domingo, 6 de mayo de 2012

El milagro de la canción-Reflexiones+vídeo


Como cualquier buena mamá, cuando Karen supo que estaba esperando un bebé, hizo lo que pudo para ayudar a su hijo Michael de tres años a prepararse para una nueva etapa en su vida.
Supieron que el nuevo bebé iba a ser una niña y, día y noche, Michael le cantaba a su hermanita en el vientre de su madre. 
Él estaba encariñándose con su hermanita aun antes de conocerla. El embarazo de Karen progresó normalmente. A tiempo empezó su labor de parto, pero una complicación se presentó de repente y Karen estuvo horas en trabajo de parto. Finalmente, después de muchas horas de lucha, la hermanita  de Michael nació, pero en muy malas condiciones. La llevaron inmediatamente en una ambulancia a la Unidad de Cuidados Intensivos, sección neonatal del Hospital St.Mary, en Knoxville, Tennessee.
Los días pasaron y la niña empeoraba. Los pediatras tuvieron que decirle finalmente a los padres las terribles palabras “Hay muy pocas esperanzas, prepárense para lo peor”.
Karen y su esposo contactaron con el cementerio local para apartar un lugar para su hijita. Ellos habían creado un cuarto nuevo para su hija y ahora se encontraban haciendo arreglos para un funeral. Sin embargo, Michael, les rogaba a sus padres que le dejaran ver a su hermanita “Quiero cantarle”, decía una y otra vez. Estuvieron dos semanas en terapia intensiva y parecía que el funeral vendría antes de que acabara la semana.
Michael siguió insistiendo que quería cantarle a su hermanita, pero le explicaban que no se permitía la entrada de niños a Terapia Intensiva.
De pronto Karen se decidió, ¡llevaría a Michael a ver a su hermanita, la dejaran o no! Si no veía a su hermanita en ese momento, tal vez no la vería viva nunca.
Ella le puso un overol inmenso y le llevó a Terapia Intensiva, Michael parecía una enorme canasta de ropa sucia. Pero la jefa de enfermeras se dio cuenta de que era un niño y se enfureció… ¡Saquen a ese niño de aquí ahora mismo! ¡No se admiten niños aquí!
El carácter fuerte de Karen afloró y, olvidándose de sus lindos modales de dama que siempre la habían caracterizado, miró con ojos de acero a la enfermera; sus labios eran una sola línea, y con firmeza dijo: Él no se va hasta que le cante a su hermanita,- y levantó a Michael y le llevó a la cama de su hermanita.
Él miró a la pequeñita, perdiendo la batalla por conservar la vida. Después de un momento empezó a cantar con la voz que le salía del corazón de un niño de tres años. Michael le cantó: ” Eres mi luz del sol, mi única luz, tú me haces feliz cuando el cielo es gris….” (conocida canción en inglés ” You are my sunshine”).
Instantáneamente, la bebé pareció responder al estímulo de la voz de Michael, su pulso se empezó a volver normal. “Sigue cantando, Michael” le pedía desesperadamente su mamá con lágrimas en los ojos. Y el niño seguía: “Tú no sabrás nunca, querida, cuanto te amo, por favor no te lleves mi luz del sol… Al tiempo que Michael cantaba a su hermana, la bebé se movía y su respiración se volvía tan suave como la de un gatito cuando lo acarician.
“Sigue cantando cariño” le decía su mamá y él continuaba haciéndolo como cuando todavía su hermanita estaba en el vientre de su madre. “La otra noche, querida, cuando dormía, soñé que te abrazaba en mis brazos…” seguía cantando el niño; la hermanita de Michael empezó a relajarse y a dormir con un sueño reparador que parecía que la mejoraba por segundos. “Sigue cantando Michael”… ahora era la voz de la enfermera gruñona que con lágrimas en los ojos no dejaba de pedirle al niño que continuara. “Tú eres mi luz del sol, mi única luz del sol, por favor no te lleves mi sol…”
Al día siguiente… el mismísimo día siguiente… la niña estaba en perfectas condiciones para irse a casa.
La revista “Woman’s Day” lo llamó “El Milagro de la canción del Hermano”. Los doctores le llamaron simplemente un milagro. Karen lo llamó “El Milagro del amor de Dios”.
La vida es demasiado buena como para desperdiciarla…
Confía en que Dios sabe que estás exactamente donde debes estar.
Cantares 8: 7
Las muchas aguas no podrán apagar el amor, ni lo ahogarán los ríos.
Jeremías 31:3
Con amor eterno te he amado, por tanto, te prolongué misericordia.

