lunes, 20 de febrero de 2012

Mejor es ofrecer y dar que recibir


Creemos que cuando no recibimos amor, eso nos duele, pero lo que nos duele no es eso. El dolor nos acomete cuando no ofrecemos amor. Hemos nacido para amar. Se podría decir que somos máquinas de amor creadas por Dios. Cuando mejor funcionamos es cuando estamos dando amor. El mundo nos ha llevado a creer que nuestro bienestar depende de que los demás nos amen, pero este es el tipo de pensamiento puesto patas arriba que tantos problemas nos ha causado. La verdad es que nuestro bienestar depende de que ofrezcamos amor: no de lo que nos devuelven a nosotros, sino de lo que nosotros ofrecemos.