sábado, 21 de abril de 2012

VIVE - Reflexiones


 Siempre ten presente que:
La piel se arruga. El pelo se vuelve blanco.Los días se convierten en años…
Pero lo importante no cambia; tu fuerza y tu convicción no tienen edad.
Tu espíritu es el plumero de cualquier tela de araña.
Detrás de cada línea de llegada, hay una de partida. Detrás de cada logro, hay otro desafío.
Mientras estés vivo, siéntete vivo. Si extrañas lo que hacías vuelve a hacerlo.
No vivas de fotos amarillas… Sigue aunque todos esperen que abandones.
No dejes que se oxide el hierro que hay en tí. Haz que en vez de lástima, te tengan respeto.
Cuando por los años no puedas correr, trota. Cuando no puedas trotar, camina. Cuando no puedas caminar, usa el bastón. ¡¡¡Pero nunca te detengas!!!
-.Maria Teresa de Calcuta.-
Isaías 40:31
“Más los que esperan a Dios tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas como águilas, correrán, y no se cansarán, caminarán, y no se fatigarán.”

Dios de maravillas- Reflexiones con Vídeo


Has contemplado hoy las maravillas de Dios.
Todo lo que te rodea es obra de sus manos.
Disfruta este video, viendo toda su creación  que muestra su majestad.
¡Compártelo con alguien especial!

El mantel - Reflexiones


Una linda historia que confirma que las casualidades no existen.
El nuevo sacerdote, recién asignado a su primer ministerio para reabrir una iglesia en los suburbios de Brooklyn, New York, llegó a comienzo de octubre entusiasmado con sus primeras oportunidades. Cuando vio la iglesia se encontró con que estaba en pésimas condiciones y requería de mucho trabajo de reparación. Se fijó la meta de tener todo listo a tiempo para oficiar su primer servicio en la Nochebuena. Trabajó arduamente, reparando los bancos, empapelando las paredes, pintando, etc., y para el 18 de diciembre ya habían casi concluido con los trabajos, adelantándose a la meta trazada. El 19 de diciembre cayó una terrible tempestad que azotó el área por dos días completos. El día 21 el sacerdote fue a ver la iglesia. Su corazón se contrajo. Cuando vio que el agua se había filtrado a través del techo, causando que un área considerable del pañote, de unos 20 pies por 8 pies cayera de la pared frontal del santuario, exactamente detrás del pulpito, dejando un hueco que empezaba como a la altura de la cabeza. El sacerdote limpió el desastre en el piso, y no sabiendo que más hacer sino posponer el servicio de Nochebuena, salió para su casa.
En el camino notó que una tienda local estaba llevando a cabo una venta del tipo “mercado de pulgas”, con fines caritativos, y decidió entrar. Uno de los artículos era un hermoso mantel hecho a mano, color hueso, con un trabajo exquisito de aplicaciones, bellos colores y una cruz bordada en el centro. Era justamente el tamaño adecuado para cubrir el hueco en la pared frontal. Lo compró y volvió atrás camino a la iglesia. Ya para ese entonces había comenzado a nevar. Una mujer mayor iba corriendo desde la dirección opuesta tratando de alcanzar el autobús, pero finalmente lo perdió. El Sacerdote la invitó a esperar en la iglesia donde había calefacción por el próximo autobús que tardaría 45 minutos mas en llegar. La señora se sentó en el banco sin prestar atención al pastor mientras este buscaba una escalera, ganchos, etc., para colocar el mantel como tapiz en la pared. El sacerdote apenas podía creer lo hermoso que lucía y cómo cubría todo el área del problema. Entonces él miro a la mujer que venia caminando hacia abajo, desde el pasillo del centro. Su cara estaba blanca como una hoja de papel. “Padre,¿donde consiguió usted ese mantel?”. El padre le explicó. La mujer le pidió revisar la esquina inferior derecha para ver si las iniciales EBG aparecían bordadas allí. Si, estaban.. Estas eran las iniciales de la mujer y ella había hecho ese mantel 35 anos atrás en Austria. La mujer apenas podía creerlo cuando el pastor le contó como acababa obtener el mantel.
La mujer le explicó que antes de la guerra ella y su esposo tenían una posición económica holgada en Austria.
Cuando los nazis llegaron, la forzaron a irse. Su esposo debía seguirla la semana siguiente. Ella fue capturada, enviada a prisión y nunca volvió a ver a su esposo ni su casa.
El pastor la llevó en el coche hasta su casa y ofreció regalarle el mantel, pero ella lo rechazó diciéndole que era lo menos que podía hacer. Se sentía muy agradecida pues vivía al otro lado de Staten Island y solamente estaba en Brooklyn por el día para un trabajo de limpieza de casa.
¡Qué maravilloso fue el servicio de la Nochebuena! La iglesia estaba casi llena. La música y el espíritu que reinaban eran increíbles. Al final del servicio, el sacerdote despidió a todos en la puerta y muchos expresaron que volverían.
Un hombre mayor, que el pastor reconoció del vecindario, seguía sentado en uno de los bancos mirando hacia el frente, y el padre se preguntaba por qué no se iba. El hombre le preguntó donde había obtenido ese mantel que estaba en la pared del frente, porque era idéntico al que su esposa había hecho años atrás en Austria antes de la guerra, ¿y cómo podía haber dos manteles tan idénticos?. Él le relató al padre como llegaron los nazis y como él forzó a su esposa a irse, para la seguridad de ella, y como él estaba supuesto a seguirla, pero había sido arrestado y enviado a prisión. Nunca volvió a ver a su esposa ni su hogar en todos aquellos 35 años.
El pastor le preguntó si le permitiría llevarlo con él a dar una vuelta. Se dirigieron en el coche hacia Staten Island, hasta la misma casa donde el padre había llevado la mujer tres días atrás.
El ayudó al hombre a subir los tres pisos de escalera que conducían al apartamento de la mujer, tocó en la puerta y presenció la mas bella reunión de Navidad que pudo haber imaginado.
Una historia real – ofrecida por el Padre Rob Reid.
Romanos 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Dios mío, tú eres bueno y siempre actúas con justicia. Enseñas a los pecadores a hacer lo bueno; enseñas a los humildes a hacer lo bueno y lo justo. Con quienes cumplen tu pacto y obedecen tus mandamientos tú siempre actúas con amor y fidelidad. Salmo 25:8