4 ingredientes para un milagro-Crecimiento Personal


Una mujer experimentó milagros sorprendentes en su vida y encontró la fuente de su bendición, alegría y paz.
Su historia se relata en 2ª de Reyes 4: 8-37.
Un buen día le dijo a su esposo que construyeran una habitación y pondrían allí una cama, una mesa, una silla y una lámpara, para que al pasar el Hombre de Dios, se quedara allí. 
Aquella actitud le proveyó de un maravilloso milagro, un hijo, ya que no tenía y su esposo era anciano.

 Este niño creció y un día enfermó y sobre las rodillas de su madre estuvo sufriendo hasta morir. Ella entendió que allí, en sus rodillas, o “en sus fuerzas”, no estaba la fuente de su bendición, y corrió a aquella habitación
 que habían construido con una cama, una mesa, una silla y una lámpara y buscó al Hombre de Dios y se aferró a él hasta que un milagro sucediera. Sucedió, el niño resucitó.
He aquí un tremendo ejemplo para nosotros que a diario necesitamos un milagro, en nuestro hogar, finanzas, en nuestro matrimonio y en nuestras ciudades.
 En una habitación, un lugar privado y especial, para estar a solas con Dios, “Mas tú , cuando ores, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre…te recompensará” Mateo 6:6.
Allí estaban los 4 ingredientes que ayudaron a la mujer sunamita a obtener un milagro:
-Una cama:
 Un lugar que nos recuerda descansar en las manos de Dios, renunciando a nuestras fuerzas.
”Venid a mí, todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” Mateo 11:28.


-Una mesa: 
Para deleitarse en su presencia, donde hay plenitud de gozo aún a pesar de las pruebas.
”Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; delicias a tu diestra para siempre” Salmo 16:11.


-Una silla:
 Un lugar donde estar atento, callado y esperar la voz de Dios.”
… me presentaré delante de tí, y esperaré” Salmo 5:1-3.
-Una lámpara:
 La palabra de Dios, la luz que alumbra nuestro camino y que nos guía a la verdad.
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino” Salmo119:105.


Aférrate hoy a Dios, sé persistente en buscarlo y amarlo, busca un lugar donde estar con Él a solas, 
lleva la cama, la mesa, la silla y la lámpara y confía a tal punto de que si aún estuviere tu matrimonio muerto, tus cuentas a “cero″ y tu vida en fracaso, 
puedas proclamar “paz”, “todo bien”, como dijo la sunamita, porque su esperanza estaba en Dios y no en sus fuerzas.
“Un milagro hay para tí, un milagro de resurrección. ”

Un milagro en una habitación con una cama, una mesa, una silla y una lámpara.
1ª Pedro 5:7.”Depositando en Él toda ansiedad, porque Él cuida de ustedes”

.

