miércoles, 18 de abril de 2012

A Dios sea la Gloria-Reflexiones con Video

Cómo agradecerle todas las cosas que has hecho por mí, diste tu vida para mostrar Tu amor por mí. Cómo expresarte mi gratitud, lo que soy y lo que anhelo ser lo debo todo a Ti.


Sólo Dios en su infinita misericordia envió a su hijo para rescate de la humanidad y para tener salvación eterna.
A Dios sea la Honra, el honor y la Gloria. Amen


Los lentes del alma- Reflexiones


Paula, una joven de escasos 12 años, visitaba por primera vez al optómetra, quien le diagnosticó miopía en ambos ojos.
- Sientes que no puedes ver bien de lejos, Paula. – dijo el doctor.
- Sí, se me dificulta mucho hacerlo.- afirmó Paula
- Te sientes muy mal por esto, ¿verdad ?- dijo el doctor
- Sí, lo que más me afecta es que no puedo distinguir a cierta distancia el rostro de algunas personas, ni observar de lejos el amanecer, las cosas se me vuelven cada vez más borrosas, y todo a mi alrededor parece tan confuso – afirmó Paula, triste y preocupada por lo que le ocurría.
- Bueno, para esto hay solución, te haré unos lentes de acuerdo a tu problema, para que los utilices permanentemente, y esto te ayudará a ver mejor.
Pasados unos días, Paula, volvió nuevamente donde el doctor para reclamar sus lentes nuevos, y al colocárselos miró sorprendida por la ventana de aquel consultorio.
- ¡Oh, qué maravilloso!, ¡por fin puedo ver !
El doctor orgulloso por la labor cumplida, le pregunto:
- ¿Qué observas Paula ?
- Veo todas las cosas como son realmente, puedo distinguir el rostro de las personas, veo los bellos colores de las flores, puedo leer a largas distancias, pero lo que más me gusta es que puedo ver más claro mi horizonte y ya no es confuso como antes.
Así como Paula somos muchos los que tenemos enfermos los ojos del alma, del corazón, tal vez con el mismo diagnostico de la “miopía espiritual”, la cual nos ciega, y no nos permite ver mas allá de nuestros problemas y dificultades.
Por eso, el mejor médico del alma es Dios, que con su amor y su paciencia, nos da la bendición de su espíritu y una nueva forma de ver las cosas.
Si tu horizonte lo ves opaco por las desesperanzas ocurridas, si las personas te defraudan porque no puedes distinguir sus verdaderas intenciones, si pareciera que no vieras el peligro que hay a tu alrededor, si todo es tan confuso, si no miras el futuro con optimismo y tenacidad, si no sabes quién eres ó cuánto vales y por eso no distingues la luz que hay dentro de ti, por lo borroso que están tus ojos de llorar y de sufrir por los fracasos, entrega tu vida a Jesús , el mejor médico que puede darle “lentes a tu alma”.
Apoc 3:18 Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.

Familia » Deseo ser oído y conocido


Dios ha puesto en cada ser humano el deseo de ser oído y conocido.
Una niña le decía a su papá:  Hable cuando yo termine.  En otras palabras quiero que me escuches. La queja de muchos:  No me siento escuchado. No se da el tiempo para escuchar por lo tanto desconocemos muchas cosas especialmente de nuestros seres queridos. Se sufre de un estado de sordera.
¿Conoces que es lo que más entristece o hace feliz a  cada miembro de tu familia, amigos o compañeros de estudio o trabajo?
Un día mi hijo llegó feliz de la escuela de música y quiso tocar para mi una pieza musical en su guitarra, era una pieza que él sabia que me gustaba mucho:  “Para Lisa”.  Yo estaba en mi escritorio haciendo un trabajo y le dije que tocara, pero yo continué haciendo lo mío y de pronto mi hijo desapareció, fui a su cuarto y estaba triste porque no presté atención para escucharlo. Tuve que pedirle perdón y aprendí la lección de hacer un alto para escuchar a mis seres queridos.
Cuando aprendemos a escuchar, podemos conocer al otro, sus sentimientos, emociones, preocupaciones, inquietudes.
Escuchar es un acto de amor y preocupación.
Escuchar es bíblico.  Santiago 1:19.  Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír y tardo para hablar.
Proverbios 18:13.  Al que responde palabra antes de oír, le es fatuidad o oprobio.
Dios os bendiga
M.G.L.