Corte de electricidad-Reflexiones


Hace unos años (1998) el este de Canadá fue azotado por una inolvidable tempestad de lluvia heladiza. Causó veintiún muertos y millones de dólares en pérdidas. Cerca de cuatro millones de personas fueron afectadas por la tragedia: transportes, abastecimientos… Miles tuvieron que abandonar su hogar. No había electricidad, por consiguiente tampoco había luz, ni agua, ni calefacción. En ese período de interrupción eléctrica, que duró varios días, se pudo comprobar cuán indispensable es la electricidad. Los damnificados aprovecharon los abrigos provisionales que el gobierno puso a su disposición. También comprendieron que «solidaridad» no era una palabra vana.
A veces atravesamos días sombríos; tenemos la sensación de estar hundidos en la oscuridad, perdemos nuestros puntos de referencia. Para estas situaciones, entre otras, Jesús dijo: “Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida” (Juan 8:12). En este mundo no existe otra fuente de verdadera y durable luz. Las filosofías y las religiones entusiasman el espíritu momentáneamente, pero a la larga dejan un gran vacío interior.
Es el momento de preguntarme si tengo un corte de luz espiritual, si deseo encontrar la verdadera luz o si prefiero permanecer en la oscuridad eternamente. Acudamos a quien dijo: “Yo, la luz, he venido al mundo, para que todo aquel que cree en mí no permanezca en tinieblas” (Juan 12:46).
Jesús les dijo: Aún por un poco está la luz entre vosotros; andad entre tanto que tenéis luz, para que no os sorprendan las tinieblas; porque el que anda en tinieblas, no sabe a dónde va.
Juan 12:35

Tocando a tu puerta- Promesas de Dios para ti


Estoy tocando a tu puerta, quiero entrar.
Déjame tomar el control de todo en tu vida, que yo sé lo que es bueno para ti.
 Apocalipsis 3:20
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
Mateo 24:33
Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, sabed que Él está cerca, a las puertas.
Juan 14:23
Jesús respondió, y le dijo: Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada.