tengo que expresar lo que hay en mi
 Amor Es …
Un esposo fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse.
El sabio le escuchó, le miró a los ojos y solamente le dijo una palabra: Ámela.
Luego se calló.
-Pero es que ya no siento nada por ella.
-Ámela, repuso el sabio.
Y ante el desconcierto del señor, después de un oportuno silencio,
-Agregó lo siguiente:
“Amar es una decisión, no un sentimiento; amar es dedicación y entrega. Amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor. El amor es un ejercicio de jardinería: arranque lo que hace daño, prepare el terreno, siembre, sea paciente, riegue y cuide. Esté preparado porque habrá plagas, sequías o excesos de lluvia, mas no por eso abandone su jardín.
Ame a su pareja, es decir, acéptela, valórela, respétela, dele afecto y ternura, admírela y compréndala.
Eso es todo “ámela”.


El poder de la recuperación- Reflexiones+vídeo


El Dr. Dick Wynn, vicepresidente de una importante organización sin fines de lucro, se encontró hace dos años, delante de una encrucijada en su vida y en su trabajo. Después de un largo y productivo periodo de liderazgo su carrera entró en una nueva fase. Él se sintió atraido para enseñar los principios bíblicos sobre administración financiera a millones de personas fuera de los Estados Unidos.
Ese nuevo comienzo se tornó rápidamente fructífero y gratificante, cuando súbita e inesperadamente el Dr. Wynn se encontró en una cama de hospital, comenzando una lenta y dolorosa recuperación después de sufrir la pérdida de un miembro. Debido a complicaciones con la diabetes, los médicos no tuvieron otra salida que amputar una de sus piernas debajo de su rodilla.
En la traumática noche de su operación, el Dr. Wynn pensó que sus días de viajar y dar asistencia a otros habían terminado. Él se sintió sin esperanza y listo para declararse vencido. Pero en las primeras horas de la mañana, mientras clamaba por respuestas por parte de Dios, a quien él había servido fielmente por tantos años, tuvo la respuesta: “¿Dick, usted va a vivir lo que está escribiendo?”
El Dr. Wynn se había olvidado del libro que estaba escribiendo, bajo el título: “Las Tres “R”s del Liderazgo: Relaciones, Resultados y Recuperación”.  Al recordar de su propia enseñanza sobre còmo los grandes líderes deben tener la capacidad de una rápida recuperación, él entendió que desistir no era una de sus opciones, a pesar de la adversidad de la situación.
En el 2005, él, firme seguidor de Jesucristo, fue uno de los oradores en un retiro. Fue estimulante observar al Dr. Wynn yendo a pie de un edificio al otro, sin ninguna ayuda, a no ser la de la prótesis que substituyó la pierna que perdió. Muchos de los que comparecieron por primera vez al retiro, no tenían la menor idea del esfuerzo y determinación necesarios que le llevaron a estar ahí.
El apóstol Santiago comprendió y enseñó sobre la importancia de la capacidad de recuperación: “Bienaventurado el varón que sufre la tentación; porque cuando fuere probado, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman” (Santiago 1:12). Antes, en el mismo capítulo, Santiago hace una impresionante afirmación: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando cayereis en diversas tentaciones; Sabiendo que la prueba de vuestra fe obra paciencia. Mas tenga la paciencia perfecta su obra, para que seáis perfectos y cabales, sin faltar en alguna cosa.” (Santiago 1:2-4).
A lo largo de los siglos, el mundo de los negocios ha sido moldeado por hombres y mujeres de visión y propósito, que enfrentaron y vencieron adversidades y obstáculos a través de la determinación y flexibilidad personal. Algunos tuvieron orígenes difíciles, otros superaron severos desafíos económicos, físicos o educacionales.
El secreto del liderazgo exitoso en el mundo profesional y de los negocios no está en completar un proyecto, cuando todos los elementos del “Plan A” se desarrollan conforme a las espectativas, sino en el poder de recuperación exigido, cuando el “Plan A” falla o deja de cumplir su objetivo y el “Plan B”, u otra alternativa, debe ser explorada, probada e implementada.
¿Enfrenta Usted, en este momento, alguna prueba devastadora, un obstáculo aparentemente insuperable que lo tienta a desistir, resignàndose al fracaso? Acuérdese de la sabiduría y del ejemplo del Dr. Wynn, al superar una dificultad física seria. Un gran líder tiene la capacidad de una rápida recuperación.

Gobernado por El Amor a Dios- Relación con Dios


El Hermano Lorenzo me dijo, en otra plática sostenida con él en 1666, que él siempre había sido gobernado por el amor, sin actitudes egoístas. Y desde que resolvió hacer del amor de Dios el fin de todas sus acciones, había encontrado razones para estar muy satisfecho con su método. También estaba contento cuando podía levantar una pajita del suelo por amor a Dios, buscándole sólo a Él, y nada más que a Él, ni siquiera buscando sus favores.
Durante mucho tiempo había estado afligido mentalmente por creer que sería condenado. Ni todos los hombres del mundo podrían haberlo persuadido de lo contrario. Finalmente razonó consigo mismo de esta manera:


"Yo no me involucré en la vida religiosa excepto por amor a Dios, y me he esforzado para hacer sólo para Él todo lo que hago. Sea lo que sea de mí, esté perdido o salvado, siempre seguiré obrando puramente por amor a Dios. Por lo menos tendré este bien, que hasta la muerte habré hecho todo lo posible para amarlo"


Durante cuatro años había estado con esta angustia mental; y durante ese tiempo había sufrido mucho. Sin embargo, desde aquel tiempo había vivido en una libertad perfecta y una continua alegría. Puso sus pecados delante de Dios, tal como eran, para decirle que no merecía sus favores, pero que sabía que Dios continuaría otorgándole sus favores abundantemente.
El Hermano Lorenzo dijo que a fin de formar el hábito de conversar con Dios continuamente y de mencionarle todo lo que hacemos, al principio debemos dedicarnos a Él con cierto esfuerzo, pero que después de ocuparnos un poco de eso deberíamos encontrar que su amor nos mueve a hacerlo internamente sin ninguna dificultad.
Él esperaba que después de los días agradables que Dios le había concedido, tendría un tiempo de dolor y sufrimiento. Aunque él no estaba inquieto por esto, sabiendo muy bien que no podía hacer nada por sí mismo, Dios no fallaría en darle la fuerza para soportarlos.
Cuando se le presentaba la ocasión de practicar alguna obra bondadosa, se dirigía a Dios, diciendo: “Señor, no puedo hacer esto a menos que me capacites”. Y entonces recibía fuerzas más que suficientes.
Cuando había fallado en su deber, solamente confesaba su falta diciéndole a Dios: “Jamás podría obrar de otra manera habiéndome dejado libre a mis propias fuerzas. Eres Tú quien debe impedir mi caída y arreglar lo que está mal”. Después de la confesión, ya no sentía ninguna inquietud acerca de lo hecho.
El Hermano Lorenzo decía que, con respecto a Dios, debemos obrar con la más grande de las simplicidades, hablando con Él franca y claramente, e implorando su ayuda en todos nuestros asuntos. Dios nunca había fallado en concederle su ayuda, y el Hermano Lorenzo lo había experimentado frecuentemente. Me contó que recientemente había sido enviado a Burgundia, para comprar la provisión de vino para la sociedad.
Esta tarea le resultaba muy poco grata porque no tenía ninguna inclinación para los negocios, y porque era cojo y no podía ocuparse de su trabajo en el barco sino rodando sobre los toneles. Sin embargo se entregó a esta tarea y a la compra del vino sin ningún descontento. Le dijo a Dios que se ocupó de este negocio, y que lo hizo muy bien.
Mencionó que el año anterior había sido enviado a Auvergne con la misma comisión y, aunque no podía decir cómo, todo había resultado muy bien. De la misma manera cumplía con su trabajo en la cocina (al cual por naturaleza tenía una gran aversión), donde se había acostumbrado a hacer todo por amor a Dios.
Durante los quince años que había estado trabajando en la cocina, todo le había resultado fácil porque lo hacía con oración y movido por la gracia de Dios. Estaba muy feliz con el puesto que ocupaba ahora, mas estaba listo a volver a lo anterior, debido a que siempre estaba agradando a Dios en cualquier condición, haciendo las cosas pequeñas por amor a Él.
Para el Hermano Lorenzo los momentos de oración no eran diferentes de lo que habían sido en otros tiempos. Se retiraba a orar, de acuerdo a las directivas de su superior, pero no quería esa clase de retiros ni los solicitaba, debido a que ni el trabajo más grande lo distraía de la presencia de Dios.
Debido a que conocía su obligación de amar a Dios en todas cosas; como él se había esforzado por hacerlo así, no necesitaba que un director espiritual le diera una orden. Dijo que era muy sensible a sus faltas, pero que estas faltas no le desanimaban. Las confesaba a Dios sin dar ninguna excusa. Cuando lo hacía, con toda paz reasumía su práctica usual de amor y adoración.
El Hermano Lorenzo no consultaba a nadie con sus inquietudes mentales. Por la luz que le daba la fe él sabía que Dios estaba presente y, entonces, lidiaba consigo mismo tratando de dirigir todas sus acciones a Él. Todo lo hacía movido por el deseo de agradar a Dios, aceptando los resultados que se producían. Dijo que los pensamientos inútiles arruinan todo, que los dolores empiezan allí. Tan pronto como percibimos su impertinencia debemos rechazarlos, y retornar a nuestra comunión con Dios.
En el principio frecuentemente había pasado su tiempo de oración rechazando pensamientos erráticos y volviendo a caer en ellos. Nunca había regulado su devoción por ciertos métodos como lo hacen algunos. Sin embargo, al principio había practicado la meditación por algún tiempo, pero después la había dejado de lado de una manera casi inexplicable.
El Hermano Lorenzo enfatizaba que todas las mortificaciones corporales y otros ejercicios eran inútiles, a menos que sirvieran para unirse con Dios por medio del amor. Había considerado bien esto.
Encontró que el camino más corto para ir directamente a Dios era ejercitando el amor continuamente por medio de un continuo ejercicio del amor y haciendo todas las cosas por amor a Él. Notó que había una gran diferencia entre los actos del intelecto y los de la voluntad.
Los actos del intelecto eran comparativamente de poco valor. Los actos de la voluntad eran todos importantes. Nuestro único deber es amar a Dios y deleitarnos en Él. Ningún tipo de mortificación, si invalida el amor de Dios, puede borrar un solo pecado. En lugar de esto, y sin ansiedad alguna, debemos esperar el perdón de nuestros pecados que proviene de la sangre de Jesucristo, solamente esforzándonos para amarle con todo nuestro corazón. Y él notó que Dios parecía haber garantizado los mayores favores a los pecadores más grandes, como si fueran monumentos conmemorativos de su misericordia.
El Hermano Lorenzo dijo que los mayores dolores o placeres de este mundo no podían compararse con los que él había experimentado en ese estado espiritual. Como resultado de todo eso, sólamente deseaba una cosa: no ofender a Dios. Dijo que no cargaba con ninguna culpa. Cuando fallo en mis deberes, rápidamente lo reconozco, diciendo: Estoy acostumbrado a obrar así. Nunca podré cambiar por mí mismo. Y si no fallo, entonces doy gracias a Dios reconociendo que esto viene de Él.
El resumen de todo es ser gobernado por el Amor.