Deja que el río corra- Reflexiones+vídeo


 
El Mar Muerto, localizado entre Israel y Jordania es famoso por ser el punto más bajo de la superficie terrestre.  Es también una viva atracción turística por sus saludables balnearios, a los que se dirigen muchos para tomar baños de agua salada, y comprar cosméticos elaborados con el lodo de ese mar.
¿Te has preguntado alguna vez por qué le denominan Mar Muerto?  Diferente a la mayoría de los grandes lagos, este no tiene salida. El río Jordán fluye hacia el Mar Muerto pero no hay circulación a la inversa. Sin compartir lo que recibe, muere.
Lo mismo se aplica a los seres humanos.  Cuando recibimos dones de talento, educación, capital financiero, u otros recursos, podríamos pensar que al compartirlos con otros, quedaría menos para nuestro disfrute personal.
Sin embargo, cuando no ofreces de ti mismo a otros, una parte de tu ser, muere.
Como el Dr. David Livingstone comentara en una ocasión:
Las personas hablan del sacrificio que he hecho pasando
en África, gran parte de mi vida. ¿Puede esto ser llamado
sacrificio, si tan sólo es admitir una gran deuda con nuestro
Dios que nunca podremos pagar?  ¿Es un sacrificio algo que te
recompensa con salud, con la conciencia de estar obrando bien,
con paz mental y una radiante esperanza de un glorioso
destino?  Enfáticamente, no es un sacrificio. Antes es un
privilegio…  De esto no debemos ni hablar si recordamos
el gran sacrificio que Él hizo, dejando el trono de Su Padre
en lo alto, para darse a Sí mismo por nosotros.
Permitamos que el río del amor de Dios fluya de nosotros hacia todos los que nos rodean.
Y no os olvidéis de hacer el bien y de la ayuda mutua, porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Hebreos 13:16

Veré el amor como un idioma de adoración


 
“Mas yo por la abundancia de tu misericordia entraré en tu Casa; adoraré con reverencia hacia tu santo templo”. Salmo 5:7
Cuando amamos a alguien, anhelamos una relación en la cual los dos participan activamente. Aunque el verdadero amor puede darse a distancia y aun sostenerse frente al rechazo total, su urgencia básica es conectarnos con la persona que amamos.
El estar enamorados significa que queremos estar cerca de ellos y con ellos, haciendo cosas y experimentando cosas juntos. El amor consiste en compartir y comunicarse con otra persona al nivel más profundo de nuestro ser.
El amor es como un idioma: transforma los sentimientos en expresiones que pueden ser entendidas por otros. El amor debe expresarse a sí mismo.
Nada es más importante para Dios que Su relación con nosotros.
Desde el comienzo, Él quiso una interacción viva con nosotros, y pagó un precio increíble que restaurara con seguridad una unión duradera entre nosotros y Él. Dios quiere relacionarse con nosotros de forma tan íntima y profunda que lo experimentemos por quién Él verdaderamente es, y nos veamos atraídos a una comunión cada vez más profunda con Él. Una y otra vez Él comunica cuánto nos ama.
Sabiendo cuán satisfactorio es para el amor poder expresarse, Él quiere que nosotros tengamos una forma de declarar nuestro amor por Él, así que nos capacita para participar en una de las actividades más satisfactorias y significativas de toda la creación: la adoración al Dios Altísimo.
Muchas personas erróneamente se imaginan que el adorar es algo que Dios requiere, ya sea porque le guste oír que lo alaban (como una deidad insegura, hambrienta de su ego), o porque perpetuamente vive de mal humor y tenemos que aplacar Su ira con sacrificios verbales (como arrojar a personas a un volcán para apaciguar a un dios de la lluvia).
El corazón de Dios en cuanto a la adoración no tiene nada que ver con lo que Él recibe de nuestra alabanza, como si necesitara algo de nosotros o le diera cierta clase de placer auto-satisfactorio al hacer que nosotros reafirmemos su lugar preeminente en el universo.
La adoración, como cada aspecto de la verdad que Dios ha proveído para nuestro caminar con Él, tiene un gran propósito: llevarnos a una relación más estrecha con Él. La adoración es el idioma del amor y la comprensión que llegamos a usar con el Señor. Tal como Su amor nos da la bienvenida y nos honra, así nuestra adoración verbaliza nuestro deleite en Él.
▲La adoración es el idioma del amor entre nosotros y el Señor.
▲La adoración es para nuestro bien, no para el del Señor.
▲Podemos adorar en cualquier momento y en cualquier lugar.
▲La adoración es una actividad externa.
▲La adoración nos transforma.
▲La adoración es una fuerza espiritual poderosa.
▲El orgullo evita que las personas adoren a Dios.
Nada es más importante para Dios que su relación con nosotros.
Gracias Señor, porque hoy puedo conectarme en el Amor a través del idioma de la Adoración. En el Nombre de Jesús, Amén.

Te ama tal y como eres-Crecimiento Personal


 
“Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros.”
Romanos 5.8
Me encanta regresar y volver a leer este versículo. Es algo que a menudo olvidamos y al olvidar somos desviados fácilmente. Déjenme explicarlo….
Dios nos mostró el amor que Él tiene por nosotros, la profundidad del amor, la medida de Su amor, la calidad de Su amor. Él  nos lo dio todo sin antes  pedirnos algo a cambio. Su amor por nosotros no está basado en nuestro desempeño pero si está basado en SU desempeño. En otras palabras, no hay nada que pudieses hacer que haga que Él te dé menos. Nada.
Nos olvidamos de esto. Y cuando lo olvidamos, es fácil que nos obsesionemos con nuestros éxitos y fracasos. Empezamos a creer que nuestro valor está basado en nuestro desempeño.
La idea es entonces reforzada por nuestro desempeño en la familia, en donde si no cumplimos con las expectativas entonces se nos muestra menos amor o consideración. También es reforzada por nuestras Iglesias, en donde la importancia de la jerarquía autodestructiva es construida en el ser “santo”, también conocido como, desempeño. Por medio de este pensamiento confuso, empezamos a vivir nuestras vidas y relaciones en base al desempeño.
Ese NO es el mensaje del evangelio.
Te animo hoy a que recuerdes que el amor de Dios para ti no se ve afectado por tus acciones ni desempeño. Se ve únicamente afectado por el desempeño de Jesús en la cruz. Ese hecho fue completo y perfecto. El cual es como Dios te ve, a través del lente de Su hijo, completo y perfecto.
El amor de Dios por ti, ahora, es el de un padre orgulloso. Algunos de ustedes tal vez nunca han experimentado el amor de un padre orgulloso de ti. Hoy puedes hacerlo. Hoy, no hay nada de lo que te debas sentir avergonzado, nada que te cause sentirte abandonado. Eres amado y aceptado tal como eres. Por hoy, deja que eso sea suficiente.

Tú me cuidarás-Reflexiones con Video

Bajo la sombra estaré de tus alas por siempre,
ya no tengo nada que temer porque Tú me sostendrás, y
el abrigo de tu amor siempre me cubrirá.
¡Tu me cuidarás!
En ti no hay nada que temer
en tus brazos confiaré
tú siempre me has de socorrer
confortarás mi ser
por siempre tú has sido fiel
y mis fuerzas
tú sustentas.
Y bajo la sombra estaré
de tus alas por siempre
ya no tengo nada que temer
porque tú me sostendrás
y el abrigo de tu amor
siempre me cubrirá
tú me cuidarás.
Abres camino en mi senda
para no tropezar
y desvanecen las tinieblas
será la obscuridad
tú eres la fuente de mis fuerzas
mi socorro
por siempre tu serás.
Y bajo la sombra estaré
de tus alas por siempre
ya no tengo nada que temer
porque tú me sostendrás
y el abrigo de tu amor
siempre me cubrirá
tú me cuidarás.
Caerán a mi lado mil
y diez mil a mi derecha
mas a mi no llegarán
porque tu me guardarás
Y bajo la sombra estaré
de tus alas por siempre
ya no tengo nada que temer
porque tú me sostendrás
y el abrigo de tu amor
siempre me cubrirá
tú me cuidarás..
 Bajo la sombra estaré de tus alas por siempre,
ya no tengo nada que temer porque Tú me sostendrás, y
el abrigo de tu amor siempre me cubrirá.
¡Tu me cuidarás!
Salmo 91
El que habita al abrigo del Altísimo
morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
El te librará del lazo del cazador,
de la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.
no temerás el terror nocturno,
ni saeta que vuele de día.