La vida es mejor después…-Powerpoint


Nos convencemos a nosotros mismos de que la vida será mejor después ….
Después de terminar la carrera, después de conseguir trabajo, después de casarnos, después de tener un hijo, y entonces después de tener otro.
Luego nos sentimos frustrados porque nuestros hijos no son lo suficientemente grandes, y pensamos que seremos más felices cuando crezcan y dejen de ser niños, después nos desesperamos porque son adolescentes, difíciles de tratar.
Pensamos: seremos más felices cuando salgan de esa etapa.
Luego decidimos que nuestra vida será completa cuando a nuestro esposo o esposa le vaya mejor.
Cuando tengamos un mejor coche, cuando nos podamos ir de vacaciones.
Cuando consigamos el ascenso, cuando nos retiremos.
La verdad es que
“NO HAY MEJOR MOMENTO PARA SER FELIZ QUE AHORA MISMO”.
Si no es ahora, ¿cuándo? La vida siempre estará llena de luego, de retos.
Es mejor admitirlo y decidir ser felices ahora de todas formas …
No hay un luego, ni un camino para la felicidad, la felicidad es el camino y es
¡¡AHORA!!, ¡¡ATESORA CADA MOMENTO QUE VIVES!!
y atesóralo más porque lo compartiste con alguien especial; tan especial que lo llevas en tu corazón y recuerda que
¡¡ EL TIEMPO NO ESPERA POR NADIE!!
Así que deja de esperar hasta que termines la Universidad, hasta que te enamores, hasta que encuentres trabajo, hasta que te cases, hasta que tengas hijos, hasta que se vayan de casa, hasta que te divorcies, hasta que pierdas esos diez kilos, hasta el viernes por la noche o hasta el domingo por la mañana; hasta la primavera, el verano, el otoño o el invierno, o hasta que te mueras, para decidir que no hay mejor momento que justamente
¡ÉSTE PARA SER FELIZ!
Descarga esta diapositiva aquí:    La Vida es Mejor Después…

El hombre que tenía mucho-Reflexión


Una vez había una familia que no era ni rica ni pobre. Vivían en una pequeña casa de campo de Ohio. Una noche se sentaron juntos para cenar y alguien tocó la puerta. El padre se acercó a abrir.
Ahí estaba un hombre viejo con ropa desgarrada, pantalones rotos y sin botones. Cargaba una canasta llena de verduras. Le preguntó a la familia si querían comprarle algunas. Ellos aceptaron porque querían que se fuera rápido.
Con el paso del tiempo, la familia y el hombre viejo se hicieron amigos. El hombre le traía verduras cada semana a la familia. Pronto se enteraron de que él era ciego y que tenía cataratas en los ojos. Pero era tan amigable que aprendieron a esperar ansiosamente sus visitas y a disfrutar de su compañía.
Un día, mientras entregaba las verduras, dijo:
- ¡Ayer tuve la más grande bendición! Encontré una canasta de ropa afuera de mi casa que alguien me dejó.
La familia, sabiendo que él necesitaba ropa, dijo:
-¡Qué maravilloso!
El hombre viejo y ciego, dijo:
- La parte más maravillosa es que encontré una familia que verdaderamente necesitaba esa ropa.
Recuerda, la felicidad no depende de lo que eres o lo que tienes, sino del buen uso que hacemos de lo que tenemos.
Juan 10:10
yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.