Newton, el imán y la manzana- Reflexiones+vídeo


Cierta vez, preguntaron a Isaac Newton como el polvo desparramado de un cuerpo sepultado podría ser juntado de nuevo para formar un nuevo cuerpo.
Newton tomó un imán y se aproximó a un montículo de polvo de hierro mezclado con arena. Inmediatamente las partículas de hierro se separaron de la arena. Su reacción fue: ¿Aquel que concedió tal poder al imán, no sería capaz de un poder mayor, de juntar el polvo de nuestro cuerpo en un cuerpo glorioso?
La respuesta de Newton aún no nos da la certeza de la resurrección. Ésta, sólo con la fe en Jesús puede darla.
En 1 Corintios 15, Pablo procura profundizar en esta fe, demostrando como ella ayuda a vencer a todos los enemigos. De éstos, el último en ser vencido es la muerte, que ya no tiene más poder de herirnos, más sirve, apenas, de puerta para entrar en la vida eterna.
Un soldado cristiano, acostado de espaldas en una trinchera, en medio de un fuego cruzado con el enemigo, oró ansioso por liberación. Miró el cielo estrellado y se acordó de su Creador, que aún vive y gobierna el mundo. Pidió que su voluntad fuese hecha y, así volvió la paz a su corazón hasta que llegó la mañana y, también, la victoria sobre el enemigo.
¡Cuántas victorias semejantes ya no fueron alcanzadas por la fe en Jesús y en la resurrección, especialmente en la hora de la muerte! ¡Cuántos cristianos recibieron, y aún reciben, el poder de entregar tranquilamente su alma a Dios, con la certeza de un encuentro definitivo con Jesús!
“Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” 1a Corintios 15:57
¡Esta victoria es nuestra. Por tanto, continuemos fuertes y firmes en el servicio al Señor!

Promesas de Dios para Ti » ¿Sólo Newton se preguntó por qué?
Millones observaron la caída de la manzana,
pero solo Newton se preguntó el "Por qué".
En la educación no todo es conocimiento, sino que también es inspiración como factor. A veces podemos ser fuente de inspiración para los demás, y otras, para uno mismo.
Proverbios 4:7
¡Adquiere sabiduría! Sobre todo lo que posees, ¡adquiere inteligencia!