lunes, 23 de abril de 2012

Marcela Gandara – Antes de TI- vídeo



Antes de ti no había razón
no había nada sin ti
No había canción en mi corazón
no había nada de mi
Después de tanto buscarlo lo hallé
Mi corazón encontró ese lugar

Eres todo lo que quiero,
luz a mi alma
Todo lo que necesito,
llenas mi espacio
Eres mi vida, mi todo,
eres lo que quiero para mi
Y en ti encontré
la razón de mi existir

Antes de ti vacío viví
no había nada en mí
Sin ilusión en mi corazón
no había nada sin ti
Después de tanto buscarlo lo hallé
Mi corazón encontró ese lugar

Eres todo lo que quiero,
luz a mi alma
Todo lo que necesito,
llenas mi espacio
Eres mi vida mi todo,
eres lo que quiero para mí
Y en ti encontré
la razón

Eres todo lo que quiero,
luz a mi alma
Todo lo que necesito,
llenas mi espacio
Eres mi vida mi todo,
eres lo que quiero para mí
Y en ti encontré
la razón de mi existir

//Eres mi vida, eres mi todo
eres mi anhelo
la razon de mi existir//

Protesto….No me incluyó la revista Fortune- Crecimiento Personal


Me propongo demandar a la revista “Fortune”, pues me hizo víctima de una omisión inexplicable. Resulta que publicó la lista de los hombres más ricos del planeta, y en esta lista no aparezco yo. Aparecen, sí, el sultán de Brunei, aparecen también los herederos de Sam Walton y Takichiro Mori.
Figuran ahí también personalidades como la Reina Isabel de Inglaterra, Stavros  Niarkos, y los mexicanos Carlos Slim (*) y Emilio Azcárraga. Sin embargo a mí no me menciona la revista.
Y yo soy un hombre rico, inmensamente rico. Y si no, vean ustedes: tengo vida, que recibí no sé por qué, y salud, que conservo no sé cómo.

Tengo una familia, esposa adorable que al entregarme su vida me dio lo mejor de la mía; hijos maravillosos de quienes no he recibido sino felicidad; nietos con los cuales ejerzo una nueva y gozosa paternidad.
Tengo hermanos que son como mis amigos, y amigos que son como mis hermanos.

Tengo gente que me ama con sinceridad a pesar de mis defectos, y a la que yo amo con sinceridad a pesar de mis defectos.
Tengo cuatro lectores a los que cada día les doy gracias porque leen bien lo que yo escribo mal.
Tengo una casa, y en ella muchos libros (mi esposa diría que tengo muchos libros, y entre ellos una casa).
Poseo un pedacito del mundo en la forma de un huerto que cada año me da manzanas que habrían acortado aun más la presencia de Adán y Eva en el Paraíso.
Tengo un perro que no se va a dormir hasta que llego, y que me recibe como si fuera yo el dueño de los cielos y la tierra.
Tengo ojos que ven y oídos que oyen; pies que caminan y manos que acarician; cerebro que piensa cosas que a otros se les habían ocurrido ya, pero que a mí no se me habían ocurrido nunca.
Soy dueño de la común herencia de los hombres: alegrías para disfrutarlas y penas para hermanarme a los que sufren.
Y tengo fe en Dios que guarda para mí infinito amor.
¿Puede haber mayores riquezas que las mías?
¿Por qué, entonces, no me puso la revista “Fortune” en la lista de los hombres más ricos del planeta?”
¿Y tú, cómo te consideras? ¿Rico o pobre?
HAY GENTE POBRE, PERO TAN POBRE, QUE LO ÚNICO QUE TIENE ES… DINERO.

Reflexiones con Video » Sonríe…


Sonríe, y veras como todo parece que brilla, que la vida es legal.
Y los ratos oscuros se harán de colores.
Ríe todo lo que quieras que sonreír no se compra no vale dinero

Felicidad- Reflexiones


La felicidad para algunos es acumular riqueza, obtener un buen empleo, que nuestros deseos se cumplan, ganarnos un nombre y fama.  Sin embargo, sólo aquellos que están contentos con su vida y se sienten felices con la felicidad de otros realmente han comprendido en qué consiste la verdadera felicidad.
El gozo que uno obtiene de los placeres externos es temporal.  Le verdadera felicidad puede disfrutarse por dentro.  Cuando nuestros pensamientos son puros, cuando no nos preocupamos por nimiedades, solo entonces, podemos disfrutar de la verdadera felicidad.
“Felicidad” es un estado mental.  Uno pudiera estar feliz cuando nuestros parientes o amigos alcanzan un buen nombre o fama.  Por otro lado, la misma persona pudiera no sentirse feliz cuando alguien más la obtiene.
La gente grande es aquella que se siente feliz cuando los demás son felices.
Deepthi Ayyappan (2008), India
Creo que el autor de la reflexión de hoy da en el blanco cuando plantea, a manera de conclusión, que la gente grande (importante) es aquella que se siente feliz cuando los demás lo son.  Hoy, vemos mucho de lo contrario: una búsqueda incesante de la felicidad propia, aún a costa de la infelicidad y tragedia de los que nos rodean.  Así vemos como los que tienen abusan de los que no tienen, los que saben de los que no saben, los que tienen contactos importantes de los que no los tienen.  Hagamos un alto y decidamos cambiar.  Si queremos ser genuinamente felices, necesitamos ayudar a los demás a serlo también.
A final de cuentas, Dios no nos creó como islas sino para habitar en familia.

Hoy… Seré inundado por el Espíritu Santo


“Respondió Juan, diciendo a todos: Yo a la verdad os bautizo en agua; pero viene uno más poderoso que yo, de quien no soy digno de desatar la correa de su calzado; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego”. Lucas 3:16.
Ser bautizados con el Espíritu es como si Él inundara las riveras de nuestro espíritu y como si  anegara nuestra alma: nuestra mente, voluntad,  emociones y conciencia. Ser bautizado con el Espíritu no te hace más obediente o más fiel o más especial que los demás, o  más de lo que fuiste antes. No es una garantía de espiritualidad o una prueba contra las mentiras del enemigo.
Exactamente es como tener una Biblia y no leerla o no permitir que las palabras profundicen en tu corazón. Así también las personas pueden ser llenas del Espíritu pero no usar completamente sus provisiones ni las capacidades que nos ofrece.
¿Para qué nos capacita el bautismo con el Espíritu? ¿Por qué el Señor quiere que seamos bautizados con el Espíritu? Podrías decir que el bautismo con el Espíritu Santo “extiende” la presencia del Espíritu por todas tus facultades naturales, exactamente como una bomba de agua esparce más agua en los campos más lejanos que la que un pozo podría hacerlo.
A medida que el Espíritu nos inunda e impregna (en espíritu) nuestros pensamientos conscientes, sentimientos, impresiones, etc., llegamos a tener mayor capacidad para recibir los impulsos de Él que la que teníamos antes.
Es como tener un radio receptor más poderoso o una antena parabólica mucho más grande: la recepción espiritual es ampliamente mejorada. Así es cómo y por qué la llenura del Espíritu nos capacita para participar más activamente en lo milagroso. 
Intensifica nuestro estado de alerta y sensibiliza nuestra alma a Sus movimientos y a Sus susurros. Esa es la finalidad de ser bautizados con el Espíritu Santo. No es un tema para contenciones teológicas con nuestros compañeros creyentes, no es un punto de orgullo entre los que ya han sido y los que no han sido, sino una cualidad ministerial milagrosa para el bien de las demás personas.  Es otro recordatorio de que aunque Dios puede hacer sin nosotros todo lo que sea necesario, Él elige trabajar en nosotros y por medio de nosotros mediante Su gracia y Su Espíritu.
Como con todos los asuntos en el reino de Dios, esta gracia sobrenatural sólo puede ser apreciada y entendida viéndola a la luz del amor de Dios, siempre noble y placentero, y a la luz de su compasión siempre activa por las personas que están quebrantadas en el mundo.
El bautismo en el Espíritu no puede ser totalmente comprendido como un hecho aislado. La necesidad de que nos sea conferido poder adicional se vuelve aparente sólo cuando enfrentamos los retos reales del ministerio de amor hacia otras personas. En otras palabras, ser bautizados en el Espíritu Santo sólo tiene sentido cuando entiendes que Dios quiere capacitarte para ministrar a otras personas en formas que van mucho más allá de tus poderes naturales, por muy genuinos que sean.
Hoy definitivamente quiero ser inundado por el Espíritu de Dios.
Señor, Acá estoy listo, dispuesto y disponible. Inúndame Espíritu Santo a tu manera y en tu tiempo. Amén.